+ Empalme sin dinero… como todo Municipio
+ El PAN en conflicto, pero al menos se mueve
+ Mercado de Mariscos, el “río revuelto”
EMPALME, Son.- Carlos Enrique Gómez Cota nació para ser líder y por eso al desgastarse el membrete obrero de la industria maquiladora, fue la solución para atajar las manifestaciones de hartazgo de los trabajadores y las cosas recobraron su nivel.
Por eso el Partido Revolucionario Institucional no dudó al verlo emerger con la bandera social, en adoptarlo para hacerlo primero diputado local, luego alcalde de este Municipio que en el ayer floreció con el ferrocarril, pero tras el apuro del neoliberalismo impulsado por el salinismo apátrida persistente hasta la fecha, ahora basa su economía en la maquila.
También hizo que el tricolor terminara con tambaleante década y media de derrotas ante el PRD y el PAN, que desafortunadamente no ayudaron mucho al Municipio, pues todo fue de mal en peor y ahora el joven proyecto político administra mayor pobreza, de tal forma que hasta para pagar la nómina batalla. La ciudad está endeudada y su futuro es incierto, excepto por una agenda de inversiones que en el plazo inmediato podría encausarlo a un nuevo florecimiento.
Viene al caso el tema porque Gómez Cota advirtió de focos rojos en sus cuentas clamando apoyo estatal luego de la feroz lucha por mantenerse a flote, por la pesada carga financiera heredada de sus malos antecesores, el excesivo lucro de proveedores y la voraz exigencia de exfuncionarios “vendedores” de contratos de obra o suministros, avalados por los complacientes regidores cuya costumbre remuneradora es dejar pasar, dejar hacer.
Pero Empalme es la regla, pues en todas partes se escucha de Municipios infectados por la corrupción con cifras tan escandalosas como sean sus ingresos.
Ahora, la modalidad es endeudarse y pagar caras rentas a los agentes financieros que cobran comisiones, gestión, cabildeos y finalmente, intereses no necesariamente baratos. Recordemos el caso de Guaymas, donde un crédito de 360 millones de pesos “se perdió” y hoy es una soga al cuello para la comuna. Empalme persigue al exalcalde, el veterinario Héctor Laguna que el panismo hizo diputado local y alcalde, pero para no vivir en el error, no le importó marcar sus huellas en el dinero ajeno con el que habría pagado su fracasada campaña para llegar al congreso Federal.
Pero en Guaymas, pese a las pruebas reunidas y puestas en manos del Congreso Estatal, nada indica que llamarán a cuentas a Otto Claussen Iberri, parte de esa clase política sin conciencia que padecemos, cuyo acceso a cargos conlleva primeramente a las cuentas de lo que va a ganar y cómo hará para convencer a quienes firman. Lo demás, los que vienen detrás que lo resuelvan.
¿Así será en todo el país?
LIOS EN EL PAN… AL MENOS SE MUEVE
Los “viejos” panistas siguen empeñados en “implantar la democracia” en su partido y van contra David Kiamy, receptor del “dedazo” hermosillense para trabajar como delegado a favor de la causa de Lorenzo De Cima, camino, el alcalde, a una diputación local o federal, según lo que resulte.
Si, por eso los hacen pandos, pero así es.
Están mal los “panistas típicos”, pues las siglas le cuestan al alcalde, lo cual supone disposición de ellas. Pero empeñados en esa “democracia”, hacen insurgencia exigiendo juicio “para la protección de sus derechos” ante la misma dirigencia estatal que colocó el manto a Kiamy. Luego irían al Tribunal Electoral si es necesario.
Nombres: el ex alcalde Bernardino Cruz Rivas, el regidor José Antonio Cházaro, Fortunato Cano Venegas, Alfredo Velasco Murillo, Marco Antonio Sánchez Inda, Susana Dévora Cázares, Juan Tapia Carrizosa y sígale hasta unos 20. Con experiencia grilla, todos.
Kiamy debe comenzar a entender que no todo es buscar refugio en el paraguas del alcalde.
TIROS RAPIDOS
1.- Algo huele mal en Dinamarca, dicen pescadores que se quedaron esperando la convocatoria para ser parte del Mercado de Mariscos, donde desde hace un año debieran vender producto del mar directamente al consumidor.
Pero ni siquiera se termina de construir esa sede donde han gastado 14 millones de pesos que no se reflejan. La mala obra ahora incluye el mal reparto, porque el promotor, Carlos Castro Ramos, “el Kali”, exdirector de la fantasmal Oficina de Pesca del Ayuntamiento, es con varios de sus amigos –ninguno pescador-- beneficiario de espacios amparado con una cooperativa “hechiza”.
Este es un caso para la Contraloría de quienes aportaron los fondos, la Sagarpa-Conapesca, y para la Estatal, pues un terreno de alto costo se les “regaló” por parte de la administración municipal pasada y no se cumplen los resultados con los que lo justificaron.
2.- Comisión Estatal del Agua está peor que nunca. Escasez, fugas mil, pésima atención y emergen las causas: feroz disputa por el control interno que encabeza el “yaqui power”, el que entregó hace 6 años el organismo quebrado, con faltantes de cientos de millones de pesos hasta generar una orden de aprehensión contra el entonces administrador, Pedro Luis Bórquez Antillón, no ejecutada porque el señor pudo pagar su huída al extranjero.
Luchan contra los “locales”, una pesada carga a la nómina con recomendados que hacen poco, pero cobran mucho, donde sobresalen exfuncionarios y exregidores cómplices del saqueo municipal en el trienio claussenista, empeñados en despedir a los cajemenses.
Y resulta criminal que pese a estar listos dos pozos que surtirían 150 litros por segundo al sector norte –es la solución a la escasez-- no se les dé uso y oculten la información para sugerir soluciones ociosas pero, eso sí, harto lucrativas pagadas por la sed del ciudadano. Ese es el desgarre interno que no podrá explicar Roberto Romano Terrazas, actual administrador de ese ente incumplido y deficiente que hará ver su suerte a los guaymenses este verano.
3.- Don Jorge Castanedo González dejó de existir este jueves por la mañana a la avanzada edad de 87 años.
Larga vida, como la merecía un hombre que hizo mucho bien con su labor de promover la lectura, los buenos libros, la cultura en general, en su librería “Bohemia-Amado Nervo” que funcionó en varios sitios desde su fundación en 1945, cuando comenzó a trabajar con su padre en ella, hasta quedar definitivamente, en los años 60, en calle 20 donde se volvió un clásico.
El desarrollo tecnológico redujo su influencia, pero nunca su presencia. Casi 7 décadas después, el sitio vio partir a don Jorge, a quien ahora le lloran familiares y amigos, pero también ese espacio, uno de los más antiguos del país, donde más de 15 mil volúmenes lo veían llegar a diario y dialogar con ellos no necesariamente con palabras.
Descanse en paz Don Jorge.