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Columnas

Cuentas llenas y asientos vacíos

+ El diario New York Times revela crisis de la iglesia católica, ahora en Australia

 

SÍDNEY, Australia.- Aunque desde hace décadas enfrenta una serie de escándalos de abuso sexual, la iglesia católica de Australia proyecta fortaleza.

Por toda Australia, han permanecido abiertas más parroquias católicas que en otros países que han sufrido escándalos de abuso, y las escuelas católicas siguen llenas de niños —principalmente debido a la destreza legal y financiera del clérigo más prominente de Australia, el cardenal George Pell—.

Sin embargo, en la iglesia australiana no están vacías las cuentas bancarias, sino las bancas de las iglesias.

En diciembre, Pell fue condenado por haber abusado sexualmente de dos niños del coro en la década de los noventa, un hecho que lo convirtió en el clérigo católico de más alto rango en el mundo en haber sido encontrado culpable de ese crimen. El 13 de marzo, Pell fue sentenciado a seis años de prisión.

El caso ha despertado la desconfianza y la ira de los católicos en Australia, una situación que ha enfilado a la otrora sólida iglesia del país hacia un declive escarpado, tal vez histórico.

“Ha sido desastroso”, comentó Peter Wilkinson, un sacerdote retirado e investigador católico de Melbourne, Australia, donde Pell era arzobispo. “Yo diría que hemos perdido unas dos, tal vez tres generaciones de jóvenes, y ahora creo que la situación ha empeorado. La generación más vieja está siguiendo a la joven”.

Incluso al compararla con otros países que enfrentan escándalos de abuso de muchos años, en Australia es extraordinario el declive de la asistencia a la iglesia: en la década de los cincuenta, el 74 por ciento de los católicos de Australia iba a misa semanalmente. En 2011, tan solo el 12 por ciento de los 5,3 millones de católicos en el país fue a misa de vez en cuando (ni siquiera una vez a la semana), y se espera que esta cifra caiga de nuevo cuando se publiquen los datos de este año.

El éxodo en Australia es una deserción mucho más dramática que la de Estados Unidos, donde el 39 por ciento de los católicos asegura asistir a la iglesia al menos una vez a la semana, según una encuesta de Gallup publicada el año pasado, o la de Irlanda, donde la asistencia semanal ha caído a un 44 por ciento.

Además, este fenómeno ocurre en un país donde las escuelas católicas siguen siendo una fuerza institucional. Educan aproximadamente a uno de cada cinco niños australianos y reciben casi un 80 por ciento de su financiamiento del gobierno —el legado de una crisis en los años sesenta, cuando el Partido Laborista accedió a rescatar a las escuelas católicas de la deuda y el deterioro—.

El resultado es una dicotomía inusual. En términos económicos, la iglesia católica de Australia es más fuerte que sus homólogas de muchos países. En términos espirituales, está en crisis. Además, Pell, de 77 años, una figura de autoridad que hasta hace poco era el tesorero del Vaticano, influyó en ambas tendencias de maneras que ahora son cuestionadas por muchos australianos.

En octubre de 1996 —curiosamente, dos meses antes de los incidentes que llevaron a su actual condena—, como arzobispo de Melbourne, Pell montó el equivalente de un cortafuegos para las finanzas y la reputación de la iglesia. Lo llamó La respuesta de Melbourne.

En teoría, era un proceso alternativo de resolución para los sobrevivientes de abuso. Pell señaló que tenía como objetivo “facilitar que las víctimas obtuvieran justicia” fuera de las cortes. No obstante, limitó los pagos que en un inicio eran de 50.000 dólares australianos (35.000 dólares estadounidenses) y comúnmente obligaba a las víctimas a mantener sus traumas en la confidencialidad.

Pell implementó una estrategia similar en Sídney, donde fungió como arzobispo de 2001 a 2014. Luchó con ahínco para desanimar a las víctimas de asistir a la corte, aunque a menudo se le podía escuchar condenando la homosexualidad y recaudando dinero para causas y políticos conservadores, como los ex primeros ministros Tony Abbott y John Howard. Ambos hombres expresaron su apoyo hacia Pell, después de que se anunció la condena.

En particular, Pell sostuvo una defensa agresiva en contra de un exmonaguillo, John Ellis, quien denunció a un cura de Sídney, el reverendo Aidan Duggan, por abusar de él y haberlo violado cuando era niño.

