México, D.F., 25 septiembre 2012.- El pleno del Senado de la República rindió un homenaje de cuerpo presente al senador panista Alonso Lujambio Irazábal, quien falleció la madrugada de este martes.
Al pronunciar un mensaje a nombre de las senadoras y senadores, el presidente de la Mesa Directiva, Ernesto Cordero Arroyo, destacó que Lujambio Irazábal “fue un académico brillante, un politólogo excepcional, un gran conocedor del Congreso y de las instituciones democráticas de México”.
Alonso --dijo-- anhelaba un país mejor, más prospero, justo y democrático, por lo que desde muy joven trabajó incasablemente por impulsar la transformación política de las instituciones para el México del siglo XXI.
En este sentido, subrayó que Lujambio dedicó buena parte de su trayectoria política a la construcción de instituciones clave para la vida democrática de México.
“Fue un constructor de instituciones”, apuntó.
Recordó que de 1996 a 2003 fue consejero del Instituto Federal Electoral, en donde también fungió como presidente de la Comisión de Fiscalización de los Recursos de los Partidos y Agrupaciones Políticas, así como de la Comisión de Asuntos Internacionales.
Destacó que sus conocimientos y experiencia electoral trascendieron fronteras, pues en 2004 la Organización de Naciones Unidas pidió su asesoría para el diseño del sistema electoral en Irak, por lo que sus ideas fueron utilizadas en las elecciones de la Asamblea Constituyente de ese país en 2005.
Por otro lado, dijo que en 2005 fue nombrado comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), y de 2006 a 2009 se desempeñó como su comisionado presidente.
Asimismo, indicó que su paso por la Secretaría de Educación Pública de 2009 a 2012, “fue otro de los momentos que marcó su vida profesional, ya que su convicción humanista lo llevó a tender puentes para dialogar y consensar con representantes de todos los sectores y fuerzas políticas sin excepción.
“Lo hizo sabiendo siempre que por encima de cualquier diferencia política, de cualquier brecha ideológica, debía prevalecer el interés superior de México; Alonso era, sin duda, un hombre de Estado”, recalcó.
Por ello, consideró que “como legisladores debemos comprometernos a preservar su legado en materia de transparencia y contabilidad gubernamental”.
Acto seguido, los integrantes de la Mesa Directiva, encabezados por el senador Cordero Arroyo, montaron la primera guardia de honor junto al féretro cubierto con la Bandera Nacional, colocado al centro del salón de plenos y a su alrededor una fotografía con la imagen del legislador, arreglos florales y un moño que pendía de la parte frontal de la tribuna.
En el lábaro patrio se inscribió con letras doradas el nombre de “Alonso Lujambio Irazábal, senador de la República”.
A un costado, se encontraban su esposa Tere Toca, sus hijos Iñigo, Tomás y Sebastián, y familiares.
Más adelante, hicieron lo propio los coordinadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón; del PRD, Miguel Barbosa Huerta; del Partido Verde, Jorge Emilio González Martínez, y del PT, Manuel Bartlett Díaz, así como las senadoras Layda Sansores San Román, de Movimiento Ciudadano y Mónica Arriola Gordillo, de Nueva Alianza.
Familiares del exsecretario de Educación Pública e integrantes de los diferentes grupos parlamentarios fueron desfilando poco a poco ante el ataúd de madera.
Los presidentes del PAN, Gustavo madero Muñoz; del IFAI, Jacqueline Peschard Mariscal, y del IFE, Leonardo Valdés Zurita, así como el titular del departamento de Ciencia Política del ITAM, Horacio Vives, realizaron la última guardia de honor.
El homenaje concluyó con el himno nacional y la despedida del féretro en medio de un aplauso prolongado de los asistentes.
Al inicio de la sesión, el pleno senatorial guardó un minuto de silencio en memoria del senador panista.