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Columa 1

Crónica de una (frustrada) extorsión anunciada

+ Narra visitante extranjero su aventura en un problema interminable

SAN CARLOS.- En redes sociales se ha vuelto “trend topic” la narrativa de un residente extranjero sobre su experiencia en carretera, donde fue detenido por elementos al parecer de la Guardia Nacional, al sur de Santa Ana.

Su impresión es, estuvo a punto de ser víctima de lo que había escuchado muchas veces, sobre historias de chantajes policiales en la carretera federal 15, que conecta la frontera de Nogales con el centro del país y toca Guaymas, donde se ubica este destino turístico.

Esta es su historia:

“Curiosamente, he escuchado muchas historias de chantajes policiales en la carretera 15 y estoy muy seguro de que experimenté mi primera el día de hoy.

A mas o menos 25 kilómetros al sur de Santa Ana, la carretera estaba bloqueada para formar un solo carril, había 4 carros policiales, 4 o 5 mesas y unos 8 oficiales instalados en el centro de los carriles.

Estaban señalando a los autos a los que querían hacerles algún tipo de “inspección”. Yo no estaba preocupado ya que había cruzado la inspección fronteriza din problemas y no tenia nada que ocultar. Me señalaron y me orillé, noté 2 o 3 otros carros con placas de Estados Unidos también detenidos. Un oficial algo joven me pidió que bajara de mi carro y se sentó en el asiento de conductor y procedió a examinar cada rincón y grieta de mi jeep. Miró debajo de los asientos, en la parte de atrás, abrió todos los compartimentos, golpeaba las cosas con un desarmador y encontró mi radio CB portátil (lo uso para mis paseos “off road” con mi jeep).

Me pregunto que era y le dije que era una radio de banda ciudadana y señalé mi antena y el parecía satisfecho. Después encontró un par de tarjetas de memoria SD y preguntó para que eran. Le dije que eran para mis video cámaras y señalé mis cámaras de tablero (delantera y trasera). Honestamente pensé que estaban buscando algo para ponerme una “multa”. Después me dejó ahí esperando un minuto, mientras el se fue a hablar con otro oficial de mas edad (con uniforme diferente). Así que encendí mi pipa con tabaco, me relajé u esperé. Sin preocuparme, claro, no tenía nada que ocultar.

Entonces, ese oficial más viejo se acerca y me di cuenta de que el es quien estaba al mando. Me pregunta si estaba fumando “nicotina” y le dije “si, pipa de tabaco” y le mostré mi pipa. Estuvo bien con eso y después me pidió que vaciara mis bolsillos. Eso me sorprendió, así que me dirigí a una de las mesas para hacerlo ye el me dijo “no, aquí” y señala el asiento de mi carro… lejos de la vista de todos. También me dijo “la cartera también”. Y de repente me pregunta “¿cuánto dinero tienes, 1000 dólares, 2000 dólares?” De nuevo sorprendido, me reí entre dientes y contesté “tal vez uno cien”.

Mientras vaciaba mis bolsillos, el se asoma a mi carro y me pregunta “¿tienes cámaras de video?”, le contesté “si, dos cámaras” y las señalé (y por supuesto estaban encendidas y grabando). Inmediatamente después me dijo “¡Vete!”. Aventé todo lo que estaba en el asiento de pasajero, incluyendo mi cartera, al asiento del copiloto, me subí a mi carro y me fui lo antes posible, no quería estar cerca de ese lugar. ¿parece suficiente emocionante? No se cómo le fue a la gente de los otros carros con placas de Estados Unidos, y no iba a quedarme para averiguarlo, pero puedo decir que, tener cámaras de video me salvó de alguna multa falsa".

La izquierda retoma el vuelo

+ América Latina y sus acomodos políticos son analizados desde Europa

MADRID, España, 14 de febrero de 2021.- Las presidencias de Arce en Bolivia, Fernández en Argentina, López Obrador en México y un eventual triunfo de Arauz en Ecuador son evidencia del tibio resurgir del progresismo regional. El desafío es superar el lastre de los padres fundadores del ciclo dorado del inicio de siglo

Estaba tan desconectado de Ecuador que el pasado domingo ni siquiera pudo votar en las elecciones que ganó. Pero Andrés Arauz, el candidato de la izquierda que se impuso con un margen de más de diez puntos en la primera vuelta de los comicios presidenciales, se ha convertido en la última figura de un nuevo auge de los proyectos progresistas en América Latina.

