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Columnas

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+ Se aburren del alcalde, empresarios; otra vez, obuses jóvenes contra Jimena en el PRI; se manifiesta un independiente; PRD y PAN, juntos

 

GUAYMAS, Son.- Cuando Lorenzo De Cima llamó –otra vez—a empresarios para explicar eso de pagar menos dinero por las luminarias --15 en lugar de 14—compradas por el panismo de César Lizárraga y Alonso Arriola, surgieron aristas muy interesantes.

Primero, pagar un millón más provocó “sospechosismo” del director jurídico, Carlos Mexía, quien pronto fue epicentro de la sospecha general de que “se conformaba” con eso para él y cercanos. Algo hizo luego, que el regidor del PRD, José Guzmán, viró y se puso en contra de la Comisión enviada a la CDMX para tocar el tema cuyo viaje, al final quedó en un simple paseo.

Segundo, que esta vez los grandes empresarios no fueron. En el mejor de los casos, enviaron a sus retoños que pronto asumirán las obligaciones de las empresas, o a sus gerentes. Se cansan pues, de opinar para nada.

Asistieron entre otros, Esteban Terrazas, Francisco Uribe, Rogelio Sánchez, Toño De la Yata, Rodolfo Zaragoza, Gabriel Véjar, Juan Dworak, Heberto Ferreira, Ernesto Uribe y Martín Gándara, pero no estaban ni Octavio ni Toño Llano o Luis Felipe Seldner.

Pero al margen la fórmula financiera/mágica que hace más grande el 14 que el 15, extraigo dos nombres: Francisco y Ernesto Uribe. Son primos.

Lo hago porque hasta ellos llegó el toque del diablo. Los buscadores de candidatos independientes les ofrecieron encabezar planillas, como a varios más de la comarca. En el primer caso, el discreto y exitoso gasolinero y dueño de inmobiliarias, dio amable pero firme no. En cambio, Ernesto ese día añadió motivos para el sí.

Y son muchos la verdad, pues Guaymas tiene rato sin dar una. Los guaymenses de edad saben que Gaspar Zaragoza Iberri hizo mucho por su municipio, igual Marco Antonio Llano y Florentino López Tapia, pero del resto, ha sido difícil que un munícipe pueda hacer la tarea, en unos casos por choques con grupos de poder, en otros por ineptos, pero en ambos, la ciudad pierde.

Así que, como confió antes, el promotor de franquicias hizo una lona donde llama a rescatar Guaymas y a formar una planilla independiente, realmente independiente. No “PRIndependiente”, no “in(PRD)ependiente”, no “PANindependiente”. Independiente y ya. La colocó en la pared de uno de los negocios que invierten y generan empleo gracias a él, y provocó la expectación.

Ernesto Uribe sería candidato a alcalde y ayudarían gente como Jorge Falcón, Servando Rodríguez, Javier Ballesteros y una lista que crece.

El no cobrará. Quiere gente que tampoco lo haga, dedicando tres años de su vida a sacar al burro del garbanzal. Sabe que hay gente capaz y con muy buena intención, pero depende de su trabajo, por eso habla de pagar “moderadamente” en tal caso.

Buena iniciativa. Tendrá oposición, claro, de partidos principalmente. Pero a la gente de izquierda, inquietos con sus “independientes” partidizados, ya se les explica que eso es ser independientes. Si no es así, dice gente como Rodolfo Lizárraga (PT), solo le estarán haciendo el juego al PRI y al PAN, enemigo declarado como es de ambos. Tendrá razón. Esas siglas, sobre todo el tricolor, saben hacer política y su activo humano es muy valioso, así que la división, claro, lo favorece.

Ernesto puso el cacabel al gato y podría ser la sorpresa en los nuevos tiempos, en la nueva cultura política, donde los partidos demuestran no poder responder a las mayorías y están en riesgo ante auténticos representantes populares que desplazarán a los inversionistas que, es lógico, invierten en una campaña y quiere recuperar su dinero con los réditos típicos de la usura… y más.

