Del TLCAN al Plan Mérida, el deterioro de nuestra política exterior
Al analizar el desempeño de la administración pública federal , el diputado del PRI, Carlos Flores Rico, resumió en una palabra cada uno de los cinco ejes de la política de Estado. Para lo económico, estancamiento; lo social, pobreza; política interior, ingobernabilidad; seguridad pública, matazón.
Y en política exterior, le pidió opinión a la canciller mexicana entre el término dignidad o vacuidad, para calificar nuestra relación con el mundo.
Para el priista la evaluación se hizo obligada en el marco de la décima comparecencia de los secretarios de estado y del gabinete ampliado que se realizan en la Cámara de Diputados, con motivo del análisis del cuarto informe presidencial.
En otro resumen aun más apretado sobre la glosa, podemos señalar que la administración calderonista ha sido reprobada por los diputados de la oposición, esto es, PRI, PRD, Convergencia, PT, Nueva Alianza y Verde Ecologista.
Toda vez que los errores del presidente Felipe Calderón en sus acciones de gobierno, han sobrepasado por mucho sus aciertos.
En seguridad el saldo ha sido más violencia, más muertes y aumento del tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Y hasta dentro del territorio nacional, para satisfacer la demanda del recién creado mercado interno de nuestro país.
Particularmente en política exterior, lo que compete a este día, las críticas llovieron por la pasividad y tibieza de la cancillería frente a temas tan relevantes por sus consecuencias, como la ley anti-inmigrante de Arizona; la matanza múltiple en Tamaulipas de migrantes centroamericanos, la construcción del muro fronterizo y el derrame petrolero de la British Petroleum en el Golfo de México.
En cuanto a la relación con Estados Unidos, la más importante en la vida de nuestro país, la situación, se dijo, empeora.
No sólo la dependencia económica se agudiza, sino que ahora la subordinación es en la seguridad pública; no la de México, sino la del país del norte. Pues nuestro país ha pasado a ser el guardaespaldas de la Unión Americana.
Respecto del tráfico de armas éste aumenta. Y ante ello, la Secretaría de Relaciones Exteriores se contenta con las migajas de la Iniciativa Mérida, que es la parte de ayuda bilateral que prometió Estados Unidos a México, para coparticipar en la lucha contra el narcotráfico.
Al reconocer el gobierno norteamericano que es copartícipe de la proliferación del tráfico de drogas y la acentuación de la violencia por ese motivo.
Por otro lado, en la rendición de cuentas de la canciller mexicana, se hizo hincapié en la deplorable situación de México frente a América Latina; al pasar de ser el líder en la región; a un triste espectador del desarrollo de países como Brasil, de las transformaciones político-históricas del Caribe y del surgimiento de Bolivia.
Durante una jornada de cinco horas, diputados de la oposición coincidieron en que la política exterior del gobierno federal ya no responde a los intereses nacionales, y está subordinada a la estrategia económica de Estados Unidos a través del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y recientemente a los intereses de seguridad de Estados Unidos.
Lo anterior no falta a la verdad. Aunque es justo decir también que la política exterior mexicana que se critica a partir de la última década gobernada por el PAN; comenzó a verse deteriorada desde la administración de un priista con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Entonces, en 1994, el gobierno de México encabezado por Carlos Salinas de Gortari, se subordinó por voluntad propia y por entreguista, a los intereses económicos del país del norte.
Aunque a la vez, los recientes gobiernos del PAN no sólo han mantenido esa racha de subordinación y sometimiento a los intereses de América del Norte; sino que han avalado nuevos atropellos.
La ley antiinmigrantes y xenofóbica de Arizona es uno de estos. La defensa de nuestros migrantes ha sido marginal Y el pronunciamiento en contra de ley SB/1070 ha sido insuficiente.
Por su parte, en la comparecencia, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, pidió a la canciller Patricia Espinosa dignificar la política exterior de México, pues la triste realidad es que con gusto el gobierno federal ha aceptado ser el patio trasero de los Estados Unidos.