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Columnas

Estas lineas...

+ La militarización, una realidad; México y Sonora van contra un mal global alentado por la corrupción; el Ayuntamiento y su terrible lucha interna; proyecto del “oscurantismo” tricolor, usar el erario para campañas políticas; el “Puente Metropolitano”, responsabilidad de los alcaldes y el diputado federal

 

GUAYMAS.- Ya no tema que militaricen al país. Ya estamos militarizados.

Y Sonora ya es parte de la reacción de México para enfrentar el problema global del crimen organizado y la violencia que le acompaña.

Lejos quedo eso de que los militares a sus cuarteles y advertir lo que pasaría si salían de ellos.

Miguel de la Madrid llego al poder en 1982 y advirtió de lo que venía. En cada población saco a la tropa a marchar con sus uniformes planchados, botas lustrosas, vehículos blindados, armas a la vista, balas brillando al sol, hasta las calibre .50 que, ya con la violencia en las calles, se volvieron parte de la cultura popular dando nombre a grupos musicales y tema a las letras de la apología del delito de sus canciones.

“Eso” lleva una generación y media en un México violento, vulnerado su nacionalismo y como fondo la corrupción rampante que, decía José López Portillo antes de ir a buscar a sus ancestros como exponía su misticismo digno de mejor causa, nos volvió “un país de cínicos”.

El “miren lo que viene” de De la Madrid y el “país de cínicos” que definía el admirador de Quetzalcóatl, llego a esto.

No salgamos ahora con que los militares a los cuarteles, cuando la corrupción esa (Otra de López Portillo: “La corrupción somos todos”) infiltro delincuentes en las policías, deshumanizo a ministerios públicos y jueces, volvió malo lo bueno y viceversa, para pésimo ejemplo a nuestros hijos y hoy, vivimos asustados por los miles de muertos y desaparecidos.

El presidente López Obrador dice lo que pasa, pero no queremos entenderle. Preferimos seguir creyendo a los agoreros del desastre, que actuar contra quienes esquilman al pueblo y devoran presupuestos del erario. Enviar presos a esos sinvergüenzas fuera rutina, pero no; hablamos de venganzas políticas o pleitos pasionales, en lugar de promover que se cumpla la ley.

Hace unos días, Guaymas reunió al gabinete de seguridad. El paisano Alfonso Durazo se trajo al general Crescencio Sandoval (Sedena), a mi comandante, almirante Rafael Ojeda Duran (Semar); y demás responsables de la seguridad nacional.

Anfitriona, la gobernadora Claudia Pavlovich, quien acababa de poner los puntos sobre las íes respecto a una amenaza de presuntos “narcos” que le reclamaron por escrito incumplir acuerdos, como si la dama que repetidamente ha puesto en su lugar a los malosos fajándose bien sus faldas, tuviera que ver con esos enemigos de la sociedad.

Ese encuentro sería motivo de orgullo para la ciudad, pero hoy pone a dudar si no fue porque la violencia y su infernal efecto sentó sus reales y la “tierra de nadie” del choque de pandillas, obliga a dar el mensaje a esos malosos, con el “aquí estamos y venimos a poner orden”.

Nuestros policías no pudieron, en gran parte por culpa de los administradores que tuvieron, todos denunciados por corrupción, algo que para bien de México, ya es delito mayor y si lo hubiera sido antes de que los malos le quitaran penalidad a este jinete del Apocalipsis, al menos los últimos 3 trienios, los administradores de Seguridad Publica estuvieran presos por desaparecer criminalmente dinero y equipo con el que se debieron combatir el delito.

Entre ellos se premiaba saber como “bajar recursos” y desaparecerlos de tal forma que el contralor dijera que todo estaba bien. Luego, el auditor complementara información y listo. Una “estafa maestra”, como ahora se les llama, contra el pueblo. En la política de la última generación, lo que parecía era. Ahora a esperar que todo cambie con el nuevo régimen.

TIROS RÀPIDOS

1.- Terrible lucha interna en el Ayuntamiento de Guaymas.