LOS FUEGOS AMIGOS

En el PRI guaymense, Jimena Jaramillo mira estallar obuses en torno suyo, pero la presidenta del Comité confirma con desagrado que es fuego amigo y sus asesores definen qué tan amigo: la oficina de junto de un joven directivo, y la de una central también dirigida por un jovenazo. Ya madurarán.

Eso me recuerda que así estaba el panismo, Lorenzo de Cima incluido, frente al regidor José María Antonio Cházaro, hasta que el señor que ya habría cobrado facturas y recuperado su estatus de proveedor de papelería, decidió irse a Morena. La nueva es que ya se decepcionó del partido que presuntamente gobernará a México en 2018 y ahora anda “volando”.

Y este viernes visitó Guaymas y luego fue a celebrar con empalmenses el aniversario de fundación del comité panista, el presidente del Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, Ángel Ávila. Llegó con Miguel Ramírez Armenta, dirigente en Sonora, y los “dinos” Carlos Navarro López y José Guzmán. Santiago Samaniego Rebollo llegó con la gris regidora –perdón, blanquiazul-- Paola Hermosillo. Por Movimiento Ciudadano, su principal propuesta para 2018, el filantrópo hotelero Sergio García.

Habría sorprendido que se reunieran con Gregorio Cota Almodóvar, operador de Manuel Villegas y coordinador de sus eventos en la región; pero no. Goyo merodeó el área y los siguió a dos eventos más, sin ninguna representación oficial.

La visita fue para orientar sobre la alianza otrora imposible nacida en lo nacional. El activismo del diputado local del XIII Distrito, quien da cátedra a cualquiera, es otra cosa.

Por separado, la diputada también azul, Célida López, tuvo convocatoria en el O´Hana de calle 23, al reunirse con mujeres a quienes explicó su proyecto electoral.

En eso de los aceleres, el empresario pesquero Raúl Villarreal pregona triunfo tricolor en 2018 en la alcaldía, con un candidato que, dice él, apoyará fuerte con dinero que ya consigue. No ocupará cargos, dice, pues ya no tiene edad para eso, pero pondrá chavalada allí para recuperar lo invertido.

Increíble ¿no?

De salida, hasta este viernes supe que Gasolineras Flecha, cadena controlada por Francisco Uribe, adquirió la estación ubicada en el crucero de moda, Carretera Internacional y bulevar diana Laura Riojas, al norte, operada hasta hace 15 días por el ejemplar empresario Miguel Campoy.

PRI: el recurso del método

HERMOSILLO, Son.- En sesión el Consejo Político Nacional celebrada el pasado viernes, el PRI aprobó el método de selección de su candidato a la presidencia de la República: Convención de delegados.

El método seleccionado garantiza que quien finalmente logre la candidatura del PRI a la Presidencia de la República, lo haga en un contexto de unidad sin la necesidad de abrirse a un proceso –como sucedió en 1999– que pudiera desgastar al partido o a crearle innecesariamente un riesgo de fractura, tal y como ya se ve en el PAN, con la salida de Margarita Zavala y la rebelión en el Senado contra la dirigencia nacional; en el PRD, con el traspaso de una gran cantidad de legisladores y militantes de Sol Azteca hacia la candidatura de Andrés Manuel López Obrador; y recientemente en Morena, con el caso de Ricardo Monreal, aspirante a la candidatura al gobierno de la Ciudad de México, que no ha definido todavía si competirá por algún otro partido, si se quedará o si esperará a concluir su encargo en la delegación Cuauhtémoc, para el que fue electo hasta diciembre del próximo año.

En otras épocas y para estas fechas, el candidato del PRI ya andaba en campaña. No había misterios; era el seguro presidente de la República. Luis Echeverría fue postulado un 19 de septiembre de 1969; José López Portillo el 23 de septiembre de 1975; Miguel de la Madrid el 25 de septiembre de 1981. Carlos Salinas de Gortari, por la pasarela de seis aspirantes retrasó la postulación hasta el 4 de octubre de 1987. Con las negociaciones del TLCAN encima y ya aprobado por el Congreso de los Estados Unidos, Luis Donaldo Colosio fue postulado un 28 de noviembre de 1993. Su sucesor en la candidatura, Ernesto Zedillo, en abril de 1994. Francisco Labastida, que compitió en la interna del PRI con Manuel Bartlett, Roberto Madrazo y Humberto Roque, ganó la elección interna del PRI el 9 de noviembre de 1999.