Estaba empadronado en México y el aparato del expresidente Rafael Correa, quien no pudo presentarse por estar condenado a ocho años e inhabilitado, organizó in extremis su regreso al país andino. Arauz es un político joven, apenas tiene 36 años. Sin embargo, las urnas demostraron que las simpatías por el llamado socialismo del siglo XXI aún no se han apagado y ahora encarna una nueva esperanza para sus aliados internacionales, que confían en afianzar un nuevo eje de izquierda en la región.

El golpe de campana fue en diciembre de 2018 en México, con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y Claudia Sheinbaum como alcaldesa de la capital. Un año después, ganó en Argentina el kirchnerista Alberto Fernández, tras un mandato de cuatro años del conservador Mauricio Macri. El pasado octubre, el Movimiento al Socialismo (MAS) volvió al poder en Bolivia con Luis Arce tras un año de convulsiones marcado por el gabinete interino de Jeanine Áñez. En Argentina y Bolivia fue clave el empuje de Cristina Fernández de Kirchner (que acompaño a Fernández como vicepresidenta) y de Evo Morales, quien había sido forzado a dimitir por el Ejército y abandonó el país en medio de acusaciones de fraude. Ambos representan la generación de los padres fundadores, gobernantes que a partir del año 2000 dominaron Sudamérica, junto con Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Hugo Chávez en Venezuela o el propio Correa en Ecuador. Este es el impulsor de Arauz, que partía como favorito y ahora busca confirmar su victoria en segunda vuelta para dejar atrás la etapa de Lenín Moreno, a quien el correísmo ve como un “traidor”. Se ha dado un relevo de nombres que en parte es también generacional. Pero al mismo tiempo estos líderes han sabido aprovechar los errores de sus oponentes.

“Para empezar, la izquierda ha tenido un reacomodo después de un período de gobiernos en el que fue cooptada por elementos corruptos. Y no hablo solo de Correa y el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas [detenido por el caso Odebrecht], también del caso de Brasil y Argentina. La izquierda está tratando de reacomodarse después de una etapa en que los electores la rechazaron y ahora han sabido aprovechar los errores del establishment”, apunta el consultor Sergio Guzmán, director de la consultora Colombia Risk Analysis. “Han tratado de convencer a los votantes con una idea contrafactual de que si ellos hubieran estado al frente del país en medio de la pandemia lo hubieran hecho mejor”, continúa.

El triunfo del peronismo en Argentina sacudió el tablero sudamericano, hasta ese momento dominado por un eje conservador liderado por Brasil, Chile y Colombia. El kirchnerismo es emergente del movimiento fundado por Juan Domingo Perón en los años cuarenta, que agrupa a tendencias de izquierda junto con grupos sindicales conservadores y sectores de la ultraderecha. Con los Kirchner se inició en 2003 el periodo del “peronismo progre”, interrumpido por Macri en 2015. En esta segunda nueva etapa, Fernández debe jugar al equilibrista entre aquellas tensiones históricas del movimiento, ubicándose en un centro moderado en lo económico y progresista en lo social, con la ley del aborto aprobada en diciembre pasado como bandera de este juego de ambivalencias.

Fernández es un dirigente de más de 60 años, con mucho recorrido en la política, pero el peronismo de izquierda apuesta ya a figuras más jóvenes, como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, de 49. El distrito más rico y poblado del país es un campo minado para las figuras ascendentes, pero el exministro de Economía de Cristina Kirchner confía en que saldrá airoso. Serán clave el resultado de las elecciones legislativas de mediados de este año, termómetro de cualquier gestor con aspiraciones presidenciales, y hasta donde logre dominar los estragos de la pandemia.

“Da la impresión de que en la región hay una nueva oportunidad para las izquierdas, en plural”, dice Gilberto Aranda, académico en la Universidad de Chile. “Pero no pienso que estemos en un ciclo como el que inició en 2000. El proyecto de la izquierda sigue siendo el de la justicia social, algo tan necesario en esta parte del mundo, pero tiene como talón de Aquiles que se ancla en figuras sempiternas. Debe entender que suma más posibilidades si tiene una renovación real de las dirigencias, que los nuevos líderes no deben elegirse a dedo. Arce ha marcado en Bolivia un triunfo con ese primer aliento fundacional, que es Evo Morales, pero diferenciándose de él. La izquierda hiperpresidencialista debe escuchar a las bases, ir de abajo hacia arriba, y entender que la gente está harta de las ventajas y las corruptelas de la política”, explica Aranda.

