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Columa 1

La vida útil de Jesús Kumate Rodríguez

HERMOSILLO, Son.- No es costumbre en México reconocer a quienes desde el sector público y con verdadera vocación social dedican su vida al servicio de la gente, o bien contribuyen a resolver sus problemas cotidianos.

Durante más de 50 años, un ejército de voluntarios se desplegó por todo el país en un ambicioso programa de vacunación, salvando millones de vidas de las enfermedades que antaño significaban la muerte segura o dejaban secuelas importantes, limitando la vida y el desenvolvimiento de los sobrevivientes. Un drama que por años se vivió tanto en las regiones más pobres de México como en las áreas urbanas y suburbanas de muchas entidades.

Con los años, ese ejército de héroes logró lo que en muchas naciones del mundo todavía no se logra: La erradicación de enfermedades mortales o el control de las que mediante el contagio pueden derivar en auténticas epidemias, con efectos letales para la población.

Gracias a ese esfuerzo, ahora en México son parte de una historia negra la fiebre amarilla, la poliomielitis, el sarampión, la viruela, la rubeola, el tétanos y el paludismo.

Se presentan otras, como la hepatitis, tuberculosis, meningitis, difteria, tosferina y paperas, pero están controladas al igual que las enfermedades de nueva generación como la influenza y el rotavirus, para las cuales también el sector Salud de México y el ejército de médicos, enfermeras y enfermeros y personal paramédico han atendido con eficacia. Se dice fácil. Nunca lo fue. Se requirió de mexicanos de auténtica vocación social y de auténtico amor a su patria. Kumate fue de esos.

Jesús Kumate Rodríguez nacido en Mazatlán Sinaloa, en 1924 hijo de padre Japonés migrante y de madre (maestra) mexicana. Ha sido una parte muy importante de ese tramo de la historia de la salud pública en México.

Contribuyó notablemente a construirla, porque desde el principio de sus estudios y al egresar de la escuela médico militar en 1946, nunca dudó en orientar su vocación de la medicina hacia los más necesitados y hacia el servicio público, con una mística fuera de serie.

Su especialización en infectología (el estudio de las enfermedades infectocontagiosas, que por lo general golpean a la población más desprotegida), su vocación de maestro en la misma escuela médico militar, en la UNAM y en el Politécnico, así como su pertenencia a las Academias Nacionales de Medicina, Pediatría y de Ciencias, dicen mucho de sus definiciones en la vida. Su ingreso al Colegio Nacional en 1974, sus aportaciones al Colegio de Sinaloa y como miembro del Consejo Consultivo de la UNICEF y presidente ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo convirtieron en un referente obligado de las políticas públicas exitosas de México, para la inclusión de los programas de salud en la lucha contra la pobreza en diferentes partes del mundo.

También dice mucho de sus definiciones en la vida su exitosa actuación como funcionario público, desde la dirección del hospital infantil de México –donde pasó seis años– hasta su paso por la Subsecretaría de Salud con el doctor Guillermo Soberón, en el gobierno del presidente Miguel De La Madrid (1982-1988), donde le tocó la formidable tarea de conducir e impulsar los programas de descentralización de los servicios de salud hacia los estados, empezando con Sonora y Nuevo León bajo el muy justificado razonamiento de que los programas de salud en beneficio de la población abierta —esa que no está afiliada ni al IMSS, ni al ISSSTE ni a ningún sistema de seguridad social— se aplicaran con eficacia y calidad, buscando tanto la ampliación de la cobertura de salud a un mayor número de mexicanos, como las aportaciones económicas de los estados en un porcentaje similar a las realizadas por el gobierno federal.

El doctor Kumate, ya como titular de la Secretaría de Salud en el gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), consolidaría el programa que tres años después Juan Ramón de la Fuente (1997) operaba ya en todas las entidades de México, generando uno de los programas de descentralización administrativa más exitosos realizado por el gobierno federal en la historia moderna.

Como mexicano de excelencia dedicado al ejercicio de la medicina, la docencia, el servicio público y la investigación, Jesús Kumate dejó una muy variada y rica obra escrita en libros y artículos científicos, tales como:

Manual de infectología (1973), La salud de los mexicanos y la medicina en México (1977), Salud para todos: ¿Utopía o realidad? (1989), La ciencia en la revolución francesa (1991) y El cólera (1993), entre otros.

