Banner

Aprehenden a dos asesinos

Hermosillo, Sonora, 26 Enero 2014.- Elementos de la Policía Estatal Investigadora del departamento de Homicidios, coordinados por el Agente del Ministerio Público del Fuero Común, lograron la detención, consignación y orden de aprehensión de dos sujetos señalados como probables responsables de haber privado de la vida a una persona, cuyos restos humanos fueron encontrados enterrados en el patio de un domicilio, cuyo propietario ya se encuentra en el Cereso por estos mismos hechos.

Los detenidos son: Roberto Armando Duarte Mendoza, de 33 años de edad, quien cuenta con historial por los delitos de robo de vehículo, daños, lesiones de más de 15 días, allanamiento de morada, extorsión, amenazas y lesiones de menos de 15 en sanar.

Y Galileo Negrete Olguín, de 33 años de edad, quien cuenta con antecedentes e historial por los delitos de robo con violencia en las personas y en las cosas; por robo en establecimiento comercial abierto al público, incumplimiento, robo a casa habitación habitada al momento de su comisión, abusos deshonestos y por  portación de armas prohibidas

Ambos fueron ingresados al Centro de Readaptación Social a las 12:35 horas de ayer, donde quedaron a disposición de un Juez del Ramo Penal. Se les ejecutó orden de aprehensión por homicidio calificado con premeditación, alevosía y traición; y por violación a las leyes de inhumación y exhumación en concurso real de delitos en perjuicio de Julio César Alcaraz Cota y  de la sociedad. Por este mismo delito se encuentra interno en el Cereso local Noé Manzanares Grijalva, de 46 años de edad.

La detención de estas personas la realizaron los agentes de la PEI derivada de una denuncia ciudadana por persona desaparecida o extraviada. Fue el pasado 21 de marzo del 2013, cuando familiares de Julio César se presentaron a las instalaciones de la Estatal Investigadora, para denunciar su desaparición.

En dicha denuncia, manifestaron que Julio César era adicto a las drogas y que la última vez que lo vieron en su casa había sido el pasado 11 de marzo. Así mismo, dijeron que el día 19 del mismo mes, encontraron el vehículo de Alcaraz Cota, abandonado en la vía pública, siendo este un Ford Ranger, modelo 1996, de color beige.

Con dicha información, los agentes del Departamento de Personas Extraviadas realizaron un trabajo de inteligencia e investigación, logrando ubicar a Noé Manzanares. Al ser cuestionado sobre el paradero de Julio César Alcaraz, Manzanares Grijalva confesó que dicha persona había sido privada de la vida y se encontraba enterrada en el patio trasero de su domicilio.

En su declaración ministerial señaló que el día de los hechos, entre las 18:00 y las 19:00 horas, él se encontraba en su domicilio en compañía de dos personas, siendo éstas un hombre y una mujer, consumiendo drogas.

Añadió que al lugar llegaron dos sujetos, a los cuales conocía, mismos que iban acompañados de otras dos personas del sexo masculino y se llevaron a la fuerza a Julio César. Dichos sujetos cuestionaron a la víctima sobre una deuda de drogas que tenía con ellos; posteriormente le dispararon en dos ocasiones privándolo de la vida, para posteriormente enterrar el cuerpo en el patio trasero de su domicilio.

Luego de la declaración ministerial de Manzanares Grijalva, el Agente del Ministerio Público del Fuero Común solicitó una orden de cateo para ingresar al domicilio que señalaba la persona presentada, misma que fue concedida por un Juez del ramo Penal.

Los agentes de la PEI, personal de Servicios Periciales y el Ministerio Público ingresaron a dicha vivienda, ubicada en la colonia Emiliano Zapata, encontrando en el patio trasero los restos humanos de una persona, por lo que se realizaron pruebas de ADN, tanto a familiares como al cuerpo encontrado, estableciéndose que dichos restos correspondían a Julio César Alcaraz Cota.

Al continuar con las indagatorias, los agentes de la PEI del departamento de homicidios lograron establecer la identidad de dos de los sujetos que llevaron a la víctima al domicilio de Noé y los cuales participaron cuando lo privaron de la vida y lo enterraron, siendo éstos Duarte Mendoza y Negrete Olguín.