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Columnas

La "colombianización" de México

GUAYMAS, Son., 1 de Agosto de 2018.- Hace 8 años, Ernesto Samper Pizano, quien fuera presidente de Colombia, publicó en el diario madrileño El País, un artículo donde plasmaba sus impresiones respecto a lo que debieron hacer para poner freno, dar reversa y encaminarse a acabar con el crimen organizado que en el tráfico de estupefacientes tenía su principal fortaleza.

El país se iba al fondo, las familias se desmembraban, la juventud se perdía, la práctica criminal al alza no abonaba a la confianza internacional y debieron realizar acciones que describe con claridad.

La situación actual de México, recordada dolorosamente en esta región las últimas semanas por la ola violenta que nos sacude, hace que Muralsonorense.como recuerde y exponga el artículo publicado por el político suramericano, como una receta viable para encaminarse a la misma meta: recuperar el país, recuperar a México y nuestras ciudades.

Este es el documento:

“Los sapos, como animales que son de sangre fría, no pueden percibir con facilidad los cambios lentos en la temperatura de su entorno; se han realizado experimentos patéticos sobre esta extraña condición colocando algunos de estos pobres batracios en recipientes con agua fría que se va calentando, lentamente, hasta que, al llegar al punto de ebullición, se cocinan vivos sin darse cuenta.

Algo parecido les sucede a las sociedades víctimas de fenómenos como el del narcotráfico; la dialéctica de la plata o el plomo que a través de la corrupción o de la intimidación utilizan los carteles para comprar o conseguir protección jurídica y política frente a sus crímenes, termina produciendo un efecto anestesiante en la opinión nacional que no se da cuenta de que, de esta forma, las organizaciones criminales van destruyendo progresivamente las instituciones que deberían derrotarlos.

La lucha contra el narcotráfico debe estar por encima de las ideologías y ser una política de Estado

En Colombia vivimos este fenómeno en los años ochenta cuando el terrorismo y la corrupción propia de los grandes carteles desafiaron abiertamente la fuerza pública, la justicia, el periodismo, los partidos políticos, los organismos de control y los intelectuales independientes. Nadie podía considerarse a salvo de los disparos de sus sicarios suicidas o de los cheques corruptores de sus cuentas bancarias escondidas.

El embrujo se rompió cuando el cartel de Medellín ordenó el asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán que había levantado en solitario unos años atrás la bandera del combate contra el crimen organizado. Su audacia le costó la vida pero sirvió para que el país se despertara y se diera cuenta de que los poderosos carteles no desfallecerían hasta no ver arrodillados o enterrados a quienes consideraban, dentro del sistema, como sus enemigos.

A partir de la Constitución de 1991 la clase dirigente colombiana asumió de frente el combate del narcotráfico y sus secuelas como una política de Estado que, independientemente de cualquier consideración ideológica, debería comprometer a todos los Gobiernos en la erradicación de estas organizaciones criminales.

Se revisaron esquemas operativos, se protegieron jueces y periodistas, se depuró la policía, se expidieron normas draconianas sobre penas y cárceles, se consagró la extinción del dominio de bienes producto del crimen, se reglamentó el lavado de activos y, posteriormente, durante mi Gobierno, se restableció la extradición de nacionales.

Esta decisión, que tuvo ribetes de una cruzada, al principio considerada suicida, nos permitió desarticular los carteles de Cali y Medellín y sentar las bases de una política coherente que todavía hoy, 20 años después, se aplica.

México está a tiempo de aprender la dolorosa lección colombiana de los años ochenta. Aunque el presidente Calderón ha declarado la guerra a los poderosos carteles de la droga en México, existe la percepción afuera de que esta lucha la está librando solo ante la mirada crítica o escéptica de muchos sectores que piensan que se trata de una política del Gobierno que no los compromete.

Algunos de ellos, como mi buen amigo Jorge Castañeda y el propio ex presidente Fox, inclusive hablan de conseguir una especie de acuerdo de paz con los narcos para regresar al modus vivendi de los últimos años y restablecer así un supuesto "balance" entre la criminalidad y la institucionalidad.

Si este acuerdo llegara a darse, sería el comienzo del fin del Estado de derecho de México porque encarnaría la versión mexicana de la teoría del apaciguamiento de Chamberlain quien proponía dejar que Hitler invadiera solamente a sus vecinos para no exacerbar más allá sus ánimos imperialistas.

