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Lunes negro en Monterrey: matan a 9

+ Hay 2 víctimas inocentes en la “narcoguerra”; granadas contra penal

          MONTERREY, N.L., 17 de enero de 2011.- Las armas volvieron a sonar en la capital regiomontana y los enfrentamientos entre narcotraficantes dejaron 9 muertos este lunes, entre ellos dos inocentes que pasaban por el sitio de los disparos.

 

También hay tres heridos y un nuevo ataque con artefactos explosivos contra el Penal de Topo Chico, lo cual fue confirmado oficialmente por el Consejo de Seguridad estatal, que registró el último evento poco después de las 5 de la tarde cuando hombres armados abrieron fuego con fusiles AK 47 Y AR 15 contra un grupo de personas que se encontraban en la esquina de Mirto y Olivo, en la colonia Moderna.

La misma instancia dijo que entre las víctimas hay dos mujeres y tres hombres. Presume también que un hombre y una mujer fueron víctimas inocentes que bajaban de un camión y hasta allí llegó la metralla de sicarios que habían llegado para eliminar a presuntos "narcomenudistas" de la zona.

Los pistoleros viajaban en un auto desde el cual dispararon sus armas, dejándolo abandonado calles más adelante y allí lo encontraron efectivos de la Marina, policías federales, del Ejército y policías estatales que llegaron para intentar la aprehensión de los sicarios.

Poco antes se había dado una movilización de fuerzas estatales en el Penal del Topo Chico, donde sujetos no identificados arrojaron dos granadas que explotaron en un terreno aledaño a la prisión, que no reportó daños ni lesionados.

Por la mañana, un grupo de pistoleros asesinó con fusiles de asalto calibre AK 47 a tres hermanos que laboraban en un puesto de comida sobre la avenida Antiguo Camino a Santiago y Genaro Vázquez, del sur de la ciudad. Murieron Benito, Juan y Heriberto Cardoza Vázquez.

Y al mediodía se encontró el cadáver de un hombre con huellas de tortura en El Carmen, Nuevo León, comunidad ubicada a unos 25 kilómetros al norte de la zona metropolitana.

Sólo en lo que va de este año, el saldo de la guerra entre cárteles rivales por el territorio, Nuevo León registra una ola de violencia cuyo saldo es de 10 policías asesinados y heridos, así como una docena de delincuentes.