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Se extiende el desastre por incendios en Australia

CAMBERRA, Australia, 9 de enero de 2020.- El estado de Victoria, sureste de Australia, extendió hoy el estado de desastre que oficialmente ha declarado tras los incendios forestales y llamó a la población a evacuar las zonas de peligro ante la complicación que se espera en los próximos días.

Al declararse una ampliación en las zonas en desastre, se da más poder a las autoridades para tomar posesión de propiedades privadas y ordenar evacuaciones, lo cual se resuelve tras anunciarse un aumento de las temperaturas hasta los 40 grados y fuertes vientos que agravarán el problema en unos veinte focos activos en el estado.

Aunque la misma autoridad provincial reconoce la dificultad a enfrentar en los próximos días, las medidas extremas se toman, aseguraron, por tantos incendios en el terreno, un extenso fuego y un calor insoportable y fuertes vientos, razones para pensar que habrá más fuego “hoy, mañana y potencialmente el fin de semana”, dijo a la prensa el jefe de gobierno de Victoria, Daniel Andrews, al urgir a la población a salir de las zonas de desastre, que incluyen la zona alpina y el municipio de East Gippsland, en el sureste de Victoria, donde ya hay tres personas muertas y 244 casas destruidas por el fuego en la última semana.

Otras zonas del país también se preparan ante la previsión de que los incendios se agraven. En Kangaroo Island, la tercera isla más grande de Australia, se pidió a residentes de Vivonne Bay refugiarse en campamentos asignados para protegerse del fuego, que ya causó aquí dos muertos y devastó 160 mil hectáreas.

En Nueva Gales del Sur, el más afectado por las llamas, 2 mil 500 bomberos intentan contener unos 122 incendios, la mitad de ellos fuera de control y el gobierno estatal anunció mil millones de dólares australianos (687 millones de dólares estadounidenses o 619 millones de euros), para reconstruir las comunidades afectadas, cifra que se añade a los 2 mil millones que anunció esta semana el gobierno federal.

La cifra oficial de muertes desde septiembre llega a 26, veinte de ellos en Nueva Gales del Sur, donde estaban mil 870 de las más de dos mil casas que se han quemado en todo el país, tras la tempranera temporada de incendios, que comenzó en primavera, antes de lo previsto, en un año catalogado como el más caluroso y seco en Australia, según datos de la Oficina de Meteorología.

La previsión no indica una vuelta generalizada de condiciones más húmedas que la media en las partes afectadas por la sequía y los incendios del este de Australia, alertó Karl Braganza, jefe de la oficina de vigilancia climática de ese organismo.