Fue también un distinguido profesor honorario en escuelas de medicina de Venezuela, República Dominicana y Perú.

El Senado mexicano le otorgó la medalla Belisario Domínguez en el 2006, posteriormente recibiría la Eduardo Liceaga.

Jesús Kumate Rodríguez murió el pasado 7 de mayo, y como un distinguido mexicano de excelencia, su muerte no pasó desapercibida.

Sus aportaciones, su profesionalismo, su sencillez y la honradez que lo caracterizaron en el desempeño de sus responsabilidades públicas y privadas en beneficio de la medicina, lo engrandecen y lo ubican en la historia de México como uno de los principales impulsores de la salud pública, con impacto directo en el bienestar de los mexicanos.

Al honrar al doctor Kumate también se honra a aquellos millones de mexicanos que como él, dieron lo mejor de sí, no solo para combatir las enfermedades que como auténtico flagelo golpeara por años a la población mexicana, sino para hacer efectiva y aterrizar en los hechos una de las definiciones de su generación: Esa de que “la salud no es solo ausencia de enfermedad, sino que representa el equilibrio deseado entre el ser humano y su medio ambiente, para el disfrute de sus potencialidades y libertades”.

Y en eso sí, sin duda, su generación aportó mucho, porque con él construyeron un tramo importante de la historia de México, esa etapa de realizaciones en beneficio de la gente que tanto presumimos y que nadie en sus cinco sentidos puede negar.

El Doctor Kumate demostró con su productiva vida de 94 años bien vividos: Que la vocación profesional y su temprana definición por los más necesitados le dieron la oportunidad de trascender y realizarse.

Que no todo en México está y ha estado mal como lo han publicitado los grandes y obsesivos manipuladores de la historia como eso de los “70 años perdidos” o aquella de que “todos los funcionarios públicos son corruptos”.

Que existen y han existido en México servidores públicos de excepción que han dejado aportaciones y un buen ejemplo. Capaces en su trabajo y honrados en el desempeño administrativo y político.

Que ser grande y eminente en la vida y en la profesión no están reñidos con la humildad y la sencillez de la persona. Que se puede trascender en la vida sin perder piso ni marearse.

Que lo logrado con la salud pública de México ha sido un pilar real en la transformación de la realidad nacional en los últimos 80 años. Ya no tenemos los altos índices de mortalidad infantil ni enfermedades como la polio, la fiebre amarilla y el paludismo entre otras, que en otros tiempos fueron el pase automático a los panteones,

Que han existido mexicanos eminentes como Kumate, Reyes Heroles, Torres Bodet, Ortiz Mena, Carrillo Flores, Hernández Terán, Fernando Solana y otros que realmente contribuyeron a construir un tramo importante de la vida de México. La del Doctor Kumate, una vida realmente ejemplar, sin duda.

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El mensaje del titular de la SEGOB

CD. DE MÉXICO.-  El secretario de Gobernación Alfonso Navarrete Prida, fijó un posicionamiento del Gobierno Federal sobre proceso electoral señalando que desde esa instancia pueden coordinarse y apoyar a las diversas autoridades, de los distintos niveles de Gobierno, partidos y a los candidatos, para que tengan garantías de certeza y seguridad en el marco de la ley, sus actividades político-electorales.

El DISCURSO

Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes, les agradezco mucho su presencia, les agradezco  la presencia también a colaboradores míos al señor Subsecretario de Medios que se encuentra aquí presentes de la Secretaría de Gobernación, a mi jefe de oficina y, desde luego, al Subsecretario de Gobierno y al Director General de Comunicación Social.

Les agradezco a ustedes  su presencia el día de hoy aquí en la Secretaría de Gobernación amigos de los medios.

Quiero fijar la postura del Gobierno de la República en el contexto del proceso electoral que está en marcha en nuestro país.

Desde el primer día al frente de esta dependencia, informé las prioridades que el Presidente Enrique Peña Nieto instruyó a la Secretaría de Gobernación: la eficaz gobernabilidad democrática, la seguridad, los derechos humanos y brindar todo el apoyo necesario a las autoridades electorales, para garantizar que el proceso electoral se desarrolle en condiciones de equidad, certeza, orden, paz, y con absoluto apego a la legalidad.

