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Agustin Rodriguez

Estas líneas...

+ Llegan mandos navales y traen a su tropa; mientras siga la corrupción, ni ellos podrán con el paquete; Ordaz y San José, atajados por juzgados; reaparece Manuel Villegas y toma la bandera del agua para promoverse; Sara Valle y su reata de la intolerancia; denuncian corrupción en el Hospital, pero nombran a presunto protagonista de la misma


GUAYMAS, Son.- Los militares con un cacho de tropa llegaron a los mandos policiacos de Guaymas y Empalme, y los oficiales no son cualquier persona, sino elevados mandos de la Armada de México que asumen como ocurre en todo el país.

No pudo la Policía y no culpemos a los agentes, al menos no a todos, pues la persuasión del “plata o plomo” no dejaba margen. Claro, hubo quienes ya llegaron contaminados, pero eran los menos.

Los cabildos de la conurbación Guaymas-Empalme resolvieron aceptar la propuesta federal de colocar mandos militares, apoyo de tropa y de paso, el mando único, para resolver problemas que impiden combatir ilícitos.

Guaymas dejó así su Policía en manos del capitán de fragata Andrés Humberto Cano Ahuir –que su segundo apellido no se vuelva arenga--, quien traerá consigo 70 marinos para su fuerza de tarea.

Empalme al capitán de Corbeta Julio Alberto Hernández Cruz e, igual, tendrá su gente al lado, por la confianza que esto inspira. Y no pregunte la forma de trabajar. Lo harán dejando de lado a los agentes municipales, pues la burra no era arisca, la hicieron.

Cultura general: un capitán de fragata equivale al teniente coronel en el Ejército; el capitán de corbeta seria un mayor. Sobre los capitanes, en la fuerza naval militar solo está el almirantazgo, así que por capacidad de mando no quedará.

El punto es que hagan su tarea y, ya cumplida, vuelvan a sus cuarteles. Pero como resolver el problema de seguridad pública no es fácil, pasaran muchos años antes de pensar en ese regreso.

En retrospectiva, anunciar el mando militar en camino no ayudó a detener la violencia. De hecho, hubo grave repunte, por eso esperemos que, mando en mano, la fuerza naval comience ya un proceso de imposición de la ley y eso conlleve a la pacificación buscada.

Tras esta tarea, deberá estar la función social del gobierno federal para no jugar al Tio Lolo. Las armas nunca acabaran con la violencia. Lo harán los programas sociales que ayuden a un mejor nivel de vida de la gente y que nuestros jóvenes tengan mejores opciones de desarrollarse. No entender eso elevará esos problemas y el país vivirá en medio de balazos, no abrazos como los que pregona el señor de Tabasco.

TIROS RÁPIDOS

1.- Las riñas por suelos dan hoy de qué hablar en este puerto.

Me acabo de enterar que en ciudad de México se resolvió un caso que obliga al ejido San José de Guaymas a pagar unos 20 millones de pesos a un abogado de apellido Morales, quien promovió amparos para recuperar suelos de esa entidad social. Ya es sentencia, así que se paga o se paga.

Eso recuerda que sus directivos, los que cometen errores, tienen otra espada de Damocles sobre su cabeza: la demanda del exasesor legal Jesús Garza, a quien despidieron sin cubrirle obligaciones del contrato que lo hizo pelear por tierras y aguas recuperadas. La diferencia es que la cifra en juego en este caso es siete veces mayor que la ya resuelta a favor del primer señalado.

Por otro lado, la venta indiscriminada de lotes sin escritura hecha durante décadas por José Ordaz Aguiar, le atrae problemas al darse un proceso de recuperación por parte de auténticos dueños en la zona norte. El precedente alborotará a unas 350 personas y empresas que le compraron suelo y no han podido obtener escrituras. Y la autoridad, relajada como siempre, pese a que en algunos casos se afectó suelo público sin reacción de los responsables de proteger el interés de la gente.