La alcaldesa Sara Valle reincide en alejarse de la gente y se sumerge en una “teoría de la conspiración” donde ella es víctima de todo mundo. Pero deja pasar, deja hacer, en aras de una meta egoísta en este momento, que es reelegirse en 2021. Y como a ella no la cuida el pueblo, pidió más custodios y viaja en vehículo de grueso blindaje.

En ese dejar pasar y hacer, el equipo que vino –se supone— a apoyar el rescate del Municipio del atraso en el que lo sumieron sus antecesores, riñe por el botín que son las cuentas de la comuna.

Una buena seria oficializar el pronto despido al “Sr. de las fichas”, el titular de Catastro Jorge Villa Flores, si no hay orden en contrario desde Hermosillo, a la presidente del Ayuntamiento.

2.- Es nuevo administrador del Hospital General de Guaymas, Mario Bernal Guardado. Lo puso Enrique Claussen, secretario de Salud, pero quienes le entienden a eso, desconfían, pues afirman, va a operar tarea política y lo haría con dinero público que debe ser para la Salud. Y Jesús Benítez, el director, parece estar allí haciendo labor similar a la de un florero.

Se confirmaría ese mal pensamiento si en breve, Claussen pone a Bernal como secretario general del PRI, desde donde enlazaría con petistas y morenistas –o lo que sean— con acceso al dinero de los ayuntamientos de Guaymas y Empalme, para “encausar” recursos con miras al aun lejano 2021.

Y pensar que en dos años, esos tricolores serán los peores enemigos de quienes sueñan con repetir en el cargo. Y podrían hacerlo si enmiendan el camino con el que iniciaron.

3.- Puntual aclaración del titular de Infraestructura del Estado, sobre un socavón en el puente Douglas.

Ricardo Martínez Terrazas dijo que el dinero federal que llego, 40 millones de pesos, hizo la primera etapa y faltan dos. El hoyo en lo que ya debiera ser el “Puente Metropolitano” está en la “parte vieja” y se corregirá, pero deja la pelota a los alcaldes y al diputado federal.

Órale, pues, señores Francisco Genesta y Sara Valle. Y legislador Heriberto Aguilar, quien por cierto, rindió un informe nutrido de resultados y se aventó la hombrada de llenar el Auditorio Municipal guaymense, lo que puso nerviosos a quienes futurean con el 21.

Estas líneas...

+ Quejas porque acabaría el Seguro Popular, pero la corrupción ya se lo acabó; en Guaymas, la guerra por el 2021 enfrenta a todos; Lizárraga lanza reto y advertencia a Ramón Flores; cierran Hotel Impala y ¿gasolinera El Corsario?; el PRI elegirá dirigente nacional y aquí también hay quejas de padrón “rasurado”

 

GUAYMAS, Son.- México aplaude la irrupción de exfuncionarios reclamando acciones útiles para el país y advirtiendo de errores en los que estaría incurriendo el gobierno federal.

Son exsecretarios de Salud reaccionando porque el presidente Andrés Manuel López Obrador acabaría con el Seguro Popular, un esquema diseñado por años y arma eficaz para hacer llegar atención médica a la gente de menores recursos. Les pondría la medicina al alcance en hospitales del sector, pagando una pequeña cuota.

Hoy, diputados de Morena buscan modificar la Ley General de Salud, la Ley de Coordinación Fiscal y la Ley de los Institutos Nacionales de Salud y eso acabaría con el Seguro Popular y más aún, volvería a centralizar el sistema para que, como antes, el dinero federal se invierta directamente en lugar de seguirlo enviando a los Estados para que cada uno administre esos programas.

Dicen los galenos que desaparecer el Seguro Popular “anularía un avance institucional de los más importantes del sistema de salud mexicano en este siglo”, porque fue construido por generaciones de médicos, enfermeras y trabajadores de la salud, “por eso México tiene más camas de hospital, más médicos, enfermeras y ha reducido la mortalidad infantil y la muerte materna”. Urgieron a un diálogo nacional con expertos para mantener ese sistema.

La rúbrica es de Guillermo Soberón, titular de Salud con Miguel de la Madrid; Julio Frenk, con Vicente Fox; José Ángel Córdova y Salomón Chertorivski, con Felipe Calderón; y Mercedes Juan y José Narro, con Enrique Peña.