Por ello, desde el mes de enero y hasta esta fecha, he sostenido más de 60 encuentros y reuniones de trabajo: 14 con líderes de partidos políticos, 40 con gobernadores y con presidentes municipales de todas las expresiones partidarias, 9 con autoridades electorales; con la Comisión Especial de Procesos Electorales del Congreso de la Unión, y con el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova e incluso, el pasado jueves 10 de mayo me reuní con el expresidente de República Dominicana, doctor Leonel Fernández, quien encabeza una misión de visitantes de la Organización de Estados Americanos de la  (OEA) y que fungirán como observadores electorales internacionales, a quienes les ofrecimos todo nuestro apoyo técnico, eficaz colaboración de carácter técnico para garantizar su importante misión que tendrán en los próximos días.

En todas estas reuniones, hemos planteado cómo desde la Secretaría de Gobernación podemos coordinarnos y apoyar las diversas autoridades, de los distintos niveles de Gobierno y poderes públicos, a los partidos y a los candidatos, para que tengan garantías de certeza y de seguridad y puedan realizar, en el marco de la ley, sus actividades político-electorales con entera libertad.

Reuniones todas, que han sido muy productivas y muy respetuosas. Por todo esto resulta pertinente hoy reiterar con claridad algunas posiciones políticas del Gobierno de México.

Primero, el único marco de actuación que rige al Gobierno de México es la Constitución, las leyes y los principios que de ella emanan, los cuales son fundamento de nuestra vida democrática, marco de libertades en democracia, que son República Federal, y reconocimiento y respeto a los derechos humanos, entre otros. De ahí el Gobierno Federal puede, ni debe, ni desea salirse de este marco constitucional.

Fue en este entorno que el país forjó con mucho esfuerzo sus instituciones, trabajo de millones de mexicanos y generaciones enteras. Las instituciones son los pilares que nuestra sociedad se desarrolló y en la que nuestra sociedad se desarrolla.

El Gobierno del Presidente de la República, Enrique Peña emanó del ejercicio de esos derechos de los mexicanos en democracia y en su Constitución que juró solemnemente respetar.

Esto, con el nuevo perfil de nuestro marco constitucional, derivado de la aprobación de 13 reformas de importante calado que aspirar a dar un mejor futuro y entorno a todos los mexicanos, cuyos resultados se reflejan en cifras de empleo, de inversión, infraestructura, educación con calidad, instituciones electorales y estabilidad macroeconómica, así como el reconocimiento de pendientes que tiene todavía nuestra sociedad particularmente en el tema de seguridad pública.

Segundo, sabemos que en todo proceso democrático en el que están en juego importantes cargos de elección popular, es natural y saludable que se debatan proyectos, se contrasten visiones y que candidatos, partidos y ciudadanos, expresen libremente sus ideas y sus preferencias.

La democracia es para fortalecernos, mas nunca confrontarnos o debilitar la unidad de todos los mexicanos.

Tercero, hago por lo tanto un llamado respetuoso a todos los actores políticos para que el contraste y el debate no se conviertan en encono, división y mucho menos, incitación a la violencia contra partidos, candidatos o instituciones.

El único límite a la libertad de expresión en democracia debe ser la ley y los derechos a terceros.

Cuarto, el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto condena enérgicamente las agresiones hacia candidatos y rechaza de manera categórica los llamados, cualquiera que sea su origen, a la violencia o a violentar las leyes electorales, así como cualquier insinuación respecto a que desde el Ejecutivo Federal se pretenda interferir para inclinar la balanza en favor o en contra de candidato, partido o coalición alguna. En este sentido, asume plenamente sus obligaciones y responsabilidades, y actúa para preservar el estado democrático de derecho y aplicar la ley a quienes la transgreden con violencia.

En México por sus ideas no se condena a nadie. Lo que sí es condenable es cualquier acto de violencia que trastoca las instituciones y por lo tanto se debe actuar en consecuencia.

Quinto, el Gobierno Federal tiene muy claro que no es parte de este proceso electoral. Mantendrá la imparcialidad y neutralidad a la que estamos obligados por ley, todos los servidores públicos en el ejercicio de nuestras funciones.

Sexto, los únicos actores de la contienda electoral son los institutos políticos, los candidatos de los partidos y los candidatos independientes, junto con las autoridades electorales.

