AGUSTÍN RODRÍGUEZ
No es a Empalme donde enviarían a Ramón Aguirre Vizcarra para que la gente del “Tamo” Luis Erasmo Terán se deshaga de él, por no aportar mucho en la ofi cina de asesores del secretario técnico del hombre que manda hoy en Sonora.
Para bien o para mal, la ex rielera población seguirá padeciendo los embates de la violencia y la delincuencia en general, con las fuerzas armadas desgastándose en guerritas con las que debiera lidiar el alcalde Javier Caraveo.
Sólo que de eso sabe más el ex alcalde y ahora regidor –es que le gustó el bateo libre, la verdad—del PRD, el odontólogo Reynaldo Rodríguez Ortiz, pero fue persuadido y olvidó su intención de ir a Contraloría.
Pero decíamos que no es allá el destino del ex subjefe policíaco en Ciudad Obregón y luego ex “sub” en Guaymas, de donde salió por aquel pleito que terminó en el despido de José Bolaños Castro en la titularidad de Seguridad Pública.
Por cierto, todavía no puede el joven Bolaños, después de dos semanas del anuncio, sentarse en la silla del jefe en Bácum. Algo pesado debe estar atravesado en el camino.
Ayer, en Hermosillo, comían en refi nado restaurante el alcalde César Lizárraga y el jefe del Estado Mayor, Alonso Arriola Escutia, acompañados por el hoy subdirector accidental José Antero Castillo Altamirano y, por supuesto, de Aguirre Vizcarra.