Martes 05 de Octubre de 2010 20:06

Escrito por Agencia

MÉXICO, D.F, 14 de septiembre (apro).- Acostumbrados a la pasividad de la bancada panista, y a la postura de los funcionarios comparecientes de no responder insultos, críticas y vituperios, los diputados del PRI se llevaron este martes una gran sorpresa o, como se dice popularmente, debieron tragarse una sopa de su propio chocolate.

Esta vez, en la primera comparecencia de Ernesto Cordero Arroyo como secretario de Hacienda que defiende la propuesta gubernamental del programa económico para el año que entra, los que salieron raspados no fueron el funcionario y los panistas –como ha sucedido en ocasiones anteriores--, sino los legisladores priistas.

Fueron seis horas de comparecencia. Cinco de ellas, verdaderamente soporíferas. Tanto que ni legisladores, invitados y periodistas, aguantaron el aburrimiento. Hubo un momento, antes de la última ronda de intervenciones, que no había ni cien diputados, de los 500 que deberían estar. Desolado el pleno. Curules vacías era lo único que se veía.

Fueron los propios diputados priistas los que se encargaron de “calentar” la sesión. Investidos, en el discurso, como férreos y aguerridos legisladores de oposición, se lanzaron de frente, sin concesiones, con todo, contra el gobierno, contra el secretario y contra el paquete económico 2011.

 El primero, Luis Videgaray Caso, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública --, dejó el tono comedido y cortés del año pasado ante Agustín Carstens, entonces secretario de Hacienda.

Belicoso, Videgaray, ex empleado de Enrique Peña Nieto en el Estado de México, le dijo a Cordero que el presupuesto que el gobierno estaba proponiendo no era austero ni era para hacer crecer la economía; ni reducía el gasto corriente, ni su prioridad era el bienestar de la población. Y soltó una retahíla de deficiencias del presupuesto.

Al terminar el diputado, entre nutridos aplausos de su bancada, empleó una idea que ha sido constante en el reciente discurso del PRI: “Somos una oposición responsable… Habrá presupuesto aquí el día 15 de noviembre y será un presupuesto bueno para la gente, porque el dinero, señor secretario, el dinero, el dinero de gobierno, no es dinero federal ni tampoco es de los estados y los municipios. El dinero es dinero de la gente y el PRI va por un presupuesto para la gente.”

Miércoles 29 de Septiembre de 2010 18:46

Escrito por CARLOS LORET DE MOLA

Carlos Loret de Mola expone en su columna de este miércoles su visión del 2012, en caso de que los obuses críticos de la política logren derribar a Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, de su ruta hacia la candidatura priísta por la Presidencia de la república y luego ganar el cargo

CD. DE MÉXICO.- El ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador lleva tres años lanzándose, discurso a discurso, contra el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Sin embargo, en fechas recientes, ambos exhiben una coincidencia de fondo: están en contra de una alianza PAN-PRD para la elección que en julio del 2011 definirá al próximo mandatario mexiquense.

López Obrador parece ser la única voz de peso, dentro del perredismo, en contra de estas alianzas. El dirigente nacional, Jesús Ortega, y el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, han explícitamente aplaudido esta posibilidad, pues la ven como la vía más competitiva para hacerle frente a Peña Nieto y el PRI... que en esa contienda van a jugar “de locales”, como dirían en el futbol.

Se sabe también que el presidente Calderón pregunta, mañana a mañana, por el reporte de cuánto espacio dieron los medios de comunicación a la cobertura informativa de sus actividades y cuánto a las de quien hasta hoy todas las encuestas marcan como el más aventajado rumbo al relevo presidencial del 2012. Sus operadores políticos, como César Nava desde la dirigencia nacional del PAN, se han dado a la tarea de buscar un candidato que pueda hacer converger a panistas y perredistas para enfrentar al abanderado de Peña.

La lógica aliancista es que si ganan al PRI la gubernatura del Estado de México, desmoralizan y destronan a su más aventajado precandidato presidencial (un nuevo procurador local “a modo” podría rápido armar un expediente que descarrile las aspiraciones de Peña Nieto) y al mismo tiempo se quedan con los hilos de la entidad que representa la reserva de votos y dinero más importante del país.

Si Peña queda fuera de la contienda por el 2012 pasan dos cosas, en automático: