Sus pasivos, históricos, son por 1.3 billones, dice Daniel Karam
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de Noviembre de 2010.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) vive una situación financiera que sería “la más delicada de su historia”, según la opinión de su director Daniel Karam.
Así lo sostuvo en la asamblea general del Instituto que encabezó el presidente Felipe Calderón y donde explicó que el IMSS “tiene fuertes presiones financieras” y acusó que provienen del régimen de jubilaciones y pensiones de los propios trabajadores del Instituto, que fueron contratados antes 2008.
También destacó un deterioro en los ingresos para solventar el gasto de seguros médicos. De no hacer cambios al sistema en el corto plazo, “veremos comprometida nuestra capacidad para atender las necesidades de nuestro derechohabiente", afirmó el titular de la institución.
Reconoció la decisión del Congreso, de aprobar en la Ley de Ingresos al IMSS que transfiera el excedente de las reservas de los seguros superavitarios a aquellos que son deficitarios, para que los seguros de invalidez y vida y riesgo de trabajo no generen recursos ociosos que podrían utilizarse en las demandas de salud de la derechohabiencia, dijo.
Pero atajó que es una medida para ganar tiempo y capacidad operativa al IMSS, no solución definitiva para salvar al Instituto, llamando a los sectores laboral, patronal y gobierno “a emprender una nueva reforma al IMSS”.
"Si queremos dotar de viabilidad y larga vida al Instituto, entonces necesitamos emprender reformas de mayor alcance en un contexto de apertura, pluralidad, responsabilidad y disposición al diálogo constructivo", expuso.
Y aseguró que dicha reforma debe emanar de un diálogo con todos los actores políticos para sumar voces y propuestas en torno a la construcción de un IMSS “cada vez más fuerte y longevo”, concluyendo con el dato de que el pasivo laboral contingente del IMSS asciende a 1.3 billones de pesos.