2.- Manuel Villegas Rodríguez (“Pinocho man” para sus amigos), gris diputado por obra y gracia del exsecretario de gobierno azul, Roberto Romero López, se alborota al ver el desgarriate que priva en Guaymas y cree que puede ser candidato, luego ganar la elección por la alcaldía el 2021.

Era priísta al saltar a la política de la que se ha servido; migró al PAN cuando el oportunismo se pintó de azul y coqueteó en el morenismo en 2018. Hoy, sin partido, acaba de “descubrir” que el agua potable es un problema en Guaymas y que la Comisión Estatal que cuida el recurso no es buena administrándolo, así que por allí agrede para tratar de ponerse de moda.

3.- Sara Valle se dice comunicadora por haber cursado la carrera de comunicación. Se alió con comunicadores para volverse candidata de un partido sin futuro que se colgó el lopezobradorismo y hoy es alcaldesa.

Hoy muestra desprecio por los comunicadores y trasciende en el plano internacional su esfuerzo por alejarlos de eventos públicos que deben exponerse ante la sociedad; el peor, colocar una reata alrededor de la mesa del Cabildo para alejar a los reporteros. Medida torpe que resolvió uno de los regidores, José Luis Portillo, retirándola a jalones.

Puro alcalde de esos tenemos ahora. Así cómo, pues.

De salida, vea usted la obra teatral que se traen funcionarios de la Secretaría de Salud:

Acto 1: La reportera Karla Montaño tuitea: “ni punzos para canalizar en el Hospital General de Guaymas. Hubo cambio de administración porque ya eran 4 años de robadera y qué bueno, pero mientras??? Hay que comprar material para recibir atención. Guaymas no le importa a @ssaludsonora

Acto 2: El secretario de Salud, Enrique Clausen, escribe en respuesta: “Equipo buenas noches, les encargo ver este tema por favor”, y postea entre otros al subsecretario Félix Higuera, quien responde: “Enseguida atiendo este asunto secretario y le informamos”.

Acto 3: Tomaba posesión de la administración Mario Bernal, un “operador” priísta que es parte de esa antigua mafia que saquea al Hospital General desde la pasada generación. Y queda en el aire la pregunta siguiente: ¿De quién es el PRI-Guaymas en este momento?

Estas lineas...

+ La militarización, una realidad; México y Sonora van contra un mal global alentado por la corrupción; el Ayuntamiento y su terrible lucha interna; proyecto del “oscurantismo” tricolor, usar el erario para campañas políticas; el “Puente Metropolitano”, responsabilidad de los alcaldes y el diputado federal

 

GUAYMAS.- Ya no tema que militaricen al país. Ya estamos militarizados.

Y Sonora ya es parte de la reacción de México para enfrentar el problema global del crimen organizado y la violencia que le acompaña.

Lejos quedo eso de que los militares a sus cuarteles y advertir lo que pasaría si salían de ellos.

Miguel de la Madrid llego al poder en 1982 y advirtió de lo que venía. En cada población saco a la tropa a marchar con sus uniformes planchados, botas lustrosas, vehículos blindados, armas a la vista, balas brillando al sol, hasta las calibre .50 que, ya con la violencia en las calles, se volvieron parte de la cultura popular dando nombre a grupos musicales y tema a las letras de la apología del delito de sus canciones.

“Eso” lleva una generación y media en un México violento, vulnerado su nacionalismo y como fondo la corrupción rampante que, decía José López Portillo antes de ir a buscar a sus ancestros como exponía su misticismo digno de mejor causa, nos volvió “un país de cínicos”.

El “miren lo que viene” de De la Madrid y el “país de cínicos” que definía el admirador de Quetzalcóatl, llego a esto.

No salgamos ahora con que los militares a los cuarteles, cuando la corrupción esa (Otra de López Portillo: “La corrupción somos todos”) infiltro delincuentes en las policías, deshumanizo a ministerios públicos y jueces, volvió malo lo bueno y viceversa, para pésimo ejemplo a nuestros hijos y hoy, vivimos asustados por los miles de muertos y desaparecidos.