Duggan murió en 2004 antes de que salieran a la luz las acusaciones de Ellis y varios otros. Ellis argumentó que el principal proceso de resolución de la iglesia le había fallado pero que, cuando demandó e intentó llegar a un acuerdo, Pell se rehusó.

En 2007, Ellis perdió; una corte de apelaciones determinó que la iglesia católica de Australia no podía ser demandada porque no existía como una entidad legal formal.

“Ya habían aceptado que un cura había abusado de Ellis durante un largo periodo”, mencionó Wilkinson, el presidente de Catholics for Renewal, un grupo de reforma laica. “Pell usó ese caso para asegurarse de que cualquiera que pensara en cuestionar un pago en las cortes civiles pasara por un infierno”.

Su estrategia combativa —una “guerra encubierta en contra de las víctimas”, como lo describió Ellis en un editorial reciente— rindió frutos, al menos en términos económicos.

La “defensa de Ellis” fue invocada en repetidas ocasiones para disuadir demandas civiles; documentos internos de la iglesia de 2015 demostraron que La respuesta de Melbourne le ahorró a la iglesia hasta 62 millones de dólares australianos (44 millones de dólares estadounidenses).

Una comisión ha revelado patrones terroríficos de abuso: de enero de 1980 a febrero de 2015, 4444 personas denunciaron incidentes de abuso sexual infantil a 93 autoridades de la iglesia católica.

Sin embargo, y en buena medida gracias a Pell, la iglesia de Australia ha experimentado un porcentaje mucho menor de cierres de iglesias y escuelas que Estados Unidos, a pesar de una caída en la asistencia a misa.

Durante una misa matutina reciente en la iglesia de San Patricio, ubicada en los suburbios del este de Sídney, hubo apenas una docena de feligreses y la mayoría eran mujeres de la tercera edad.

En Melbourne, en la catedral donde ocurrió el abuso de Pell, es común ver llena solo una fracción del santuario, un fenómeno que se observa en iglesias de toda Australia. Esta situación se presenta a pesar de la afluencia de inmigrantes católicos de países no angloparlantes, quienes ahora representan el 19 por ciento de la población católica del país.

En correos electrónicos enviados a padres de familia durante las últimas semanas, muchos líderes de escuelas católicas de toda Australia se han desvivido para expresar su apoyo a las víctimas y respeto al veredicto del jurado. No obstante, la matrícula de las escuelas católicas perdió 1315 estudiantes durante los últimos dos años y, en 2018, cayó a 765.735 estudiantes a pesar de que había ganado 200.000 desde 2014 con lo que llegó a casi 3,9 millones en total.

“Para mucha gente, George Pell es la iglesia católica de Australia”, afirmó Andrew Collins, víctima de abuso sexual infantil en Ballart, cuya familia fue cercana a Pell durante años.

Entre las víctimas, había bajas expectativas de una larga sentencia. “Están acostumbrados a la iglesia y a que el poder de la iglesia se anteponga sobre lo bueno, lo correcto y lo justo”, sentenció Collins.

Estas líneas...

+ Regidores ante la Fiscalía Anticorrupción; Santiago Luna dejó “la víbora chillando”; el Contralor, se aburre por no hacer nada; Célida, que ya dio chamba a su hijo; Claudia Pavlovich en menciones para el PRI nacional; Sara se dice contenta; el “VinoFest” pone a Guaymas en el mapa mundial

GUAYMAS, Son.- Inédito: la Fiscalía Anticorrupción de Sonora llamó a regidores guaymenses para explicar su aval a presuntas violaciones a la ley.

Son 17, incluidos PRI y el satélite Verde. La pasarela sigue esta semana, cuando aclararán por qué apoyaron propuestas como esa de nombrar funcionarios que no reunían requisitos legales.

Sería nota común, pero nunca, ni cuando Otto Claussen vendió en canal a los guaymenses a la usura, sus regidores fueron tocados ni con el pétalo de una rosa.

Si la Fiscalía especializada en la enfermedad general de México --la corrupción--, busca explicaciones, significarían pasos para acotar la rapiña que hundió al país, arruinó tesorerías locales y enriqueció –por eso tan disputados los cargos—a alcaldes y cómplices en las cuentas mochas, con amparo en la impunidad institucionalizada.

Es buena noticia que se reproche y apliquen sanciones en su caso, el tomar decisiones ilegales, como esa de avalar nombramientos de funcionarios como Santiago Luna, quién debió dejar el cargo de tesorero para bajar presión al grupo hermosillense que manda en Guaymas.