Los mexicanos podrían colombianizar en el mejor sentido su estrategia de lucha contra la droga si consiguen convertirla en una política de Estado y adoptan medidas de fondo como las que se adoptaron en su momento en Colombia en relación con el combate de las fuentes de financiamiento y reciclaje de los dineros obtenidos con el crimen.

Proponer a estas alturas, como lo han hecho con alguna ingenuidad algunos intelectuales mexicanos, la legalización de la droga como una salida alternativa es como ofrecerle lecciones de natación a un sobreviviente en la mitad de un naufragio.

Lo que aquí está en juego no es si las drogas ilícitas deben o no ser reprimidas -y la discusión es válida en un contexto distinto- sino la propia supervivencia de las instituciones mexicanas como parte de un Estado social de derecho internacionalmente reconocido. Esta decisión colectiva debe partir de consenso sobre la gravedad de la situación para evitar que al país, como en el cuento del sapo, lo cocinen lentamente las fuerzas criminales que hoy lo intimidan.

Ernesto Samper Pizano fue presidente de Colombia.

* Este artículo apareció en la edición impresa de El País, del martes 5 de octubre de 2010

La carta que AMLO envió a Trump

+ Genera esperanza en los mexicanos; se percibe la intención de devolver a México su capacidad de desarrollarse

 

CD. DE MÉXICO.- El texto siguiente es la carta enviada por el virtual presidente mexicano electo, Andrés Manuel López Obrador, y su contenido creó un ambiente con tendencia a mejorar las negociaciones bilaterales entre México y los Estados Unidos, sobre todo en la renegociación del Tratado de Libre Comercio, acuerdo que traza metas comerciales de los tres países del norte de América:

“Sr. Donald J. Trump

Presidente de los Estados Unidos de América

Deseo, en primer término, agradecerle la buena disposición y el trato respetuoso recibido por parte de usted a partir del pasado 2 de julio cuando sostuvimos una amplia conversación telefónica. Aprecio también la asistencia de una delegación de secretarios de su gabinete y otros altos funcionarios a mi oficina, para iniciar conversaciones sobre el futuro de la relación de nuestros países.

Como lo adelanté en nuestra conversación, le comparto la siguiente propuesta cuyo fin es iniciar una nueva etapa en la relación entre México y Estados Unidos basada en el respeto mutuo y la identificación de áreas de entendimiento e intereses comunes.

Propongo a usted, en primer lugar, hacer un esfuerzo por avanzar integralmente en las áreas sustantivas en las que está la esencia de la relación bilateral: el comercio, la migración, desarrollo y seguridad. Desde luego, existen otras áreas muy relevantes en nuestro futuro, pero considero que es necesario encontrar un camino común en estos cuatro temas para poder avanzar en otros puntos de la relación bilateral.

México, señor presidente Trump, es el hogar para el mayor número de estadounidenses que viven fuera de la Unión Americana. De la misma forma, Estados Unidos es el hogar más grande de mexicanos fuera de nuestras fronteras. Considero que el entendimiento que le propongo en esta carta nos debería conducir a un trato, digno y respetuoso de estas comunidades.

En materia de comercio, me parece que vale la pena hacer un esfuerzo por concluir la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Pienso que el prolongar la incertidumbre podría frenar inversiones a mediano y largo plazo, lo cual evidentemente dificulta el crecimiento económico en México y, por ende, la estrategia del gobierno que habré de encabezar, que busca generar empleos y mejores condiciones de vida para todos los mexicanos. En este punto le propongo reanudar las negociaciones con la participación de los representantes de México, Canadá y Estados Unidos. Nuestro equipo de transición participaría en coordinación con los funcionarios del actual gobierno mexicano.

Respecto a migración, debo comentar que el propósito más esencial de mi gobierno será lograr que los mexicanos no tengan que migrar por pobreza o violencia. Procuraremos que la emigración sea optativa y no necesaria. Nos esforzaremos en lograr que las personas encuentren trabajo y bienestar en sus lugares de origen, donde están sus familiares, sus costumbres y sus culturas. Para lograr este propósito fundamental, el gobierno entrante llevará a cabo el más grande esfuerzo que se haya realizado nunca en México.

