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Columnas

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+ Lorena irá contra el descuido en la salud; el cáncer, una cruel realidad que se lleva a muchos guaymenses; gestionará una clínica de especialidades para combatir el grave mal

 

GUAYMAS, Son.- En el pasado, solo dos vías llevaban al sur de la ciudad: el bulevar Rodolfo Sánchez Taboada, y la que extendió la calle 10 para llegar al viejo panteón de San Fernando --en realidad son dos--, lugar lleno de historia que el vandalismo mutila día a día haciendo desaparecer gran parte de nuestra identidad.

El bello Paseo de las Palmas, creado sobre suelo ganado al mar en los años 50 junto con obras portuarias gestionadas por los orgullosos y dignos guaymenses de entonces, generó un desarrollo inmobiliario con hermosas residencias faldeando el cerro de La Cantera. Espectacular vista a la bahía las atrajo, y ese movimiento interminable que inicia al amanecer con los hombres de mar partiendo a sus duras faenas en pequeñas barcas; o el personal naval que usa el mar como medio de transporte entre oficinas de la Secretaría de Marina; yates y veleros para el paseo; grandes naves de pasaje y carga, e infaltables los impresionantes navíos de la Armada de México.

Fue el general veracruzano Rodolfo Sánchez Taboada quien apoyó desde la Secretaría de Marina ese desarrollo, primer paso de lo que hoy es el puerto marítimo comercial que, según cuentas de Mundo Chávez, su director, desplaza unos 8 millones de toneladas de carga.

Por eso el bulevar resultante lleva el nombre del general y hasta una plaza con su busto se hizo al final sur de la calle 20 –se la robaron y la vendieron como chatarra en el trienio de Otto Claussen; y nadie castigó a nadie--, donde comenzó la ruta que llegaba a la constructora de barcos pesqueros Monarca, de Francisco Fourcade, enseguida de la cual operaba el Rastro Municipal “Severiano Talamantes”, luego reubicado para dar lugar a la expansión de la industria naval de don Pancho, quien construyó más de mil barcos pesqueros para México y Latinoamérica.

Quise mencionarlo, porque todavía es rescatable esta zona y Lorena mira aspectos afines a su rescate. De hecho, hay quienes construyen porque aprecian esta belleza, afectada por esta época donde las autoridades olvidan su obligación de destinar el dinero público a sostener los servicios.

Quise destacarlo por la belleza de la zona donde encontré en labor de proselitismo, a Lorena Garibay, la candidata a diputada local que, se ve, tiene pueblo y le manifiesta respaldo. De números ella sabe, como saben los encuestadores y rivales por supuesto, que no se dejarán, como debe ser en una campaña.

MEJORAR LA SALUD

Pero destaco esto que escuché de Lorena entre sus ideas: llama mi atención porque pocos tocan el tema, pareciera que lo evaden, autoridades médicas incluidas. Buscará Lorena la construcción de una clínica de especialidades para atender, sobre todo, a enfermos de Cáncer. Se lo prometió a residentes de la colonia El Rastro Cerro, donde varias familias lloran al ser querido ausente; o cuidan con todo el desgaste físico y material que ello implica, al enfermo que lucha por su vida.

Charlaba Lorena con una de esas personas. Le rodeaba gente de apellidos tradicionales, familias de pescadores que fundaron ese asentamiento al lado del rastro municipal, por ello ese nombre. Los Fourcade, Ruiz, Sánchez, Meza, Chávez, Ramos… allí están, como estaban los abuelos y bisabuelos.

Les hacen falta muchas cosas. Pero redujeron lapso a la queja por la basura que también padecen, el descuido de la tarea policíaca, la nula promoción deportiva o cultural, etc. Prefirieron dedicar más tiempo al tema de un hospital del tipo. Eso indica el drama que viven.

Sabe, Lorena, de eso. Tiene datos que pocos conocemos, incluso la advertencia del IMSS en Ciudad Obregón, del foco rojo que podría ser Guaymas en materia de enfermedades infecciosas, cuyas cifras al alza alarmarían. Es allá, en Cajeme, donde se estableció la clínica de especialidades donde atienden a guaymenses y empalmenses. Están alarmados por el número de pacientes que les mandan.

