Viernes 23 de Octubre de 2020 09:10

Escrito por Agustín Rodríguez L.

+ Revalorizan predios para disfrazar aumento al predial; Durazo renuncia, pero primero pacífica a Sonora; Ricardo Bours ya está en todos lados, pero no se descartase alianza de facto con el Borrego”; por la pandemia, hasta 2022 el nuevo hospital del IMSS; han robado 18 veces en una escuela de Guaymas

GUAYMAS, Son.- Gilberto anunció la venta de su vivienda, construida en una tradicional colonia en el oriente del puerto, pero desistió. No hay quien piense que pueda desarrollarse allí con los suyos.

Antonio por su parte, comentaba algo sobre el Fraccionamiento Ocotillo, en Guaymas Norte, al que con marcada ironía llamó “Sucursal del cielo”.

Como estos sectores, la mayor parte de Guaymas enfrenta graves problemas de imagen urbana por el olvido derivado del paulatino alejamiento de las autoridades, que incumplen con los servicios públicos.

Pero la autoridad no olvida “revalorizar” bienes, al alza, por supuesto, para mañosamente esquivar el señalamiento de recaudadora, cuando anuncia que no elevará impuestos como el predial.

Por muy manoseada, la “trampa” ya causa hilaridad –si la gente se ríe, es que no pagará-- y recibe el rechazo.

No fue la alcaldesa o sus funcionarios. No. Fueron los regidores –no todos, con la mayoría, así sea precaria, basta—quienes aprobaron ese aumento disfrazado de revalorización del bien, proceso basado en un sistema vendido por comerciantes de Hermosillo a través de una empresa asentada en Ciudad obregón, que despoja a los guaymenses de más de 2 millones de pesos al mes por un programa de software que explica y organiza este proceso hecho pasar por nuevo.

La corrupción pues, tiene detalles a reconocer. No son solo los moches al cobrador de la obra pública que se hace en la ciudad; lo que exige el acomodador de vendedores ambulantes, al inspector de eventos o de concentración pública. Cada día se refina el actuar de la autoridad en su búsqueda de cómo estafar al pueblo.

De eso hablan quienes piden terminar con la impunidad y la corrupción en Guaymas. Si usted conoce a un regidor, pregúntele por qué aprueban eso. No sabrá responder, pero comprobará que nos representa ante un consejo citadino carente de conciencia cívica e irresponsable que, mañana, como fue antes, estará enojado por los efectos de lo que ahora aprobó.

Si les sirve de algo a los regidores opuestos a la abusiva medida, sepan que revalorizar bienes es tarea de un consejo de valuación inexistente, que debe formarse con gente conocedora y plazos ya rebasados. La comuna debió ser sancionada pero no es así, lo cual levanta sospechas sobre aquellos que dan alta calificación a quienes disponen del dinero de los guaymenses.

En síntesis, es ilegal lo hecho por el Ayuntamiento para captar más dinero. Pero es solo una ilegalidad más y quienes deben frenarlos, no lo hacen.

A propósito, hay un personaje en el Ayuntamiento a quien se conoce como “El cobrador”; lo señalan de autonombrarse ingeniero civil sin serlo, de ocupar una Dirección sin permiso del Cabildo y fue denunciado por usurpación de profesión y de funciones. Me iban a decir quién es, pero el expediente quedó encerrado en la oficina de Contraloría, cuando impidieron entrar al ex contralor Rodolfo Valenzuela Barraza.

Y con ese, 14 expedientes más que varios empresarios y regidores tramitan para que se castigue a malos funcionarios, quienes reflejan prosperidad por encima de sus ingresos declarables a partir de su incursión en la comuna.

TIROS RÁPIDOS

1.- Alfonso Durazo anunció su renuncia, que debe darse antes del 31 de octubre, aunque por ley pudiera ser hasta diciembre.

El de Bavispe dice que en sus 22 meses de gestión avanzó mucho en su lucha contra la violencia, pero le colocan en su espalda casi 65 mil homicidios dolosos, 10 mujeres asesinadas al día y la fuerza adquirida por los carteles de la droga, a los que culpa de estar provocando la violencia asesina en el desierto de Sonora, en “una intensa disputa por la recuperación de territorios, de viejos grupos criminales”.

Sobre eso dijo que “lo estamos atendiendo de manera muy particular y vamos a dar resultados”.

Por eso en Empalme hubo una operación militar al amanecer de martes. El aún secretario de Seguridad del país dio pistas al señalar que existe un programa de acción contra la violencia en Sonora, centrado en Caborca, Guaymas, Empalme y Cajeme. Confirmó que “se concentró un número muy importante de fuerzas federales y estatales para enfrentar la problemática que se está presentando allí”.

