HERMOSILLO, Son. - Una sublevación se está gestando en territorio seri. Comuneros de El Desemboque sostuvieron una reunión el sábado pasado; desde semanas atrás comenzaron a colectar firmas para exigir transparencia en el uso de los recursos obtenidos por la venta de cintillos de caza de borrego cimarrón, una actividad que representa la mayor fuente de ingresos para la etnia.
Sin embargo, se quejan que desde julio del año pasado a la fecha, el gobernador Jesús Félix ha obtenido ingresos por 31millones de pesos por ese concepto -incluye adelantos que dan los organizadores de cacería para futuras temporadas- y que, de esos recursos que deberían distribuirse en la comunidad apenas se han repartido unos 300 mil pesos.
En la cuenta de Facebook del gobierno comca’ac, que maneja la esposa del gobernador, este se queja de que lo están calumniando, sostiene que de esos 31 millones la mitad fue recibida y administrada por el anterior gobierno tradicional, pero aun así la cifra sigue siendo muy elevada.
El problema está escalando. A finales del año pasado hubo una asamblea en la comunidad de El Desemboque para nombrar un ‘gobierno alterno’ donde el presidente del Consejo de Ancianos, Enrique Robles le entregó el bastón de mando a Saúl Molina, autoridad que fue desconocida por el gobierno tradicional que tiene su sede en Punta Chueca, a través de un documento firmado por diversas autoridades de la etnia.
Periódicamente, cada año las disputas entre los seris aparecen. Tienen que ver con el manejo de los recursos obtenidos por la venta de cintillos, que otorga la Sagarhpa, que en el estado encabeza Célida López Cárdenas y que este año accedió a otorgar cuatro cintillos más, lo que no es asunto menor, pues cada uno de esos cintillos cuesta 50 mil dólares, poco más de un millón de pesos.
Desde hace mucho tiempo, estos cintillos se subastan en distintas sedes de Estados Unidos, principalmente en Las Vegas. Hay empresas que hacen ese trabajo al amparo de un convenio con la autoridad de la etnia, y también particulares como es el caso de algunos integrantes de la comunidad como Francisco Fonseca, Carlos Astorga, Víctor Estrella y otro apodado ‘El Negro Molina’.
Las cosas se complicaron desde el año pasado porque Jesús Félix y su esposa, una venezolana nacionalizada mexicana de nombre Mileidy Andrade dejaron fuera a los organizadores locales (incluyendo a los seris) y vendieron los permisos a extranjeros canadienses y norteamericanos, como a un comisionista llamado Shane Pallister que a través de un trato con el gobernador Jesús Félix hoy maneja el 70 por ciento de los permisos, mismos que llega a vender hasta en 120 mil dólares. El resto de los permisos los maneja una empresa de San Luis Potosí.
Pero esas empresas, particularmente la de Pallister, se quejan los seris, llega con sus propios empleados, traen a los cazadores con todo y agua y alimentos; es decir, cerro derrame económico en la etnia, que normalmente ofrece servicios de guías, ayudantes, mochileros, cocineros y demás. O sea, también se perdieron empleos.
De hecho, Pallister quiso registrarse ante Sagarhpa como prestador de servicios cinegéticos, pero se lo negaron por su condición de extranjero.
Las cosas no paran allí. En los últimos meses, los seris inconformes denuncian que Jesús Félilx y su esposa, que hasta hace poco tenían un modestísimo negocio de servicios turísticos (tours en panga y rituales de sanación con el famoso sapo) ya se apropiaron, cercaron y habilitaron una extensa área de playa donde construyeron palapas para ofrecer esos servicios.
Lo más grave es que el señor Félix está concediendo permisos de caza (no expedidos por autoridad alguna) que vende hasta en 20 mil dólares a influencers, cantantes y hasta a un piloto de autos de carreras, algo que ingenuamente algunos de ellos documentaron gráficamente en sus cuentas de Facebook, aunque luego borraron las fotos.
De esos recursos tampoco se reporta nada a la etnia.
Ni el gobierno federal ni el estatal pueden hacer gran cosa en este conflicto que va escalando, por el famosísimo respeto a los usos y costumbres de la etnia, pero la inconformidad en una parte de la tribu sigue creciendo. Esperemos que no llegue a mayores.
Eso es lo que motivó la inconformidad y la reunión de comuneros el sábado pasado, para reunir firmas y exigir la destitución de Jesús Félix. (Tomado de #Sonora en Red)