GUAYMAS, Son.- En el tema de qué partido va más adelante en Sonora, y enseguida qué candidatos están a la vanguardia, no nos hagamos bolas.
Es el PRI. Hay razones para ello. La principal, es que pese a seguir el crecimiento mexicano a niveles de ricos, la población sigue pobre luego de dos sexenios azules de balanza abiertamente inclinada contra el pueblo y afín a los monopolizadores de esa riqueza.
Luego, que el tricolor tiene el poder y con ello, la capacidad de exhibir con estridencias la falta de probidad, en algunos casos exacerbada cleptomanía, de la que se contagian los funcionarios.
Sonora añade que el Gobierno estatal es azul, del PAN pues, y la desigualdad típica se le factura en las urnas al poder; además del severo bombardeo con una propaganda a veces cruel, pero justificada en varios casos de funcionarios de esos que menciono en el párrafo previo, incapaces de ocultar su conversión a Cresos.
Por eso el PRI aventaja y estaría muy cerca de sacar de Palacio de Gobierno por la puerta de la calle Paliza, a quienes en 2009 fueron aceptados como opción diferente a lo que eran quienes ya se iban.
En cuanto a la encuestitis típica de los tiempos, no se pierda en quién tiene razón o no. Tampoco en la moralidad o no de los encuestadores. Grandes o chicas, tienen su metodología y sus preguntas generan las respuestas inducidas. Si en una Claudia Pavlovich está al frente de las preferencias, no debe sorprender que en otra lo esté Ernesto Gándara.
Recuerdo hace unos meses lo convincente del otro Gándara, Javier, empresario ejemplar y hombre preparado, de bien –su fundación siempre ha sido benefactora sin esperar tiempos electorales como ahora hacen los políticos improvisados como bienechores--, quien busca ser gobernador a través de Acción Nacional. Punto por punto me explicó por qué y dónde aventaja.
El denominador común es, repito, lo que se pregunta y cómo se pregunta. Así de fácil. O de difícil.
Sin embargo, aún en ventaja por lo expuesto, el PRI mismo batalla. Perder el poder en 2000 le generó éxodos (hoy, diásporas). Desmantelar sus bases fue una labor de zapa del liberalismo económico y ahora, ya no hay priístas convencidos, como los que se fajaban a la hora buena por las siglas.
Por ejemplo, en este “Puerto de Puertos” –así lo llamó don Francisco de Ulloa al explorar para Hernán Cortés en 1539--, el PRI no encuentra quien supla a la trabajadora y sensible Susana Corella, quien este martes 8 de julio termina sus tres años y la regla exige retirarle el mando.
Preparó todo, pero no encontró quién la supliera. No le creían y ahora delegado tras delegado venido de donde vienen los que mandan en el puerto, confirman lo señalado: no hay cuadros, no hay quién unifique.
Si la chambeadora Susana llega al miércoles sin suplente, la regla dice que su firma ya no vale. Igual hacen lo del liderazgo previo, cuando Lorenita Garibay duró un año cuidando el puesto sin firma valedera. Pero ahora, recuerden, es por Ley el cambio y si quieren segur de frente para el inicio del cercano año electoral, apúrenle.
La única forma sería que el Directivo Estatal la habilite como delegada con facultad de presidente y se quedaría a dirigir la próxima campaña. Pero no olvidemos que quedarse allí, bajo esa probable circunstancia, reduciría su opción de ser candidata a algo, en lo cual muchos ya la ubican y ganaría, pues el PAN debe muchas facturas y es magra la presencia de aspirantes, todos ellos funcionarios en campaña con recursos públicos según se ve, y capaces de abandonar sus oficinas en horas de trabajo sin ruborizarse siquiera. El PRD no existe, solo quiere tener un par de regidores que nadie “pela”, ducho esto con ánimo crítico, no confrontador.
Conclusión: el PRI va en caballo de hacienda, pero sabe que lo hace en medio de una crisis de credibilidad de los partidos que no cesará mientras las formas en los mandos sigan como ahora se ven.
Y en el caso de Guaymas, las formas siguen siendo las mismas, pero ahora la ventaja es que Julio trae nuevas esperanzas y será determinante porque también dejará ver fuerza y enfoques de lo que debiera ser el futuro para el puerto.