Ya sin presidente de la República con influencia para decidir sobre la candidatura del PRI, Roberto Madrazo se auto impuso candidato del PRI en noviembre del 2005, y en el último proceso interno del 2011–también sin presidente que influyera–, Enrique Peña Nieto fue impulsado candidato por los gobernadores y legisladores del PRI, en noviembre del 2011.

En los doce años que gobernó el PAN, tanto Vicente Fox como Felipe Calderón quisieron imitar la liturgia priista de seleccionar sucesor desde la Presidencia… y no pudieron. A Fox le falló con su esposa Martha Sahagún y con Santiago Creel, sus favoritos. A Felipe Calderón le falló con Ernesto Cordero. A los dos les ganó la tradición democrática del panismo, que ya había experimentado algunas lecciones históricas en esa materia. A los dos les ganaron las bases panistas, que con tiempo detectaron las intenciones de los presidentes, que al parecer se olvidaron de cómo llegaron ellos a la candidatura.

La realidad es que al PRI se le han venido componiendo las cosas. No fueron pocos los analistas que a principios del año –motivo el gasolinazo de enero– lo dieron por muerto para el proceso electoral del 2018. Otros destacaron la “vocación democrática” de los otros partidos, para destacar y objetar la intervención del presidente Enrique Peña Nieto en la decisión final sobre quién será el abanderado.

Esa llevada y traída “vocación democrática” ha derivado en una exigencia por abrir los procesos en Acción Nacional, cuya dirigencia se cerró y provocó la renuncia de Margarita Zavala, su aspirante mejor colocada en las encuestas. Ha derivado también en una enorme sangría de cuadros políticos del PRD hacia Morena y en la salida de Movimiento Ciudadano del conjunto de las izquierdas hacia la alianza con el PAN y el PRD, en el llamado Frente Ciudadano por la Democracia. Un panorama totalmente distinto al de enero de este año, y unas tendencias de votación que necesariamente se van a alterar por los movimientos internos en los partidos opositores.

Las cosas no han resultado como algunos las pensaron y ya no son como se presentaban a principios del año.

Para el PRI han existido varias pruebas que han mostrado su capacidad de recuperación: La elección en el Estado de México, que ganó con Alfredo del Mazo. Los mercados al otro día –ojo–, cuando se supo de la derrota de Delfina Gómez (Morena), registraron alzas considerables en la bolsa de valores y también la recuperación del peso mexicano ante el dólar. Son señales de esa recuperación que obstinadamente los críticos del PRI se niegan a reconocer.

También pasó con éxito su Asamblea Nacional del mes de agosto. Lo que muchos señalaban como riesgo inminente de fractura partidista, quedó nada más en un debate de los llamados “candados” o límites estatutarios para la postulación de candidatos, y así el PRI se puso a la altura de los demás partidos que han pregonado la ciudadanización como punto de referencia principal, para la atracción de aspirantes a candidaturas provenientes de las filas ciudadanas, curándose a futuro del transfuguismo.

Recientemente, el PRI ha pasado otra prueba con el registro de los aspirantes a la candidatura independiente a la Presidencia: En los 88 aspirantes registrados ante el INE, no hay una figura política de peso que pudiera significarle una escisión.

Los más fuertes y aquellos que son considerados como seguros candidatos, vienen del PAN (Margarita Zavala) y el PRD (Armando Ríos Píter). Jaime “El Bronco” Rodríguez viene de la gubernatura de Nuevo León, donde ya ganó como independiente; Pedro Ferriz ha sido un furibundo crítico del PRI; y la candidata del EZLN María de Jesús Patricio viene de un sector de las izquierdas que, de llegar a ser candidata, seguramente habrá de incidir en la resta de votos para esas corrientes políticas.

