MEXICO (Mural sonorense).- El secuestro de Diego Fernández de Cevallos cimbró a la clase política de México.
Tras su desaparición nada se supo hasta el 26 de julio, cuando se divulgó una fotografía del famoso abogado y político con una carta manuscrita fechada el 10 junio, dirigida a su hijo Diego.
Ya cumplió 100 días secuestrado y aunque se rumoró sobre su liberación en la zona del Bajío, hasta el domingo el llamado “Jefe Diego” seguía como desaparecido.
El secuestro ocurrió la noche del 14 de mayo pasado. Quien fuera candidato a la presidente de la República por el Partido Acción Nacional en 1994, en dos ocasiones ha ocupado titulares por sus cartas y fotografías de su plagio. Una fotografía lo mostraba con el torso desnudo, ojos vendados y un letrero escrito a mano con fecha de 16 de mayo enviada desde la dirección de correo Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla .
La familia del influyente personaje pidió a las autoridades que dejaran de investigar para facilitar las negociaciones con los plagiarios.
Una segunda fotografía muy similar a la primera se divulgó el 26 de julio y un manuscrito atribuido a “El Jefe Diego”, donde pide a su hijo mayor hacer una contraoferta seria a la suma pedida para dejarlo en libertad. Habló del infierno que sufre y suplica actuar con urgencia, ya que “el tiempo es determinante y no sé cuánto aguante más”, afirmó.
Balean a vocera de Operativo Culiacán
Un comando disparó contra el auto en el que viajaba Emma Quiroz Acuña; escoltas lograron repeler la agresión y resultó ilesa; el fuego cruzado alcanzó a un civil
CULIACAN.- La vocera del Operativo Conjunto Culiacán-Navolato, Emma Quiroz Acuña, es víctima de un atentado a tiros, en cuyos hechos, un civil que trabajaba en la remodelación de un edificio de la colonia Guadalupe fue alcanzado por una de las balas.
El cinco de septiembre del 2007, su antecesor en el cargo, Óscar Rivera Inzunza, fue acribillado a escasos metros del palacio de Gobierno, minutos después de haber abandonado sus oficinas a bordo de una camioneta oficial.