Eso está bien y en el presidente lo sabe. Lo que critica es que se pudo avanzar mucho más, pero lo frenó la agobiante corrupción en el sector y por eso centralizarían todo de nuevo, para partir de esa teoría propia de la 4T de que “nosotros somos honestos”. Si lo son o no, ya se verá, pero de que no lo han sido quienes gobernaron antes, ni dudarlo.

Mantener en los Estados la responsabilidad de prestar los servicios médicos sería –insisto, desde la óptica de la 4T—seguir derrochando recursos en cada entidad.

Tendrán razón. En Sonora los comerciantes de la política hicieron florecer el cruel negocio de lucrar con la necesidad de la gente, aunque el pueblo ya se dio cuenta de eso y les tiene tacha. Los políticos volvieron botín el presupuesto y hoy urge limpiar eso.

En contrario, Guaymas y Empalme esperan estos pasos de López Obrador, para así alejar a esos políticos de tan larga uña y por quienes desaparecerían esos programas, no por los pantalones del tabasqueño presidente, quien confirmó que las bondades contempladas no llegan a su destino.

Aquí vemos el ejemplo con la situación del Hospital General de Guaymas. Hace años van y vienen directores pero detrás, enquistados y emboscados, están los verdugos de la gente, los que lucran con el dolor y la enfermedad.

Si la auditoría funcionara, hace tiempo tipos como los Bernal, una familia experta en desaparecer presupuestos en el pantano de la corrupción, estarían al menos en la calle. Pero no, el dinero se sigue perdiendo en perjuicio de la atención que la cuenta pública dice que hay. Y no es culpa de los trabajadores cuya permanencia siempre está amenazada por esos que quitan y ponen cuando estorban a sus perversos fines.

Tal vez los exsecretarios de Salud olvidaron eso, la rampante corrupción, aunque también dirían que erradicarla sería mejor medida, pero ¿Se podrá?

A ver si no nos quitan también el Hospital, con el pretexto que la pandilla Bernal y asociados se lo acabó al no poderse limpiar el ambiente.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Jazmín Gómez Lizárraga, cara amable de la administración municipal en Guaymas, fue despedida por la alcaldesa Sara Valle y será difícil saber por qué, pues la jefa del Ayuntamiento cada vez está más alejada de la gente.

La señora ordenó el mayoriteo y se aprobó licencia para su regidor, Arturo Lomelí. Rápido le tomó protesta como nuevo secretario. Aunque le dijeron que eso no se vale, pues debe resolver el Congreso estatal, no importa. En Guaymas hace tiempo quienes lo gobiernan hacen ilegalidades y ni los que deben hacerlo los detienen.

El fondo es una “vendetta”: Gómez Lizárraga es sobrina de Rodolfo Lizárraga, quien confrontó con Ana Gabriela Guevara y, a través del encargado del PT en Sonora, Ramón Flores, golpea al diputado por Guaymas. Lo de Jazmín es “daño colateral”, camino al 2021.

Este jueves el diputado fue entrevistado en la radiodifusora Red 93.3 y fue más que expresivo al señalar que “Ramón Flores va a terminar en un hospital”.

El entrevistador preguntó ¿ingenuamente? por qué, y la respuesta contundente de Lizárraga fue: “Por la ´peladota´ que se va a pegar”. Preferí no preguntar qué quiso decir con eso.

2.-  Cerró el Hotel Impala, de tal tradición por décadas, que no deberán dejarlo así la familia Alonso, sus dueños, ni sus amigos que pueden sumar esfuerzos para reemprender operaciones y contribuir a la recuperación del Centro Histórico de la ciudad.

También cerrará “El Corsario”, del consorcio “Flecha”, de los Uribe, dicen que por remodelaciones. Pero tantos años de pleito pronto levantaron suspicacias de recrudecimiento de esta guerra intrafamiliar.

3.- Este domingo Guaymas verá la respuesta de los priístas que quedan, a la convocatoria para votar por el que será nuevo presidente nacional, en medio de denuncias de padrón “rasurado” y dados cargados para Alejandro “Alito” moreno.

