Los científicos descubrieron el nuevo microbio mientras estudiaban la dispersión submarina del petróleo que queda en la zona y hallaron que no agota mucho el oxígeno en el agua.
"Nuestros resultados, que proporcionan por primera vez datos sobre la actividad microbiana en aguas profundas en una columna de petróleo en dispersión, sugieren" un gran potencial para que las bacterias ayuden a deshacer el crudo en alta mar, dijo Hazen.
Las revelaciones fueron hechas en la revista en línea Sciencexpress. Los investigadores son dirigidos por Terry Hazen en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en Berkeley, California.
El hallazgo
La plataforma Deepwater Horizon, operada por British Petroleum, hizo explosión el 20 de abril, lo cual derivó en la muerte de 11 trabajadores y en el gigantesco derrame que fluyó sin control durante meses hasta que fue controlado recientemente.
Los ecologistas han expresado su preocupación por el derrame y la columna submarina de crudo
en dispersión que permanece bajo el agua, en particular sus potenciales efectos sobre la vida marina. Apenas la semana pasada un informe describió la columna de 35 kilómetros (22 millas) de largo como una especie de niebla bajo el agua, formada por gotitas de aceite.
"Nuestros hallazgos muestran que el influjo de crudo alteró profundamente la comunidad microbiana al estimular significativamente" a las bacterias de aguas profundas que viven a bajas temperaturas y que están estrechamente relacionadas con microbios que ya son conocidos como degradantes del petróleo, informó Hazen.
Sus resultados se basan en más de 200 muestras obtenidas de 17 sitios de aguas profundas entre el 25 de mayo y el 2 de junio. Encontraron que el microbio dominante en la columna de petróleo es una nueva especie, estrechamente relacionada con los miembros de la orden de Oceanospirillales.
Este microbio prospera en agua fría, con temperaturas registradas en las profundidades de cinco grados centígrados (41 Fahrenheit).
Hazen insinuó que las bacterias podrían haberse adaptado con el tiempo, debido a filtraciones periódicas y a las fugas naturales de petróleo en el Golfo de México.
Los científicos también estaban preocupados de que la actividad de los microbios que degradan el petróleo consumieran también grandes cantidades de oxígeno en el agua, creando una "zona muerta" que pudiera ser peligrosa para la vida de otros, pero el nuevo estudio encontró que la saturación de oxígeno por fuera de la columna de crudo fue de 67%, mientras que dentro de la misma zona era de 59%.
La investigación fue financiada por una subvención existente con el Instituto de Biociencias de la Energía, un consorcio encabezado por la Universidad de California en Berkeley y la Universidad de Illinois.
La subvención fue posible gracias a una donación de 500 millones de dólares durante 10 años de parte de BP. Otro tipo de apoyo provino del Departamento de Energía de Estados Unidos y la Fundacion para la Investigación de la Universidad de Oklahoma.
Sciencexpress es la edición en línea de la revista Science.