¿Por qué tanta enfermedad? Lorena también lo sabe. Pero gestionar un centro de atención es el primer paso para caminar a soluciones. Debiera ser una cruzada de todos, principalmente de las autoridades nuestras, pero su inactividad no refleja ese interés.

Qué bueno que Lorena pone el dedo en la llaga y habla de ese hospital que gestionará. Lo han pedido dese hace 15 años, sin éxito, dirigentes obreros responsables como Gregorio Alvarado Sánchez y últimamente Ricardo González Palacios, líder del sindicato de la radiodifusión.

Hoy, esta candidata tiene conocimiento de causa y ofreció hacer lo que sabe. Lo demuestra en sus expresiones. Si fuera diputada –como decía Cantinflas en una de sus famosas películas—, tendrá herramienta para trabajar en lo esencial, y en lo esencial, precisamente, eso en lo que no han trabajado bien, o más bien no han trabajado nada, los representantes actuales.

MEJORARÁ ABASTO DEL AGUA

Comisión Estatal del Agua anuncia –desde Hermosillo, donde se centraliza la administración del servicio—, que mejorará la distribución de agua y habrá más suministro en aproximadamente 22 mil tomas de Guaymas con la operación seis sectores hidrométricos, a partir del 28 de mayo.

La ciudad tiene 13 sectores y solo uno funciona, en la colonia Adolfo de la Huerta. Este lunes lo irán haciendo los números 2, 3, 5, 6, 8 y 11, de Montelolita, Centro, Guaymas Norte, Loma Linda, Villas, y Guaymas Sur. Son 22 mil tomas para unos 78 mil habitantes.

CEA anuncia eficiencia operativa en la distribución porque se controlarán caudales y presiones en la red lo cual reducirá fugas. También reducirá el consumo de electricidad (el “coco” del gasto) en el bombeo.

La mala es que ya se puso el “guarache” antes de espinarse: no descarta problemas en la red, por su antigüedad; habla de “déficit de agua” por eso no se bombea las 24 horas, pero el efecto de un mejor abasto se notará dos semanas después de iniciar la operación.

Eso sí, destaca que es uno de los proyectos más importantes en los últimos 20 años. Yo digo que le apuren, o el inclemente verano regional nos hará ver nuestra suerte.

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+ Uribe y su campaña; Lorena, el reto que va más allá de una diputación; “El Gato” (PRI-Verde) y Porfirio (MAS) comparten eslogan; Villegas ya confronta

 

GUAYMAS, Son.- El ambiente sugería organización, el orden con el que el anfitrión se desempeña y por lo cual su vida empresarial es exitosa.

Diez días antes, Ernesto Uribe Corona entregó personalmente, charla explicativa de por medio, la invitación a un desayuno donde anunciaría por qué y para qué, quiere ser alcalde de Guaymas.

En 70 minutos entendí. Mucha información de por medio, impecablemente expuesta por el panista titular de Obras Públicas en los 90, Jorge Falcón Franco, experto en estos menesteres. Es ese mensaje que los guaymenses de a pié vamos a entender muy bien, luego del grave problema de no poder exigir nada a la autoridad por el caos que vive la ciudad, porque se nos vuelven en contra. Es que quienes cobran por resolver esos problemas no lo hacen, por la común práctica de multiplicar loas a quien, por firmar los cheques, creen que es su jefe.

Y si el jefe no les dice, no trabajan. O lo hacen solo donde el jefe les dice. Pero olvidan quién es el jefe. Se los recordaré: El jefe es el ciudadano que paga impuestos para verlos regresar en servicios; ese ciudadano que enfrenta inseguridad pública, vialidades destrozadas, basura en cada esquina, nula promoción en deporte, arte y la cultura y… para qué seguir.

Ernesto explicó bien cómo el recurso se vuelve humo. Programas federales, del Estado o Municipio se volvieron la principal fuente de ingresos de empresarios y políticos de escasa probidad.

Ese será, le dije, su principal problema: si lo dices, no te apoyarán.

“No los necesito”, dice convencido.

