Los caminos de Beltrones
Jueves 04 de Junio de 2015 15:03
Escrito por Reporte Indigo MONTERREY, N.L.- ¿Cuál será el resultado para el PRI en la elección del 7 de junio y qué pasará con Manlio Fabio Beltrones?
Son las dos preguntas que los priistas se hacen, pero que nadie puede contestar con certeza.
El futuro político del jefe de la bancada priista y uno de los políticos con mayor poder en este país pasa forzosamente por el triunfo o fracaso que tendrá el PRI en la elección de este próximo domingo tanto a nivel federal como en Sonora.
La mañana del 8 de junio, un día después de la jornada electoral, se comenzará a descifrar el camino que podrá tomar Beltrones una vez que deje la coordinación del grupo parlamentario priista en el Congreso.
Hoy los tiempos políticos que corren en México colocan al exgobernador de Sonora en una encrucijada sobre lo que hará una vez que termine su periodo como diputado federal, el 31 de agosto próximo. En un primer momento, se ubicaron dos destinos probables para el coordinador de la bancada del PRI.
En uno, como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que quedará vacante una vez que César Camacho, actual líder, tome su lugar como diputado federal de la LXIII Legislatura. Camacho encabeza la lista de diputados de representación proporcional de la quinta circunscripción.
Otro, que sea llamado al gabinete del presidente Enrique Peña Nieto para operar a favor del Gobierno Federal en la segunda mitad de su sexenio.
Los cálculos políticos de los priistas, sin embargo, ubican para Beltrones otra alternativa que podría darle al político sonorense una oportunidad de tomar energías rumbo a la elección presidencial del 2018.
Eso sí: todas las alternativas pasan por el resultado de la elección en Sonora este próximo domingo.
Al interior del PRI, nerviosismo
Al ser cuestionados sobre el futuro cercano de Manlio Fabio Beltrones, los priistas se ponen nerviosos y tartamudean al contestar. Nadie quiere hacer un comentario que en algún momento se les pueda revertir. Saben que Beltrones es un priista con mucho poder en el PRI.
Todos pronuncian frases como “un gran político”, “un reconocido priista”, “un hombre poderoso”.
La ansiedad de los priistas por definir el futuro de Manlio Fabio Beltrones proviene principalmente de la forma en que “pagarán” al legislador la diligencia con la que impulsó cada una de las reformas estructurales que se aprobaron en esta Legislatura que termina.
A pesar de haber sido contrincante de Enrique Peña Nieto en la contienda interna por la presidencia de la República, Beltrones fue institucional y asumió su derrota. El político reconoció que era fundamental dar una imagen de unidad del PRI tanto al interior como al exterior, por lo que asumió con disciplina el resultado de la contienda interna.
El partido le pidió incorporarse a la Cámara de Diputados como coordinador de la bancada del tricolor, para ser la cabeza que dirigiera el cabildeo de las reformas en el Congreso, de la mano de Emilio Gamboa en el Senado.
Así, una a una las reformas estructurales fueron aprobadas. A veces en alianza con el PAN, otras con el PRD, todas las propuestas enviadas por el Pacto por México pasaron el filtro del Congreso de la Unión.
Pero esto no le bastó a Beltrones para ganar el pase automático hacia la presidencia nacional del PRI, a donde muchos apostaban que llegaría sin problemas. Ahora en el tricolor hay incertidumbre porque no encuentran la manera de “pagar” correctamente al sonorense y con él, a todos sus cercanos.
Saben que darle una cartera como la presidencia nacional del PRI puede ser una apuesta arriesgada hacia el 2018. Pero también saben que no tomarlo en cuenta, podría representar una fractura interior innecesaria en un momento en el que requieren mostrar toda la unidad posible para enfrentar la adversidad.
Los priistas aseguran que darle un lugar en el Gabinete tampoco es una opción. Gran parte del equipo presidencial, se dice en los pasillos del PRI, prefiere ver a Beltrones disminuido y sin figurar en la vida pública.
“A Manlio jamás le darán la Secretaría de Gobernación, no en este sexenio. Es un cargo clave en la administración del país, los ‘peñistas’ no permitirán que Manlio ‘se infiltre’ en el Gobierno federal, les quitaría el poder de facto”, comentó un miembro del CEN del PRI.
La presidencia ¿del PRI o de la República?
A Manlio Fabio Beltrones lo mismo se le ve codearse con líderes de derecha y de izquierda. Lo mismo va a tomarse la foto con el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés del PAN o con Silvano Aureoles, candidato del PRD al gobierno de Michoacán.
