+ El “Alvin” vuelve a lo profundo del Mar de Cortez
GUAYMAS, Son., 17 de abril de 2024. — Esta mañana fondeó sobre la Cuenca de Guaymas –unas 60 millas náuticas al sur de este puerto—en el centro del mar de Cortez, el buque de investigación científica “Atlantis”, desde el cual el pequeño sumergible para profundidades “Alvin”, dirigirá una nueva indagación en ese espectacular mundo.
La inmersión iniciada poco después de las 11 de la mañana tardaría varias horas para llegar a la profundidad de ese lecho marítimo, alrededor de 1,970 metros, considerado un santuario de vida “especial”, que administra la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, donde captará imágenes y tomará muestras de sedimentos.
El “Atlantis” es una nave que, junto con el “Alvin” pertenece a la fuerza armada naval de los Estados Unidos. Esta vez lo opera Oceanográfica Woods Hole, cuya agenda le ha llevado a los más espectaculares escenarios del mundo abajo del mar.
En su descenso, el “minisub” lleva una tripulación formada por el operador de la nave y los investigadores Valerie De Anda y Brett Bakker, especialistas en microbiología marina, quienes anunciaron transmisión en vivo de la proeza tecnológica y científica ya en marcha.
QUE ESPERAN ENCONTRAR
La tarea a realizar por el submarino de investigación científica “Alvin” y dos microbiólogos marinos a bordo, tiene qué ver con ampliar el conocimiento de los posibles orígenes de la vida en el planeta.
El buque transporte equipado para la ciencia, “Atlantis”, cuya grúa hizo descender y recuperará al “Alvin”, también propiedad de la Marina de ese país, planea completar el estudio encomendado por el Instituto de Investigación Oceanográfica de la Universidad Estatal de Texas.
El “Alvin” es una nave casi de la tercera edad. Ha trabajado en profundidades de hasta casi 6,500 metros durante 58 años.
Autoridades educativas y científicas locales celebraron la participación de Valerie De Anda a bordo, cuyo antecedente familiar está en México.
Las muestras a recolectar por la pala-robot que incluye cámara de video e iluminación, controlado por los científicos a bordo, serán de vida marina “distinta” a la de los alrededores, y analizar las ventilas termales formadas con agua hirviente producto de las fisuras geológicas en el suelo submarino que chocan con el magma, actividad sísmica y hasta formación acelerado de mantos petrolíferos.
EL ALVIN
El “Alvin” fue uno de los primeros sumergibles de aguas profundas del mundo y puede viajar a una profundidad de hasta 6,500 metros, pero no siempre necesita esas profundidades.
Cuando retorne a la superficie, traerá nueva evidencia de lo que ocurre casi dos kilómetros abajo, en la Cuenca de Guaymas, un área muy activa considerada un sistema de expansión joven del fondo marino donde se separan las placas del Pacífico y América del Norte.
Los científicos dicen que en el sitio se está creando un nuevo fondo marino y al parejo, hay sedimentos ricos en materia orgánica depositados con rapidez por lo altamente productivo de estas aguas.
Para la comunidad científica es un lugar especial, un centro de expansión muy inusual por lo general situados lejos de la costa que generalmente acumulan poco sedimento.
El estudio sabrá de más sobre la tectónica y la vida microscópica de este sistema de expansión en lo que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México declaró un santuario, por su relevancia ecológica y científica.