Eso hacía una docena de vehículos, cerca de 100 elementos como fuerza de tarea y dos helicópteros de la Armada de México en el llamado Kilómetro 2. Si aprehendieron a alguien o algo más pasó, no se sabe. Se sabrá con el tiempo.

2.- Ricardo Bours está en todas partes. Qué forma de irrumpir en el espacio virtual, tras formalizarse su alianza con Movimiento Ciudadano.

Pero hay todavía quien duda de su meta, la gubernatura sonorense, y aún piensan que dará su apoyo de facto al “Borrego” Ernesto Gándara y que el “Yaqui Power” y se le compense con posiciones en Cajeme y alrededores.

Puede ser. Gándara es la única figura sólida que le queda al PRI, y a cualquier partido, y que puede  provocar un resultado como el de Hidalgo o Coahuila.

Y si Antonio Astiazarán no llega a ser candidato del PAN a la gubernatura --por las alianzas--, podría ser candidato a la alcaldía de Hermosillo. Otro guaymense que comenzó a sonar por ese puesto, es el hoy responsable de cuidar la salud de los sonorenses, Enrique Claussen.

También quiere la capital Ernesto de Lucas, primer funcionario federal caído el sexenio de Enrique Peña Nieto al renunciar a la dirección general de ProMéxico, promotora de inversiones en el extranjero. El motivo de esa renuncia brota hoy y será una piedrota en el zapato para el presidente del PRI estatal.

3.- En el proyecto de egresos de la Federación, no viene el prometido Hospital del IMSS en Guaymas que suplirá al vetusto inmueble de la calle 10 y avenida 6. En 2019 nos dijeron, no se construiría en 2020, sino en 2021. Ahora dicen que se construirá en 2022.

La buena noticia es que al pedirse cuentas a la institución y al representante federal Heriberto Aguilar, persuadieron a gestores regionales de que todo va bien aunque la pandemia retrasó las cosas, pero ya aseguran el suelo y ajustan la fuerte inversión.

A Víctor Guerrero González, secretario de Educación en Sonora: todos los días hay robos en escuelas guaymenses y una de ellas suma 18 en 6 meses. Así no se mejora la educación.

Viernes 09 de Octubre de 2020 09:48

Escrito por Agustín Rodríguez L.

+ En Guaymas ronda el fantasma del 98; despide al contralor y “la gota derrama el vaso”; negocian alianzas, pero otros para impedirlas; César Augusto Santiago, en la oficina de Cuauhtémoc Benavides; Pavlovich sabe pedir y hay resultados; un cuartel de la GN en San Carlos; nadie confirma el hospital del IMSS anunciado hace un año

GUAYMAS, Son.- La historia local es rica en hechos políticos y uno de ellos muy ilustrativo, a fines del siglo pasado, cuando las diferencias entre quienes ganaron la alcaldía para el Partido de la Revolución Democrática y su “brazo armado”, el movimiento de deudores “El Barzón”, llevaron a la revocación de mandato.

En 1997 “la ola Cuauhtémoc” cuya liga de izquierda era la esperanza de cambios, hizo ganar a la, de nuevo, alcaldesa Sara Valle, quien no pudo conciliar intereses dispersos de quienes le ayudaron a tomar las calles y llegar a esa silla, enfrentando sus diferencias garrote en mano. Su propia gente lo desaprobó y combatió.

Aún se recuerda a Baltazar Terrazas, al doctor Vicente Pascual Rodríguez y otros luchadores, enfrentando a Tony el Chofer, o “El güero Pizero”, pero es largo enumerar a todos. Lo citable es, que quien controlaba el Ayuntamiento –ya aparecía Santiago Luna, el cuñado incómodo--, privilegiaron el apego material, no la ideología.

Con la fuerza pública quiso resolver todo, por eso las cosas terminaron en drama y ante la amenaza de algo peor, el Congreso estatal retiró del cargo a la señora Valle.

El secretario de Gobierno Genaro Encinas, vino y atestiguó la toma de Palacio por fuerzas estatales. Los funcionarios afines a la alcaldesa optaron por abandonar el edificio y no se les volvió a ver.

Así fue que el señor Encinas, en representación de los poderes estatales –gobernaba Armando López Nogales--, llamó al otorrinolaringólogo Pascual Rodríguez, lo llevó a la alcaldía y le tomó protesta.

“Es el sueño de mi vida”, expresó cuando le propusieron dirigir al Municipio gracias a su currícula impecable. Y terminó la segunda mitad de trienio en orden, para luego retirarse a su natal Michoacán.