El presidente López Obrador dice lo que pasa, pero no queremos entenderle. Preferimos seguir creyendo a los agoreros del desastre, que actuar contra quienes esquilman al pueblo y devoran presupuestos del erario. Enviar presos a esos sinvergüenzas fuera rutina, pero no; hablamos de venganzas políticas o pleitos pasionales, en lugar de promover que se cumpla la ley.

Hace unos días, Guaymas reunió al gabinete de seguridad. El paisano Alfonso Durazo se trajo al general Crescencio Sandoval (Sedena), a mi comandante, almirante Rafael Ojeda Duran (Semar); y demás responsables de la seguridad nacional.

Anfitriona, la gobernadora Claudia Pavlovich, quien acababa de poner los puntos sobre las íes respecto a una amenaza de presuntos “narcos” que le reclamaron por escrito incumplir acuerdos, como si la dama que repetidamente ha puesto en su lugar a los malosos fajándose bien sus faldas, tuviera que ver con esos enemigos de la sociedad.

Ese encuentro sería motivo de orgullo para la ciudad, pero hoy pone a dudar si no fue porque la violencia y su infernal efecto sentó sus reales y la “tierra de nadie” del choque de pandillas, obliga a dar el mensaje a esos malosos, con el “aquí estamos y venimos a poner orden”.

Nuestros policías no pudieron, en gran parte por culpa de los administradores que tuvieron, todos denunciados por corrupción, algo que para bien de México, ya es delito mayor y si lo hubiera sido antes de que los malos le quitaran penalidad a este jinete del Apocalipsis, al menos los últimos 3 trienios, los administradores de Seguridad Publica estuvieran presos por desaparecer criminalmente dinero y equipo con el que se debieron combatir el delito.

Entre ellos se premiaba saber como “bajar recursos” y desaparecerlos de tal forma que el contralor dijera que todo estaba bien. Luego, el auditor complementara información y listo. Una “estafa maestra”, como ahora se les llama, contra el pueblo. En la política de la última generación, lo que parecía era. Ahora a esperar que todo cambie con el nuevo régimen.

TIROS RÀPIDOS

1.- Terrible lucha interna en el Ayuntamiento de Guaymas.

La alcaldesa Sara Valle reincide en alejarse de la gente y se sumerge en una “teoría de la conspiración” donde ella es víctima de todo mundo. Pero deja pasar, deja hacer, en aras de una meta egoísta en este momento, que es reelegirse en 2021. Y como a ella no la cuida el pueblo, pidió más custodios y viaja en vehículo de grueso blindaje.

En ese dejar pasar y hacer, el equipo que vino –se supone— a apoyar el rescate del Municipio del atraso en el que lo sumieron sus antecesores, riñe por el botín que son las cuentas de la comuna.

Una buena seria oficializar el pronto despido al “Sr. de las fichas”, el titular de Catastro Jorge Villa Flores, si no hay orden en contrario desde Hermosillo, a la presidente del Ayuntamiento.

2.- Es nuevo administrador del Hospital General de Guaymas, Mario Bernal Guardado. Lo puso Enrique Claussen, secretario de Salud, pero quienes le entienden a eso, desconfían, pues afirman, va a operar tarea política y lo haría con dinero público que debe ser para la Salud. Y Jesús Benítez, el director, parece estar allí haciendo labor similar a la de un florero.

Se confirmaría ese mal pensamiento si en breve, Claussen pone a Bernal como secretario general del PRI, desde donde enlazaría con petistas y morenistas –o lo que sean— con acceso al dinero de los ayuntamientos de Guaymas y Empalme, para “encausar” recursos con miras al aun lejano 2021.

Y pensar que en dos años, esos tricolores serán los peores enemigos de quienes sueñan con repetir en el cargo. Y podrían hacerlo si enmiendan el camino con el que iniciaron.

3.- Puntual aclaración del titular de Infraestructura del Estado, sobre un socavón en el puente Douglas.

Ricardo Martínez Terrazas dijo que el dinero federal que llego, 40 millones de pesos, hizo la primera etapa y faltan dos. El hoyo en lo que ya debiera ser el “Puente Metropolitano” está en la “parte vieja” y se corregirá, pero deja la pelota a los alcaldes y al diputado federal.