Te enfrentarán.

“Ya lo hacen”.

¿Ninguno te quiere ayudar en la cruzada? le interroga una reportera:

¿Los ves aquí?

No. No estaban allí.

Así que, con eso que dijo, Ernesto Uribe enfrenta ahora el dilema de que la gente lo entienda o no. Si lo entiende, entonces sabrán que el candidato independiente a alcalde sabe cuál es el problema de Guaymas –en singular, EL PROBLEMA, porque solo es uno, que lo engloba todo—, pero si no lo analizan y entienden, los votantes no le darán oportunidad de aplicar soluciones.

Seguirán las cosas como están y no parece que estén muy bien. A menos claro, que empeoren, en caso de que los favorecidos por el caos provocado, haga que tenga éxito la extorsionadora expresión “pudiéramos estar peor”.

Por la noche, Ernesto Uribe y su gente completaron la marcha y mitin –les fue muy bien-- tras el cual se presentó un grupo musical. Un evento como hacen todos, más o menos, excepto los que no tienen con qué pagar. Lo harían, si tuvieran.

No era cualquier grupo. La Tierra, de Cajeme, músicos de añeja presencia y magistral desempeño. Ah, qué música. Tocan con maestría tal, que lo hacen parecer fácil. Y por medio de ellos deja, Ernesto, su mensaje cuando me ataja y dice: “espérame, voy a pedir una canción que me gusta”.

Lidió esa canción como cada vez que están cerca. Es, para él, como un himno:

Empiezan lo acordes, la gente grita, aplaude y surge el mensaje. Alusivo, como para que lo capten los demás candidatos al puesto al que Uribe el Independiente aspira.

El tema habla de búsqueda, de gente que quiere una imagen, una escultura, pero esos hombres ciegos, ven en la oscuridad al filósofo (¿Lo recuerda: Filosopher, de “Yellowstone”?), al que preguntan si sabe a dónde ir. Quiere, quien cuestiona, confirmar que van a un buen sitio, ante la siempre existente necesidad humana de seguir a alguien.

Quiere saber si puede el filósofo sobrevivir el mundo que enseña, si todos podemos vivir en el mundo que predica. El símil del mensaje con el de Ernesto Uribe, es ese:

Cada candidato de los que buscan el cargo de Presidente Municipal ¿puede decirle a la gente que lo siga, que va por buen camino, que tendrá un buen resultado?

Siempre, el ciudadano, como ser humano que es, busca a quién seguir. Estos personajes que ahora le buscan pidiéndole el voto ¿Son merecedores de esa confianza? ¿No serán causa de más años de engaño u omisión; mala intención o falta de capacidad; de falla como consecuencia?

En eso deben pensar sobre todo quienes han llegado y olvidan que en el beneficio primero está la colectividad. Si no pueden, algunos como casos probados y fallidos, a qué van.

Buen mensaje, el de Ernesto, el empresario de moral incuestionable y con muchos ejemplos de qué hacer para que Guaymas recupere su grandeza de antaño.

CORTOS:

1.- Lorena Garibay Ulloa no solo llega a buscar la diputación local por el XIII Distrito.

Viene a demostrar lo que puede hacer por Guaymas, para mantener en alto el apellido que desde los años 30 del pasado siglo se liga al esfuerzo por el crecimiento y bienestar del Municipio.

Don Leopoldo, su bisabuelo, fue alcalde; Oscar, su abuelo, alcalde y diputado; su tío Marcos ya habría sido, pero una lucha por los pescadores de Guaymas le confrontó con el poder empresarial y quedó pendiente esa meta.

Lorena va por esos logros. Tiene con qué la aspirante al Congreso. Lo demuestra en su agenda de acercamiento con la gente.

2.- Un periodista comprometido con la verdad, José Luis Villegas Cosío, cuestiona: ¿Quién plagió el eslogan de campaña “Guaymas merece más”?

El candidato a alcalde por el partido estatal Movimiento Alternativo Sonorense (MAS), Porfirio Villa Brito, lo usó al presentar, el sábado, su propaganda electoral.