Los cetemistas, por ejemplo, tienen un padrón de solo 287, de más de dos mil que son. Vino Julisa Bojórquez –hija del gran dirigente que ha sido Francisco Bojórquez Mungaray—a exigir orden. A ver qué logró. CNC y CNOP, ni sus luces.

En el fondo, ya quieren quitarle el PRI a aquellos que lo hundieron, dejándolo inerme ante partidos que no traían nada en la bola.

Estas líneas...

+ Genestas, la dura prueba de querer limpiar al Ayuntamiento; CEA hace retrasar proyecto de pavimentación… dice el municipio; los Bernal, detrás de los negocios del sector Salud; quieren revivir proyecto de desniveles para desfogar la vialidad en la AGL

 

EMPALME, Son.- El alcalde Francisco Genestas parece un buen hombre y, como tal, quiere poner orden en la administración municipal conociendo la perniciosa herencia de mandos previos.

Imagine, asumir un Ayuntamiento con “sus” regidores inexpertos, acechados por los políticos profesionales que llegaron al Cabildo por su aventura de figurar como candidatos a Presidente Municipal, solo para negociar cómo y cuándo levantar la mano, y para eso hubo un tesorero que le entendió rápido a eso.

Pero el “Pantico” insiste en hacer bien las cosas, aunque en el arrancón no pareciera.

Primero, fue a ver a la gente agraviada por los excesos y frivolidades del “Kiriki”, Carlos Gómez, alcalde de altas expectativas respaldado por la CTM y el PRI, que al paso del tiempo lo dejaron solo, pues solo quería hacer las cosas. Y lo hizo pésimo.

Sobresale entre muchas otras cosas, la secuencia heredada por el antecesor, el veterinario Héctor Laguna, quien nunca explicó dónde quedaron 17 millones de pesos destinados a pavimentar la calle Guillermo Prieto, así que el “Kiriki” repitió la magia dos veces. Es decir, tres veces destinaron 17 millones de pesos –51 millones en total—y la vía se ganó el mote de la “Calle embrujada”, pues peso que se anunciaba, peso que desaparecía.

“El kiriki” con rostro serio y mirada amenazante, ofreció encontrar y regresar ese dinero a las arcas, pero algo pasó que nunca logró tal meta. El consuelo para quien fuera usado para derribar el liderazgo obrero maquilero que ejercía el recordado Juan Salas de la Paz, y más tarde vuelto alcalde “fifí” a costo de los empalmenses, fue darle más millones para terminar esa calle. Y no.

Aceptó denunciar al tesorero de entonces, Manuel Orduño, de desaparecer 54 millones de pesos, pese a ya reflejar prosperidad material en su persona y en sus bienes, por encima de lo que gana un alcalde.

Total, en el segundo año de su mandato le vuelven a etiquetar 17 millones para tapar el hoyo abierto y… tampoco terminaron la calle. Entonces el Orduño tesorero ya “se le había ido”… y hasta la fecha.

Así, la gente de la Guillermo Prieto no le creía al “Pantico”, quien logró hacerse escuchar y ofreció corregir la ratería de sus antecesores, utilizando recurso municipal de los ahorros que su plan de austeridad logró. La buena nueva es que esa calle ya casi se termina y la gente hace el odioso, pero necesario comparativo.

Pero Genesta ahora enfrenta a quienes no entienden que el dinero público es para hacer avanzar al municipio, y en este momento el regidor Roberto Romero encabeza la rebelión, cuya justificación se entiende si se habla el idioma del pasado, el de los regidores que olvidan siglas, color o bandera, para exigir beneficios propios.

Romero ha dispuesto de recursos que justifica con facturas falsas –un intento de fraude y de burla al SAT--, pero no sorprende, pues con el Kiriki lo hizo, y su antecedente llega hasta la época de César Lizárraga como titular de Desarrollo Social en Guaymas, donde fue denunciado por vender cemento y materiales de programas sociales muchas veces no entregado. Extrañamente esquivó el llamado de la justicia y hoy, por eso busca candidaturas que lo pongan donde hay.