Eso sí, cayó hacia arriba. Entregó y partió a su tierra, Hermosillo, donde un funcionario menor de la Semarnat le tomó protesta como delegado de la Profepa. Eso genera tranquilidad aquí. Para Sonora, esta expresión de un columnista que escribe en Cajeme, es ilustrativa:

“También llegaron regidores, no sé si funcionarios de la administración fallida de la alcaldesa de Guaymas, Sara Valle, al parecer (por) la aprobación como tesorero del cuñado de la alcaldesa, Santiago Luna, quien ya salió y vaya salida política que le dieron, delegado de Profepa.

Con esa cara de ‘Al capone’ que tiene nomás se entere del valor los permisos que se manejan ahí; Pepinos (de) mar, Totoaba, Mineras, etc… los ‘Homeruns’ de Héctor Espino y Ronnie Camacho, van a ser tristes elevaditos… al tiempo”.

Pesado ¿No? Pero sé, también, que ya se intenta poner orden en el saqueo pesquero. Ya se verá.

En cuanto a regidores que enfrentan el primer caso oficial que indaga corrupción, es más fácil decir quiénes no, y son los siempre críticos Ernesto Uribe, Sergio Carlos García, José Luis Portillo e Itzel Ríos, la jovencita que se sumó al mayoriteo cuando le dieron chamba a su mamá en el Centro Asistencial de Desarrollo Infantil... como directora.

Y si ustedes creen que los regidores denunciantes se saltaron trancas, no. La denuncia –que ya hay varias—también llegó a Contraloría Municipal, pero pues, cómo morder la mano que da de comer.

El papeleo entregado a Daniel Morales Pardini fue al archivo. El contralor no irá contra quien le dio chamba, primero como jefe de Policía–duró 48 horas en el cargo—y al tronar lo rescató y lo llevó a esa silla, pero el señor solo la usa para sus guerras intelectuales con y contra sus amigos en redes sociales, pues el ocio aburre.

Si las cosas siguen la ruta del extesorero, Morales Pardini pronto estará fuera del Ayuntamiento y buscando un puesto federal.

Otra intriga palaciega dice que la nueva tesorera, Célida Botello, negoció chamba para su joven hijo. Alguien espera que se formalice su primera quincena con rango de director para la denuncia correspondiente. Quizá los mismos “latosos” que ven ilegalidades por todos lados, como expresó el regidor entreguista Arturo Lomelí --¿él no las mira, ni las oye?--, quien se atrevió a decir que hasta el Instituto Sonorense de Auditoría Fiscal “los mandan a loco” y vean lo que provocó: hasta él debe responder por levantar el dedo sin ton ni son.

Y el director de festejos Fausto Gutiérrez busca “Nervocalm”, ante la exigencia de cuentas no precisamente del evento carnavalero recién terminado, sino del proceso legal aún vigente en los juzgados, por un desfalco a una cadena gasolinera local ¡Ah, raza!

TIROS RÁPIDOS

1.- La intensa actividad de la gobernadora Claudia Pavlovich para mantener en orden los asuntos de Sonora, le atraen reconocimiento nacional. Por citar uno, la calificación de la Secretaría de la Función Pública, que la distingue por sus medidas de transparencia.

Tan es buena su imagen, que el PRI la quiere como fórmula para dirigir el ejecutivo nacional al lado del exrector de la UNAM, José Narro. Es de pensarse, por los muchos pendientes que aún tiene la entidad para consolidar sus tareas, pero la sola mención ya es buena.

2.- Sara Valle dice estar contenta en estos días por varias razones.

Una, que tiene delegado amigo en la Profepa, lo cual le ayudará a gestionar orden sobre todo en la pesca, donde la riqueza sigue mal repartida; dos, aumentó el número de mujeres en puestos de primer nivel (Tesorería) en su administración; tres, tuvo un carnaval con saldo blanco; la cuarta, quizá la mejor, que “soy de las consentidas de AMLO, quien vía (Alfonso) Durazo me mandó 98 policías federales y el apoyo total”.

Remarca su expresión sin triunfalismo, pero satisfecha del deber cumplido: “Me siento contenta”.