Órale, pues, señores Francisco Genesta y Sara Valle. Y legislador Heriberto Aguilar, quien por cierto, rindió un informe nutrido de resultados y se aventó la hombrada de llenar el Auditorio Municipal guaymense, lo que puso nerviosos a quienes futurean con el 21.

Estas líneas...

+ Quejas porque acabaría el Seguro Popular, pero la corrupción ya se lo acabó; en Guaymas, la guerra por el 2021 enfrenta a todos; Lizárraga lanza reto y advertencia a Ramón Flores; cierran Hotel Impala y ¿gasolinera El Corsario?; el PRI elegirá dirigente nacional y aquí también hay quejas de padrón “rasurado”

 

GUAYMAS, Son.- México aplaude la irrupción de exfuncionarios reclamando acciones útiles para el país y advirtiendo de errores en los que estaría incurriendo el gobierno federal.

Son exsecretarios de Salud reaccionando porque el presidente Andrés Manuel López Obrador acabaría con el Seguro Popular, un esquema diseñado por años y arma eficaz para hacer llegar atención médica a la gente de menores recursos. Les pondría la medicina al alcance en hospitales del sector, pagando una pequeña cuota.

Hoy, diputados de Morena buscan modificar la Ley General de Salud, la Ley de Coordinación Fiscal y la Ley de los Institutos Nacionales de Salud y eso acabaría con el Seguro Popular y más aún, volvería a centralizar el sistema para que, como antes, el dinero federal se invierta directamente en lugar de seguirlo enviando a los Estados para que cada uno administre esos programas.

Dicen los galenos que desaparecer el Seguro Popular “anularía un avance institucional de los más importantes del sistema de salud mexicano en este siglo”, porque fue construido por generaciones de médicos, enfermeras y trabajadores de la salud, “por eso México tiene más camas de hospital, más médicos, enfermeras y ha reducido la mortalidad infantil y la muerte materna”. Urgieron a un diálogo nacional con expertos para mantener ese sistema.

La rúbrica es de Guillermo Soberón, titular de Salud con Miguel de la Madrid; Julio Frenk, con Vicente Fox; José Ángel Córdova y Salomón Chertorivski, con Felipe Calderón; y Mercedes Juan y José Narro, con Enrique Peña.

Eso está bien y en el presidente lo sabe. Lo que critica es que se pudo avanzar mucho más, pero lo frenó la agobiante corrupción en el sector y por eso centralizarían todo de nuevo, para partir de esa teoría propia de la 4T de que “nosotros somos honestos”. Si lo son o no, ya se verá, pero de que no lo han sido quienes gobernaron antes, ni dudarlo.

Mantener en los Estados la responsabilidad de prestar los servicios médicos sería –insisto, desde la óptica de la 4T—seguir derrochando recursos en cada entidad.

Tendrán razón. En Sonora los comerciantes de la política hicieron florecer el cruel negocio de lucrar con la necesidad de la gente, aunque el pueblo ya se dio cuenta de eso y les tiene tacha. Los políticos volvieron botín el presupuesto y hoy urge limpiar eso.

En contrario, Guaymas y Empalme esperan estos pasos de López Obrador, para así alejar a esos políticos de tan larga uña y por quienes desaparecerían esos programas, no por los pantalones del tabasqueño presidente, quien confirmó que las bondades contempladas no llegan a su destino.

Aquí vemos el ejemplo con la situación del Hospital General de Guaymas. Hace años van y vienen directores pero detrás, enquistados y emboscados, están los verdugos de la gente, los que lucran con el dolor y la enfermedad.

Si la auditoría funcionara, hace tiempo tipos como los Bernal, una familia experta en desaparecer presupuestos en el pantano de la corrupción, estarían al menos en la calle. Pero no, el dinero se sigue perdiendo en perjuicio de la atención que la cuenta pública dice que hay. Y no es culpa de los trabajadores cuya permanencia siempre está amenazada por esos que quitan y ponen cuando estorban a sus perversos fines.

