+ Atentados contra comunicadores; Aguamala: ganancia de… ¿pescadores?; Increíble: CEA cobra y Salud exige higiene
GUAYMAS.- Elda Molina, comunicadora oficial del Gobierno de Sonora, vivió la angustia de saber expuesta a su señora madre, a quien sujetos anónimos incendiaron su auto.
La semana previa, el oscuro manto nocturno amparó a sujetos desconocidos, que dañaron dos vehículos propiedad del periodista David Guirado Moreno, hijo de mi apreciado Feliciano, del mero Navojoa, donde ocurrió el atentado que dice bien el destacado periodista, pudo haber elevado miras y convertirse en un daño físico vuelto tragedia.
Esto me lleva a recordar que en 2015 el director de Expreso, Luis Felipe Romandía, nativo de Guaymas pero radicado en Hermosillo por razones de su encomienda, vio invadido el seno hogareño por un rufián que al verse descubierto, le arrojó gas lacrimógeno al rostro. Igual, estuvo expuesto a daños mayores.
El tema se extiende, pues el jueves, el comentarista radiofónico guaymense Ricardo González Palacios, directivo además del STIRT, tuvo la desagradable visita de presuntos tablajeros del Mercado Municipal que le amenazaron porque según ellos, afectaba sus negocios al señalar la falta de higiene en el lugar. Este grupo sí fue identificado y la Policía actuó como debe ser, llevando a los agresores verbales y amenazadores ante el representante social.
Este lunes otro caso enrarece más el panorama sonorense. Por la madrugada fueron rotos los cristales del auto del bloguero José Ramírez Lizárraga, un crítico de la autoridad municipal. Se atreve la víctima de este atentado, a acusar al jefe del Ayuntamiento. Tendrá sus razones.
Es obligado preguntar qué está pasando en Sonora, si las cosas se están saliendo de control y la tierra noble, productiva, destacada por su aporte a la alimentación, la cultura, la política, se torna violenta y --cual ocurre en entidades como Veracruz, por citar un ejemplo trágico-- peligrosa para quienes tienen algo qué ver con la crítica y la denuncia infaltable en la sociedad.
Sonora confía en el esclarecimiento de cada caso. Es que tenemos una gobernadora de mano firme y Claudia Pavlovich buscaba para hacer cumplir la ley, a un elemento capaz y valiente, por eso escogió a Rodolfo Montes de Oca; y la fuerza de la Secretaría de Seguridad la maneja Adolfo García Morales, todo experiencia para estos caminos. Adelante señores, no se puede vivir en ambientes de zozobra.