La última aduana que habrá de pasar el PRI previo a la elección del 2018, será la de la decisión sobre su abanderado presidencial, prevista para finales de noviembre, esto en función de que ya se definió el método de selección y la decisión se concentra en el poder de arbitraje del Presidente Enrique Peña Nieto. Seguramente él tomará en cuenta los principales factores que lleven al PRI a ser competitivo y a seleccionar una candidatura que no divida al partido, y sin una carga negativa que lo pudiera convertir en rehén de las principales banderas de la oposición para la futura campaña, que habrá de concentrarse en los dos temas que más le preocupan a la gente: La corrupción y la impunidad.

Hay otros factores que han favorecido al PRI: Las izquierdas divididas. Unas alineadas en el llamado Frente Ciudadano por México, donde todo parece indicar que existe ya un pacto político para que el dirigente nacional Ricardo Anaya sea el candidato presidencial y Alejandra Barrales vaya como candidata al gobierno de Ciudad de México, arropada por los tres partidos que lo integran. Seguramente, Dante Delgado de Movimiento Ciudadano pasará varias facturas, entre ellas la de Enrique Alfaro, actual alcalde de Guadalajara, como futuro candidato a gobernador de Jalisco, arropado por el Frente (PAN-PRD-MC) y con altas posibilidades de ganar, lo que sería la segunda gubernatura en la historia para ese partido después de Oaxaca, con Gabino Cué (2010-2016).

También el caso de los ex gobernadores en la cárcel. Más que afectar al PRI en los procesos locales, el número de ex gobernadores procesados revela una intención política del más alto nivel, para contribuir a tratar de sanear la deteriorada vida pública y la imagen de los gobiernos. Más allá de la explotación de estos casos por las oposiciones, al final ha quedado la postura firme del gobierno federal sobre los procesos a esos personajes, que le han hecho un gran daño al PRI en sus estados.

Las divisiones que favorecen al PRI se completan con otra decisión que no deja de sorprender a las izquierdas: La decisión del Partido del Trabajo y Morena con posibilidades de ir juntos en la próxima elección. Dos partidos que juntos solo obtuvieron el 11 % de los votos en la elección para diputados federales del 2015, donde el Partido del Trabajo no alcanzó incluso el mínimo legal para conservar el registro, que es del 3 % de la votación nacional emitida.

La gran batalla a futuro tanto de los partidos como de los candidatos será por el reparto de los votos. Ahí sí se verá la intensidad de la lucha y la disposición de los partidos por tratar de convencer al electorado; inscritos hasta el cierre del mes de agosto: 46 millones de mujeres y 42 de hombres en la isla nominal de electores, que esperan las ofertas de los partidos y sus candidatos y de los candidatos independientes con varios temas cruciales para México en esta etapa de su vida institucional: ¿Cómo gobernar México con Instituciones fuertes? ¿Cómo modernizar al sistema político para que no caiga en manos de caudillos ni de gobernantes providenciales? ¿Qué hacer con la enorme desigualdad social que sigue afectando a millones de mexicanos? ¿Cómo disminuir la Corrupción en serio y sin aspavientos? Pocos temas, pero cruciales.

Nada para nadie todavía a menos de 9 meses de la elección. Esa es la principal lección sin duda.

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+ Luminarias oscurecen al Cabildo; un independiente propone trabajo sin cobrar; En San José, Garza, crece; Manuel Villegas no ocupa partido


GUAYMAS, Son.- ¿Entonces para qué fuimos?

Es la pregunta de la “Comisión Especial” de regidores que paseó por Ciudad de México con la justificante de tratar el tema de las famosas “Luminarias del César”, hoy una leyenda tipo “Sapito glo-glo-glo”

¿Se acuerdan?: “Nadie sabe donde vive, nadie en la casa lo vio, pero todos escuchamos al sapito glo...glo...glo...”

Sabemos del arrendamiento de 9 mil luminarias a costo de casi 45 millones de pesos, vueltos dice el alcalde Lorenzo de Cima, 8 mil millones. Él fue también a la capital y negoció que se cobraran 15. “Menos”, dijo él, que los 14 negociados por la “Comisión especial”. Pero 14 “o menos, 15”, nadie en casa vio las luminarias de las que todos escuchamos.

Por eso el pleito con Mifel (ahora es un banco), que en aquella época se alió con políticos que en los municipios de todo el país vieron un filón de oro, tal cual ocurrió en Guaymas.