3.- El Festival del Vino hace trascender a Guaymas. Las facilidades de la autoridad se reflejaron y se reconoció el talento de la organización, cuya bujía es Roberto Lemmenmeyer, un empresario que le apuesta a Guaymas y quien recibió las mejores expresiones de estímulo. Me quedo con la que hizo el promotor de inversiones Luis Felipe Seldner, quien destaca buenos resultados y “no tenía por qué fallar nada, porque Roberto todo lo hace bien”.

El “VinoFest 2019” ya es un evento que trasciende a lo internacional y en su segunda edición suma avances de muchos tipos a Sonora.

Así se fue el diputado Lizárraga

HERMOSILLO, Son.- Este es el documento mediante el cual el diputado local por el XIII Distrito Electoral (Guaymas), Rodolfo Lizárraga Arellano, hizo circular para confirmar que dejó la coordinación de los representantes del PT en el Congreso de Sonora.

“A la opinión pública:

Como diputado del Congreso del Estado y en mi paso como Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, he buscado ser la voz del pueblo, de todas las personas abandonadas por las malas políticas gubernamentales, he demostrado que en lo correcto coincido con todas las fuerzas políticas por el bien de Sonora y México.

Como Coordinador de los legisladores petistas siempre estuve dispuesto al acuerdo y a la negociación que no violentara el estado de derecho, para que los sonorenses tuvieran una mejor calidad de vida.

Fui elegido por la Comisión Ejecutiva Estatal de mi partido como lo marcan los estatutos, pues entre los diputados soy el único militante petista, y puedo decir, orgullosamente, que hace 16 años tome la decisión de unirme a este gran partido que tantas satisfacciones le ha dado a México y Sonora.

He mantenido una oficina del PT en Guaymas sin ningún tipo de prerrogativa porque considero que el partido debe de estar cercano a la gente y en los próximos meses, con mi presupuesto abriremos también un Centro de Desarrollo Infantil en el Puerto.

Con el trabajo de su servidor, de los militantes y simpatizantes del partido, les puedo decir que el PT ha sido por nueve años consecutivos, la tercera fuerza política en Guaymas.

No cabe duda que hoy, es el mejor momento del PT Sonora, con más de 20 regidurías, con 5 diputados locales electos por este partido aunque pertenezcan actualmente a otras bancadas, esto es producto de la lealtad que hemos demostrado a Andrés Manuel López Obrador desde el año 2006, a quien reafirmo mi apoyo total porque creo en la Cuarta Transformación y en la Constitución Moral que promueve.

Dios me dio la oportunidad de ser regidor 2 veces en el Cabildo de Guaymas, y ahora diputado local porque acepto como hombre de fe, que solo Dios es el quita y el que pone, nadie más lo hace.

Porque en cada cargo que he desempeñado he tenido la convicción de hablar claro, este día les comunico que dejo la coordinación del Grupo Parlamentario porque no pretendo ser motivo de división dentro del partido, por el gran amor que le tengo al PT, porque es mi casa. Solo me gustaría aclarar que renuncio a una coordinación, pero no a mis sueños.

La situación que estoy viviendo en este momento está siendo generada por defender los derechos de mis representados. Y seguro estoy que aquellos que hoy utilizan el partido para intereses personales, más adelante vendrán a pedir disculpas, y estaré abierto a escucharlos, porque en la Cuarta Transformación se debe de perdonar y trabajar juntos por el bien del pueblo.

Reitero que provengo de una cultura del esfuerzo, del trabajo y el sacrificio, y no del privilegio. Mi compromiso es con todos los sonorenses, mi compromiso es con los habitantes del Distrito XIII el cual represento en este Congreso, mi compromiso es luchar contra la pobreza, los abusos y la desigualdad.

Como lo saben, no soy manipulable, a mí las cosas de frente y a los ojos, porque de manera cobarde nada.

No claudicaré porque sé que vienen mejores oportunidades para mí y para los guaymenses, porque Guaymas es grande, próspero y grandioso.

No me queda más que decir: Gracias a mi casa, el PT Sonora, a mis grandes amigos petistas por tanto apoyo.

Gracias a Dios tengo la capacidad de llevar esto adelante. Gracias a mi padre y madre soy quien soy como persona y humano hoy.

¡Dios bendiga a Guaymas!

¡Dios bendiga a Sonora!

Estas líneas...

