Ayer terminé de sorprenderme de la actitud de algunos panistas y priístas que ven las cosas tan fríamente, confirmando que existen mentalidades para las que la lealtad, los valores, son prescindibles.
Fíjese, en el PAN, sigue la colecta para ayudar a Panchito López Lucero para que pague gastos en México donde será sometido a cirugía. El noble acto contrasta con el que pregona urgencia de cambiar dirigente, pues “el Panchito ya no quedará bien”.
Un derrame cerebral por un problema congénito mandó al hospital a López Lucero, joven talentoso, creyente de lo divino, buen ciudadano, sano y generoso. Eso lo tendrá un buen tiempo fuera y es reservado el pronóstico de su rehabilitación. Pero de allí a que fallezca o quede inhabilitado, hay una distancia por medir, pero la quieren empujar gente como Héctor Hernández (Profeco) y Óscar González (constructor y ex CEA), a quienes se les atribuye la bajeza de pronosticar desenlaces trágicos con Panchito, y peor, el presunto motivo del ataque cerebral, versión que recorre la descuidada sede panista y los pasillos de Palacio Municipal. Deberían deslindarse ambos personajes de esos chismes, en caso de que lo sean, pues no les ayuda esa relación en su ambición quizá exagerada, de dirigir las siglas como catapulta para ser diputados locales. En cuanto al PRI, dice Sonia Araujo que tiene el apoyo de Claudia Pavlovich para buscar la dirigencia del Comité Municipal en Guaymas. Pero hay quien apuesta que si llega la hermosillense que viaja en corcel de hacienda, es inminente el arribo al puesto, de la ex alcaldesa sustituta Susana Corella, en lo cual con énfasis empuja también Otto Claussen. Pero otra sorpresa es el apoyo pedido por Manuel Villegas, ex secretario del Ayuntamiento con Toño Astiazarán, a Hugo Efrén Márquez, el ex priísta que se fue a Convergencia desde antes de la pasada campaña y de donde lo quiere retachar Luz María Lucero. Y digo “habría sorprendido” porque antes hizo cosas parecidas, una de ellas, cuando fue a la casa de piedra de la 23 y le pidió apoyo a su principal inquilino, César Lizárraga, para dirigir el PRI. Ah, qué ojos abrió el alcalde y hasta tardó en hilar respuesta donde le hizo ver su formación panista. “Sí, pero ¿qué tiene?”, dícen que le habría contestado el `profe´. APRENDERÁ QUÉ ES LA LEY Empalme es un sitio sui géneris en distintos aspectos, desde vivir en perenne escasez económica, hasta el contrastante eventos social donde el trabajador es infl uenciado para gastar su dinero en alcohol por eventos musicales promotores de esta práctica. La autor idad pone mucho énfasis en promover “diversión”, aunque es común ocultar cuentas al pueblo del dinero que ingresa y los más, creen que los funcionarios se los reparten en lo oscurito. Celebro que esta vez, para realizar la “Expo” de cada noviembre, inventada en los 80 por Heriberto Lizárraga para nobles fi nes hoy olvidados, una comisión de regidores de todos los partidos vaya a vigilar desde ingresos hasta seguridad. |