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La " Beatlemanía"

El fenómeno que marcó el estallido de la 'beatlemanía' ha sido recuperado en un doble en DVD.

 

 

 

 

 

En 1964, 73 millones de espectadores vieron el debut de 'Los Beatles' en el programa  de televisión estadounidense de Ed Sullivan Show y Universal ha reunido y editado los cuatro programas en los que aparecieron Los Beatles.


 

 

 

El empresario y presentador Ed Sullivan ha pasado a la historia como el hombre que puso a Los Beatles en los  hogares norteamericanos.

Convertidos ya en un fenómeno musical en el Reino Unido y algunos países europeos, Los Beatles habían viajado por primera vez a Estados Unidos para conquistar el mercado norteamericano.

Ed Sullivan presentó al grupo, comentando que el mismísimo Elvis les envió un telegrama deseándoles suerte en su visita y entre el público ya se escuchaban algunos gritos de la audiencia femenina, que Sullivan acalló con un silencio rotundo.

Pero millones de personas acababan de ver algo distinto. Aquellos chicos habían prendido la mecha.

"Fue un momento glorioso para toda una generación", asegura Andrew Solt, presidente de SOFA Entertainment, que en 1990 adquirió las 1.050 horas del programa de Ed Sullivan.

Solt considera que lo que hizo esa actuación "tan especial" es que el programa fue "el único donde se pudo ver a Los Beatles", ya que aunque su música era ya "omnipresente" nunca se les había visto actuar en televisión.

Una semana después, Los Beatles regresaron al programa, emitido esta vez desde Miami y en el que Sullivan exhibió orgulloso las cifras récord de audiencia logradas en el primer show.

Aún aparecieron una tercera vez, a la semana siguiente, antes de volver al Reino Unido.

Cuando regresaron al Ed Sullivan Show un año y medio después, en septiembre de 1965, ya eran grandes estrellas mundiales y su confianza era inmensa. El griterío de las fans se escucha ya durante todos los temas de la actuación. Ahora Ed Sullivan se muestra incapaz de imponer silencio.

Un año después, Los Beatles dejaban de dar conciertos, hartos de que esos mismos gritos impidieran oír su música.