El nuevo proyecto de nación que llevaremos a la práctica consistirá en desterrar la corrupción, abolir la impunidad, actuar con austeridad y destinar todo lo que se ahorre a financiar el desarrollo del país.

Desde el 19 de diciembre de este año, dispondremos de mayor inversión pública la cual será utilizada como capital semilla para fomentar la inversión privada y para destinar presupuestos significativos a la producción, la creación de empleos, la reactivación del sector agropecuario y energético, la educación, la cultura y la salud; así como el financiamiento del desarrollo regional de sur a norte, con la puesta en práctica de proyectos para retener a la población en sus pueblos, ampliando oportunidades de trabajo y bienestar.

Así, por ejemplo, vamos a sembrar un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables en el sureste del país, tanto para efectos de restauración ecológica, como para crear cuatrocientos mil empleos. Se fomentará el turismo en el Caribe y en las zonas arqueológicas de las culturas olmeca y maya, porque vamos a construir una línea férrea para un tren de alta velocidad que recorrerá la ruta Cancún-Tulum-BacalarCalakmul-Palenque.

También se creará un corredor económico y comercial en el Istmo de Tehuantepec. Este proyecto implica aprovechar la ubicación estratégica de esta franja del territorio nacional para unir al Pacífico con el Atlántico y, con ello, facilitar el transporte de mercancías entre los países de Asia y la costa este de los Estados Unidos. Se trata de un corredor de 300 kilómetros, donde se construirá una línea ferroviaria para el transporte de contenedores. Se ampliará la carretera existente, se rehabilitarán los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, se aprovechará el petróleo, el gas, el agua, el viento y la electricidad de la región, y se instalarán plantas para ensamblar piezas y fabricar artículos manufactureros. Toda esa franja del Istmo se convertirá en zona libre o franca. Como es obvio, este proyecto se llevará a cabo sin menoscabo de nuestra soberanía y se promoverá con la participación del sector público, privado y social. En este caso, como en cualquier otro proyecto, se tendrán en cuenta los impactos ambientales y no se pasará por encima de los derechos de los pobladores y de los propietarios de las tierras, por el contrario, serán tomados en cuenta, consultados e incorporados como parte sustantiva del proyecto. En particular, los dueños de las tierras que formarán parte de este corredor serán invitados a participar como accionistas de la empresa que se constituya con este propósito. La construcción de estas obras y las fábricas que se instalen, generarán un importante número de empleos y se evitará, con ello, que los jóvenes de la región sigan emigrando hacia el norte en busca de trabajo.

Asimismo, fomentaremos el desarrollo a lo largo de los tres mil ciento ochenta y cinco kilómetros de frontera con Estados Unidos y allí se creará una zona libre o franca para promover la inversión, el desarrollo productivo y tecnológico, así como la creación de empleos. Esta será la última cortina para retener trabajadores en nuestro territorio.

De manera puntual señalo lo siguiente: se van a recorrer las aduanas mexicanas hacia el sur, tierra adentro, de veinte a treinta kilómetros de la línea divisoria; en la zona libre o franca se reducirá el Impuesto sobre la Renta (ISR) a 20 por ciento; el Impuesto al Valor Agregado (IVA) será de 8 por ciento en promedio, la mitad de lo que se cobra en la actualidad. Específicamente, en las ciudades fronterizas de México se aplicará la misma tasa impositiva que en el lado estadounidense; es decir, en California, cobran 8.5 por ciento, en Arizona, 8.2; en Nuevo México, 7.5; y en la frontera con Texas, 8.2 por ciento; se reducirán Impuestos Especiales a la Producción y Servicios (IEPS) para establecer tarifas y precios de gasolina, diésel y electricidad, iguales a los de Estados Unidos; desde el 1 de enero de 2019, en toda la zona libre de la franja fronteriza, se aumentará el salario mínimo a cuando menos el doble de lo estipulado en la actualidad.

Se trata de un asunto de justicia y sin riesgos de inflación porque habrá, como lo hemos dicho, reducción de impuestos y de precios de energía, de tal manera que, al subir el salario y bajar otros precios, el nivel general de precios quedaría igual o, incluso, podría bajar; en todas las ciudades de esta zona libre fronteriza se llevará a cabo un plan de desarrollo urbano integral que incluirá el ordenamiento del uso del suelo, la introducción de agua potable, drenaje, pavimentación de calles, construcción de vivienda, guarderías, unidades deportivas, espacios culturales, escuelas, hospitales y otras obras y servicios.

