MÉXICO, D.F, 14 de septiembre (apro).- Acostumbrados a la pasividad de la bancada panista, y a la postura de los funcionarios comparecientes de no responder insultos, críticas y vituperios, los diputados del PRI se llevaron este martes una gran sorpresa o, como se dice popularmente, debieron tragarse una sopa de su propio chocolate.
Esta vez, en la primera comparecencia de Ernesto Cordero Arroyo como secretario de Hacienda que defiende la propuesta gubernamental del programa económico para el año que entra, los que salieron raspados no fueron el funcionario y los panistas –como ha sucedido en ocasiones anteriores--, sino los legisladores priistas.
Fueron seis horas de comparecencia. Cinco de ellas, verdaderamente soporíferas. Tanto que ni legisladores, invitados y periodistas, aguantaron el aburrimiento. Hubo un momento, antes de la última ronda de intervenciones, que no había ni cien diputados, de los 500 que deberían estar. Desolado el pleno. Curules vacías era lo único que se veía.
Fueron los propios diputados priistas los que se encargaron de “calentar” la sesión. Investidos, en el discurso, como férreos y aguerridos legisladores de oposición, se lanzaron de frente, sin concesiones, con todo, contra el gobierno, contra el secretario y contra el paquete económico 2011.
El primero, Luis Videgaray Caso, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública --, dejó el tono comedido y cortés del año pasado ante Agustín Carstens, entonces secretario de Hacienda.
Belicoso, Videgaray, ex empleado de Enrique Peña Nieto en el Estado de México, le dijo a Cordero que el presupuesto que el gobierno estaba proponiendo no era austero ni era para hacer crecer la economía; ni reducía el gasto corriente, ni su prioridad era el bienestar de la población. Y soltó una retahíla de deficiencias del presupuesto.
Al terminar el diputado, entre nutridos aplausos de su bancada, empleó una idea que ha sido constante en el reciente discurso del PRI: “Somos una oposición responsable… Habrá presupuesto aquí el día 15 de noviembre y será un presupuesto bueno para la gente, porque el dinero, señor secretario, el dinero, el dinero de gobierno, no es dinero federal ni tampoco es de los estados y los municipios. El dinero es dinero de la gente y el PRI va por un presupuesto para la gente.”