Séptimo, sí tenemos y cumplimos de manera escrupulosa este marco constitucional y que el Gobierno del Presidente Enrique Peña se comprometió, la obligación por lo tanto de la autoridad, será apoyar a su vez, a quienes sí son autoridad en este proceso que son las autoridades electorales, para que las elecciones se lleven a cabo de manera segura, ordenada y pacífica y que los candidatos a cargos de elección popular y los ciudadanos puedan ejercer a cabalidad y en condiciones de seguridad y libertad, sus derechos político- electorales.

Octavo, quiero dejar muy claro, que por su origen democrático y su juramento al respeto del marco Constitucional, el Gobierno Federal no es instrumentador de los deseos o preferencias de ningún actor social, en lo individual o de forma colectiva, independientemente de su relevancia o su influencia, ya sea interna o incluso en el exterior de México, lo reitero, de nadie.

El Gobierno de la República está para ejecutar la voluntad de la mayoría de mexicanos que le confirieron un mandato expresado en las urnas hace seis años, y que es el de cumplir y hacer cumplir la Constitución y la ley que de ella emana, y eso incluye, por supuesto, el cumplimiento de las normas en materia electoral.

Décimo,  el Gobierno de la República se asume como garante para que el proceso electoral se desarrolle de manera ordenada y pacífica.

Décimo primero, la Secretaría de Gobernación ha tenido y mantendrá abiertas todas las avenidas y todas las puertas del diálogo, con la finalidad de que, en el marco de nuestras instituciones republicanas, entre todos los actores políticos evitemos que las diferencias inherentes a la contienda, se conviertan en encono o violencia.

El único interés genuino de este gobierno es por tanto, que México, sus instituciones y nuestra democracia salgan fortalecidos después del primero de julio.

Por ello, reitero una vez más la invitación respetuosa  a los dirigentes de los partidos políticos que integran las distintas coaliciones que contenderán en las próximas elecciones: “Por México al Frente, del Partido Acción Nacional, de Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano; “Todos por México”, del Partido Revolucionario Institucional, Nueva Alianza y Partido Verde Ecologista de México; “Juntos haremos historia”, de Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social, así como a sus candidatos presidenciales: Ricardo Anaya Cortés, José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador, así como también a los candidatos independientes Margarita Zavala Gómez del Campo y Jaime Rodríguez Calderón, a que tengamos un diálogo directo, incluyente, respetuoso, transparente y constructivo, que contribuya a que prevalezcan en este proceso electoral la certidumbre, la civilidad, el respeto y la concordia entre los mexicanos.

En materia de gobernabilidad y, sobre todo, en materia de seguridad.

El árbitro electoral está claro y está enmarcado en la ley y es el Instituto Nacional Electoral a nivel federal. Los temas de gobernabilidad, de diálogo constructivo en la sociedad y, sobre todo, en seguridad, los podemos tener con mucha claridad en la Secretaría de Gobernación, y aquí encontraremos respuestas.

Muchas gracias por su presencia.

Ciudad de México, a 13 de mayo de 2018

Feliciano Guirado Méndez, In Memoriam

HERMOSILLO, Son.- Era 1970 y Feliciano Guirado Méndez —de apenas 29 años— reporteaba en su austera bicicleta Búfalo—abrazadera de pierna infaltable para evitar la grasa de la cadena en el pantalón— pedaleando por Navojoa, buscando la noticia para su periódico “La Opinión”.

Inquieto y con el deseo de escudriñar la información estudiantil, frecuentes eran sus visitas a la Escuela Preparatoria Regional Sur de la Universidad de Sonora para entrevistar a los miembros del Consejo estudiantil, que por entonces se encontraban exigiendo atención a sus demandas por parte del rector Federico Sotelo Ortiz. Ahí fue donde muchos conocimos  a Don Feliciano Guirado Méndez.

Sin dudarlo un instante, Feliciano simpatizó con la causa de los estudiantes, y así lo reflejaba en sus escritos que para el ambiente estudiantil y político de la época eran un tanque de oxígeno.

Él ya conocía a Ignacio Almada Bay, estudiante de la prepa, hijo de don Rafael Almada Corbalá, con quien siempre mantuvo una gran amistad y eso hizo mucho más fácil la comunicación entre Feliciano y quienes elaborábamos los boletines para el Consejo Estudiantil de la época, dirigido por Francisco J. Palomares. La relación personal entre Feliciano y los estudiantes siguió y con el tiempo se afianzó.