Habrá muchos cambios, señor presidente Trump. Y en este nuevo ambiente de progreso con bienestar, estoy seguro que podremos llegar a acuerdos para enfrentar juntos tanto el fenómeno migratorio como el problema de la inseguridad fronteriza, sobre la base de la cooperación para el desarrollo y bajo la premisa de que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. Todo ello con absoluto respeto a los derechos humanos.

También, como se lo manifesté en nuestra conversación telefónica, considero que debe atenderse de manera integral y de fondo el problema migratorio, mediante un plan de desarrollo que incluya a los países centroamericanos, donde millones de habitantes no tienen oportunidades de trabajo y se ven obligados a salir de sus pueblos para buscarse la vida y mitigar su hambre y su pobreza.

Le comparto que mi gobierno está dispuesto a presentar a nuestro Congreso de la Unión la iniciativa y propuesta presupuestal para contribuir con recursos económicos y experiencia propias en este esfuerzo conjunto. Si en este plan participamos Estados Unidos y México e incluimos a los países centroamericanos, aportando cada uno de acuerdo a la dimensión de su economía, podríamos reunir una considerable cantidad de recursos para el desarrollo de la región, los cuales se destinarían en un 75 por ciento a financiar proyectos para crear empleos y combatir la pobreza, y el restante 25 por ciento, al control fronterizo y a la seguridad. De esta manera, reitero, estaríamos atendiendo las causas que originan el fenómeno migratorio. Al mismo tiempo, cada gobierno, desde Panamá hasta el Río Bravo, trabajaría para hacer económicamente innecesaria la migración de sus ciudadanos y cuidar sus fronteras para evitar el tránsito ilegal de mercancías, armas y tráfico de drogas, lo cual, consideramos, sería la forma más humana y eficaz de garantizar la paz, la tranquilidad y la seguridad de nuestros pueblos y naciones.

Señor presidente Trump, espero sus comentarios a mi planteamiento que busca alcanzar un entendimiento amistoso y de respeto mutuo con usted, con su pueblo y con la gran nación que representa.

México y Estados Unidos han sido dos países que, entre otras cosas, por su situación geográfica han tenido una historia en común fuera de serie. Ha habido momentos de tensión y diferencias como otros de entendimiento y respeto. Nos unen muchas cosas buenas. Lazos que no se pueden romper: cultura, idioma, tradiciones y, sobre todo, una larga amistad y mucha solidaridad. En honor a todo ello es que debemos seguir trabajando de la mano para ayudarnos mutuamente.

En cuanto a lo político, me anima el hecho de que ambos sabemos cumplir lo que decimos y hemos enfrentado la adversidad con éxito. Conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro y desplazar al establishment o régimen predominante. Todo está dispuesto para iniciar una nueva etapa en la relación de nuestras sociedades, sobre la base de la cooperación y la prosperidad. Hagámoslo.

Le mando un abrazo afectuoso,

Andrés Manuel López Obrador

Estas líneas...

+ De cuando no era fácil seguir a AMLO; Heriberto Aguilar es un “morenista” ejemplar; Santa, su hermana, llega por el camino del trabajo y la lealtad

 

GUAYMAS, Son.- Hace 12 años acudí a la sala del Cabildo a cubrir un evento que sería rutina, supuse, al instalarse el gobierno municipal que encabezó como presidente del Ayuntamiento, el destacado político Antonio Astiazarán.

Que la mayoría de los regidores de ese Cabildo aprobaran todo y la oposición lo rechazara todo, confirmaba esa rutina. Se caminaba en acuerdos para modificar reglas y plantear lo que seguía.

Pero atrajo mi atención un regidor en especial: Heriberto Marcelo Aguilar Castillo, ingeniero civil, novato en el campo grillo pero muy interesado en el marco legal de cada propuesta del alcalde.

Quería hablar, no lo dejaban, lo “mayoriteaban” los del partido dominante votando lo que les pedían. Así sucede, bueno o malo, no sé, pero les piden “lealtad a las siglas” y los persuaden de que será mejor así.