Además de ser un político institucional, de llegar a la presidencia del PRI, Beltrones negociará con todos los sectores del partido. Sería una gran plataforma de construcción de una candidatura presidencial para sí o para alguno de los suyos.
“Manlio no es sectario, tiene la habilidad de jalar a todos a sus causas, dándoles lo que ellos necesitan o haciéndote sentir importante. Por eso tiene tanto magnetismo”, afirmó un legislador priista que prefirió reservar su nombre. Este es el gran peligro que ven los priistas en Beltrones: su capacidad de aglomerar las distintas corrientes y encaminarlas hacia un proyecto común que le dé reflectores.
Y no solo reflectores. Desde la presidencia nacional del PRI, el hoy diputado federal tendría la batuta para construir la candidatura presidencial del tricolor en el 2018 y la conformación del Congreso de la Unión a partir de la LXIV Legislatura, un riesgo que pocos quieren correr.
Esto lo sabe Beltrones. Y por ello, con el paso de los días, el diputado ha ido cambiando la forma de referirse a un posible futuro como presidente del tricolor. El 13 de mayo, en una conferencia de prensa, el priista reconoció que cualquier militante del partido quisiera ser tomado en cuenta para la sucesión en la presidencia del PRI.
“No creo que exista un militante de mi partido que no considere un privilegio el poder -algún día- ser considerado para ser su dirigente nacional.
“Yo en lo personal he procurado poner esa disposición por enfrente. Para mí sería un enorme privilegio el ser considerado, como muchos otros priistas con suficientes méritos, como para ser presidente del Comité Ejecutivo Nacional en un futuro”, dijo el 13 de mayo. Un día después, Beltrones refrendó su interés en ser tomado en cuenta, pero dijo que el asunto no le obsesiona.
“Soy un hombre de trabajo pero no de obsesiones (…) No hay ningún militante -que se respete- de algún partido político que no desearía ser el presidente de ese partido. En ese caso me encuentro yo, pero sin obsesiones; creo que con méritos suficientes, pero que la vida como la política habrá de decir cuál es mi destino”, afirmó el 14 de mayo.
Apenas cinco días después, en un tono más serio y sin ahondar en el tema nuevamente, cortó de tajo su aspiración a dirigir al PRI.
“Manlio, háblenos sobre sus aspiraciones a la dirigencia nacional del PRI”, se le cuestionó al sonorense. “No tengo ninguna de ellas por el momento”, cortó Beltrones.
El retiro temporal, una embajada
Una de las posibilidades, de acuerdo a priistas consultados, sería que el Gobierno federal le diera a Manlio Fabio Beltrones la titularidad de una embajada.
Incluso, se habla de la Embajada de México en Estados Unidos, cuyo exembajador, Eduardo Medina Mora, es ahora ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Desde ahí, Beltrones tendría la oportunidad de acercarse al vecino país del norte y fraguar alianzas con diversos actores para influir en la política nacional.
El destino de una embajada ya ha marcado a algunos colaboradores de Beltrones en el pasado.
Ocurrió así con Fernando Castro Trenti, uno de los priistas más cercanos al diputado, quien contendió por la gubernatura de Baja California en el 2013, de la mano de Beltrones. Al perder la elección frente a Francisco Vega de Lamadrid, Castro Trenti fue enviado como embajador de México en Argentina.
Sin embargo, la opción de una embajada pone serio a Beltrones, quien dice a sus más cercanos que acatará de forma institucional la decisión del PRI y Los Pinos sobre el lugar que deberá ocupar.
Su vocación institucional la lleva en su ADN. En su sitio de internet Beltrones.com, el legislador habla sobre un consejo que lo marcó.
“Cuando le dije a mi padre, quien era agricultor y antiguo capitán del Ejército Obregonista, que la política era mi vocación, me dijo: ‘Ante la incertidumbre de la política, nunca te canses de ayudar, y cuando te canses, retírate. Algunas veces estarás en el lugar donde se da, así que no te quejes si te piden servicios. Si quieres pedir, ponte en otro lado’.
“Nunca me he cansado. Siempre he buscado servir. Tampoco me he quejado ni he querido salir para ponerme del otro lado. Mi vida es la política”, sostiene el congresista.
Aunque sea retirado de la primera línea de decisión o alejado de los reflectores nacionales, Beltrones ha dicho, a quien quiera escucharlo, que no dejará de hacer política esté donde esté.