Con el tiempo, el maestro Guirado—como muchos lo motejamos— después de ejercer algunos años como subdirector llegaría a la dirección de El Informador del Mayo en diciembre de 1975, cuando el periódico se ubicaba en los altos del Cine Obregón, en la Obregón, entre Talamante y Jesús Salido. Con éxito y con un equipo de lujo integrado por: Esteban, Francisco y Agustín Rodríguez, Santiago Barbuzón, José G. Pacheco, Fausto Islas Salazar e Hilda Trujillo, entre otros no tardó en levantar el periódico y llevarse casi todas las exclusivas.

El periódico después se cambió al edificio donde estuvieron los billares de ‘Chencho’ Covarrubias, en Rayón y Jesús Salido.

En 1976 le pedí una oportunidad para escribir en el periódico y me alentó: “Escoge el tema y aquí lo revisamos”, me dijo. Me dejó publicar varios artículos y me ayudó a descubrir otra faceta de mi carrera. Nunca una censura, siempre comprensión y enseñanzas.

Feliciano dejó la dirección del periódico a principios de los noventa, cuando incursionó con su amigo Arsenio Duarte en la política práctica, con un breve paso por Comunicación Social del ayuntamiento de Navojoa y después en el Supremo Tribunal de Justicia. “Esto no es lo tuyo” le decíamos algunos; él escuchaba, se ponía serio, y al final asentía.

Porque su paso por la dirección de El Informador (1975-1990) fue fructífera para el periódico y de un gran desarrollo para Feliciano: Don de gentes, amabilidad, relaciones públicas, relaciones políticas importantes, confianza, un gran olfato para perseguir la información y una calidad profesional fuera de serie. Tremendo en la redacción.

Esas cualidades lo proyectaron a nivel estatal, a grado tal de que otros medios de comunicación escritos de Sonora lo buscaron para convencerlo de que trabajara para ellos. Nunca dudó en sus lealtades ni con periódicos Sonorenses ni con Enguerrando Tapia, su gran jefe y amigo personal, de quien resintió su muerte en 1981.

Inolvidable e infaltable en el comentario político diario su afamada columna “Marginal”, Feliciano no dudaba en meter las manos por sus amigos políticos –ante gobernadores, dirigentes sociales y partidistas– para impulsarlos en su desarrollo.

Con el tiempo, Feliciano influyó para impulsar a presidentes municipales, regidores y diputados locales, más en el afán de justicia para auténticos luchadores políticos—que él alentaba— que por mera jactancia. En su columna dejó para la posteridad términos como “El Sax”,calicatencia, el espigado rubio de Bacobampo, el enorme broto del riíto, el ronco de la ladrillera, el politólogo de cinco estrellas, el sueco, el galeno político, el neumólogo de Arivechi entre muchos otros.

Compartimos juntos muchos momentos alegres y otros muy difíciles. Su agudo sentido del humor y su fina ironía eran únicos.

Una noche de marzo de 1985 en el Sanatorio Lourdes, coincidieron el nacimiento de mi hija Carolina y la partida de su joven hijo Carlos Omar, de apenas 17 años. “Qué ironía en nuestra amistad –me dijo con profundo dolor en la sala de espera del hospital–. Tu hija llega, y el mío se va”. Nos abrazamos y a ambos con un nudo en la garganta, se nos quebró la voz…

Tardó en reponerse del duro golpe. Su sentido del humor, un discreto estoicismo y el acompañamiento siempre muy unido del resto de sus hijos hicieron lo que faltaba. Así era Feliciano.

A finales de los noventa del siglo pasado funda su periódico NUEVO SONORA, y contra viento y marea lo saca a flote. No tardó en impulsarlo a la circulación estatal y en convertirlo también en un referente del comentario político especializado en Sonora.

Sus opiniones, sólidas, fundadas y bien dotadas de información, reflejaron siempre a un personaje bien visto, bien relacionado y muy respetuoso de las formas. Siempre caballero, alegre, optimista. Un excelente narrador y dominante como pocos del lenguaje escrito.

“Quiero explicarle el proyecto de mi periódico a ese personaje” –me dijo una vez haciéndole antesala al igual que yo a un alto funcionario público–. ¿Y si no está de acuerdo con tu línea editorial? Le reviré. “No vengo a pedir permiso, voy a ejercer mis libertades”, remachó y agregó: “De no haber eco, trabajaré y esperaré a que pasen sus seis años a ver qué depara la suerte en el futuro”. Así era Feliciano.