El caso es pues, que Francisco Javier Genesta Sesma batallará, mucho, si realmente busca acabar con la leperada tradicional y que los políticos vuelvan a aprender que ya está muy visto el tráfico de facturas, el acuerdo bajo la mesa para pagar de más por un bien o servicio, y las mil y una forma de gastar el dinero de la gente en el beneficio personal.

Que le sea leve.

TIROS RÁPIDOS

1.- El proyecto de pavimentación de la avenida “Julio Ramón Luebbert Seldner” –bueno, de tres cuadras, a costo de 8 millones de pesos--, se retrasa.

Iba bien todo, dice el titular de Desarrollo Víctor Marín, pero Comisión Estatal del Agua descubrió problemas en sus líneas y le pidió parar un poco para reparaciones.

El lío es, se acercan las lluvias veraniegas y la temporada de huracanes. Una sola tormenta acabará con lo avanzado y deberán comenzar de nuevo.

Por cierto, el mensaje videograbado de Sara Valle, lejana de los ciudadanos desde hace semanas, es sumamente perturbador. A quién invocar, si no al alcalde, para gestionar lo que necesita un municipio.

2.- Visitas de funcionarios de la Secretaría de Salud sugieren posible atención a tanta denuncia de corrupción rampante en el Hospital General de Guaymas, cuyas iniciales HGG un comentarista de radio identificó como BBC, aludiendo a tres apellidos que encabezarían el negocio particular que se hace con la institución: Benítez, Bernal – ¿en qué trabaja el muchacho? -- y Claussen.

Benítez es el director; Bernal, un político sin oficio formal; y el apellido de médico nazi, el titular estatal de Salud. Si eso lo confirma el contralor Miguel Ángel Murillo, tendrá un hueso muy duro de roer y hasta podría temblarle la mano.

Bernal estaría a punto de volverse administrador del HGG para manejar 40 millones de pesos que asignarán a programas, pero la sola mención supone desvíos que ya involucran al director del Hospital del Isssteson, Cristian, para más señas, su hermano.

En cuanto al papá de los Bernal, Juan, es perro viejo en el sector y conserva la revisión sanitaria de servidoras y servidores sexuales incumplida, pero cobrada. Ilegalmente, pues nada tiene qué ver con el Ayuntamiento, dueño de la obligación. Ah, cuando vacaciona --hasta dos meses con ida a Las Vegas y todo--, es Mario, el hijo predilecto, quien sigue ese cobro con un garabato en un papel.

Pero eso es otra historia y para comenzar a saberla, les recomiendo leer el artículo de EL PORTAL DE LA NOTICIA/ AGUEDA barojas/Jueves, 02 de Mayo de 2013. No tiene desperdicio.

3.- Volviendo al director de Desarrollo, Víctor Marín, quiere revivir el proyecto de desniveles en conflictivos puntos de la calzada García López, para reducir el congestionamiento vial.

Ya estuvieran listas esas obras, pero siempre hay mentes yacentes en el pasado que imponen criterios que obstaculizan todo, así que aplaudo el retorno de esa visión de futuro.

Estas líneas...

+ Los partidos buscan simpatías; Carlos Dueñas vuelve al PAN; peor, el PRI alberga traidores emboscados; me aclara Lupita, sobre el acuífero de San José; Rodolfo insiste en iluminar Guaymas sin timar a los guaymenses; “Kid” José es derrotado por “Ray” Eleazar, por culpa del “Fichas” Villa

 

GUAYMAS.- Rondan por aquí dirigencias partidistas buscando atraer simpatía entre electores y mejorar posición camino al 2021, cuando, dice la óptica opositora, no habrá nada para nadie, pese a la formidable posición actual de Morena.

Destaca el exsecretario de Seguridad Pública de Guillermo Padrés, el rocaportense Ernesto Munro, presidente estatal de Acción Nacional, quien atestiguó la firma de Pacto de Unidad y Respeto Mutuo, rubricado por Mirna Araujo y Carlos Martín Dueñas, aspirantes a dirigir el Comité Municipal.