La indignación ha estructurado, por ejemplo, el discurso de Verónika Mendoza, aspirante a la presidencia de Juntos por el Perú que concurrirá a las elecciones del 11 de abril, que coinciden con la segunda vuelta en Ecuador y las constituyentes de Chile. Esa misma línea caracteriza al excandidato presidencial y líder opositor colombiano Gustavo Petro, que busca volver a intentarlo en los comicios de 2022. La diferencia entre ambos es que Mendoza, de 40 años, tiene proyección potencial por delante –el diario La República la situó entre los tres favoritos- a pesar de llevar una década en la primera línea de la política, mientras que Petro, exguerrillero del extinto M-19 y senador, ya demostró en 2018 que no pudo convencer a los sectores de centro necesarios para ganar en una segunda vuelta.

El caso de Venezuela ni siquiera se encuadra en un resurgimiento de un eje progresista. Si el expresidente fallecido Hugo Chávez fue un símbolo, a pesar de todas las críticas, de la primera ola de una revolución bolivariana, su sucesor, Nicolás Maduro, convirtió ese proyecto en una catástrofe de gestión económica, crisis institucional y emergencia social.

Argentina, en tanto, abrió sus brazos de inmediato a Bolivia y el presidente Fernández ha hecho campaña por Arauz. Ha habido también un intento de formalizar un eje Buenos Aires – Ciudad de México, sin que haya cuajado hasta ahora del todo. Brasil, en tanto, se fortalece como la gran excepción al giro izquierdista, con el ultraderechista Jair Bolsonaro firme en los sondeos. Que Guilherme Boulos consiguiera disputar la segunda vuelta de las elecciones para elegir alcalde de São Paulo, la ciudad más rica de América Latina, el año pasado, es lo más excitante que le ha pasado a la izquierda brasileña desde que Bolsonaro llegó a la Presidencia. Los progresistas no se han recuperado todavía del demoledor golpe que supuso la destitución de Dilma Rousseff y el encarcelamiento del expresidente Lula. Aunque el Partido de los Trabajadores (PT) tiene el mayor grupo parlamentario y conserva músculo organizativo, aún es muy odiado. La izquierda no ha logrado encontrar su lugar ni su voz en un Brasil que ha girado claramente a la derecha.

Tres son los nombres que destacan, viejos conocidos en su país. El mencionado Boulos, dirigente del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), una pequeña escisión de PT que gana adeptos; Fernando Haddad, del PT, hegemónico durante dos décadas, y Ciro Gomes, miembro de un clan político del estado de Ceará y cara visible del Partido Laborista Brasileño. Los tres han sido candidatos presidenciales, pero ninguno ostenta en este momento un cargo público que les garantice un espacio en el debate nacional.

Un anuncio hace unos días de Lula, tan carismático como detestado, ha enrarecido el ambiente en la izquierda. Como el Tribunal Supremo sigue sin decidir si restaura sus derechos políticos, el expresidente designó a dedo a Haddad como candidato del PT para las presidenciales de 2022 si él mismo no pudiera concurrir. Boulos recibió la decisión como una patada en el estómago. “Defiendo que la izquierda busque la unidad para enfrentarse a Bolsonaro. Para ello, antes de lanzar nombres, debemos discutir el proyecto”, disparó en un tuit el más joven del trío.

Incluso bajo la sombra de Lula, Haddad es el que tiene la mayor proyección nacional, un asunto importante en un país tan enorme como Brasil, donde las dinámicas políticas son a menudo locales. El candidato del PT, que con el 45% de los votos fue derrotado por Bolsonaro hace dos años, dejará de dar clases en la universidad para centrarse en los comicios. (Escribe: Naiara Galarraga Gortázar)

Le fallaron a México, dice Biebrich

+ Esta es la carta póstuma que le dedicó a la muerte de su hijo Jacobo

GUAYMAS, Son.- Carlos Armando Biebrich Torres falleció a consecuencia de Covid hace algunos días. Su esposa, Socorro Gándara, le siguió poco después.

Ambos habían sufrido unos meses antes la pérdida de su hijo, Jacobo, y en medio de su dolor, Biebrich le dedicó una carta donde habla de su participación en política, su período de funcionario federal, su paso por la gubernatura de Sonora y su caída, en 1975, que reveló la corrupción en el mando federal que dirigía Luis Echeverría Álvarez, y el lacayismo de los jueces que ordenaron aprehenderlo cuando los delitos de los que le acusaron, los habían cometido enviados del propio presidente.