Pero también lo presentó el aspirante de la coalición PRI-PVEM-PANAL, el “verde” Luis Alejandro “El gato” Bárcenas, en su arranque al día siguiente.

A ver si lo explican, sobre todo el experto en estrategias de mercado que dio muestras de ir por una campaña fuerte, con un frente amplio, pero le afectaría si su ingenio es tan corto como para piratear un lema, si es el caso.

Ah, ya se dio lo esperado: confrontaron los candidatos a alcalde y diputada local, con el coordinador conjunto de esos colores, Manuel Villegas Rodríguez, el diputado que tampoco renunció para irse a la campaña.

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+ Circo romano, no debate; Astiazarán, el blanco de Lilly; Maloro se sacude la guerra de lodo; Sylvana, paciente y preparada; Durazo, por su más alto nivel, se aburrió


GUAYMAS, Son.- Tendió al aburrimiento el debate rumbo al Senado al caer la tarde de miércoles en Hermosillo.

Pero siempre hay quién no ha visto esas películas y acuden para poder hablar de ellas. Opinar, es libertad de todos, a veces afectada por la pasión que los lleva a reñir por sus preferidos, olvidando que cada quien los tiene y pueden no ser los mismos.

El resumen del circo romano sería un “todos contra Toño”, a partir del machacante bombardeo de la presentadora de televisión Lily Téllez, quien llegó de México para hacer fórmula con Alfonso Durazo, e insistió tanto que consumió en eso la mayor parte del tiempo de ambos, sin averiar gran cosa la carrocería blindada del guaymense.

Lily obligó a Toño a pedirle reducir un poco los dardos con veneno que todo el “debate” le lanzó. Hasta le dijo “tírale a la de al lado”, refiriéndose a Sylvana Beltrones, a quien la comunicadora no tocó ni con el pétalo de una rosa, como confirmando que eso no debe hacerse en esta entidad, pero para Astiazarán, hacerlo se volvió bandera para afirmar que Sonora no tiene dueño y sigue derecho sin quitarse.

Se vio que la lucha es entre dos: Toño y Silvana. Imagínenlos en la fórmula que le negaron a los sonorenses. Las siglas es lo de menos, pues el día 2 será otro México y el sistema de partidos habrá cambiado radicalmente.

Téllez, lejos de ese partido hasta ser invitada a caminar la ruta hacia el Senado, cuestionó a Toño su principal bandera, la inversión en aerogeneradores en Puerto Peñasco. Hace negocios, acusó, con dinero público. El guaymense reaccionó hablando de la bondad del proyecto y mostró recibos en cero por el ahorro que le resulta a 10 mil familias ese programa.

Neutralizó el ataque al explicar que está fuera de asuntos financieros. A juicio mío, habría qué ver si todos los políticos pueden dar esas explicaciones, Lily incluida, ahora que toma un receso para venirse de la CDMX a buscar ser nuestra representante. Si lo hacen, iríamos de sorpresa en sorpresa, pero eso era un debate, no el SAT o un ministerio público.

La candidata del PRI-PVEM-Panal, Sylvana Beltrones, mostró de qué está hecha. Hizo propuestas y si sacó las uñas, fue para defenderse de las damas presentes.

Tensó el ambiente Leticia Cuesta, al acusarla de tener una candidatura regalada y por eso vino a Sonora. La señora Beltrones Sánchez, a 6 segundos de terminar su lapso, dejó de enumerar logros como diputada federal para resumir que le faltaría tiempo para hacer un recuento de sus acciones legislativas en apoyo a la entidad, pero “a ti, te va a sobrar”.

Y eso de que no ha estado en Sonora, por eso no puede presumir logros, el rostro adusto y la voz firme, fueron para centrar el ladrillazo: “es una vergüenza vivir en Sonora y no hacer nada por los sonorenses”. Cuesta también vio exhibido su conflicto con trabajadores a los que despidió sin cubrir obligaciones laborales en las siglas Sonora Ciudadana.

Si hizo eso, seguramente no fue por maldad, pero qué necesidad, pues. Ni modo, en los debates de la política que nos rodea, el ataque, no la propuesta, sobresale. Astiazarán y Leticia también recibieron de Sylvana el “muy rápido aprendieron las mañas panistas”. Y los acusó de ser candidatos de ¡Guillermo Padrés!

