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El propio alcalde destapa corrupción

+ Manifestaciones, ira y palabras altisonantes en el Cabildo

GUAYMAS.- El alcalde Lorenzo de Cima tomó la palabra para exhibir el presunto soborno de 50 mil pesos a varios regidores del Ayuntamiento guaymense y eso elevó al clímax del enfrentamiento verbal que ya existía por parte de manifestantes, quienes se quejaron por criminalizarlos en un escrito del secretario del Ayuntamiento.

Se esperaba agitada la sesión ordinaria la tarde de viernes, pero pese a la descomposición que priva al interior de la comuna, se superó la espectativa al tenerse que suspender la sesión al no existir, dijo el alcalde, condiciones para proseguir y enseguida abandonó el recinto.

Los presuntos regidores sobornados --miembros de la Comisión de Hacienda-- calificada como “cañonazo” por la cifra que alude al término utilizado por el general Alvaro Obregón en un pasaje de la historia de México, se sintieron exhibidos por el alcalde y su molestia les llevó a tomar la palabra y demandar respeto, pero hasta palabras altisonantes dejaron escuchar pese a saber que todo se documenta con audio y video.

Todo el enfrentamiento fue observado por estudiantes de una universidad local que asistían en calidad de invitados a conocer la forma en que se toman los acuerdos en esa sala. Esa tarde, ningún acuerdo pudo tomarse.

Casi dos horas duró el enfrentamiento verbal que poco después, dirigentes obreros, empresariales y liderazgos sociales, calificaron como una falta de sensatez, ausencia de madurez política olvidando la investidura de cada quien al interior del Ayuntamiento.

La única voz que pidió orden y privilegiar el diálogo en aras de esa investidura, fue la panista Gladis Dévora Cazares.

Eso fue tras la presencia de varias personas que acudieron con mantas y cartulinas cuyas leyendas acusaban la corrupción al interior del Ayuntamiento, pero también la de “No somos criminales” que esgrimían los ciudadanos Víctor Marín y José Ramírez, experredista y diputado local suplente por el PAN, el primero, y el segundo un ex regidor del PRD que apoyó la causa panista que llevó a Lorenzo de Cima al cargo.

Ambos fueron mencionados en una carta que el secretario del Ayuntamiento, Alán Jaramillo, envió a las autoridades federales pidiendo apoyo para evitar posibles alteraciones del orden público y “actos criminales” durante las festividades del Carnaval de febrero pasado. No hubo ningún  evento de los que esperaba ese funcionario, pero ambos respondieron con una demanda de juicio político en su contra ante el Congreso del Estado.

La suspensión de la sesión fue formalizada por el titular jurídico Carlos Mexía, tras lo cual abandonaron el recinto el alcalde, el secretario del Ayuntamiento, la síndico y varios ediles. El alcalde retornó pero la votación no avaló reanudarla formalmente.

CORRUPCION RAMPANTE

El regidor del PAN y presidente de la Comisión de Hacienda, Eduardo González Gaxiola, reprochó al alcalde –le llamó compadre--, diciéndole que “esos 50 mil pesos no fueron soborno, yo no ocupo, es el cobro de una facturas a pagar que debe el ayuntamiento a mi negocio por concepto de rentas de mis camiones”. Y remató diciendo que fue un pago con “un dinero” que el edil debía y pagó por concepto de obligaciones fiscales.

La respuesta de De Cima enfrió al empresario: ¿Aceptaron o no los 50 mil pesos?

Titubeó González, al expresar que “sí eso es soborno, estamos jodidos”.

Y le cuestionó que en efecto, se le pegaron 350 mil pesos, más 150 mil pesos que suman 500, monto que deberá explicarse en la contabilidad municipal.

La Policía intervino y retiró a los estudiantes, se “selló” el acceso al recinto y uno de los miembros de la Comisión de Hacienda, el perredista José Guzmán López González, llamó a terminar con “una vergonzosa demostración de incivilidad”, lamentando el tema de la corrupción en el que se les considera partícipes, señalando en forma tajante que “yo jamás he agarrado un solo centavo de nadie y si ustedes lo han hecho por favor respeten este inmueble, a los niños, a la ciudadanía y a ustedes mismos”.