+ A la vista otro resurgimiento económico; empresarios locales al margen de la inversión; Sara Valle tiene en la IP la solución al drama financiero; el “Pato“ advierte: las candidaturas son de quien las trabaja; PAN: el regreso que incomoda; Bien por la FGJE, pero falta labor de fondo

 

GUAYMAS, Son.- En medio de la confusión en marcha y desesperanza en muchos que esperaban gran cambio en poco tiempo, hay aliento en el panorama económico regional.

En corto lapso habrá aquí al menos 4 nuevos hoteles, además de franquicias comerciales que trae la incursión empresarial, me dicen, del político beltronista Fernando Heras.

Buena noticia para el turismo. La incomunicación aérea que padecemos es obstáculo y no se arregla porque, precisamente, faltan hoteles. Las hosterías por nacer –ya a la vista la de Eduardo Lemmenmeyer—, impulsarán la estancada gestión ante cualquier línea aérea.

Parece cercano otro resurgimiento cíclico de Guaymas, cuya economía tradicionalmente tambalea, en gran parte por el desinterés de empresarios locales en reinvertir los generosos resultados de su actividad por ejemplo en la pesca o la agricultura, donde volvió la bonanza.

El cambio ofrecido por el señor de la Cuarta Transformación podría darse, pero no de un día para otro; igual en Guaymas, donde leperadas continuas, rematadas con las tranzas de Otto Claussen, dieron la puntilla al Municipio. De pilón, le sucedió un alcalde quejumbroso que evadió formalizar acusaciones hoy cubiertas por el polvo de la complicidad.

Sara Valle tiene a la mano la estrategia para salir del hoyo, comenzando por alejar la grilla barata de sus ayudantes, de poca experiencia y capacidad no demostrada, como su tesorero, un dolor de cabeza a partir de la ilegalidad de su imposición; su secretaria, sin mano izquierda para dar rumbo a la política interna; y su comunicadora, enemiga de comunicadores. Ni se diga “sus” regidores, cuya entrega aleja la confianza en el Cabildo.

Qué decir de la obra pública, espina dorsal de toda administración. Planear mal daña imagen, y peor, las finanzas. Ejemplo: ¿Por qué tapan baches cuatro veces entre octubre y febrero, en un tramo de García López?

Respuesta de amigos del señor Víctor Marín, titular de Infraestructura Urbana: no sabe qué hacer.

Puntos buenos: que la ciudad se ilumine sin ladronadas como el contrato con empresa de dudosa imagen que nos hipotecó por décadas; que se limpie la ciudad pese al incumplimiento mañoso de la concesionaria PASA; la seguridad pública no tiene para cuando, aunque hay esperanza en la coordinación estatal y federal, mientras llega la prevención, única forma de atajar la delincuencia.

La perspectiva está en alentar la inversión privada. El oscuro camino dejado por trienios previos obliga a una transformación desde lo local y la alcaldesa puede hacerlo, dejando la riña callejera del Cabildo y sacudiéndose a quienes ven el trabajo municipal a través de un cheque quincenal, que siempre son problema; y a quienes no lograron ese cheque, que son problema más grande.

TIROS RAPIDOS:

1.- En la sede del PRI Guaymas, la oscuridad es compañera de la soledad, reflejo del ánimo en la militancia.

Su dirigente, Jimena Jaramillo, quiso irse cuando la dejaron de la mano los hermanos Claussen. Hoy le piden seguir y trabajar en el rescate. El problema, que cuando le vean tunas al nopal, la dinastía teutona intentará volver para repetir diabluras del trienio 2012-15.

Pero ven una luz al final del túnel –esperan que no sea una locomotora acercándose--, en el mensaje de Ernesto “El pato” de Lucas, dirigente estatal, que vía la Fundación Colosio anunció trabajo duro y como punta de lanza los regidores, Adriana Velderráin, Jesús Olmedo y, si lo dejan sus líos legales, el “verde” Daniel Cardozo. El “Pato” advirtió: candidaturas y chambas son de quien las trabaja, así que luego no reclamen.

Hoy, el control del PRI estaría a cargo del Consejo Político, la mayoría gente afín a los Claussen, Antonio Astiazarán y Edmundo Chávez. Los primeros deben soltar si el partido quiere de veras limpiar su imagen; el segundo se fue y aparecería como insignia panista rumbo a la gubernatura; el tercero es ancla y por gente así es que el expartidazo sobrevive.

2.- En el PAN, denuncian el regreso de los que se fueron al no lograr allá colocación. Eso molesta a algunos que se quedaron.