El exgobernador Biebrich le dedicó esta carta con sus reflexiones y el pesar de haber fallado, como falló su generación, a la nueva generación a la cual pide ser mejores y sacar adelante al país:

"JACOBO

Sería imposible agradecer en lo individual las llamadas telefónicas, fecebook, twitter y otros medios electrónicos que tu madre y yo recibimos condoleciéndose por tu dolorosa partida. Verifiqué, dentro de mi enorme dolor por tu partida, el aprecio que tu nobleza y generosidad sembró en el tránsito por esta vida.

En nuestras conversaciones recordábamos las dificultades y riesgos que corriste en el parto que disfrutó y sufrió tu madre. Naciste el 17 de enero de 1976 (coincidencia Luis Echeverría nació el mismo día, 54 años antes). La insanía del gobernador que me sustituyó (cuando el presidente ordenó mi destitución estaba confundido y cuando designó a Carrillo estaba loco: Fidel Velázquez 1977) encolerizado ordena a un Juez lacayo dicte orden de aprehensión en mi contra. Espectáculo mediático que la Suprema Corte de Justicia de la Nación puso en su lugar a las irresponsables autoridades locales, absolviéndome de las inverosímiles acusaciones.

En alguna ocasión viajando con Luis Donaldo Colosio, que te apreciaba, ya iniciado el desprestigio del PRI a partir de 1976, generalizada la corrupción nacional, le preguntaste: "¿tendrá remedio el desastre y agravios que padecen los mexicanos?". Le pondremos remedio Jacobo, con la ayuda de ustedes los jóvenes.

En una ocasión te comenté que leí a mis 14 años, cuando iniciaba mis estudios de Bachillerato en la Universidad de Sonora, "Juárez el Impasible" de Héctor Pérez Martínez y me dijiste: "dámelo quiero leerlo". Meses después me comentaste: "hay o podrá haber hombres de la estatura del Benemérito".

No encontré respuesta.

Mi generación te falló y le falló a México Jacobo. Ejercimos la política, transitamos por diversos cargos públicos en la dignidad, la honradez y soledad. No pudimos detener al crimen, la corrupción, la impunidad. Hijo mío me calle entonces, te lo digo ahora después de tu muerte, perdóname por dejarte un México saqueado y devastado.

Esperemos que la generación a la que perteneciste sepa combatir las ambiciones de poder y riqueza inmoral que dejó la política reciente de México. No escuchamos la riqueza enorme de nuestra historia. Conociendo la grandeza de Hidalgo, la luminosa visión política de Morelos, la inmensa lección de Benito Juárez, traicionamos su enorme herencia.

En la etapa final de mi vida me esforzaré por acercarme a los jóvenes, a maestros, a universitarios y a un pueblo lastimado, en particular en Sonora, en donde naciste, para aportar mi modesta experiencia para el país que soñaste.

Perdón mi querido hijo Jacobo.

Carlos Armando Biebrich Torres."

Biébrich: He vivido con dignidad

HERMOSILLO, Son.- Dice Jesús Enríquez Burgos: “El secretario particular del gobernador Biébrich me llamó a eso de las dos de la mañana y me dijo: Regrésate de inmediato en el primer vuelo que encuentres, aquí en Sonora las cosas han cambiado y el gobernador necesita hablar urgentemente contigo”.

Era Genaro Encinas, secretario particular del gobernador Biébrich, el que le llamaba en plena madrugada.

“Yo estaba hospedado en el Hotel Casa Blanca, y tenía ya varios días en la Ciudad de México tratando de ver al secretario de la Reforma Agraria Félix Barra, para tratar lo relativo a los problemas agrarios que recientemente habían hecho crisis en el Sur de  Sonora”.

“El avión se retrasó por la neblina del aeropuerto, y aterrizó en Hermosillo al filo del mediodía. Me dirigí de inmediato al palacio de gobierno y acudí directamente al despacho del gobernador, al que encontré de pie, recargado  con su mano derecha en una esquina del escritorio, que lucía vacío, ya sin papeles encima, y el despacho, sin cuadros en la pared y sin libros en los estantes que alguien seguramente había retirado ya”.