Tras verlo “perder” todas, el alcalde entrecierra sus ojos como meditando en lo que quería ese muchacho cuyo arribo al Cabildo fue a través del desde entonces dividido PRD. Le pide tomar la palabra y exponer lo que considerara conveniente.

Muy serio, con voz baja, Aguilar Castillo deja caer su “señor presidente, lo que está usted pidiendo que le aprueben, y se lo están aprobando, no es posible”.

El alcalde que construyó el parque infantil, el bulevar Félix Serna, terminó el Malecón Turístico y su hermosa fuente danzante, mejoró la vialidad y la movilidad e impulsó el turismo de cruceros, mostró su rostro intrigado al cuestionar de qué hablaba el regidor.

La lista de acuerdos repetida por Aguilar terminó con el baldazo de agua fría: “usted está promoviendo acuerdos que se basan en una ley derogada hace seis meses”.

La sala enmudeció. La audiencia completa dirigimos la vista hacia el alcalde Astiazarán, quien giró en su silla y llamó a Tranquilino Javier Aguilar, quien debutaba como titular municipal de Asuntos de Gobierno y respondió, sonrojado, con un vacilante “sí, señor”.

“¿Qué paso con eso?”

Titubeante, responde: “déjeme revisarlo, señor”, y desapareció en la oficina adjunta. En el camino, con la discreción debida, se corrigieron las cosas que habrían violado la ley. Y Heriberto había demostrado a qué iba al Cabildo.

Desde 2006, cuando el PRD perdió la confianza ciudadana, Heriberto siguió de frente con Andrés Manuel López Obrador. Allí estaba cuando se fundó Morena con el tabasqueño planteando “un nuevo proyecto de nación” y convocando a los que llamó “promotores del cambio verdadero”.

Huelga mencionar su esfuerzo. Heriberto recorrió todo Sonora, poblados que ni en mapas aparecen. Lo escuché hablar de la gente, cómo le recibían, qué opinaban del famoso “Peje” y siempre, optimista, hablaba del triunfo tan necesario para el país.

Llegó el 2012 y ser –así decía la campaña pagada por los poderosos -- “un peligro para México”, fue la mejor publicidad negativa que impidió el tabasqueño ganarle a Enrique Peña Nieto. Ni modo, a esperar los nuevos tiempos, pero nunca, dijo Heriberto, deberían bajar la guardia.

En 2015 fue candidato a alcalde. No ganó y para seguir en el proyecto nacional, democráticamente ofreció la regiduría que tocaba a Morena. Recuerdo haberle sugerido asumirla. El número de la suerte fue para Enrique Enríquez, quien pronto, por un plato de lentejas, se alejaba de los principios de Morena y la intención de Aguilar Castillo. Tuve razón.

Hoy nadie debe llamarse sorprendido. Heriberto quizá no hubiese ganado la elección, pues comúnmente los votos no eran determinantes. Esta vez lo fueron porque se cuidaron. Había mucha gente involucrada en la demanda de ese “cambio verdadero”.

Ganarle una elección a Otto Claussen, experto en ganarlas, era impensable. Lo hizo, así que tienen gran mérito los votantes, primero, luego la persistencia de Heriberto. Perseveró, firme, y llegó.

Sostiene ese mismo espíritu al hablar de su plan de trabajo en el Congreso federal y lo que dice no se parece en nada a los comentarios prosaicos de los políticos tradicionales.

No se vale llamarle improvisado o desconocido, pues equivaldría a cuestionar el camino de Morena –en realidad, de López Obrador, con el vehículo que usted quiera. Y es su amigo— o a confirmar quienes lo hagan, que no lo conocen y no creían en lo que venía.

Es un lopezobradorista puro, de cuando –reza común de mis amigos del café—“daba vergüenza ser lopezobradorista”. Por eso cuando se buscó un candidato para este Distrito, nunca se dudó en escogerlo.

Ya que llegamos a esto, agreguemos la circunstancia similar vivida por sus familiares. Apoyaron, alentaron, trabajaron con él. No es raro entonces, que Santa Agustina, su hermana, haya sido incluida en la lista. Considerarla para el Senado podría ser demasiado, pero era leal al movimiento y muy trabajadora. Además, era la número 15. Lejos.