Siempre flexible con el reclamo familiar, era Infaltable a las comidas del 14 de febrero que durante 21 años ininterrumpidos le organizamos siempre con Ángel Cota Leyva y Pelagio Félix (cumpleañeros del mismo día) –acompañados siempre de Miguel Ángel Murillo y de Paco De Paula–.

En realidad, el pretexto entre nosotros fue festejarlo siempre a él, por ser una especie de hermano mayor; amigo leal al que cada uno de nosotros tenía algo que reconocerle, algo que deberle. Nos sentíamos muy cómodos con su presencia y su plática, y por lo visto él siempre fingió no darse cuenta ni por asomo que era el celebrado. Nunca reclamaba nada para sí mismo. Su sentido común, su clara inteligencia y la férrea amistad que profesó a sus verdaderos amigos siempre se impusieron.

–¿Nada de alcohol, Feliciano?

–Muchas décadas sin un solo trago –contestaba–. Ni cerveza siquiera.

–¿Disciplina?

–No, simplemente no me atrae la bebida.

Así decía cuando todos observábamos con sorpresa en la sala de su casa de Navojoa la enorme cantidad de botellas sin abrirse, que por años recibió como regalo de sus amigos. Una noche un ladrón dispuso de la totalidad de las botellas, como olfateando que el dueño de la casa ni siquiera las tentaba. Ni siquiera se preocupó. Lo tomó con humor, como siempre y tampoco le importó que la policía nunca encontrara al ladrón. Mucho menos a las botellas.

Impecablemente vestido, el pasado viernes 27 me lo encontré acompañado de Pancho Rodríguez y Fernando Gastélum en la antesala de Gilberto Gutiérrez Sanchez. Era invitado especial del presidente del CDE a una gira por el municipio de Guaymas.

Sus tronantes carcajadas resonaban en una parte del edificio del partido por las recordadas anécdotas de sus amigos: ‘El Mosco’ Romero, Arturo León Lerma, ‘El Poli’ Corral y Jorge Galindo, entre otros.

Sus infaltables tarjetas blancas y su pluma resaltaban en la discreta bolsa de su impecable guayabera blanca.

Genio y figura, cuidadoso en el vestir y el hablar, era elegante hasta para caminar al hacer ejercicio en la milla de la Universidad de Sonora.

Me enteré en la madrugada del día 4, de su muerte la noche del 3 de mayo, en el cumpleaños de su esposa. Habíamos celebrado apenas el pasado 14 de febrero sus 77 años  en el restaurante de su paisano Carlos Gámez. Ironía también; fallece a dos días de que su periódico el Informador (hoy Tribuna) cumpla 61 años.

Con su partida, cada día me convenzo más de que la muerte es y seguirá siendo un gran misterio, y que a cada rato nos depara sorpresas como la partida inesperada de Feliciano. Porque Feliciano no padecía de ninguna enfermedad crónica, cuidaba con esmero su salud, hacía ejercicio, se medía con la comida, nunca fue hombre de excesos ni desvelos y nunca bebió alcohol. Vivió a plenitud y desde muy joven descubrió su vocación—el periodismo— que ejerció también a plenitud durante más de 50 años.

Por eso, no puedo dejar de sentir una enorme tristeza, como seguro estoy la sienten sus familiares, sus colegas de la infaltable mesa de los martes, todos sus compañeros de travesía periodística y la legión de amigos que en más de 50 años de ejercicio periodístico realizara con suma paciencia, y donde siempre y a cada momento, a decir de su compañero Agustín Rodríguez Valdés, fue “conciliador, didáctico, grande, humilde y generoso”.¿Que decirle a su gran familia, esposa, hijos y nietos que hoy lo lloran?  Me faltan palabras. Me sobra tristeza, igual que a ellos.

Descansa en paz Feliciano Guirado Méndez. Amigo, hermano mayor.

Te vamos a extrañar mucho.

El análisis: ¿Quién ganó el debate?

GUAYMAS, Son.- Todos los candidatos se proclaman ganadores de los debates y de las elecciones. Es la costumbre.

Pero en cada caso, aportan elementos para ser escuchados y considerarse hasta dónde tienen razón.