Este resumen viene a la mente por lo ocurrido este jueves en Palacio. Cuánto parecido con aquellos hechos: la reincidente alcaldesa no está de acuerdo con su contralor, Rodolfo Valenzuela Barraza, por cuestionar retenes de alcoholimetría, y ordenó a su secretario despedirlo.

El vigilante de los recursos municipales respondió que su cambio debe resolverlo el Cabildo, así que le cambiaron la chapa a la puerta de su oficina y 3 agentes policiacos le sugirieron irse a casa. Pero dejado no es, así que lejos de amedrentarse, acusó amenazas recibidas y las hizo saber al Congreso, a la Policía estatal, a la cada vez más invisible Fiscalía Anticorrupción; llevó notario y cerrajero y 6 regidores le acompañaron a abrir la puerta y salvaguardar documentos de Contraloría que comprometen a funcionarios de pasadas administraciones… y de esta también.

Se pidió opinión a la alcaldesa sobre esta especie de “dejá vú”, pero no hubo respuesta.

La señora Valle riñe con regidores, rutina que nunca llega a mayores; riñe con funcionarios y la complicación comienza, crece cuando critica a empresarios y se “lopezobradoriza” al acusar a dueños de medios de comunicación por “chismear” que eleva el cobro del impuesto predial hasta por encima del 150 por ciento.

Puede llegar lejos este conflicto, que lo ha sido desde el primer día, con los guaymenses pensantes decepcionados del malestar persistente por la falta de obras, malos servicios y peor, expresarlo implica echarse encima a docenas de costosos defensores del oficialismo municipal.

Los regidores Ernesto Uribe, José Luis Portillo y Daniel Cardoso hacen cabeza con el Contralor; se suman varios de Morena y PT. Más complicaciones pues, para la señora Valle.

Y si bien el contralor Valenzuela Barraza demostró que “yo no soy ningún dejado”, no debe ignorarse el corolario de su expresión: “no te puedo decir más, pero sé que corro peligro”.

Es hora de prevenir, para no lamentar.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Memes y fakes mil, en todas redes, anuncian campañas a todo lo que da.

El jueves hubo anuncios de nombramientos para coordinar tareas de partido, pronto desmentidos; igual más reuniones de grupos de todos tipos para remarcar que la gente de Sonora, mayoritariamente, está del lado de quien el morenismo busca llevar al cargo hoy ocupado con actividad ejemplar por Claudia Pavlovich y, por otro lado, surge la duda de la liga con el PT: Ana Guevara dejará la Conade para venir a buscar ese cargo.

Y políticos reuniéndose aquí y allá para hacer y deshacer alianzas, caso Ricardo Bours con el “Borrego” Gándara, única que daría buen resultado; Eduardo Bours con Antonio Astiazarán, para fortalecer lo anterior; padrecismo con morenismo, para revolver el agua; y panistas con priistas, liga inconcebible en el cercano pasado, al menos en forma abierta, hoy madurando.

Sobre esto mismo, en el puerto alguien vio salir al legendario chiapaneco César Augusto Santiago de un comercio de calle 18 y García López. Pensar qué fue por una ambarina de litro para atenuar el calor no era racional, para una figura como la del viejo experto en lides electorales hoy al servicio del MC.

En efecto, no fue a esa tienda. Salió de la oficina del reconocido abogado Cuauhtémoc Benavides, en visita de dos horas con entre cuatro y cinco personas más. Ya se sabrá qué platicaban.

2.- Vale la pena aplaudir el efecto “Claudia” sobre el ánimo del presidente López Obrador.

Aunque le criticaron la forma de pedir, la respuesta fue exitosa: terminarán el hospital de Hermosillo, harán mucha obra urbana y varias mejorías más, lo cual ocurrirá también en Obregón.

Qué envidia. En Guaymas, los que debieran gestionar andan de la greña en lugar de refinar su forma de gestión. Qué lástima.

3.- Algo nos tocó con eso de que quieren frenar la violencia en Sonora: confirman cuartel de la Guardia Nacional y ya adaptan 40 mil metros cuadrados en suelos del sector Ranchitos de San Carlos, lo cual aplauden prestadores de servicios, por la garantía de bienestar que eso representará para el turismo.

Mal que del hospital general del IMSS ya no se diga nada, pese al anuncio de construir  nuevo inmueble –el actual datade1959-- con inversión de 1600 millones de pesos. Ojalá nuestro diputado federal nos dé la sorpresa cuando explique la aprobación del presupuesto federal 2021.