Francisco Garfias hace un resumen sobre el criterio del polémico prelado Onésimo Zepeda, quien en sus últimas expresiones da un giro a expresiones de la iglesia y dice que sí, a los gobiernos laicos poniendo el ejemplo de los ayatolas árabes. Así lo expresa.
La cartera de Onésimo
Francisco Garfias
La reacción de Onésimo Cepeda fue espontánea. El roce en la parte trasera de su pantalón lo hizo girar rápidamente sobre su cuerpo. "No me roben la cartera, cabrones", soltó, con lenguaje de barriada, el obispo de Ecatepec. Pero una vez que pudo constatar que nadie a su alrededor pretendía violar, en detrimento de su persona, el Séptimo Mandamiento de la Ley de Dios, quiso justificarse: "Es que van dos veces que me sacan la cartera aquí, cuando me rodean los periodistas..."
El roce se produjo en las afueras del teatro Morelos, al término del V Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto. Atestiguaban la escena un grupo de priistas, entre los que se encontraba Roberto Madrazo, pero también el enviado de Milenio, Rodolfo Montes.
El obispo, quien días antes había calificado de jalada el Estado laico, reconoció que los gobiernos no deben responder a ningún credo. "No hay nada peor que el poder religioso y, si no, pregúntenle a los iraníes", recalcó. Ya encarrerado, respaldó las críticas de Peña a las alianzas del PAN con los partidos de izquierda. "No se pueden juntar el agua con el aceite. Lo hicieron por ganar el poder por el poder. Vamos a ver cómo gobiernan, y luego hablamos...", puntualizó