WASHINGTON, 20 DE Octubre de 2010.- El ejército de Estados Unidos ya recluta a personas que se declaran abiertamente homosexuales.
El paso fue visto como una victoria de los activistas de derechos gays, aún cuando la batalla legal para que se confirme este paso sigue su marcha.
"No preguntes, no digas", es la política implantada desde 1993 por las fuerzas armadas estadounidenses, cuando prohibían el ingreso de hombres y mujeres homosexuales. Pero la práctica fue declarada inconstitucional por una juez del estado de California, Virginia Phillips.
Esa política daba paso a homosexuales para su permanencia en las fuerzas, con la obligación tampoco declarada de mantener el secreto de su sexualidad, pues de saberse, eran suspendidos de inmediato.
Una orden de la Oficina de Personal y Preparación del Pentágono ordena hoy a los encargados de reclutar a los nuevos soldados, reclutar a quien cumpla los requisitos, al margen de su homosexualidad.
La orden no obstante, advierte que puede haber cambios futuros si así lo determina el proceso judicial en marcha.
La Casa Blanca se opone a la política del "no preguntes, no digas", pero sostiene que deben ser en el Congreso, no en los tribunales, donde se resuelva la normativa que involucre al ejército.
El Pentágono lleva a cabo una investigación sobre repercusiones de reclutar personas abiertamente homosexuales y el Departamento de Justicia apelará la decisión de la jueza Phillips.
Unos 13.000 hombres y mujeres han causado baja por su orientación sexual hasta ahora.