Al irse, nadie dijo nada y así iba a ser el regreso a un azul que como su líder, Santiago Samaniego, dormita al no haber ni para la renta, antes pagada con dinero autorizado por Lorenzo De Cima.

Mary Alcántar y Gaby Lachica encabezan el retorno, que de no darse, no habrá quién traiga votos. Les ven mal seguir al exdiputado local Manuel Villegas, el saltarín del PRI al PAN, luego hacia todos lados y finalmente le buscó con los priístas, donde tampoco cachó nada.

3.- El Gobierno Estatal no quiere problemas durante el Carnaval de Guaymas, principal fiesta del puerto cuyo atractivo sigue a la baja. Aún así la pachanga jala a miles y alterar el orden en una época de criminalidad desbocada significaría tragedia.

Por eso llega fuerza estatal y federal y allí andan, armados hasta los dientes junto a la mesa donde uno toma café o se alimenta, para nerviosismo de todos. Que todo salga bien.

De paso, así como Guaymas aplaudió el aclarar la muerte de una menor hace algunas semanas, así Sonora aplaude la captura anunciada por la fiscal del Estado Claudia Indira Contreras, de quienes atacaron a dos comunicadores capitalinos.

Pero la celebración es limitada. Falta resolver de fondo la tarea criminal en nuestra geografía, donde destaca Cajeme y la región Guaymas y Empalme.

Ciudades espectro y la aldea de pescadores

GUAYMAS, Son.- Estaba por terminar el año de 1929 cuando Guaymas recibió por el tren del norte la visita del licenciado Querino Moheno y Tabares, antiguo Secretario de Relaciones Exteriores durante la presidencia del general Victoriano Huerta.

Moheno venía de regreso a nuestro país tras un obligado exilio en los Estados Unidos. Su estancia en Guaymas dejó para la posteridad una descripción de un puerto que el mismo describe como a punto de desaparecer. Dejemos que sea el propio Querido Moheno quien nos relate lo que ve:

Estoy pasando calladamente la Navidad en está quieta ciudad de Guaymas que antes fuera un puerto boyante y que al paso que lleva dentro de algunos años no será sin una pobre playa de pescadores.

Desde que va uno penetrando a la ciudad se echa de ver que se va muriendo gradualmente. El ferrocarril, que antes llegaba hasta aquí directamente, se desvió hacia un lado y ahora, por un pequeño ramal envía solamente dos o tres carros envejecidos que llegan chirriando y remolones y que en cada viaje Se llevan a un vecino que ya no vendrá más. De la estación, que se quemara hace algún tiempo no queda sino el piso calcinado por las llamas; el despacho se hace ahora en un furgón retirado del servicio.

Puesto a la ventana desde las alturas que ocupa el hotel donde escribo estas cuartillas, se domina allá abajo, blanco y deslumbrante, bañado por el sol de las 10 de la mañana, el caserío coronado por las torres de la iglesia católica, única con que cuenta la ciudad. Grato el conjunto, de aspecto moruno, como el de los poblados del litoral africano, Marruecos o Argel, sin que le falten las palmeras; y visto a la distancia, produce la impresión de la vida, que se desvanece al acercarse.

Por todas partes viejas residencias amplias y macizas como externando los estados de ánimo de seres que se sienten fuertemente asentados en la vida, donde se echa de ver que existió un patrimonio sólido y estable que sólo el incendio revolucionario pudo consumir en unos cuantos años; residencias solariegas abandonadas ya del todo por sus dueños, fundadores de fuertes dinastías comerciales que huyeron ante la borda, o semiabandonadas en manos de la incuria y el desaliento que las va destruyendo lentamente; casas que se incendiaron, mostrando todavía las manchas negras del fuego, que ya no serán reconstruidas porque no hay dinero ni aliento ni objeto para hacerlo; muros desconchados exhibiendo sus lamparones lastimosos como estigmas de una lepra incurable que los va devorando implacablemente.

Sobre las puertas, borrosas ya las letras por la acción del tiempo y de lastimoso abandono, se puede leer todavía la muestra de antiguas firmas comerciales sólidas y acreditadas en el mundo entero, que parecían eternas y que también pasaron, barridas por el vendaval revolucionario. Su lugar lo ocupan ahora las tiendas de los chinos, ese pueblo silencioso y resignado, que a fuerza de abstinencias y de menudas pero incesantes actividades, logra vivir y prosperar de la miseria ajena, pululando sobre ella y aprovechándose de los restos del naufragio, un enjambre de moscas devorando la carroña de un enflaquecido rocín muerto en el campo.

