+ No cesa la violencia en Sonora; matan a obreros electricistas en carretera serrana; en Guaymas liberan a 5 personas secuestradas y horas después asesinan a una; Karla Córdova le hace la tarea a CEA; Toño Astiazarán eleva ordenas las cuentas y triplica la inversión en obra publica
GUAYMAS, Son.- Termina una semana de acontecimientos violentos que jamás habríamos pensado que se presentaran en una entidad como la nuestra.
Indigna el ataque a trabajadores de Comisión Federal de Electricidad en la carretera a Yécora, que mató a dos y dos más habrían sufrido la misma suerte de no correr hacia el monte.
En esa región es secreto a voces quién manda y no es la autoridad, que tardó en reaccionar y cuando lo hizo, dijo algo que todos saben: fueron atacados por miembros del crimen organizado. Pues sí… ¿y?
Qué bueno, encontraron con vida a dos de ellos en las inmediaciones de Ónavas. La Fiscalía General de la República también anunció lo obvio, que se hizo cargo de las averiguaciones. Pues ¿qué no?
La CFE ha mencionado que sus trabajadores son objeto del amedrentamiento y ataques por parte del crimen organizado y hasta hay zonas de la República donde no se les permite trabajar.
El propio titular de CFE, Manuel Bartlett, reconoció que el problema es por la delincuencia organizada, como ocurre en el norte, sobre todo en Tamaulipas, y “algunas partes del centro de la República”. Lo dijo hace un año y en lugar de informarse de resultados, el problema crece.
El sindicato de electricistas pide que se haga algo, porque “en esos lugares se hace imposible realizar el trabajo”. Ni siquiera pueden cobrar el suministro eléctrico. Tienen propuestas a la Secretaría de Gobierno, fuerzas armadas y la policía, para incluir y mejorar la protección a sus trabajadores. A ver.
Luego, la balacera reportada por guaymenses al amanecer del miércoles, que desplazó a marinos y policías municipales para encontrarse con 5 personas secuestradas, una de las cuales arrebató un arma de asalto a uno de los captores e hizo disparos, por eso se supo del ilícito.
La presunta casa de seguridad en colonia Burócrata esta frente a una escuela primaria. Viera el terror entre maestros, padres de familia y alumnado. Pero dice la autoridad que nunca estuvieron en peligro.
Entre los secuestrados estaba Verónica, de 31 años, al parecer residente de El Rastro Playa, en el sur de la ciudad, quien fue llevada a su casa y entonces se presentó una situación difícil de explicar:
Los elementos de seguridad le dejaron protección y le ofrecieron trasladarla fuera de la ciudad; no quiso. Firmó un documento pidiendo retirar la protección, como ocurrió, pero unas horas después llegaron varios individuos armados, quizá los mismos secuestradores, que no fueron detenidos, y la ejecutaron. Que cruel sería decir que porque ella así lo quiso. No debieron retirarle la protección.
Guaymas ha visto caer en unos meses grupos armados dedicados a ese ilícito en tres ocasiones previas, lo que confirma que anidaron aquí estas bandas. A ver con qué cuentas sale la Fiscalía de doña Claudia Indira Contreras sobre estos hechos.
EMPUJANDO A LA CEA
La alcaldesa Karla Córdova tuvo que tomar el estandarte con el cual se puso al frente de la tarea emergente para frenar la fuga de drenaje en una treintena de puntos críticos.
Se ha visto muy lenta la Comisión Estatal del Agua y José Luis Jardines, su titular, igual su administrador local Ricardo Montoya. La doctora ha tenido que empujarlos para lograr algo de resultado cuando les convoca a hacer algo.
El “no hay recursos” es la repuesta, pero aceptarla, es seguir viendo pasar los ríos de aguas negras con el riesgo implícito a la salud de la gente.
Ya les puso el ejemplo la alcaldesa: se movió olvidando que “no hay recursos” y obtuvo el apoyo de 10 unidades “Vactor”, que lavan drenajes y alcantarillas, dos de las cuales le prestó su cuatacho de Cajeme, Javier Lmarque, y 4 arrendó, con recursos propios, a ver si se los repone la CEA.
Esta semana termina con menos fugas. La entrante, veremos, pero ya la doctora Córdova armó acciones con el gobernador del Estado que, también, debe entrarle al toro porque no tiene en los directivos de CEA, la respuesta esperada.
TOÑO TRIPLICA OBRA
Ayer informó el Ayuntamiento de Hermosillo, que triplicó la obra promedio de años anteriores.
El alcalde Toño Astiazarán dice que se logró por el Plan de Fortalecimiento Financiero implementado por su administración, de tal forma que en 2022 podrá invertir 600 millones de pesos en obra pública.
Confirman con esto los hermosillenses, que tienen un gobierno ordenado, transparente y confiable. Hasta los banqueros, diputados, regidores y empresarios hacen buenos comentarios.
Toño encontró 70 patrullas al rescatar el desastre que le dejó su antecesora, y ya tiene 300; pronto tendrán 25 nuevas recolectores de basura y muchas cosas más, pese a la gran deuda heredada.
La tesorera Flor Ayala habló de austeridad y combate a la corrupción, que la había. Vea si no: terminó con duplicidades de funciones, eliminaron plazas laborales; ajustaron prestaciones salariales excesivas y, para “Rypley”, cancelaron 2,700 pólizas de seguro de vida privados, para dejar solo las de Bomberos y Policías.
Con estas mañosadas recordé a aquel simpático alcalde de Guaymas en los 80, que hasta los pañales de la niña compraba con dinero de la Tesorería; o al que sigue saltando de partido en partido a ver por cual color vuelve buscar, como su obsesión le obliga, ese cargo, para seguir pagando la vigilancia de su casa en Hermosillo con los impuestos del pueblo. Qué cosas ¿no?