Otto Claussen no quiso pagar esos platos rotos de César Lizárraga e inició el juicio. Llegó De Cima e hizo el milagro de reducir la deuda, como expuso a empresarios en febrero, a “solo” 150 millones; luego a 60, entraron regidores y espontáneos y se habló de 27, hasta que los ediles visitaron CDMX y negociaron pagar solo 14, en abonos.

Se lo dijeron al alcalde, pero “no los peló”. Por su lado fue a la capital y regreso con la “buena nueva”: pagará Guaymas 15 millones. Menos que 14, desde su óptica.

“¿Entonces para qué fuimos?”, se pregunta la priísta Jimena Jaramillo.

Acre, el panista empresario Eduardo González, se queja que “la Comisión Especial de regidores fue relegada en una reunión informativa a puerta cerrada a la que fueron convocados únicamente regidores panistas, lo que generó una fuerte confrontación entre el presidente de la Comisión, Eduardo González Gaxiola y el director jurídico quien recibió duros señalamientos por las pésimas formas en que se ha manejado el tema” (Tomada de diario Expreso).

Se refirió a Carlos Mexía Osuna, encargado de convencer a “la planilla del alcalde” de votar a favor del pago de 15 millones en lugar de los 14 negociados por la Comisión con Mifel “por el adeudo de las luminarias rentadas de César Lizárraga”.

Se queja “El Pin” de falta de respeto. Vaya, lo notó. Aunque eso ocurre desde antes del pleito por ser exhibido negociando 350 mil pesos para su empresa de camiones de pasaje.

El regidor Raúl Sánchez Almeida también marcó su “sana distancia”, por eso le pidieron abandonar la sala del Cabildo. Se lo pidió, sin éxito, Fernando Ortega, ex contralor y hoy particular de Lorenzo. El argumento de Ortega fue, era reunión de “puros azules". Acuérdense, priístas, de esta expresión.

No llegaron a nada. Seguirá la comuna con 38 millones de pesos congelados por el pleito, aunque la Ley dice que eso no debe ocurrir, solo que el Jurídico, “el amplio” Mexía, olvidó en su trámite de amparo ante el juez de la causa, citar el destino de ese dinero, lo cual lo hace inembargable. Lo olvidó, sí. El propio Jurídico de Mifel se dice extrañado de la torpeza que provocó el congelamiento de cuentas.

De paso, “El Pin” oficializa que originalmente (luego de asustar con el petate del muerto de los 8 MMDP), Mifel demandó por 56 millones, bajaron a 34 y aceptaron 14, (por lo que) “teníamos una buena propuesta y no se aprovechó".

Hoy, descongelar cuentas en un municipio prácticamente en quiebra, es la urgencia. Un convenio judicial lo resolvería pero el Cabildo debe acordar con el alcalde y, resolver si 15 millones son menos que 14, está en chino.

SOLO POR SERVIR

La fiebre del “oro” en la que se convirtió la búsqueda de candidatos independientes significaría cosas buenas para Guaymas. Vean el mensaje lanzado por Ernesto Uribe Corona, promotor de inversiones exitosas donde se genera competencia y empleo:

Llama a “ciudadanos dispuestos a dar tres años de su vida por Guaymas, para buscar conformar un gobierno blindado, sin olor a partidos, que exhiba en la plaza pública a quienes quieran hacer mal uso de los recursos de la gente”, y lo dice porque “si no hacemos nada en esta administración, para la próxima estaremos desahuciados”.

Se hunde Guaymas y llama a resolver lo que se quiere para el futuro. Un gobierno igual al de ahora, “hundirá al Municipio”.

Qué interesante ¿No?

POLITICA TRADICIONAL

Jesús Alberto Garza Osuna, presidente del Comisariado ejidal de San José de Guaymas, llama la atención del PRI, su partido, por ser esa clase de gente de la que el tricolor se olvidó cuando abrió las puertas a los dueños del dinero.