Mirna, panista pura, enfrenta a quien fuera muy cuestionado tesorero de César Lizárraga, lo cual ya le da ventaja. Además, Dueñas dejó su dorado auto exilio político para asesorar al diputado Rodolfo Lizárraga en el PT y ahora regresa al azul, pero quiere hacerlo por la puerta grande.

Munro les pidió seriedad y buena fe. Al dirigente Santiago Samaniego le encargó una elección transparente, que no vayan a contaminarla con el efecto del fraude o acciones indebidas, porque “yo voy a estar aquí ese día para garantizar que las cosas se hacen bien”.

Y por el PRI, Ernesto de Lucas hizo un acto de contrición al aceptar lo mal portados que han sido los representantes emanados de las siglas. Ofrece trabajar con la gente honesta y hacer que se vayan quienes avergüenzan al tricolor. Pasando la elección nacional habrá nuevo líder local, tras la ausencia inexplicable –la verdad es que renunció hace mucho—de Jimena Jaramillo.

Pero, ojo: el nuevo presidente tendría a su lado a Mario Bernal, “operador” de Enrique “El doctor” Claussen, ese hermosillense nacido en Guaymas reconocido como el mejor empresario en puestos públicos que ha dado Sonora de 25 años a la fecha.

Bernal (“¿en qué trabaja el muchacho?”), sin oficio conocido pero sin problemas económicos, sería parte de esos priístas que “El pato” debe desechar, pues alejan a la gente honesta y, sin rubor en el rostro, pregona que retomarán el PRI hundido por ellos mismos, para buscar posiciones el 21, sin ver que los nuevos tiempos son muy distintos a los que vivió desde chamaco en casa.

Y es que Mario, el muchacho del desempleo bien pagado, desciende del eterno y detestado cacique sindical que somete garrote en mano a los trabajadores burócratas estatales en el puerto. Y por fuera, papá Bernal tiene mala sombra al crear fama por décadas, como operador de “giros negros” en el Hospital General, como responsable de revisar que no hubiera enfermedades en negocios y gente que trabaja de noche y otros pecadillos así.

Los otros partidos tienen vida latente. Ya ve, el PT ganó colgado de Morena y hoy resulta, doña Sara Valle no pela a ninguno, preocupada quizá por sus complicaciones que la alejaron de la vida pública y, peor, provocado especulaciones terribles, sobre su cercano futuro personal y como alcaldesa. Cómo le hace falta dar la cara.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Así se me reporta Lupita Gutiérrez desde San José de Guaymas, en torno al tema de los obstáculos que ponen al uso del acuífero en el norte del puerto:

“¿Por qué debe de ser San José de Guaymas quien les resuelva siempre sus problemas? Y sugiere resolver “tanta falla en la distribución y en los derrames”.

Expone esfuerzos ejidales para culminar trámites que les garantizan la tenencia de la tierra y “ni el Gobierno estatal ni los habitantes de Guaymas y Empalme” contribuyeron en nada.

Hoy el ejido puede vender sus tierras a precio de mercado y el beneficio será para sus agremiados, pero señala que las acciones agrarias también han beneficiado a gente estos municipios.

Sobre el agua del ejido --dotado en 1937—, la usan por medio de concesiones, así que “no son unos doce huerteros, como afirma, para regar sus arbolitos”.

Me orienta: “Somos 202 ejidatarios dedicados a la agricultura y ganadería, dueños de tierras y aguas. Y no niego que es un derecho humano y de primera necesidad tener el agua en nuestros hogares. También afirmo que es de primera necesidad la agricultura y ganadería, que es el sostén de las familias de San José”.

Termina: “Si existe disposición de resolver el problema del agua, debe implementarse el proyecto de desalación”.

Digno de análisis lo que expone Lupita.

2.- El diputado local Rodolfo Lizárraga Arellano dice que Guaymas tiene 37 mil hogares y necesita 4 millones 500 mil pesos, para dejar al 100% las luminarias, tipo LED, instaladas, “es decir, si nosotros las compráramos, serian 125 pesos por hogar y negocio”.

Pregunta: ¿Estarías dispuesto a donarlo con tal de tener al 100% el alumbrado?