Lilly Téllez volvía con sus disparos a Astiazarán, perfectamente bloqueados. Hasta aquí notamos que Alfonso Durazo, un personaje que ha estado en decisiones nacionales, parecía aburrido. Su compañera consumió la mayor parte del tiempo ofrecido a la fórmula y cuando habló, lo hizo con soltura para describir lo que haría su partido al ganar. No se subió al pequeño –para él-- ring. Lo que dijo bastaba.

Sobre ranchos y casas blancas del marido de Sylvana, no permearon el ambiente. Ya nadie se asusta de los políticos ricos. La diputada federal con licencia habló de transparencia en sus declaraciones. Tener ranchos en Sonora es común, por el tipo de economía que se explota, pero --genial respuesta--, es un rancho en nada parecido al que tiene “el jefe de los candidatos panistas, Guillermo Padrés, y otras propiedades aseguradas por el gobierno estatal”.

Téllez tampoco olvidó a Maloro Acosta, a quien le recordó haberlo denunciado por despojos a ejidatarios cuando fue jefe del Registro Agrario Nacional. Lo sentenció: no llegará a ser senador; pero el hermosillense, quien nunca perdió su compostura, le arrojó al rostro que no hubo investigación alguna y a la denuncia le faltó rigor periodístico.

El tema de corrupción prevaleció aún después de terminado. A Téllez le dijo Astiazarán que siempre ha mostrado su 3de3, pero como ella vivía en Mx no se dio cuenta; igual Maloro, cuando la capitalina le señaló el abandono en el que dejó a Hermosillo. El capoteo del Maloro fue que como la ex conductora de televisión no vivía aquí, no se dio cuenta de que recibió colapsado y desfalcado el municipio.

“Más allá de sus reportajes a modo, Lilly Téllez no ha hecho nada por Sonora”, fue su frase digna de análisis.

Téllez –cuya voz parece de mujer enojada… ¿o lo estaba?--, está por presentar sus declaraciones patrimoniales; Maloro le expuso que hace tiempo hizo públicas las suyas, patrimonial, fiscal y de intereses, y que seguía viviendo desde hace 20 años en la misma casita en Hermosillo, pero que en la “guerra de lodo” siempre le sacan ser propietario de islas y yates.

Seguiríamos, pero cansa. Por eso no se transmitió completo el debate. Fueron pocas propuestas y muchos ataques, lo cual no ayuda. Cansa escuchar que nadie es honesto y nadie es buen candidato, cuando todos podrían serlo.

Y muchos se han atrevido a decirlo: Sylvana confirmó saber mucho de Sonora y ha hecho por su entidad de origen. Le favoreció dedicar más tiempo a proponer que a defenderse, o atacar. Si debe haber un ganador, podría ser ella.

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+ Que Sylvana y Maloro siguen arriba; en Guaymas, Morena se lleva todo; terminarán la carretera ¡en agosto!; el PRI corrió a sus mujeres líderes

 

GUAYMAS, Son.- La consultora TM Reporte hizo la última encuesta de considerarse, en estos días de ajetreo electoral.

Y armó polvareda con el encargo del diario Expreso, un medio que quiso exponer –fotografía del momento— cómo va ese tema en Sonora, desde la perspectiva de un trabajo serio, hecho por firmas y personas que en ello juegan su prestigio.

No hubo cambios en lo que hace semanas dicen otras muestras: los candidatos al Senado del PRI-PVEM-Panal, Sylvana Beltrones y Maloro Acosta, están muy arriba en la preferencia electoral, seguidos por los aspirantes de Morena, Alfonso Durazo y Lilly Téllez; luego Antonio Astiazarán y Leticia Cuesta.

Resalta el empate técnico entre PRI y Morena como partidos, pero al hablar de personas, el PRI domina en senadurías, diputaciones y alcaldías. Por la Presidencia de México, Sonora prefiere con más de 40 puntos a Andrés Manuel López Obrador, seguido por el pintado de tricolor, José Meade y el panista Anaya.

