+ Éxodos y diásporas: Cambiar de camiseta, la moda; no todos son lo que dicen; en Morena la más alta petición de regidurías
GUAYMAS, Son.- Heriberto Aguilar Castillo confía en reelegirse como diputado federal por el 04 Distrito, cuya cabecera es Guaymas, un bastión priísta hasta 2018.
No es falsa confianza. A donde va encuentra aprecio y eso es por su formación, su idea de lo que debe ser la política, algo interpretado como ingenuidad por el político tradicional que se acepta merecedor de esos fuertes adjetivos que les endilgamos. No es ingenuo Heriberto, solo le falta la experiencia que se adquiere en el callejón de los trancazos y ya transita en él. Más cuando cuenta con amigos como los que tiene, lo cual de nada le serviría si no tuviera la sangre delgada.
Bueno, pues mencionar a Aguilar Castillo viene al caso porque es quien atrae gente como ese grupo que, se filtró el sábado, pidió ser aceptado en Morena, partido que agarra todo en este momento porque de eso se trata, aunque al rato aplique el cernidor.
Así que el diputado hace constar su capacidad de convocatoria y eso es bueno ahora que debe repetir lo de hace 3 años, cuando obtuvo el doble de votos que su más cercano adversario, para permanecer donde el presidente lo necesita, aún cuando sabe, el 6 de junio no tendrá un día de campo. Para bien o mal, Morena recibió al grupo polícromo que en varios casos ni eran del partido que dicen ni representan lo que dicen. Pero cada quien son un voto, y eso cuenta en una elección como la que viene.
La lista filtrada por alguien (hizo bien, pues amplía la cultura general de los nuevos tiempos políticos donde el amor a la camiseta desaparece), inicia con Minerva Paredes Echeverría, izquierdista de siempre al lado de otro ideólogo “zurdo” como es su esposo, el profesor Antonio Torreblanca, quien desde distribuir propaganda impresa hasta pararse en una esquina con un megáfono, hace 40 años, habla del paraíso que tendríamos si todos siguiéramos las teorías del socialismo cristiano. Sin egoísmo pues.
Igual lo hacía el profesor José Guzmán López González, quien se sabe al derecho y al revés la historia del asalto al Cuartel Madera, donde habría nacido la Liga Comunista 23 de Septiembre que tan fuerte jaqueca causó al régimen federal.
Sí se fueron, pero eso ocurrió hace tiempo. En 2018 ya hacían proselitismo por Andrés Manuel López obrador, aun cuando López González siguió con el PRD en su portafolio hasta perderlo por cansancio hace unos meses. Oliver Flores Bareño persistió hasta el sábado.
La derecha también tiene cabida, por eso llegaron los exregidores y exfuncionarios panistas Fortunato Cano Venegas, Jorge Rodríguez Maciel y su esposa Mónica; Omar Núñez Caravantes (qué historia, la de Omar), Javier Peralta, Luis Felipe Valenzuela, Carlos Valenzuela y Douglas Taylor.
Buscaron reacomodo también, Héctor Molina, una leyenda en el PRI, versado en reglas y leyes que le permitieron apropiarse para uso personal, de una oficina del semiabandonado edificio donde hace siglo y medio nació Plutarco Elías Calles.
José Ordaz, señalado como principal invasor y vendedor de tierra irregular en Guaymas, no era priísta desde 2000, cuando fue candidato de Convergencia y coqueteó con otras siglas en subsiguientes campañas con fin obvio. Librado Navarro fue consistente en Movimiento Ciudadano hasta este salto.
Manuel ramos sorprendió, pues fue priísta siempre con antecedente en el sindicalismo petrolero, su contacto con todo mundo y como regidor propuesto por Carlos Zaragoza en 2006. Alfonso Ruiz, en efecto, era de Movimiento Alternativo Sonorense, de Guadalupe Curiel, al cual se integró en 2018 tras dejar el panismo.
Pero no se sorprenda de próximos saltos en contrario. Morenistas locales no están conformes con hacer candidatos a gente recién llegada y ya buscaron a Jesús Saldaña para pedirle ser parte de su campaña de candidato a legislador por el 04 en la alianza Va por Sonora.
Las franelas, pues, ya no son dignas de aprecio, así que los éxodos y diásporas serán lo cotidiano de aquí a abril, cuando termine el reparto del pastel que se cocina con uñas y dientes en las mesas partidistas.
Ah, en Morena, solo en Guaymas, unas 250 personas han solicitado registro para ser regidores. En eso también lleva delantera.