Fíjense no más. Y pensar que cada administración Municipal nos estafa por cuatro o cinco veces más de esa cifra y siempre hay oscuridad, sin que juez alguno ponga a los estafadores en su lugar.

3.- Para que vea usted cómo está el “bisnes” en la Dirección del Catastro guaymense, los cientos de miles de pesos que ruedan allí sin recibo de por medio, ya provocaron que el titular Jorge Villa Flores, se convierta en promotor de boxeo.

La riña estelar del momento la encabezaron José “O”, como dicen que se deben escribir los nombres ahora mientras no haya un proceso cumplido, contra Eleazar “O”.

Resulta que el primero llamó “estafador y ladrón” al segundo, e incluyó al abogado de éste, Rodolfo “L”, en la dura descripción según el chisme soltado por el Jorge el de la ficha aquella.

Resulta que un día de hace dos semanas, a eso de las 14:25 horas, en improvisado “ring” sobre la acera de la oficina del comerciante a cargo del Catastro, encontró Eleazar a José y éste, como dice la canción, se puso amarillo ante el reclamo.

La respuesta inadecuada generó un volado de derecha al rostro de Kid José. El policía del punto a manera de réferi, intervino para observar desventajas del marcadamente perdedor del match, pero no, Eleazar le confirmó ser de la misma categoría (setentaitantos –años, no kilos--, también).

Habría continuado el “match”, pero Kid José aprovechó la interrupción y puso pies en polvorosa, pero como aún hay mucho qué ver en eso de suelos municipales y quién se los queda, se espera la revancha, en ese caso buscada por el triunfador de la “guerra de los terrenos”.

Estas líneas...

+ Mexcobre podría no superar la prueba del ácido; pero a la bahía le hace falta limpieza general; el hospital en la mira de Contraloría… a ver; Gines Valentín, rostro del pretendido nuevo PRI; Villegas va de nuevo por el PAN


GUAYMAS, Son.- Si fueron 3 mil litros o no, de ácido sulfúrico vertido a la bahía, para efectos prácticos no es relevante.

Lo que destaca en el incidente de los depósitos de Mexicana de Cobre frente a la bahía, es el rechazo hacia la firma propiedad de Grupo México, de Germán Larrea. Se le fueron a la yugular al segundo hombre más rico del país y Guaymas mostró dos casos distintos del vertido, producto de un descuido momentáneo, o a la hora del mantenimiento a instalaciones.

Imposible saber si la minera mintió en la cifra del vertido en la bahía desde la terminal donde es común albergar cerca de 20 mil metros cúbicos del químico.

Alguna vez un funcionario portuario me habló de lo importante que era la llegada de Mexcobre, a mitad de los 90. Pero le advertí: “si hay un derrame, desaparecerá Guaymas”.

“No”, atajó. Y con mirada expresiva, me aclaró: “si se tira todo ese ácido, la bahía quedará tan limpia como nunca”.

Extremo, pero cierto. Hay mucha basura y los intentos de limpiarla han sido insuficientes, pues la industria sardinera se llevó al parque pesquero, pero sus arrojos minimizados en la cifra oficial, persisten; retiraron descargas de drenaje sanitario, pero el problema volvió; astilleros “rasquetean” y pintan barcos, dejando óxido metálico, plomo, solventes, etc.

No se puede centrar toda la preocupación en 3 mil litros de ácido, suponiendo que no hayan sido 30 mil, o más.

Y no es ejemplar la respuesta social de Mexcobre hacia los guaymenses. Nos “tira con algo”, pero no como debiera ser; nada raro, tomando en cuenta que en el resto de Sonora, Larrea tiene una devastación inocultable y no refleja arrepentimiento.

Pero ya vienen quienes podrían pararlo. Y el problema no es una multa. Grupo México sufre donde más le duele: sus finanzas. Perdió unos 17 mil millones de pesos en valor de mercado, tras el derrame de ácido sulfúrico en el mar, según indica esta nota:

“La empresa de Germán Larrea perdió 4.41% en su valor de mercado desde que reportó el derrame de ácido sulfúrico en su terminal marítima de Guaymas (el martes 9).