“Renuncié”, me espetó Biébrich lacónicamente. “Choqué con el presidente de la República y en estos momentos se discute en el Congreso el texto de mi renuncia”, y enfatizó: “Creo que hay resistencias, y no la quieren aceptar los diputados, pero ya les mandé decir a través de Rubén (Díaz Vega), que la acepten y le eviten un mal mayor a Sonora” (ese mismo año el Senado había desaparecido poderes en Hidalgo y Guerrero).

Con marcadas huellas de desvelo y cansancio reflejadas en el rostro, Biébrich reafirmó: “Ya viene en camino el senador Alejandro Carrillo Marcor, que más tarde habrá de rendir la protesta como gobernador sustituto en el Congreso. “Este es solo un tropiezo en mi carrera política, nada más, así lo veo”, cerraba la plática Biébrich en ese tenso momento.

“Ahí te encargo, dijo Carlos Armando: “gracias por tu eficaz colaboración. Me gustaría que el traspaso del poder fuera tranquilo y no se paralizara la administración pública, por ahora me retiro a la casa de gobierno”.

“Háblale a Jorge (Ayala) que en estos momentos se encuentra en Phoenix en la reunión de la Comisión Sonora-Arizona, para que se regrese y haga lo conducente”.

“Lo acompañé —dice Enrique Burgos— a salir —por última vez en su calidad de gobernador— de la Oficina del Ejecutivo del palacio de gobierno por la salida lateral, tomando la escalera que baja directamente por la Tesorería, y da a la calle Doctor Paliza. Abajo y ya en la banqueta platicamos brevemente, y con un sentido abrazo nos despedimos”. “Biébrich soltaría con un dejo de ironía: ‘Fíjate nada más Cuyo: Muchos, a partir de ahora se irán a sus casas, y pensándola bien, yo ni casa tengo aquí’ (vivía en la casa de gobierno)”. “Le hizo señas a su chofer 'Chencho' Hurtado y abordó un muy usado Ford LTD gris que enfiló con rumbo a la casa de gobierno”.

Eran los momentos finales del último día de Carlos Armando como ocupante del palacio, donde había permanecido apenas 742 de los 2190 días que comprendía el sexenio. Toda una experiencia histórica para una nueva generación política en Sonora: Biébrich entonces de 36 años, Enríquez Burgos de 39. ¿Qué seguía para ellos y para Sonora?

Biébrich había nacido en Sahuaripa, un 19 de noviembre de 1939. Sus padres Don José y Doña Alejandrina, buscando lo mejor para sus nueve hijos (Carlos Armando el tercero de ellos) no dudaron en educarlos y enviarlos a la capital Hermosillo, donde Biébrich se graduó con honores como abogado en la Universidad de Sonora en 1962. Antes se había fogueado como líder juvenil en el PRI, como impulsor de la candidatura al gobierno del ex rector de la Unison Luis Encinas y como sub campeón nacional de oratoria.

En 1961 había aceptado la invitación de Faustino Félix Serna para colaborar como Secretario del Ayuntamiento de Cajeme para el período 1961-1964.

Al finalizar el gobierno municipal, el gobernador Luis Encinas lo invita como Secretario auxiliar del gobierno. Ese año, el candidato a la presidencia Díaz Ordaz le ofreció ser diputado federal, pero se dieron cuenta que no llenaba el requisito de la edad y es hasta 1967 que es elegido diputado federal a la XLVII Legislatura por el distrito con cabecera en Navojoa, donde formó parte de la diputación sonorense junto con Francisco Villanueva Castelo, Ignacio Guzmán y Guillermo Núñez Keith.

Tuvo una destacada actuación como diputado federal,  sumándose al grupo de legisladores jóvenes —Ignacio Pichardo Pagaza y Fausto Zapata entre otros— que manifestaron inconformidad por los sucesos violentos de 1968.

En esa legislatura que encabezó Luis M. Farías hizo muy buenas relaciones con el entonces secretario de Gobernación Luis Echeverría, que desde entonces lo ubicó como un futuro colaborador, primero como orador en su campaña presidencial y posteriormente, ya en el gabinete, como subsecretario de Gobernación, donde permaneció desde 1970 hasta principios de 1973.

En enero de 1973 fue postulado candidato al gobierno de Sonora por el PRI, posteriormente se sumarían el PPS y el PARM. Tenía apenas 32 años de edad y hubo de reformarse la Constitución local que exigía 35 para acceder al cargo de gobernador del estado.