La elección en Sonora, crucial
Al impulsar a la senadora Claudia Pavlovich para la gubernatura de Sonora, Manlio Fabio Beltrones se juega buena parte de su capital político. Activo en su entidad natal, Beltrones ha apoyado a Pavlovich en toda su campaña política; incluso, ya se hizo acreedor a un ataque del PAN que lo acusó de haber gastado más de 3 millones de pesos solo en viajes a Sonora.
De ganar la elección de ese estado, Beltrones aumentaría exponencialmente su capital político y de negociación para obtener una mejor posición al terminar su periodo como diputado. De perder, el sonorense tendrá menos capacidad para imponer su figura en el ámbito político nacional. En Sonora, el peligro está en las propias filas del PRI.
La designación de Pavlovich sobre Ernesto Gándara, uno de los priistas con mayor presencia y seguidores en la entidad, trajo en el PRI sonorense un descontento que podría jugar en contra de su propia candidata.
La suya era la del 2015. Sin embargo, las negociaciones en el centro del país determinaron que en ese proceso, Beltrones y su gente llevarían mano en la elección del candidato. Esta división en el PRI sonorense podría cobrar la factura a Pavlovich y, de paso, a Beltrones.
A decir de priistas sonorenses consultados, si el grupo beltronista gana la elección en Sonora, estará en una buena posición rumbo al 2018, no solo para su futuro político inmediato.
Si pierde, lo más a lo que puede aspirar será a continuar con su carrera parlamentaria como miembro del Senado. En Sonora, la guerra sucia es la que ha tomado las riendas del ambiente electoral. Filtraciones, espionaje y ataques entre los dos candidatos punteros es lo que ha dominado la contienda electoral.
En la entidad también se ha desatado una guerra de rumores sobre supuestos acuerdos para ganar la elección. Por un lado, se dice que existe un acuerdo entre el gobierno de Sonora y Los Pinos para que el PAN gane la elección y debilitar así a Beltrones en el escenario nacional.
Por otro lado, se dice que el acuerdo sería entre Guillermo Padrés, actual gobernador de la entidad, con Los Pinos para dar la gubernatura a Pavlovich a cambio de obtener inmunidad total sobre las acusaciones que se han hecho en su contra.
La incógnita se resolverá el 7 de junio próximo, día en que los ciudadanos acudirán a las urnas a emitir su voto.
‘Nadie tiene comprado su futuro’
Manlio Fabio Beltrones es contundente sobre los tiempos por venir: nadie tiene comprado su futuro.
En entrevista, el legislador aseguró que continuará trabajando desde cualquier trinchera.
“He reiterado públicamente que no soy un hombre de obsesiones sino de decisiones y la decisión fundamental que tomé hace mucho tiempo es mi vocación por la política, siempre desde las filas del PRI, de modo que una vez concluida mi responsabilidad como legislador continuaré sirviendo el proyecto de transformación nacional que encabeza el PRI como partido en el gobierno, desde donde esté.
“Nadie tiene comprado su futuro y no es bueno adelantar vísperas”, sentenció Beltrones.
El líder de los diputados del tricolor reiteró que tiene interés en conquistar la Presidencia de la República, aunque comentó que no son los tiempos para adelantar aspiraciones.
“Mi interés en la presidencia quedó claramente establecido cuando aspiré y competí en 2012 por la candidatura de mi partido; en su momento decliné por las razones que entonces expuse para adherirme a la campaña del licenciado Enrique Peña Nieto, y no me equivoqué; ganamos (…).
“En política hablar de pretensiones a futuro nunca da buenos resultados. Hay que dejar que los tiempos lleguen, y los de hoy y hasta el 2018, son los tiempos del presidente Enrique Peña Nieto”, sostuvo.
Beltrones insistió en que su vocación es la política, la búsqueda de soluciones ante desacuerdos y desencuentros y auxiliar en una “compleja agenda nacional y global” con disciplina y lealtad al Estado.
En el caso de Sonora, el proceso electoral cobra una especial importancia, consideró, por la oportunidad de un cambio en el rumbo de la entidad y no tanto por lo que personalmente significa para él.
“Como sonorense y como priista, me interesa que el desencanto de mis paisanos ante los años de corrupción e ineptitud en el gobierno estatal se traduzca en una opción de cambio con orden y rumbo como la que encabeza Claudia Pavlovich (…).
“Lo que importa es que se abra para el estado una puerta al progreso que hasta ahora no se ha logrado; de eso se trata más que de una encrucijada personal”, aseveró.
Beltrones apuntó que la única forma en que se puede lograr que en la vida política prevalezcan las propuestas y las soluciones políticas sobre las “ocurrencias y difamaciones” será con preparación y constancia, sin dejar de lado la lealtad a México.