La iglesia, centro de la vida social en casi todos estos pueblos nuestros, es aquí como el resumen representativo de este poblado silencioso y en ruina. Contemplándola desde lejos con sus dos bellas Torres bañadas por el sol y empinadas sobre el caserío, nos produce la impresión de una estructura maciza y perdurable; pero apenas se transpone la umbrosa plaza y se penetra bajo sus bóvedas, se recibe también allí donde creíamos encontrar una imagen de la eternidad, la sensación de un abandono y de una ruina definitiva, que nos advierte el riesgo del próximo desplome final. Una mujer pobre desteñida y anonadada en su miseria es la única palpitación de vida, pero vida que acaba, en el interior del vasto recinto, arrodillada ante la imagen de una inmaculada que refleja en el público rostro la infinita melancolía de aquel templo desierto. Y la muda tristeza del Santuario, frente a la sombría plaza silenciosa, nos oprime el corazón como pesada losa funeraria.

En la espléndida Bahía que por el tono y la quietud de sus aguas evoca el verso onomatopéyico del inmenso bardo, el ponto es de azogue y apenas palpita, unas cuantas embarcaciones de pequeño porte, dedicadas a un sórdido cabotaje, es todo lo que queda de la antigua prosperidad marítima. Y al reflejar las casas de la orilla en la mansa quietud de sus dormidas aguas, me parece como si todo esto no fuera sino la versión engañosa, el Espejismo de una de esas ciudades muertas del oriente, Una ciudad de espectro qué va a desvanecerse en cualquier momento.

Siguiendo calle arriba y adelante, por la que en tiempos fuera la calle Real y que ahora, cediendo a la manía que nos ha invadido de llenar con vanos rótulos los vacíos que van dejando los hechos se llama presuntuosamente Avenida XIV, siguiendo calle delante vuelvo a decir hasta dónde comienza el antiguo camino carretero que antes llevaba al norte, y uno y otro lado de la amplia ruta se extienden hermosas quintas de tipo presuntuoso, qué revelan el bienestar reinante cuando fueron edificadas y qué ahora, como todo lo de aquí, muestran también signos de una decadencia que ni siquiera pretende ya disimularse.

Unas se quedaron a medio edificar, por obra de la revolución, como sorprendidas por un súbito ataque de parálisis que la dejara allí, clavadas en el sitio, en una perpetua inmovilidad; otras que llegaron a la plenitud de la vida, atacadas por una vejez prematura, van acabando de miseria y desaliento. En todas ellas quedan todavía erectas las torrecillas de los molinos de viento qué volteaban alegremente al compás de su golpear isocrono, elevando el agua fresca y cantarina que rumoreaba su grata canción a verter de su chorro allá arriba en los depósitos. Y con sus aspas rotas cual plumas arrancadas a un pájaro enorme, como el de Simbad el marino, caídas al pie de las torrecillas, me parece como si fueran los restos de una bandada de aves marinas sorprendidas por el huracán y aventadas a la costa, donde perecieron con las alas rotas.

Más adelante todavía, torciendo hacia la izquierda en un recodo del camino, al coronar un altozano, súbito como una aparición, sin una vela blanca ni un penacho de humo recortándose sobre el fondo, el mar azul inmenso y un sol enorme y bermejo entre arreboles tristes y floridos se va hundiendo en las aguas en el silencioso religioso de la tarde muriente.

El Crepúsculo del fondo lejano del horizonte, como si surgiera de las aguas, una garza solitaria viene con tardo vuelo hacia la costa, subrayando con el ritmo de su vuelo pausado la tristeza de la hora, que me hace recitar ansiosamente los versos del poeta anglosajón:... y antes que abatas el cansado vuelo, vendrá la noche oscura.

Y acaba el día, saudosa y suavemente, sin otro ruido que la eterna canción del mar, que en su vaivén perenne parece como si se burlara de los hombres, de sus revoluciones y de sus ridículas arrogancias.

Porque cuando todos nosotros hayamos pasado, dejando cada uno su pequeño rastro de maldad, él seguirá allí, eterno y ruidoso, dando aguas salobres, hasta mucho después que haya desaparecido esta pobre una humanidad y la tierra vaya rodando por los espacios infinitos. Vacía y desalquilada. (Instituto Cultural e Histórico, A.C.)