Pero la locomotora que arrolló a todos hizo el cambio. Hubo espacio. Ahora es Senadora plurinominal electa.

De ello, Heriberto Aguilar menciona: “Es una ciudadana con su propia autonomía y proceder político como cualquier compañera o compañero del partido; incluso hemos tenido posicionamientos muy distintos al interior del partido; el punto es, es parte de un proceso en la designación de las representaciones plurinominales. Fue el procedimiento de tómbola en la que participaron muchas y muchos ciudadanos del país y que por cuestión de suerte o por el Creador, fue favorecida en la posición 15”.

Y sigue diciendo el ahora diputado federal electo:

“Además por el triunfo electoral de muchos compañeros que estaban en la “pluri”, por la vía del voto se recorre la lista y Santa asciende al 6º lugar; fue como le tocó este honor de ser represente en el Senado”.

Santa también tiene su  criterio al respecto, pero por razones de espacio, lo dejamos para la próxima, porque vale la pena escribir estos temas en un momento político en el que la frase más célebre del temido y respetado guerrillero yaqui, Cajeme, cobra gran vigencia:

“Antes, como antes; ahora, como ahora”.

Estas líneas...

+ Modificar leyes, cosa común en los mandos; la lucha por el poder, hoy debe ser la lucha por un mejor país, por eso votó la gente; toca a Morena entender qué le pidió el votante

 

GUAYMAS, Son.- Por qué asustarse cuando alguna autoridad busca garantizar metas diseñadas para que, a su juicio, mejoren las cosas, como por una parte lo hizo la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano, y otra el Congreso de Sonora, para lo cual modificaría leyes y reglas.

Para evitarlo, fue rápida y estruendosa la “revuelta” encabezada por la corriente aún opositora de Morena, ese medio por el cual por fin Andrés Manuel López Obrador alcanzó el poder en el país y arrastró hacia las alturas a innumerables candidatos cuya tarea aún es un texto en sánscrito, aunque también los haya, en algunos casos, muy buenos.

Lo importante es que la lectura del proceso electoral terminado el 1 de julio debe dimensionarse con claridad, pero no solo por los que perdieron; los triunfadores deben hacerlo con mayor profundidad para que entiendan el suelo que pisan.

Volviendo al punto inicial, se mira perfectamente aceitada la maquinaria que llevó al triunfo a Morena en Sonora. Y hay detalles que atraen sobre los nuevos tiempos de la política en la entidad.

Uno, es que la gobernadora ante la inquietud generalizada, escuchó, analizó y actuó como una representante de todos los sonorenses, lo que es; pidió a los diputados no discutir iniciativas de reformas y los invitó “a continuar el proceso de reflexión y consenso antes de someterlas a votación”.

Y el remate: “Sonora debe de seguir avanzando”. Por supuesto.

Las reformas que se discutirían este miércoles 18 de julio en el pleno del Congreso estatal, incluían temas como la transferencia del transporte a municipios, propuesta por la Gobernadora Pavlovich, y reformas constitucionales, en este caso, propuestas por diputados miembros de la permanente, así como el tan buscado retiro del fuero para servidores públicos de los tres poderes de gobierno, más transparencia en procesos legislativos y más fuerza al Congreso estatal.

Como haya sido, la gobernadora escuchó, los diputados asumieron al papel reclamado por muchas voces y en ambas partes existe la disposición de escuchar.

Las reacciones ante la nueva posición de gobernadora y Congreso han sido positivas. Autoridades y representantes aplaudieron la respuesta y entre ellos hay gente de todos los partidos, desde dirigentes panistas y el ya no tan panista senador Francisco Búrquez, hasta la gacela Gabriela Guevara.

MORENA: OBLIGACIÓN DE SER DISTINTO

Luego de la ola –tsunami, pues—lopezobradorista, el nuevo escenario político requiere análisis desde otra perspectiva, pero partiendo de que todavía hay representantes electos hace tres años.

Los “nuevos” --sé que ya saben, pero no lo olviden—llegan a partir de septiembre y no deben olvidar por qué ganaron, qué quería la gente cuando entregó el voto a quienes vio con esperanza.

¿Esperanza de qué? De un cambio, sí, pero no es fácil entender esa manifestación y sus causales.