En las principales alcaldías, el PRI ganaría Hermosillo, Cajeme, Navojoa, Nogales, Caborca y Agua Prieta; el PAN San Luis Río Colorado; Morena arrebatará Guaymas.

En diputaciones locales, el PRI-PVEM-Panal ganaría 13 de las 21; Morena 4 y el PAN 3; en la federal del 04, Morena se usará para cobrar facturas a los partidos de siempre. Aunque apenas arrancarán las campañas formales, así que podrían modificarse, mucho, las cosas.

Por ello, no se enojen quienes aparecen y no se miren bien en los números. Aunque sí, un poco quienes no, como lo observó la hermosillense Dolores del Río al no ver a su partido, Movimiento Ciudadano, donde debió aparecer. Es solo una muestra, no lo olviden, como muchas que hay.

Y si celebran solo cuando aparecen con buenos números, eso no se vale. O toman la muestra completa, o nada. En todo caso, háganse la suya.

Ilustrativo el resultado en el 04 Distrito: Otto Claussen debe preocuparse por su campaña, ya que está muy abajo del aspirante de Morena, Heriberto Aguilar Castillo, muchacho trabajador e idealista con más de una década de talacha en toda la región, que lo llevó a su ahora envidiable posición, la personal y la de la “ola Peje” esperada.

Pero la encuesta solo transmite criterio del momento, no hechos como que Heriberto es inexperto en eso de cuidar casillas y revisar cuentas; contraste total, la experiencia del exalcalde guaymense, uno de los mejores políticos que ha parido Sonora en los últimos años.

En cuanto a la diputación local del XIII Distrito, picapiedra añejo es Rodolfo Lizárraga. No ganaría nunca por su partido, el PT, pero casualmente, al urgirle cobertura, Morena se alió con las siglas de Jaime Moreno Berry –o éste con Morena— y le dejó la decisión; el obvio fue el dos veces regidor, quien por la misma causa aparece en la encuesta sobre Susana Corella y Lorena Garibay.

Y en la alcaldía de este puerto mal iluminado y lleno de basura, el efecto “Peje” influenciará como en 1997, cuando el Sol Azteca con Cuauhtémoc Cárdenas hizo ganar a muchos. A 21 años de distancia, AMLO revive ese fenómeno y ganaría la misma persona de aquel entonces, Sara Valle, quien supera por mucho a sus adversarios.

Sara, como Lizárraga, es del PT, partido colgado de Morena. Si en aquel entonces le ganó a la institucionalidad representada por el alcalde Edmundo Chávez Méndez, esta vez lo haría a la que representa Lorenzo de Cima Dworak, quien busca reelegirse, amparado en sus buenas amistades hermosillenses, incluidas las del PAN, pero para llegar a esa meta se ve muy depilado el porcino.

El “Gato”, Luis Felipe Bárcenas, aún no muestra qué armas porta. Valdría la pena considerar el comentario que me hacían el fin de semana, sobre la ilegalidad de su candidatura registrada por el Partido Verde Ecologista de México. Estas siglas no habrían completado números en Sonora al finalizar la elección de 2015 y su registro quedó en entredicho. Qué alguien nos explique ¿no?

TIROS RÁPIDOS

1.- En qué lío se metió Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes: anunció que en agosto terminarán la modernización de la carretera federal Estación Don-Nogales. No veo cómo, pero le deseo cumplimiento pleno, para bien de todos. Y ojalá no salgan con que costará más transitarla, pues ya era bastante cara por sus bajas especificaciones y calidad.

2.- El secretario de Gobierno, Miguel Pompa Corella, nos debe explicaciones sobre resultados de la indagación en marcha, sobre “actos de sabotaje y vandalismo que pretenden generar inestabilidad en el Estado y que atentan, en algunos casos, contra la integridad de personas”.

Lo expuesto por el “Potrillo” en amplio comunicado, es grave. Debe luego explicarnos si se resolvió o, de plano, estamos a merced de saboteadores que, eventualmente, escalarían el siguiente nivel para agredir instituciones.