La tarde de domingo (noche, en la CDMX), los cinco aspirantes a dirigir el país, debatieron sobre democracia, pluralismo y grupos en situación de vulnerabilidad. Fue el primero de los tres debates que preparó el Instituto Nacional electoral (INE).

Al parecer todos quedaron contentos con la organización. Se aprecia más atención y opiniones favorables sobre resultados. Los candidatos pudieron contrastar ideas e intercambiaron señalamientos mutuos de corrupción, además de configurar proyecciones en materia de seguridad o economía.

Sin embargo queda en el ambiente general la interrogante de siempre, las dudas y controversias sobre quién ganó el debate. Para acercarse a una idea que pudiera responder a la pregunta, hay claves. Algunas de ellas se resumen en estas observaciones:

EL DEBATE

Se confirmó lo que todos esperaban, un ataque frontal de todos contra quien encabeza las encuestas sobre preferencias, Andrés Manuel López Obrador.

Fue blanco de las críticas, pero no se dejó llevar y sostuvo la posición que le ha permitido salir airoso en otras pruebas. Intervino sin comprometerse, evadió y se le vio confiado casi toda la marcha del evento; por momentos algo nervioso, pero como tenía previsto, tuvo el escenario que quería.

Nadie cree que su desempeño afectará su posición como dueño de las preferencias electorales.

Respondió con líneas y discursos que repite en sus mítines y habló de temas polémicos en su campaña como la amnistía.

EL BRONCO

Atrajo la atención el candidato independiente Jaime “El bronco” Rodríguez Calderón, quien llegó al registro con cuestionamientos por irregularidades en sus firmas, pero en este evento su figura se elevó al enseñar una bala para asegurar que fue víctima de la delincuencia. Un hijo suyo fue asesinado por delincuentes.

Dejó su número de teléfono para que le manden mensajes por WhatsApp, lo cual también generó controversia y discusión, y propuso directamente a los candidatos renunciar al dinero público que se le da a los partidos.

Fue hacia López Obrador, a quien tenía justo a un lado y le entregó el documento, pero no hubo respuesta en ese momento. De hecho, ningún candidato se comprometió.

Enseguida, planteó “El bronco” su polémica propuesta: “cortar la mano” a las personas que roben.

La conductora Azucena Uresti notó algo en el tono de la expresión y le cuestionó, quizá esperando una reflexión que confirmara la alegoría, pero no la obtuvo. Insistió, El Bronco, en cortar la mano.

“¡¿Es literal?!”, insistió la conductora.

“Es literal”, contestó el regiomontano. La posibilidad que una medida de barbarie se implante, dominó el momento y las redes en todo el país.

MUY CAPAZ

Ricardo Anaya aprovechó bien el debate al mostrar datos, calculó sus tiempos, no interrumpió ideas y fue un constante atacante contra López Obrador. Mostró ser ágil para esquivar los ataques en su contra.

Anaya fue señalado por presunto lavado de dinero y la PGR inició una investigación en su contra, pero el debate pudo ayudarlo. Acertó en varios señalamientos contra López Obrador, sobre todo al cuestionarle a colaboradores actuales, ubicándolos en tiempos pasados en presuntos actos de corrupción, entre ellos el empresario Alfonso Romo y el político Manuel Barlett, autor, este último, de la “caída del sistema” que arrebató en 1988 la Presidencia de la República a Cuauhtémoc Cárdenas, quien competía por una alianza de izquierdas a través del recién fundado Partido de la Revolución Democrática.

Anaya usó sus tiempos para lanzar golpes que acertaron en la figura de José Antonio Meade. Lo exhibió en una imagen con César Duarte, exgobernador de Chihuahua, donde el norteño hoy prófugo de la justicia corta un pastel.

La muy sugerente alegoría impactó al plantearla así: “¿De qué tamaño es la rebanada del pastel que te tocó?”, refiriéndose a actos de corrupción como la “Estafa maestra”, el caso Oderbrecht y hasta siete más que resumió el queretano pidiéndole aclararlos en el 7de7 que realmente quiere saber el pueblo de México por qué se dio y se castigue a los responsables.

MARGARITA: ASI, ASÍ

Margarita Zavala hizo el esfuerzo por mostrarse segura y su voz firme y fuerte así lo indicaba.

Se dijo la alternativa para que llegue al cargo alguien que sea considerado “menos corrupto, menos malo”, pero al final se confirmaba que ninguno de los mensajes había impactado tanto para quedar en la memoria de la gente.