Menos si alguien tomó parte en un proceso electoral complicado y jamás pensó en ganar, lo cual le tiene en el umbral de una tarea que le es desconocida y por consiguiente, debe comenzar a dar los pasos para aprender qué se necesita para provocar ese cambio que las mayorías, los que no se ponen en la fila para alcanzar un puesto, esperan ver desde ya.

Deben entender que es el poder lo que está en juego y soltarlo no es parte del plan de nadie. Ningún partido acudirá por su acta de defunción y se despedirá de las ventajas de su existencia ni lo harán tampoco los políticos, sobre todo quienes por años han usufructuado ese poder, acostumbrándose a lo beneficioso de ello.

La reacción de Morena ante la posible modificación de leyes y toma de ventajas de quienes hoy mandan, es tan normal como lo será la reacción de los futuros opositores cuando el morenismo busque afianzarse en el poder y desde su punto de vista, imponer el rumbo a seguir.

La interrogante es, si resistirán la tentación no resistida por aquellos a los que enfrentaron por hacer mal las cosas y por eso deberían irse. La respuesta será el cimiento del futuro trabajo político que nos llevaría, dijo López Obrador –y le creemos—a recuperar el país arrebatado al pueblo y convertido en una oficina de negocios de rostros muy vistos y otros no tanto, pero que ya salen a la luz. Si no es así, nada cambiará y el mando “del pueblo” será flor de un día.

En síntesis, Morena debe dejar de pensar como oposicionismo típico, el que piensa que si lo hace aquel, está mal, pero si lo hago yo, está bien. México quiere un gobierno responsable y lo demandaron 30 millones de votos, así que la responsabilidad es mayor aún y no resultará nada fácil cumplir con ella. Deben ser muy rápidos en aprender lo que sigue.

El pueblo seguirá a la espera de lo prometido y, espero, en el camino deberá aprender más sobre cómo exigir lo que corresponde. Si no, de nada habrá servido la lucha que puso a México en el camino de la forma de gobernar donde los valores prevalecen, la que se perdió hace tiempo.

Estas líneas...

+ Si habrá cambios, pero algunos se cuelgan en la lista; el “Negro” Saldaña seguirá en campaña; Susana Corella presenta proyecto de obras a la alcaldesa electa... a Lorenzo no

 

GUAYMAS, Son.- Claudia Pavlovich está “decidida a seguir trabajando a favor de los sonorenses, en un escenario de pluralidad política” y habla de respeto institucional con las próximas autoridades federales, municipales y Congreso del Estado.

Lo declaró al iniciar esta semana de nutrida agenda, pero centró la atención de sus expresiones el mensaje final: entre sus colaboradores cuenta con “gente muy buena y comprometida”, pero en los próximos días analizará posibles cambios en su equipo “siempre buscando que éstos sean para mejorar”.

Fue versión oficial contra especulación sobre una lista de cambios –ya van 3--, que varían entre sí, pero en todas, incluyen al secretario de Gobierno, Miguel Pompa y a gente muy apreciada por la gobernadora Pavlovich, como Natalia Rivera.

La última lista menciona al derrotado aspirante a diputado federal Otto Claussen, como titular de Seguridad Pública cuando despidan a Adolfo García Morales. Como  secretario de Finanzas iría Guillermo Hopkins.

Certeza de tales menciones no existe. Habrá cambios, pero los hará quien debe hacerlos, la gobernadora, porque es ella quien da cuenta de su gobierno a los sonorenses, no quienes se cuelgan de estos anuncios para autopromoción.

Cada cambio es antecedido por este tipo de prácticas, no lo olvide. “Son sondeos… creo”, me decía un experimentado político serrano. Cierto.

Por lo demás, la oferta de la gobernadora sostiene que las acciones en beneficio de los ciudadanos sin distingo de colores, siempre serán la prioridad de su gobierno. No le saca la vuelta a trabajar en un ambiente de pluralidad. Siempre lo ha hecho así.

La jefa del ejecutivo sonorense se encontrará este jueves con el que será nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante la Conferencia de Gobernadores (Conago) y allí comenzara a hacer lo que sabe. Bien por Sonora.

Como muchos sonorenses, expresó su beneplácito de que Alfonso Durazo vaya a ocupar la Secretaría de Seguridad Pública federal, “pues ello seguramente se reflejará en apoyo para la entidad”.