3.- Vino el viernes Toño Astiazarán a encabezar un acto más de su campaña rumbo al Senado de la República. Cortó rabo y oreja.

Allí es donde me hacen dudar las encuestas. Al menos en esta zona, el exalcalde y exdiputado federal, tiene un cartel enorme, que se ha nutrido con la gente que dejó ir el PRI y en otros casos corrió, como ocurrió con las damas del Organismo de Mujeres priístas, incluso ignorando peticiones en contrario de doña Gloria Galindo, la lideresa estatal.

Eso confirma que mandan a la guerra sin rifle a la dirigente local Jimena Jaramillo, quien se sostiene allí por trabajadora y buena onda, más que por el aprecio de la militancia a las siglas.

Y este viernes, en un desayuno en el Hotel del “Pica” Ferreira, el promotor de inversiones Ernesto Uribe Corona, anunciará su campaña política que, confía, lo convertirá en el primer alcalde en la historia de Guaymas por la vía independiente.

Porfirio Villa Brito, del nuevo partido Movimiento Alternativo Sonorense, lo hará al siguiente día en un desayuno con seguidores y militancia, en La Noria, del “Chino” Zaragoza.

La vida útil de Jesús Kumate Rodríguez

HERMOSILLO, Son.- No es costumbre en México reconocer a quienes desde el sector público y con verdadera vocación social dedican su vida al servicio de la gente, o bien contribuyen a resolver sus problemas cotidianos.

Durante más de 50 años, un ejército de voluntarios se desplegó por todo el país en un ambicioso programa de vacunación, salvando millones de vidas de las enfermedades que antaño significaban la muerte segura o dejaban secuelas importantes, limitando la vida y el desenvolvimiento de los sobrevivientes. Un drama que por años se vivió tanto en las regiones más pobres de México como en las áreas urbanas y suburbanas de muchas entidades.

Con los años, ese ejército de héroes logró lo que en muchas naciones del mundo todavía no se logra: La erradicación de enfermedades mortales o el control de las que mediante el contagio pueden derivar en auténticas epidemias, con efectos letales para la población.

Gracias a ese esfuerzo, ahora en México son parte de una historia negra la fiebre amarilla, la poliomielitis, el sarampión, la viruela, la rubeola, el tétanos y el paludismo.

Se presentan otras, como la hepatitis, tuberculosis, meningitis, difteria, tosferina y paperas, pero están controladas al igual que las enfermedades de nueva generación como la influenza y el rotavirus, para las cuales también el sector Salud de México y el ejército de médicos, enfermeras y enfermeros y personal paramédico han atendido con eficacia. Se dice fácil. Nunca lo fue. Se requirió de mexicanos de auténtica vocación social y de auténtico amor a su patria. Kumate fue de esos.

Jesús Kumate Rodríguez nacido en Mazatlán Sinaloa, en 1924 hijo de padre Japonés migrante y de madre (maestra) mexicana. Ha sido una parte muy importante de ese tramo de la historia de la salud pública en México.

Contribuyó notablemente a construirla, porque desde el principio de sus estudios y al egresar de la escuela médico militar en 1946, nunca dudó en orientar su vocación de la medicina hacia los más necesitados y hacia el servicio público, con una mística fuera de serie.

Su especialización en infectología (el estudio de las enfermedades infectocontagiosas, que por lo general golpean a la población más desprotegida), su vocación de maestro en la misma escuela médico militar, en la UNAM y en el Politécnico, así como su pertenencia a las Academias Nacionales de Medicina, Pediatría y de Ciencias, dicen mucho de sus definiciones en la vida. Su ingreso al Colegio Nacional en 1974, sus aportaciones al Colegio de Sinaloa y como miembro del Consejo Consultivo de la UNICEF y presidente ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo convirtieron en un referente obligado de las políticas públicas exitosas de México, para la inclusión de los programas de salud en la lucha contra la pobreza en diferentes partes del mundo.

