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+ Liderazgo de Heriberto Aguilar; Sánchez Almeida mira hacia una pesquería moderna; “a´i” va el obelisco, pero ¿y las demás obras?; Murió Porfirio Muñoz Ledo
GUAYMAS, Son.- Heriberto Aguilar ratificó liderazgo el sábado, en su propio suelo, al asistir los 546 convocados a la asamblea organizativa–había más— para integrar el Comité de apoyo a la aspirante presidencial Claudia Sheimbaum.
Antes como antes, ahora como ahora, y hoy la gente acude al llamado de Morena. A la cabeza de la lista, los representantes regionales, todos de ese movimiento, para elegir a quien debe mantener la vigencia de principios y valores de la 4T.
A juicio del presidente de México, Claudia garantizaría la continuidad de su proyecto, por eso la asistencia aplaudía ruidosamente cada mención sobre la dama hoy dueña de todo reflector morenista.
Imposible pasar por alto la reacción de los invitados al ingresar al recinto el coordinador de Sheinbaum en Sonora, el diputado federal Heriberto Aguilar: aplausos, porras, apretón de manos, abrazos y la infaltable foto.
El legislador federal cosecha la siembra de años en suelos poco fértiles, al lado de quienes hoy son grandes figuras de la política nacional y con quienes hizo de ese suelo un vergel.
El sábado agregó un paso más a su envidiable posición actual en el morenismo.
A MODERNIZAR LA PESCA
Luego del traspié por la pandemia, el Gobierno estatal retoma el tema de la acuacultura y piscicultura a fin de avanzar sobre el tradicionalismo, en una actividad que sostiene a millares de familias en el litoral.
En la semana se sembraron 20 mil crías de tilapia en la presa El Novillo, lo cual lleva a los hechos el acuerdo de repoblamiento y recuperación de la producción pesquera en embalses sonorenses, me informa el subsecretario de Pesca de la Sagarhpa, Raúl Sánchez Almeida.
Tenía que ser un conocedor de la pesca y alguien con experiencia en la tarea típica y en las prácticas modernas, como lo es el guaymense que le cubre ese flanco al gobernador Alfonso Durazo.
Amplía, Raúl, que el logro se concretó con participación de egresados de Ingeniería en Acuacultura y Piscicultura de la Universidad del Bienestar, institución emblemática del gobierno actual, creada en el llamado Sonora Profundo, donde las alternativas escasean. El plantel hoy egresa a jóvenes que miran un futuro prometedor, en la pequeña comunidad de Buaysicobe, en el municipio de Etchojoa, uno de los más pobres del país.
Esos estudiantes, hoy ingenieros, son parte fundamental del rescate de la pesca, en ese caso en presas sonorenses, y lo serán también del fortalecimiento a la actividad acuícola que comenzó a recuperarse y crecer, lo cual puede aportarle mucho a Sonora, remató el funcionario guaymense.
EL OBELISCO SE ILUMINA
Cuando se habló de modernizar la pequeña plaza del obelisco a los Héroes del 13 de Julio, no faltó quien sugiriera suprimirla, ante la inconsciencia en la que nos han sumido quienes así nos quieren, ajenos al interés público, con obvios fines.
Hoy, con unos cuantos pesos pero con mucho apego a la identidad y amor al puerto que los vio nacer, se nota la diferencia de lo que vivíamos y lo que comenzaremos a vivir.
La noche de viernes se reinauguró el alumbrado del lugar, se comenzó a pintar y se destacaron detalles que estarán completos la noche del 12 de julio, previa al día 13, cuando volveremos a honrar a los Héroes que repelieron la invasión de filibusteros franceses en 1854.
Pequeños detalles, pero uno más, que se suma al restablecimiento de alumbrado general en la ciudad, recuperación de pavimentos y rescate del Centro Histórico que en el nuevo pavimento de la avenida Serdán lleva el esfuerzo insignia.
Pero me preguntan dos cosas: si la obra del pavimento de la emblemática avenida se apega al proyecto aprobado, o han comenzado los “ahorros”; y si se les hizo bolas el engrudo la obra del bulevar Luis Encinas, donde el polvo y el drenaje de la CEA –ah, esa CEA-- complican la vida de la gente desde que salió a la luz la leperada que quiso hacer el malafamado Cecop con esa vía.
SE FUE PORFIRIO
Se llamaba Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Laso de la Vega, nativo de la Ciudad de México aunque en alguna ocasión reclamó su “derecho de sangre” para intentar ser gobernador de Guanajuato.
Fue político, polítólogo, diplomático izquierdista y fundador de corrientes ideológicas y partidos, que terminó en Morena, después de larguísima carrerea iniciada en el PRI, que dirigió, pero fue secretario de Estado, legislador, representante en el extranjero y muchas cosas más.
Cerca del amanecer de este domingo terminó su vida, en casa, al lado de su familia.
Dicharachero, hacía trizas a quien se atravesara en sus análisis políticos.
La primera vez que lo entrevisté fue frente al malecón de calle 20, sobre la cercanía de un proceso electoral a fines del siglo pasado. No había ninguno bueno para él.
Todavía no pasaba de moda la expresión del cacique guerrerense Rubén Figueroa y la utilicé para preguntar si había un buen candidato en la lista de sonantes: Porfirio, ¿está flaca la caballada?
Una pícara sonrisa adornó su respuesta típica: “No, ésta ni siquiera llega a caballería pony”.
Siempre fue así, por su elevada inteligencia que caía bien y mucho aportó a la política mexicana.