Fue elegido en julio de ese año y gobernó del 13 de septiembre de 1973 hasta el 25 de octubre de 1975, que presenta su renuncia, “Para no ser obstáculo en el esclarecimiento de los hechos” que habían derivado en violencia en los predios agrícolas San Isidro y San Ignacio del Valle del Yaqui”.

Lo que siguió después, tanto la persecución, su salida del país, los litigios las demandas y su exoneración por el Poder Judicial de la Federación se narra a detalle en los libros: Biébrich: Historia de una infamia de Jesús Blancornelas ; Biébrich: He vivido con dignidad  del propio Carlos Armando y en el texto de Raúl F. Cárdenas Responsabilidad de los Funcionarios Públicos, donde el abogado Miguel Ángel Cortés Ibarra hace una destacada y amplia narrativa jurídica del caso, sus orígenes y desenvolvimiento.

Ya sin el peso de la persecución y los litigios, Biébrich dio clases de Derecho Constitucional en la UNAM, campus Acatlán, y desempeñó labores partidistas cuando Luis Donaldo Colosio dirigió el CEN del PRI.

Posteriormente sería director Jurídico de la Secretaría de Energía, subsecretario del Trabajo y Previsión Social y diputado federal de nuevo, ahora en la LX legislatura del Congreso de la Unión.

En los últimos años de su vida se dedicó de lleno a labores académicas en el campo del Derecho Constitucional.

En la presentación de su libro el 2 de diciembre del 2014 en la Sociedad Sonorense de Historia, con la mirada fija y la atención del público, familia y amigos presentes, afirmó; que los dos momentos que marcaron una parte de su vida política para siempre fueron: “Que Mario Moya Palencia no hubiera sido el candidato a la Presidencia en 1975, cuando el PRI postuló a José López Portillo, y el asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994”

Carlos Armando Biébrich Torres, ex gobernador de Sonora, creador del Colegio de Bachilleres y de los Tecnológicos de Hermosillo y Nogales —entre otras obras visionarias para Sonora—, murió hoy 14 de enero a las once de la mañana en Hermosillo. Cumpliría 82 años en noviembre. Descanse en Paz.

Golpean fuerte al partido Verde

+ Loret exhibe los "trapos sucios" de sus dirigentes

CD. DE MÉXICO, 16 de diciembre de 2020.- El Partido Verde Ecologista de México recibe duras críticas por su persistente alianza con otras siglas para mantenerse vigente, y aumentan ahora que se acerca al movimiento de Morena.

Un resumen de las clíticas lo hizo este día el periodista Carlos Loret, en su espacio de El Universal.

Inicia con la principal acusación de ofrecerse al partido en el poder y así lo hizo con Vicente Fox, luego con Enrique Peña y ahora con López obrador, a cambio de recursos materiales y poder.

Ahora, una versión de origen “confidencial” revela presunta corrupción y llega a autoridades federales. Se indaga en esas instancias el manejo en el sexenio anterior, de 5 mil y 7 mil millones de pesos anualmente, manejados por representantes de las siglas verdes, principalmente Jorge Emilio González Martínez, apodado “El Niño Verde”; Jesús Sesma y Arturo Escobar, quienes transferían estos recursos a las representaciones estatales “a cambio de recibir como comisión el 70% del monto transferido”.

La Fiscalía federal cree según sus primeras indagaciones, que los liderazgos del PVEM acordaban con gobernadores estatales mandar cientos de millones de pesos del presupuesto público, a cambio de regresar el 70% del monto enviado y el mandatario estatal se quedaba con el 30%, para usarlos en lo que quisieran, porque los enviaban “no etiquetados”.

Se indaga en este momento en los gobiernos de Sinaloa, Michoacán, el Estado de México, la Ciudad de México, entre otros. En algunos casos, el servicio incluía “lavado”, echando mano de empresas factureras y negocios falsos, para facilitar al mandatario el uso libre del dinero público.

Este esquema 70-30, era patrocinado por el gobierno federal al aliado, el Partido Verde, y duró años. La autoridad electoral ahora está interesada en saber cuánto de ese dinero pudo usarse también en la operación electoral, por encima de los topes de gastos que establece la ley.

En materia electoral, la alianza que ahora hace el PVEM con Morena, puede considerarse según el análisis político captado por Loret, es que buscan protección para evitar que la denuncia prospere en una jugada que a la vez beneficiaría a Morena, porque el partido acusado ahora pregona su alianza y hace alusión a que “es un honor estar con Obrador”.