También dice mucho de sus definiciones en la vida su exitosa actuación como funcionario público, desde la dirección del hospital infantil de México –donde pasó seis años– hasta su paso por la Subsecretaría de Salud con el doctor Guillermo Soberón, en el gobierno del presidente Miguel De La Madrid (1982-1988), donde le tocó la formidable tarea de conducir e impulsar los programas de descentralización de los servicios de salud hacia los estados, empezando con Sonora y Nuevo León bajo el muy justificado razonamiento de que los programas de salud en beneficio de la población abierta —esa que no está afiliada ni al IMSS, ni al ISSSTE ni a ningún sistema de seguridad social— se aplicaran con eficacia y calidad, buscando tanto la ampliación de la cobertura de salud a un mayor número de mexicanos, como las aportaciones económicas de los estados en un porcentaje similar a las realizadas por el gobierno federal.

El doctor Kumate, ya como titular de la Secretaría de Salud en el gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), consolidaría el programa que tres años después Juan Ramón de la Fuente (1997) operaba ya en todas las entidades de México, generando uno de los programas de descentralización administrativa más exitosos realizado por el gobierno federal en la historia moderna.

Como mexicano de excelencia dedicado al ejercicio de la medicina, la docencia, el servicio público y la investigación, Jesús Kumate dejó una muy variada y rica obra escrita en libros y artículos científicos, tales como:

Manual de infectología (1973), La salud de los mexicanos y la medicina en México (1977), Salud para todos: ¿Utopía o realidad? (1989), La ciencia en la revolución francesa (1991) y El cólera (1993), entre otros.

Fue también un distinguido profesor honorario en escuelas de medicina de Venezuela, República Dominicana y Perú.

El Senado mexicano le otorgó la medalla Belisario Domínguez en el 2006, posteriormente recibiría la Eduardo Liceaga.

Jesús Kumate Rodríguez murió el pasado 7 de mayo, y como un distinguido mexicano de excelencia, su muerte no pasó desapercibida.

Sus aportaciones, su profesionalismo, su sencillez y la honradez que lo caracterizaron en el desempeño de sus responsabilidades públicas y privadas en beneficio de la medicina, lo engrandecen y lo ubican en la historia de México como uno de los principales impulsores de la salud pública, con impacto directo en el bienestar de los mexicanos.

Al honrar al doctor Kumate también se honra a aquellos millones de mexicanos que como él, dieron lo mejor de sí, no solo para combatir las enfermedades que como auténtico flagelo golpeara por años a la población mexicana, sino para hacer efectiva y aterrizar en los hechos una de las definiciones de su generación: Esa de que “la salud no es solo ausencia de enfermedad, sino que representa el equilibrio deseado entre el ser humano y su medio ambiente, para el disfrute de sus potencialidades y libertades”.

Y en eso sí, sin duda, su generación aportó mucho, porque con él construyeron un tramo importante de la historia de México, esa etapa de realizaciones en beneficio de la gente que tanto presumimos y que nadie en sus cinco sentidos puede negar.

El Doctor Kumate demostró con su productiva vida de 94 años bien vividos: Que la vocación profesional y su temprana definición por los más necesitados le dieron la oportunidad de trascender y realizarse.

Que no todo en México está y ha estado mal como lo han publicitado los grandes y obsesivos manipuladores de la historia como eso de los “70 años perdidos” o aquella de que “todos los funcionarios públicos son corruptos”.

Que existen y han existido en México servidores públicos de excepción que han dejado aportaciones y un buen ejemplo. Capaces en su trabajo y honrados en el desempeño administrativo y político.

Que ser grande y eminente en la vida y en la profesión no están reñidos con la humildad y la sencillez de la persona. Que se puede trascender en la vida sin perder piso ni marearse.

Que lo logrado con la salud pública de México ha sido un pilar real en la transformación de la realidad nacional en los últimos 80 años. Ya no tenemos los altos índices de mortalidad infantil ni enfermedades como la polio, la fiebre amarilla y el paludismo entre otras, que en otros tiempos fueron el pase automático a los panteones,

Que han existido mexicanos eminentes como Kumate, Reyes Heroles, Torres Bodet, Ortiz Mena, Carrillo Flores, Hernández Terán, Fernando Solana y otros que realmente contribuyeron a construir un tramo importante de la vida de México. La del Doctor Kumate, una vida realmente ejemplar, sin duda.

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