Y para quien opinan que somos inseguros, resaltó que de acuerdo a las estadísticas, Sonora “nos guste o no, somos el segundo estado más seguro, así lo dice el Inegi, no lo decimos nosotros”.

Remata optimista: “y ¿Qué es lo que esperamos? Pues no quedarnos ahí, sino ser todavía mejores”.

En cuanto a que Guillermo Hopkins asumirá el control de las finanzas estatales, puede ser. Lo que puede darse por hecho es la influencia que tendría el colosismo que crece hoy a través de Morena. Tiene lógica, a partir de que Alfonso Durazo, muchos votos de por medio, camina a ser el hombre fuerte del estado tras modificarse dramáticamente el escenario del poder a partir del 1 de julio.

FIGURAS PARA EL 2021

“El Negro” Jesús Saldaña tuvo tantos votos en Guaymas, que ya le recomendaron mantenerse en escena para el 2021, cuando no habrá tsunamis lopezobradoristas haciendo ganar a cualquiera en el país.

Las cuentas colocan en tal posición a quien fuera candidato del PAN-PRD a la diputación federal del 04 Distrito, quien aquí tuvo 13 mil votos, los que tuvo el “Gato” Luis Alejandro Bárcenas, y 4 veces más que Lorenzo de Cima Dworak, el alcalde que quiso reelegirse.

CORTOS:

1.- La diputada federal Susana Corella anunció a la alcaldesa electa de Guaymas Sara Valle, 10 millones de pesos para rehabilitar el bulevar Benito Juárez.

En un comunicado dice que se reunió con Sara en la Ciudad de México, donde coincidieron que “la prioridad es trabajar por Guaymas”.

Es dinero de proyectos de desarrollo regional por 154 millones de pesos para Guaymas y los trabajos los considera Susana, prioritarios para la movilidad citadina. Rehabilitarán el pavimento hidráulico construido por Florentino López Tapia (1988-1991) y mejoras adjuntas, que incluyen luminarias ecológicas con celdas solares --¡Órale!: se acabaron los corruptos contratos de arrendamiento de luminarias… ya comenzó bien el “morenismo”—y en 15 días inician.

Nótese: ni en cuenta Lorenzo de Cima. Así, el rompimiento de la legisladora con el alcalde que se volvió un monarca de mano derecha metida en su casaca, quien cuando el pueblo le advirtió que no se estaban haciendo bien las cosas, asumió una actitud tipo Carlos Salinas de “ni los veo, ni los oigo”.

Sara no tiene aún el poder pero sigue el juego. Sabe que no tendrá un día de campo con la ruina que el Lorenzo del drama guaymense le hereda en la Tesorería, donde no haya como tapar agujeros el “Lito” Bueno, un profesional cuyo buen desempeño en el trienio de Carlos Zataráin se manchó al aceptar una quincena que le sacará canas verdes en el corto futuro.

2.- La ciudadanía pide a quienes no lograron su meta de ser alcalde, participen en el próximo Cabildo, a ver si así se recupera el respeto que se le tenía a esa instancia.

Así demostrarían su intención de ver por Guaymas y acelerar la recuperación del daño que refleja, por culpa de las administraciones a cargo de negociantes que ofertan bienes y servicios públicos como si fueran de ellos.

3.- Al terminar la reunión con el Presidente Electo de la República Andrés Manuel López Obrador, diputados federales y senadores electos, acordaron cosas interesantes:

Aquí van algunas: Reducir sueldos de altos funcionarios y eliminar privilegios; crear la Secretaria de Seguridad Pública, eliminar el fuero, reformar como Delito Grave la corrupción de servidores públicos, robo de combustible y Fraude Electoral; el Estado Mayor pasará a la Secretaria de la Defensa Nacional, revisarán el Decreto de la Privatización del Agua y de las leyes de la Educación Pública, que será gratuita.

Y mire esto: Ley para la Consulta de Revocación del Mandato del Presidente de la República en 3 años.

También se eliminará la burocracia excesiva, reorganizarán a los trabajadores que sirven al Estado y se acabará con las Delegaciones Federales para crear coordinaciones. Y falta lo que surja de su reunión con gobernadores y alcaldes electos.

Sí, creo que viene un nuevo país.