Ahora que las mayorías, las que sobreviven con bajos salarios y a veces con ninguno, buscan quien las lidere y voltean a otros partidos, y miran hacia Garza porque sigue siendo “gente del pueblo”. Por eso Gilberto Gutiérrez tiene datos del personaje y parece estar de acuerdo en incluirlo en una propuesta electoral que harán para 2018.

Eso, obvio, no gusta a todos. Menos a los que están en la mira de los jueces que indagan sobre tranzas de suelos y actos corruptos que lesionaron el interés ejidal, por lo cual le lanzan dardos envenenados para frenar su camino.

Pero está blindado. Los autores del bombardeo desacertado deben devolver al ejido lo que vendieron bajo procedimientos sucios en aras de llenarse los bolsillos, y luego negociar menos castigo en las resoluciones que se acercan.

Garza cabalga, por eso los ladridos. Y hasta se repite la historia de Caín y Abel en ese, en gran parte, “fuego amigo” desatado”. El líder ejidal crece y da fuerza a su gestión como tal –pronto terminarán obras en el poblado y las entregará la propia gobernadora Claudia Pavlovich--, paralelamente al crecimiento de su figura como político.

VILLEGAS ES PRIÍSTA

Me aclaran, ficha de por medio que lo confirmaría: Manuel Villegas es priísta, por eso no podrá ser el candidato del PAN a la alcaldía de Guaymas y “ya no está Roberto Romero para ayudarle”.

Aún así, el diputado local por el XIII Distrito levanta polvo con intenso trabajo político entre las bases, cuyo efecto se notará en el momento de las definiciones.

Un error que le alejó el respaldo del Movimiento Ciudadano, fue buscarlo en Hermosillo, sabiendo que aquí, el liderazgo de las siglas es muy sensible. Hirió pues, susceptibilidades.

El procurador que se fue

+ Vio (¿dejó?) crecer la violencia y la impunidad, la peor crítica; permitió escapar a cinco ex gobernadores de su partido

 

CD. DE MÉXICO.- Siempre estuvo en la polémica el procurador que inició su función como tal el 26 de octubre de 2016, cuando dejó el lugar la recomendada de Televisa, Arely Gómez González.

Desde entonces, su aspiración era ser el Fiscal General de la República y quedarse 9 años más en el cargo, pero ha sido comentario general que la sociedad civil no lo dejó.

Para llegar a esta conclusión, los analistas resumen que la época que vive ahora México, violenta y absoluta falta de justicia, fue lo que llevó a Raúl Cervantes a dejar el cargo, con un récord impresionante “al revés”. Es decir, habría sido uno de los peores procuradores que ha tenido México.

Vea por qué:

Fue responsable de dejar ir a cinco ex gobernadores de su partido: Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge. Luego se sabrá si hay más, de su partido y de otros partidos.

Todos los mencionados escaparon de la justicia en México durante el mandato de Cervantes como Procurador. Con el tiempo, Borge fue detenido en Panamá; Duarte de Ochoa, en Guatemala; César Duarte sigue prófugo y Tomás Yárrington fue atrapado en Italia. El arresto de Eugenio Hernández fue por las autoridades de su entidad natal, Tamaulipas.

Cervantes Andrade renunció este lunes temprano, en la mañana, como Procurador General de la República y rápidamente lo oficializó en su cuenta Twitter la dependencia. Fue el titular número 43 de la PGR y lo resalta al recordar que el nombramiento se lo entregó el propio Presidente de la República y fue ratificado por el Senado.

En sus siguientes mensajes, el ahora ex procurador refiere que las instituciones deben dar 3 grandes resultados: 1. Ser más eficientes en la procuración de justicia; 2. Un compromiso indeclinable en combate a delitos electorales y corrupción; 3. Implementar un nuevo servicio profesional de carrera”.

También, que “el Constituyente NO se equivocó cuando decidió, hace tres años, crear una Fiscalía autónoma”, y esta deberá tomar la decisión correcta para que, con autonomía, fiscales o ministerios públicos decidan si procede o no ejercicio de acción penal y sólo así se podrá brindar justicia a una sociedad agraviada por denuncias que en muchos casos no avanzan.

Presume: en los 12 meses al frente de la PGR “no sólo hemos elaborado el nuevo diseño institucional para mejorar nuestra procuración de justicia, también hemos armado varias investigaciones y vinculado a proceso a funcionarios que se sentían intocables”.

