Riva Palacio describe a Zedillo
Domingo 19 de Septiembre de 2010 22:00
Escrito por Agencias HERMOSILLO, Septiembre 19.- En su columna Portaretrato, el leído columnista Raymundo Riva Palacio hace una dura descripción como persona y como político, del ex presidente de México Ernesto Zedillo Ponce de León.
El Apátrida
Raymundo Riva Palacio
Ernesto Zedillo fue invitado a la ceremonia de El Grito del Bicentenario como ex presidente de México y no fue. Su ausencia provocó indignación entre políticos y reclamos por lo que llamaron un “desaire”.
En realidad no lo es. Zedillo es probablemente el Presidente más distante y solitario que ha habido, incluido para con sus colaboradores, más miserable como ser humano, y más vengativo. Estas palabras no lo califi can; lo defi nen en su esencia y su personalidad.
Zedillo pasará a la Historia de México con letras de oro por haber sido el Presidente priista que facilitó la alternancia en el poder. Será injusto, pues ese relevo no se dio por un diseño de construcción de la democracia, ni por un trabajo de transición pactada –como sucedió en países como España y Chile-. A Zedillo no le importaba la política; tampoco era un demócrata. Era un fundamentalista que detestaba la política, a los políticos y al PRI, que se dedicó a dirigir la política económica durante su sexenio y delegó los asuntos políticos en sus subalternos.
Llegó al poder por la puerta de atrás tras el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, que estaba a punto de despedirlo como jefe de campaña por incompetente, y que se erigió en sustituto porque la Constitución impedía, al no cumplir seis meses fuera de un cargo público, que el secretario de Hacienda, Pedro Aspe, fuera el relevo. También, porque el entonces superasesor presidencial José Córdoba, saboteó la segunda selección del ex presidente Carlos Salinas, Francisco Rojas, en ese entonces director de Pemex.
Zedillo era despreciado por Salinas y por su equipo íntimo.