Cienfuegos: se dañó la relación con EU
Domingo 22 de Noviembre de 2020 17:57
Escrito por Muralsonorense.com CD. DE MÉXICO.- Estados Unidos decidió retirar los cargos contra el general Salvador Cienfuegos Zepeda, pese a lo cual se restringirá el marco de operación en México de la Administración de Control de Drogas (DEA).
Salió “raspada” también la relación que permitía operar al Buró Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y otras agencias estadunidenses, como confirman funcionarios mexicanos vinculados a la seguridad interior.
En distintos espacios periodísticos se fijó la idea del deterioro en la relación entre México y EU.
El motivo principal es que el Departamento de Justicia estadunidense no informó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que el ex secretario de la Defensa Nacional estaba bajo una investigación donde hasta el nombre impacta: Operación Padrino.
Cienfuegos fue detenido en California el 15 de octubre por acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero. Al otro día estaba en manos del procurador de Justicia del vecino país y camino a un juicio en Nueva York, cuyo desenlace sería comparado con aquel “gran” juicio al narcotraficante Joaquín Guzmán, “El Chapo”.
Una de las publicaciones mexicanas más influyentes señala que “se perdió la confianza” y “ya nada será igual”. La queja mexicana: que no debe haber secretos de este tipo.
Detenido el general que fue condecorado en el mismo Estados Unidos hace unos años, el presidente López Obrador ordenó revisar la cooperación con la DEA y otras agencias estadunidenses. Por eso, es impresión general, la decisión de procesar en Nueva York al general Cienfuegos fue de inmediato desechada. Pero ya no es igual.
LOS PRESUNTOS ACUERDOS
Estados Unidos retiró los cargos de narcotráfico y lavado de dinero contra el General Cienfuegos, pero ahora brota la versión de que México aceptó capturar a “un líder de la droga del más alto nivel” que está ligado al “trafico de grandes cantidades del opioide sintético fentanilo”.
Un tuit de Reuters, la agencia inglesa de información, disparó la especulación aún sin confirmar fuente, a la que solo identificó como “una importante fuente mexicana”. Cita el compromiso del presidente López Obrador de “colaborar con Estados Unidos en la captación de un objetivo primordial”.
Reuters tampoco dice qué líder del narcotráfico es el objetivo de canje, presuntamente porque “su fuente” no quiso poner en riesgo la investigación en curso.
Estaría entre la lista de la DEA y sus los ocho fugitivos más buscados, de los cuales la mitad son mexicanos:
Rafael Caro Quintero, quien encabezó el desaparecido Cártel de Guadalajara; Ismael Zambada García, “El Mayo”, cabeza actual del cártel de Sinaloa; Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del cártel Jalisco Nueva Generación, y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de “El Chapo Guzmán”, quien disputa liderazgo en el cártel de Sinaloa.
El general llegó ya tarde el miércoles desde Nueva York, en un avión Gulfstream 4, matrícula N40VC, del Gobierno de los Estados Unidos, al Aeropuerto de Toluca. Le informaron que la Fiscalía investigaría su presunto involucramiento en ilícitos y se marchó a casa.
En Estados Unidos, la prensa divulga que ese país desechó el caso contra el general retirado debido a “consideraciones de política exterior” a las cuales califican como “sensibles e importantes”.
La cancillería mexicana solo ha dicho que “lo que acordamos fue mantener un frente unido contra el crimen y la cooperación que respete la soberanía de cada país” y rechazó tener información de un acuerdo sobre “una captura de alto nivel”.
La vocería estadounidense dijo que el caso Cienfuegos fue desestimado para dar una señal de confianza en la justicia mexicana, aunque acepta también que fue “debido a consideraciones diplomáticas”.
Otras tres fuentes gubernamentales mexicanas dijeron que México solicitó que Cienfuegos fuera devuelto para enfrentar la justicia en su país. No especificaron cuándo se hizo la solicitud.
Por otro lado, la decisión de liberar al funcionario mexicano de mayor rango jamás acusado en Estados Unidos de colusión con un cártel, provocó conmoción en la comunidad policial estadounidense y la ira de los exagentes de la Administración de Control de Drogas (DEA).
El arresto de Cienfuegos habría sido el resultado de una investigación de varios años que utilizó escuchas telefónicas para rastrear a una figura militar apodada “El Padrino” por traficantes de una facción del cártel de los hermanos Beltrán-Leyva.
Los investigadores concluyeron que “El Padrino” era Cienfuegos y que había ayudado al cártel a mover toneladas de narcóticos. El militar se ha declarado inocente de los cargos.
El gobierno mexicano, enojado por no haber sido advertido sobre la investigación, elogió el regreso de Cienfuegos como un logro diplomático y una victoria para la soberanía de la nación.
Marcelo Ebrard y López Obrador negaron especulaciones de que la decisión de regresarlo estuviera vinculada a la negativa del mandatario de reconocer hasta ahora a Joe Biden como ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, medida que López Obrador ha dicho era “políticamente prudente”.
Un funcionario mexicano dijo que no se podía considerar que la captura de un capo fuera un requisito vinculante dado que tales capturas dependen más de la buena voluntad del Gobierno, incluida la suerte y el trabajo de inteligencia a largo plazo.
Sin embargo, la DEA ha dicho durante mucho tiempo que México podría hacer más para atrapar a los capos del narcotráfico.
La administración del presidente saliente Donald Trump prometió debilitar a los cárteles mexicanos, pero hubo pocos arrestos de alto perfil en los últimos cuatro años antes de la captura de Cienfuegos.