También condenó que algunos legisladores y políticos hayan usado su nombre y sus “supuestas aspiraciones como excusa para NO avanzar en aprobación de las leyes, que permitirían mejorar las condiciones y herramientas con las que se procura justicia en nuestro querido México”.

“Yo NO tengo ninguna aspiración, fuera de servir con honorabilidad, en cualquier capacidad, pública o privada, a mi país”, expresó durante su visita al Senado a presentar la renuncia ante la Junta de Coordinación Política.

QUIEN ES

El abogado Raúl Cervantes es un político del Partido Revolucionario Institucional que ahora quedó en el camino en su búsqueda del cargo de Fiscal General de la República –se quedaría 9 años más allí). Fue víctima de la sociedad civil que se movilizó intensamente, y por supuesto, de los partidos políticos.

La jugada con la que presuntamente sería apoyado desde la Presidencia de la República, era un “pase automático” hacia la Fiscalía. Es decir, cuando se resolviera escoger al Fiscal de tan largo lapso quien estuviera en el cargo, sería el agraciado. El también ex representante legal del PRI se quedaría todo el siguiente sexenio, ganara quien ganara, pero no pudo, ni se pudo.

Uno de los más recalcitrantes opositores, Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena y quien puntea (como hace varios sexenios) en la carrera presidencial, demando parar éste y otros nombramientos de fiscales y ministros. Dijo que de darse, deberían hacerlos hasta después de la elección, para evitar que el PRI o el Presidente Enrique Peña Nieto plantaran a incondicionales en puestos clave.

Como muchos críticos, también habló de los niveles de impunidad en México y su elevación a cifras nunca antes vistas, como ha sido con la violencia. El país no solo ha visto elevarse el crimen y sus víctimas mortales, también ha sido así a la hora de revisar el nivel de impunidad, que se ha disparado.

Es así, en medio de esta escalada de violencia y falta de justicia, que Cervantes dejó ir al menos a cinco ex gobernadores de su partido.

Cuando uno se pregunta por lo que pasó, si fue estrategia para avanzar o caída para ser sacado del juego, seguramente la conclusión sobre el futuro del notable pero político sumiso no es muy halagadora para el personaje.

Pero, como se cita líneas arriba, tiene ese dudoso reconocimiento de ser uno de los peores procuradores que ha tenido el país.

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+ Prerrogativas, para atajar el dinero sucio en campañas; Moreno Berry hace su trabajo… y lo hace bien; habrá más independientes, pero el PRI parece resurgir

 

GUAYMAS, Son.- El Congreso de la Unión tiene en archivos 15 iniciativas que proponen reducir o eliminar, el financiamiento público a los partidos políticos, dice el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.

Pero, al modo, su primera opinión es afín al criterio de los políticos. Usan la presunta investigación para señalar que eliminar ese financiamiento “no es recomendado”.

Organismos internacionales (dan ejemplos) dicen que asignar fondos públicos a los partidos “evita la influencia de agentes privados en decisiones legislativas o de gobierno”; han documentado “relaciones de dependencia” de candidatos y partidos hacia organizaciones privadas al buscar fondos para campañas. Empresarios que cobrarán a futuro, pues.

El estudio se queja del actual modelo de fiscalización y de los requerimientos presupuestales del Instituto Nacional Electoral, en razón de sus nuevas facultades tras la reforma de 2014.

Según el IBD, las multas a partidos son ínfimas ante el dinero que reciben; por eso pide mejor fiscalización y revisar la proporción entre multas y financiamiento. Hoy solo revisan “SUS” informes anuales y de campaña, por eso no pueden “disuadirlos de conductas ilícitas”, como obtener financiamiento “de origen desconocido” o gastar sin objeto partidista.

Si se pasan de sus topes, no pueden detectarlos y en los estados, la complicación crece.

Pero al señalar que dar dinero a los partidos ataja recursos “de origen desconocido”, no deja clara la interrogante de los ciudadanos:¿alguien afirmaría con certeza que no hay dinero “oscuro” en las campañas?