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Mandos policiales en Jalisco ligados al narco

CD. DE MEXICO, 11 de mayo de 2015.- Policías de Jalisco han denunciado que altos mandos de las fuerzas de seguridad colaboran con el crimen organizado.

Un miembro de la Fuerza Única de Jalisco, que nació en 2014 para reforzar la capacidad oficial para combatir a los cárteles de las drogas, hizo ver en una entrevista de radio que cuando se detiene a un sospechoso deben informar a los superiores, quienes ordenan liberarlo o no, “dependiendo del grupo criminal al que pertenezcan”.

Entonces, si el detenido pertenece al cártel que controla en esos momentos Jalisco, “te ordenan que se le regresen las armas y las drogas y se quede sin efecto el reporte o la revisión. Y los elementos continúan (su camino)”, dijo un agente de la FUJ a la emisora.

Otros agentes revelan connivencia de criminales con altos mandos de la Fuerza Única. Declaraciones divulgadas ya por medios nacionales dan cuentas de respuestas –“cuando agarras a un integrante del cártel y llamas por teléfono a los jefes”—como ‘aguántate’, y luego dicen ‘sabes qué, déjalo ir, es de la gente’.

“El proyecto (de la Fuerza Única) es bueno (...), pero los mandos no sirven para nada”, es la conclusión de una docena de agentes que lo plantean, pero no quieren que los identifiquen por el obvio resultado que debieran esperar si dan cuenta de lo que sucede en la corporación.

Los sucesos de Jalisco en los que el crimen organizado derribó un helicóptero militar y obligó a activar en la zona el “código rojo” de seguridad, fueron consecuencia de la operación para detener a un capo en la zona, dijo el gobernador de Jalisco Aristóteles Sandoval, pero ahora la duda es el por qué, los criminales, sabían de todos los movimientos de la Fuerza Jalisco y los policía federales, que llevaron a “una derrota total” de las fuerzas federales donde se perdieron al menos 15 vidas, entre ellos cinco agentes, tres delincuentes y tres civiles ajenos a los hechos y más tarde al menos 9 militares y un alto funcionario del poder judicial.

Uno de los policías entrevistados también reveló la existencia de un equipo especial dentro de las fuerzas metropolitanas, conocido como grupo Chipote, que se encarga de colocar evidencias, por ejemplo, en domicilios, a fin de “justificar detenciones” aunque no haya pruebas.

“Y todo lo que encuentran se lo quedan ellos (los policías). Es pillaje. Como dicen por acá, es botín de guerra”, explicó el agente.