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Estas líneas...

+ Más subsidio a la luz, pero a pagar el descomunal aumento; ahora Taiwán conocerá las ventajas de Sonora; el puerto de Guaymas, como atractivo; buen ambiente para invertir entre empresarios regionales

 

GUAYMAS, Son.- Tras el descontón en pleno maxilar inferior que nos puso en la lona, por parte de Comisión Federal de Electricidad, fue música celestial el anunció del gobernador Alfonso Durazo este martes:

Consiguió un acuerdo preliminar con CFE, para que el rango que tiene tarifa baja, pase de 300 a 1,200 con el mismo precio. Excelente, el verano inhumano obliga.

Pero ¿qué pasó con los recibos?, se preguntó el gobernador al recordar ese mal momento que seguimos viviendo los sonorenses, con el elevadísimo cobro de la paraestatal que es nuestra, pero no parece.

Esto explica, Durazo: Frente a una altísima demanda de electricidad por el calorón nuestro de cada año, se eleva el bajo costo a mayor consumo de kilowats. Quedarán dos tarifas, ambas subsidiadas, de 0 a 1,200 a costo de .727 pesos, y de 1,200 a 2,500, ya no de 2.21, sino de .91 centavos. En estos rangos está el 53% del consumo.

Falta definir fechas de subsidio, si adelantarlos en abril o atrasarlos hasta noviembre. En una semana lo informará, cuando definan lapsos de mayor consumo. Pero confirma que no habrá corte de luz, aunque cada quien debe ir a rogar a los pies de los señores de la luz. Ni modo.

También adelantó el gobernador que el estado apoyará con el 25% del consumo al consumo de diciembre a febrero, a los municipios donde el frío hace de las suyas.

El costo del subsidio, con estos pasos, subirá de 590 a 1,200 millones de pesos.

Y el hombre más odiado –después de Manuel Bartlett-- del momento allí presente, José Martín Mendoza Hernández, director de servicios de CFE en el país, pronunció el discurso justificador que nadie le cree.

Dijo algo así (a ver si usted lo entiende): El tema de la tarifa que fue un escenario sobre los municipios que tienen la tarifa 1F, fue un impacto muy fuerte, principalmente en Hermosillo y Obregón; que los brincos que se dieron asociado hasta una experimentación de 50, 100 o hasta 150% más del incremento, es que brincaron del escalón intermedio al intermedio alto, que fue de los 1,200 o 2,400, a los 5 mil, que fue de 90 centavos a 2 pesos 21 centavos.

En síntesis (tampoco lo entendí): “¿Qué quiere decir? Que pequeños bloques de energía hicieron que el recibo se fuera hasta un 200%”.

Perfil, prosigue en su confuso (¿adrede?) discurso, “de consumo atípico o diferente histórico”.

Lo que sí entendí, es que se perjudicó al 35% de la población y, pues, eso no es bueno para nadie. La solución luego del “palo dado”, es que el nuevo rango acordado “preliminarmente”, ayudará al 60% de la población, que consume hasta 1,200 kw, al pagarlo a 70 centavos.

Más gente se beneficiará al elevar a 2,500 el siguiente rango. De allí para arriba, ya son ricos para la CFE y deben pagar más. Rango excedente, le llaman.

Ah, y el gobernador ahora va a Taiwán, en el lejano oriente, donde durante 3 días explicará a firmas de talla mundial que producen autos eléctricos, semiconductores y baterías, el Plan Sonora de Energía Sostenible.

Aquella rica isla busca acercarse al mercado de Estados Unidos y qué mejor que en Sonora, donde hay ventajas competitivas mil.

Aquí saltó el tema del puerto marítimo de Guaymas, ubicado en la cuenca del Pacífico y útil para enlazar el comercio con Asía en ambos sentidos. Luego sigue la promoción en el Atlántico, porque cruzar el Canal de Panamá representa 11 días más que saliendo de Guaymas.

Por gente capaz ni preocuparse, hay mano de obra reconocida en el mundo. Lo confirman todas las empresas internacionales instaladas en Sonora, “extraordinarias promotoras de nuestro estado en virtud del reconocimiento que expresan al recurso humano”, y la llevan bien con los trabajadores y las organizaciones defensoras de sus derechos, “negociando en una mesa y no a gritos ni sombrerazos”.

CAE BIEN EL INFORME DE KARLA

Siempre cae bien al sector empresarial el buen manejo de los impuestos que pagan, por eso sigue reconociéndose el aumento de ingresos en la tesorería del Municipio, en gasto social, más infraestructura y equipamiento, sin subir impuestos y sin nuevas contribuciones ni recurrir a endeudamiento.

Se mejoran las condiciones de vida de la gente, la movilidad y la dinámica económica y social, lo cual atrae la atención de quienes piensan en invertir en la región, pero es difícil concretar ideas cuando no hay condiciones como las que ahora se ofrecen.

Es bueno conocer la opinión de quienes generan inversión y empleo, y vimos a varios en el informe de Karla Córdova, entre ellos el desarrollador e innovador empresario que deja gran huella en San Carlos, Roberto Lemmenmeyer.

También a Carlos Benito Astiazarán, quien anunciará en breve inversiones para fortalecer la oferta turística regional; Octavio Llano Alverde, impulsor de infraestructura demandada por el turismo.

Se vio a Rosalío Lizárraga y León Tissot, expertos en temas pesqueros y buenos representantes de la actividad que impulsan y fortalecen Julio Luebbert Mazón, Antonio de la Llata padre e hijo; Cacho Zaragoza, Leovi Carranza, Rogelio Sánchez y demás esforzados industriales cuya labor es multiplicar los beneficios del mar para crear empleo y llevar alimento accesible y nutritivo a la mesa de los mexicanos, asi como al desarrollador de vivienda Ramiro Páez.

Llano Alverde, hijo de Octavio Llano Zaragoza --leyenda en la promoción del desarrollo--, lleva adelantado el hospital que nace en San Carlos por iniciativa estatal que impulsó.

Carlos Astiazarán por su parte, refleja optimismo por las condiciones actuales del Estado y conduce varios proyectos. Ojalá se haga el del nuevo campo de golf cerca de Playa Los Algodones, pues el actual sigue como objeto de rapiña, violándose la ley al construir arbitrariamente y abultar chequeras personales perjudicando a terceros.

Ojalá. Y qué bueno que vean cambios en el modo de gobernar, en lo estatal y en lo Municipal, una mezcla excelente para mejores resultados.