Tal vez los exsecretarios de Salud olvidaron eso, la rampante corrupción, aunque también dirían que erradicarla sería mejor medida, pero ¿Se podrá?

A ver si no nos quitan también el Hospital, con el pretexto que la pandilla Bernal y asociados se lo acabó al no poderse limpiar el ambiente.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Jazmín Gómez Lizárraga, cara amable de la administración municipal en Guaymas, fue despedida por la alcaldesa Sara Valle y será difícil saber por qué, pues la jefa del Ayuntamiento cada vez está más alejada de la gente.

La señora ordenó el mayoriteo y se aprobó licencia para su regidor, Arturo Lomelí. Rápido le tomó protesta como nuevo secretario. Aunque le dijeron que eso no se vale, pues debe resolver el Congreso estatal, no importa. En Guaymas hace tiempo quienes lo gobiernan hacen ilegalidades y ni los que deben hacerlo los detienen.

El fondo es una “vendetta”: Gómez Lizárraga es sobrina de Rodolfo Lizárraga, quien confrontó con Ana Gabriela Guevara y, a través del encargado del PT en Sonora, Ramón Flores, golpea al diputado por Guaymas. Lo de Jazmín es “daño colateral”, camino al 2021.

Este jueves el diputado fue entrevistado en la radiodifusora Red 93.3 y fue más que expresivo al señalar que “Ramón Flores va a terminar en un hospital”.

El entrevistador preguntó ¿ingenuamente? por qué, y la respuesta contundente de Lizárraga fue: “Por la ´peladota´ que se va a pegar”. Preferí no preguntar qué quiso decir con eso.

2.-  Cerró el Hotel Impala, de tal tradición por décadas, que no deberán dejarlo así la familia Alonso, sus dueños, ni sus amigos que pueden sumar esfuerzos para reemprender operaciones y contribuir a la recuperación del Centro Histórico de la ciudad.

También cerrará “El Corsario”, del consorcio “Flecha”, de los Uribe, dicen que por remodelaciones. Pero tantos años de pleito pronto levantaron suspicacias de recrudecimiento de esta guerra intrafamiliar.

3.- Este domingo Guaymas verá la respuesta de los priístas que quedan, a la convocatoria para votar por el que será nuevo presidente nacional, en medio de denuncias de padrón “rasurado” y dados cargados para Alejandro “Alito” moreno.

Los cetemistas, por ejemplo, tienen un padrón de solo 287, de más de dos mil que son. Vino Julisa Bojórquez –hija del gran dirigente que ha sido Francisco Bojórquez Mungaray—a exigir orden. A ver qué logró. CNC y CNOP, ni sus luces.

En el fondo, ya quieren quitarle el PRI a aquellos que lo hundieron, dejándolo inerme ante partidos que no traían nada en la bola.

Estas líneas...

+ Genestas, la dura prueba de querer limpiar al Ayuntamiento; CEA hace retrasar proyecto de pavimentación… dice el municipio; los Bernal, detrás de los negocios del sector Salud; quieren revivir proyecto de desniveles para desfogar la vialidad en la AGL

 

EMPALME, Son.- El alcalde Francisco Genestas parece un buen hombre y, como tal, quiere poner orden en la administración municipal conociendo la perniciosa herencia de mandos previos.

Imagine, asumir un Ayuntamiento con “sus” regidores inexpertos, acechados por los políticos profesionales que llegaron al Cabildo por su aventura de figurar como candidatos a Presidente Municipal, solo para negociar cómo y cuándo levantar la mano, y para eso hubo un tesorero que le entendió rápido a eso.

Pero el “Pantico” insiste en hacer bien las cosas, aunque en el arrancón no pareciera.

Primero, fue a ver a la gente agraviada por los excesos y frivolidades del “Kiriki”, Carlos Gómez, alcalde de altas expectativas respaldado por la CTM y el PRI, que al paso del tiempo lo dejaron solo, pues solo quería hacer las cosas. Y lo hizo pésimo.