El 10 de julio, cuando la empresa dio a conocer el incidente, su valor de mercado era de 383 mil 333 millones de pesos, mientras que al cierre de este lunes (15) fue de 366 mil 439”.

Si no se hubiera grabado el incidente, no habría pasado nada. Pero se grabó, sobrevino el enojo y hasta se exigió retirar la concesión minera a Larrea. Lo de la bahía no es causal para eso, pero los incidentes acumulados, sí (22 en dos décadas, calificados como desastres ecológicos).

El presidente López Obrador fue claro al afirmar que se aplicará la ley, lo cual hace ver un fondo que ya vio Larrea: el primer mandatario sigue viéndolo como uno de los miembros de la “mafia del poder” que le hicieron ver su suerte en sus campañas; y Napoleón Gómez Urrutia, a quien le arrebató el negocio minero y exiliaron a Canadá, volvió por la puerta grande con sed de venganza.

En la bahía al parecer ya no hay rastros de ácido, pero las instancias debidas hacen su tarea, la Secretaría de Marina, la Profepa y la Semarnat, tardas en reaccionar, pero fueron empujados por una sociedad ya hastiada del desorden y la falta de respeto a la ley.

Larrea podría estar viendo su ocaso en el firmamento empresarial, donde es un gigante, pero no por hacer empresa ejemplar. El rumor dice que lo es por su cercanía con gobiernos y sus prácticas muy remunerativas, pero lesivas a la sociedad.

En cuanto al resto de la basura que daña a la bahía –drenaje sanitario, arrojos de la industria pesquera, etc.--, es asignatura pendiente de las autoridades ambientales.

PD: La madrugada de sábado llegó personal de la Profepa y colocó sellos de clausura en la planta de ácido sulfúrico de MexCobre. No les preocupa, pues el ácido se moverá de nuevo hasta mitad de agosto y, para entonces, esperan haber pasado la prueba “del ácido”.

TIROS RÁPIDOS

1.- Contraloría estatal observa al Hospital General de Guaymas y dispondría acciones para que la atención a la gente se cumpla al margen del interés personal, como sucede hoy que sus directivos lo usan como negocio privado y para colocar amigos y parientes, burlándose del somnoliento titular de la Jurisdicción 4, el añejo operador priísta Antonio Alvídrez, quien nunca reaccionó ante tanta denuncia de lo que ocurre dentro de esa institución.

Si la Contraloría del “El ronco” Miguel Ángel Murillo quiere realmente limpiar ese ambiente, debe fijarse muy bien a quien “heredan” esas posiciones, pues una facción de los “dueños” de Guaymas que radican en Hermosillo quiere seguir haciendo de las suyas.

2.- El PRI, irreconocible: le dije a Ernesto “El pato” de Lucas, presidente estatal, que la “Corriente crítica” del partido le tundió por entregarse a empresarios y volverlo negocio de unos cuantos.

Preparé una secuencia de preguntas al pedirle su opinión: “Tiene toda la razón”, me contestó.

¡Bolas! Debí volver a comenzar.

Luego, el PRI que destrozaron los Claussen en el puerto cuando gobernaron con el saqueo que nos vendió en canal a la usura bancaria, hoy acéfalo, trabaja y plantea nueva imagen, como la descrita por el “Pato”, donde el buen papel lo hace Gines Valentín Rodríguez.

Del muchacho se dicen cosas buenas, una de ellas, que su figura no concuerda con lo que hizo el PRI hasta ahora, pero la respuesta del joven ingeniero y constructor, secretario general y en breve presidente por prelación, es que “no son las siglas, es el hombre el que obra mal, así que siempre habrá oportunidad de limpiar al partido y demostrar lo que podemos hacer con él”, y llama a confiar en los priístas de veras y a hacer a un lado a los que hicieron el daño.

3.- El PAN también da señales de vida, pero no por actividad de su presidente, Santiago Samaniego Rebollo, sino por el expriísta, expanista y ahora expetista, Manuel Villegas, quien busca colocar una dirigencia que dinamice las sigla para trabajar hacia el 2021.

Ya se lo quitó una vez a Santiago, así que ya sabe el camino.