MEADE BIEN, PERO…

La propuesta del PRI, José Antonio Meade, atacó y señaló a sus contrincantes, pero a ninguno como a Andrés Manuel López Obrador. Un buen momento fue cuando exhibió a Ricardo Anaya por las acusaciones de lavado de dinero y saltó de nuevo para amarrar la andanada contra el aspirante de Morena, al señalarlo como dueño no declarado, de tres departamentos.

No logró risas, como se hubiera esperado, al acusarlo de ser contrario a cualquier idea que se plantee a favor del desarrollo del país, y lo quiso resumir en un chiste conocido, pero de poco impacto en ese momento: “Si se desmaya, en lugar de volver en sí, volvería en no”.

LAS REDES

El debate mostró varias tendencias:

Destacaron López Obrador y el regiomontano El Bronco.

No fue buena, pero fue tendencia al fin, la de El Bronco con sus polémicas propuestas, sus dichos aparentemente afines a la forma de hablar de los norteños, sobre todo donde dijo que él no llamó gordas a las mujeres embarazadas, sino que en aquella región les dicen “gordas”. En cuanto al matrimonio entre parejas del mismo sexo, habló de su respeto a tendencias y cree en el matrimonio, “por eso me he casado tres veces”.

Otto y Lizárraga riñen en redes

GUAYMAS, Son.- Nutrida participación adornó la aparición en la red social Facebook del ex alcalde César Lizárraga Hernández, para responder observaciones de Otto Claussen Iberri, su sucesor en la alcaldía del puerto.

Personajes afines a la administración panista de Lorenzo de Cima mencionan repetidamente, con periodicidad de agenda, presuntos errores cometidos por Claussen Iberri –ninguno han comprobado-- durante su mandato en el lapso de septiembre de 2012 a septiembre de 2015.

Claussen Iberri acompañó a Sylvana Beltrones y a Manuel Ignacio Acosta en su gira promocional mediante la cual buscan el apoyo popular para llegar al Senado de la República; el ex alcalde y ex diputado local por Guaymas es ahora candidato del PRI y sus aliados a la diputación federal del 04 Distrito Electoral de Sonora.

En redes, hubo dura crítica contra Acosta, a quien apodan “El maloro”, porque en su lapso como alcalde de Hermosillo –renunció en marzo para enlistarse en su nueva aspiración—habría dejado la ciudad en estado desastroso.

Claussen fue en apoyo de su amigo y correligionario. Así dio la cara por él:

“Me han comentado que resolvió el problema de la basura. Y la iluminación de la ciudad si que es muy buena. Que el la arregló. En cambio aquí en Guaymas. Basura, inseguridad y oscuro” (SIC).

Ya había otras participaciones, pero la de Salvador Pérez Moreno, funcionario de Obras Públicas del Municipio, fue acre al hablar de deuda.

Tras negar que haya sido como lo expuso el funcionario, Claussen menciona que “así dicen los que no quieren que llevemos a Guaymas a otro rumbo. O a retomar el rumbo. En Guaymas se dejó una inversión en obras muy superior a otros municipios. Y deuda y desorden, lo heredamos de césar (así el nombre, con minúscula) Lizárraga”.

Lizárraga, cuyo bajo perfil permanece desde que terminó en 2012 su mandato municipal –en medio de escándalos de deuda, desvío de recursos y corrupción generalizada que inundó de inhabilitaciones a sus funcionarios--, se hizo presente en la importante red.

(De paso, su inhabilitado secretario del Ayuntamiento, el sinaloense Alonso Arriola Escutia, quien fue refugiado en un puesto en el área de Educación en el mandato de Guillermo Padrés Elías, fue nombrado coordinador en el 04 Distrito Electoral de Sonora, de la campaña del aspirante presidencial Ricardo Anaya Cortés)

Así respondió Lizárraga:

“Hablemos de deuda, la administración que yo presidí es la única en la historia de Guaymas que bajó el nivel de deuda, es decir, entregamos menos deuda de la que recibimos y si redondeamos números otto –también, con minúscula el nombre propio--, recibiste 200 millones de deuda y entregaste 600 millones de deuda cuando te fuiste, creo que es una operación aritmética tan sencilla que hasta tú la puedes entender…. Saludos!!!” (SIC).