Sobresale entre muchas otras cosas, la secuencia heredada por el antecesor, el veterinario Héctor Laguna, quien nunca explicó dónde quedaron 17 millones de pesos destinados a pavimentar la calle Guillermo Prieto, así que el “Kiriki” repitió la magia dos veces. Es decir, tres veces destinaron 17 millones de pesos –51 millones en total—y la vía se ganó el mote de la “Calle embrujada”, pues peso que se anunciaba, peso que desaparecía.

“El kiriki” con rostro serio y mirada amenazante, ofreció encontrar y regresar ese dinero a las arcas, pero algo pasó que nunca logró tal meta. El consuelo para quien fuera usado para derribar el liderazgo obrero maquilero que ejercía el recordado Juan Salas de la Paz, y más tarde vuelto alcalde “fifí” a costo de los empalmenses, fue darle más millones para terminar esa calle. Y no.

Aceptó denunciar al tesorero de entonces, Manuel Orduño, de desaparecer 54 millones de pesos, pese a ya reflejar prosperidad material en su persona y en sus bienes, por encima de lo que gana un alcalde.

Total, en el segundo año de su mandato le vuelven a etiquetar 17 millones para tapar el hoyo abierto y… tampoco terminaron la calle. Entonces el Orduño tesorero ya “se le había ido”… y hasta la fecha.

Así, la gente de la Guillermo Prieto no le creía al “Pantico”, quien logró hacerse escuchar y ofreció corregir la ratería de sus antecesores, utilizando recurso municipal de los ahorros que su plan de austeridad logró. La buena nueva es que esa calle ya casi se termina y la gente hace el odioso, pero necesario comparativo.

Pero Genesta ahora enfrenta a quienes no entienden que el dinero público es para hacer avanzar al municipio, y en este momento el regidor Roberto Romero encabeza la rebelión, cuya justificación se entiende si se habla el idioma del pasado, el de los regidores que olvidan siglas, color o bandera, para exigir beneficios propios.

Romero ha dispuesto de recursos que justifica con facturas falsas –un intento de fraude y de burla al SAT--, pero no sorprende, pues con el Kiriki lo hizo, y su antecedente llega hasta la época de César Lizárraga como titular de Desarrollo Social en Guaymas, donde fue denunciado por vender cemento y materiales de programas sociales muchas veces no entregado. Extrañamente esquivó el llamado de la justicia y hoy, por eso busca candidaturas que lo pongan donde hay.

El caso es pues, que Francisco Javier Genesta Sesma batallará, mucho, si realmente busca acabar con la leperada tradicional y que los políticos vuelvan a aprender que ya está muy visto el tráfico de facturas, el acuerdo bajo la mesa para pagar de más por un bien o servicio, y las mil y una forma de gastar el dinero de la gente en el beneficio personal.

Que le sea leve.

TIROS RÁPIDOS

1.- El proyecto de pavimentación de la avenida “Julio Ramón Luebbert Seldner” –bueno, de tres cuadras, a costo de 8 millones de pesos--, se retrasa.

Iba bien todo, dice el titular de Desarrollo Víctor Marín, pero Comisión Estatal del Agua descubrió problemas en sus líneas y le pidió parar un poco para reparaciones.

El lío es, se acercan las lluvias veraniegas y la temporada de huracanes. Una sola tormenta acabará con lo avanzado y deberán comenzar de nuevo.

Por cierto, el mensaje videograbado de Sara Valle, lejana de los ciudadanos desde hace semanas, es sumamente perturbador. A quién invocar, si no al alcalde, para gestionar lo que necesita un municipio.

2.- Visitas de funcionarios de la Secretaría de Salud sugieren posible atención a tanta denuncia de corrupción rampante en el Hospital General de Guaymas, cuyas iniciales HGG un comentarista de radio identificó como BBC, aludiendo a tres apellidos que encabezarían el negocio particular que se hace con la institución: Benítez, Bernal – ¿en qué trabaja el muchacho? -- y Claussen.

Benítez es el director; Bernal, un político sin oficio formal; y el apellido de médico nazi, el titular estatal de Salud. Si eso lo confirma el contralor Miguel Ángel Murillo, tendrá un hueso muy duro de roer y hasta podría temblarle la mano.

