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Había un `casino´ en el Mercado Municipal

+ Hasta el sábado “nadie” sabía de él; también frenan a bandas de ladrones

          GUAYMAS, Son., 18 de noviembre de 2012.- La Dirección de Seguridad ^´ublica del Municipio acabó con un `casino´ que operaba clandestinamente en pleno interior del Mercado Municipal José María Yáñez.

El golpe dado por la Policía Municipal puso freno a la descarada operación de este centro de apuestas que durante meses funcionó ilegalmente dentro del parián guaymense y se detuvo a Rafael Armenta Parra, locatario del inmueble, quien arrendaba el sitio a quien a su vez tenía la concesión de parte del Ayuntamiento guaymense, propietario del lugar.

Armenta Parra fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público federal Carlos Medina Murillo, en tanto que la Policía Municipal terminaba de indagar pormenores de esta “operación oculta” en medio de 200 puestos de venta y millares de guaymenses comprando diariamente.

El director de Seguridad Pública de este puerto, Javier Vidaurrázaga Soto, confirmó que en el local 34 detectaron once maquinas tragamonedas, presunta propiedad de Luis Lizárraga, cuya búsqueda y detención en su caso sería ahora responsabilidad del representante social federal.

Los aparatos y el arrendatario detenidos ya están a su disposición. El local es propiedad del Ayuntamiento, que al confirmar su mal uso, lo recuperará luego de cancelar el contrato con el locatario responsable.

La Policía dijo que la tarea es parte de lo que consideró una “operación limpieza” con la que intenta poner orden en distintas actividades al margen de la ley que se han ido detectando en la comunidad.

Así lo hizo también al detener a una banda de ladrones de autos que tenía un año operando en el centro de la ciudad y “nadie” sabía de ellos; también se detuvo a los responsables del robo de un busto fundido en bronce de un bienhechor que realizó numerosas obras en este puerto en los años 40 y 50 del siglo pasado.

Se trata de Rodolfo Sánchez Taboada, ministro de Marina, cuya muerte en 1955 causó pesar y los guaymenses le agradecieron y reconocieron con una plaza al sur de la ciudad donde inicia el bulevar que lleva su nombre.

Los ladrones se llevaron el busto, lo destruyeron y vendieron el bronce que completó 34 kilos y les dieron mil 700 pesos por él. Ahora, la autoridad municipal actúa para que las autoridades judiciales estatales no los dejen libres tras pagar una fianza, pues la acusación es robo simple de bronce, cuando en realidad son daños al patrimonio social, cultural y artístico de la comunidad y eso es irrecuperable.