Bernal estaría a punto de volverse administrador del HGG para manejar 40 millones de pesos que asignarán a programas, pero la sola mención supone desvíos que ya involucran al director del Hospital del Isssteson, Cristian, para más señas, su hermano.

En cuanto al papá de los Bernal, Juan, es perro viejo en el sector y conserva la revisión sanitaria de servidoras y servidores sexuales incumplida, pero cobrada. Ilegalmente, pues nada tiene qué ver con el Ayuntamiento, dueño de la obligación. Ah, cuando vacaciona --hasta dos meses con ida a Las Vegas y todo--, es Mario, el hijo predilecto, quien sigue ese cobro con un garabato en un papel.

Pero eso es otra historia y para comenzar a saberla, les recomiendo leer el artículo de EL PORTAL DE LA NOTICIA/ AGUEDA barojas/Jueves, 02 de Mayo de 2013. No tiene desperdicio.

3.- Volviendo al director de Desarrollo, Víctor Marín, quiere revivir el proyecto de desniveles en conflictivos puntos de la calzada García López, para reducir el congestionamiento vial.

Ya estuvieran listas esas obras, pero siempre hay mentes yacentes en el pasado que imponen criterios que obstaculizan todo, así que aplaudo el retorno de esa visión de futuro.

Estas líneas...

+ Los partidos buscan simpatías; Carlos Dueñas vuelve al PAN; peor, el PRI alberga traidores emboscados; me aclara Lupita, sobre el acuífero de San José; Rodolfo insiste en iluminar Guaymas sin timar a los guaymenses; “Kid” José es derrotado por “Ray” Eleazar, por culpa del “Fichas” Villa

 

GUAYMAS.- Rondan por aquí dirigencias partidistas buscando atraer simpatía entre electores y mejorar posición camino al 2021, cuando, dice la óptica opositora, no habrá nada para nadie, pese a la formidable posición actual de Morena.

Destaca el exsecretario de Seguridad Pública de Guillermo Padrés, el rocaportense Ernesto Munro, presidente estatal de Acción Nacional, quien atestiguó la firma de Pacto de Unidad y Respeto Mutuo, rubricado por Mirna Araujo y Carlos Martín Dueñas, aspirantes a dirigir el Comité Municipal.

Mirna, panista pura, enfrenta a quien fuera muy cuestionado tesorero de César Lizárraga, lo cual ya le da ventaja. Además, Dueñas dejó su dorado auto exilio político para asesorar al diputado Rodolfo Lizárraga en el PT y ahora regresa al azul, pero quiere hacerlo por la puerta grande.

Munro les pidió seriedad y buena fe. Al dirigente Santiago Samaniego le encargó una elección transparente, que no vayan a contaminarla con el efecto del fraude o acciones indebidas, porque “yo voy a estar aquí ese día para garantizar que las cosas se hacen bien”.

Y por el PRI, Ernesto de Lucas hizo un acto de contrición al aceptar lo mal portados que han sido los representantes emanados de las siglas. Ofrece trabajar con la gente honesta y hacer que se vayan quienes avergüenzan al tricolor. Pasando la elección nacional habrá nuevo líder local, tras la ausencia inexplicable –la verdad es que renunció hace mucho—de Jimena Jaramillo.

Pero, ojo: el nuevo presidente tendría a su lado a Mario Bernal, “operador” de Enrique “El doctor” Claussen, ese hermosillense nacido en Guaymas reconocido como el mejor empresario en puestos públicos que ha dado Sonora de 25 años a la fecha.

Bernal (“¿en qué trabaja el muchacho?”), sin oficio conocido pero sin problemas económicos, sería parte de esos priístas que “El pato” debe desechar, pues alejan a la gente honesta y, sin rubor en el rostro, pregona que retomarán el PRI hundido por ellos mismos, para buscar posiciones el 21, sin ver que los nuevos tiempos son muy distintos a los que vivió desde chamaco en casa.

Y es que Mario, el muchacho del desempleo bien pagado, desciende del eterno y detestado cacique sindical que somete garrote en mano a los trabajadores burócratas estatales en el puerto. Y por fuera, papá Bernal tiene mala sombra al crear fama por décadas, como operador de “giros negros” en el Hospital General, como responsable de revisar que no hubiera enfermedades en negocios y gente que trabaja de noche y otros pecadillos así.

Los otros partidos tienen vida latente. Ya ve, el PT ganó colgado de Morena y hoy resulta, doña Sara Valle no pela a ninguno, preocupada quizá por sus complicaciones que la alejaron de la vida pública y, peor, provocado especulaciones terribles, sobre su cercano futuro personal y como alcaldesa. Cómo le hace falta dar la cara.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Así se me reporta Lupita Gutiérrez desde San José de Guaymas, en torno al tema de los obstáculos que ponen al uso del acuífero en el norte del puerto:

“¿Por qué debe de ser San José de Guaymas quien les resuelva siempre sus problemas? Y sugiere resolver “tanta falla en la distribución y en los derrames”.

Expone esfuerzos ejidales para culminar trámites que les garantizan la tenencia de la tierra y “ni el Gobierno estatal ni los habitantes de Guaymas y Empalme” contribuyeron en nada.

Hoy el ejido puede vender sus tierras a precio de mercado y el beneficio será para sus agremiados, pero señala que las acciones agrarias también han beneficiado a gente estos municipios.

Sobre el agua del ejido --dotado en 1937—, la usan por medio de concesiones, así que “no son unos doce huerteros, como afirma, para regar sus arbolitos”.

Me orienta: “Somos 202 ejidatarios dedicados a la agricultura y ganadería, dueños de tierras y aguas. Y no niego que es un derecho humano y de primera necesidad tener el agua en nuestros hogares. También afirmo que es de primera necesidad la agricultura y ganadería, que es el sostén de las familias de San José”.

Termina: “Si existe disposición de resolver el problema del agua, debe implementarse el proyecto de desalación”.

Digno de análisis lo que expone Lupita.

2.- El diputado local Rodolfo Lizárraga Arellano dice que Guaymas tiene 37 mil hogares y necesita 4 millones 500 mil pesos, para dejar al 100% las luminarias, tipo LED, instaladas, “es decir, si nosotros las compráramos, serian 125 pesos por hogar y negocio”.

Pregunta: ¿Estarías dispuesto a donarlo con tal de tener al 100% el alumbrado?

Fíjense no más. Y pensar que cada administración Municipal nos estafa por cuatro o cinco veces más de esa cifra y siempre hay oscuridad, sin que juez alguno ponga a los estafadores en su lugar.

3.- Para que vea usted cómo está el “bisnes” en la Dirección del Catastro guaymense, los cientos de miles de pesos que ruedan allí sin recibo de por medio, ya provocaron que el titular Jorge Villa Flores, se convierta en promotor de boxeo.

La riña estelar del momento la encabezaron José “O”, como dicen que se deben escribir los nombres ahora mientras no haya un proceso cumplido, contra Eleazar “O”.

Resulta que el primero llamó “estafador y ladrón” al segundo, e incluyó al abogado de éste, Rodolfo “L”, en la dura descripción según el chisme soltado por el Jorge el de la ficha aquella.

Resulta que un día de hace dos semanas, a eso de las 14:25 horas, en improvisado “ring” sobre la acera de la oficina del comerciante a cargo del Catastro, encontró Eleazar a José y éste, como dice la canción, se puso amarillo ante el reclamo.

La respuesta inadecuada generó un volado de derecha al rostro de Kid José. El policía del punto a manera de réferi, intervino para observar desventajas del marcadamente perdedor del match, pero no, Eleazar le confirmó ser de la misma categoría (setentaitantos –años, no kilos--, también).

Habría continuado el “match”, pero Kid José aprovechó la interrupción y puso pies en polvorosa, pero como aún hay mucho qué ver en eso de suelos municipales y quién se los queda, se espera la revancha, en ese caso buscada por el triunfador de la “guerra de los terrenos”.