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Agentes fronterizos de EU cobran hasta 3 mil dólares por cruzar migrantes; 28 han sido arrestados

CD. DE MÉXICO, 6 de julio de 2022.- Agentes fronterizos de Estados Unidos usan su posición privilegiada para permitir el ingreso ilegal de migrantes desde México, indican una investigación de la dependencia que actuó en contra de al menos 26 agentes que han recibido dinero en efectivo por ese motivo.

El diario MILENIO publica un reportaje basado en informes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) donde se revela que en los últimos 3 años y medio han sido arrestados 26 agentes por el delito de “corrupción”, al utilizar información privilegiada que permitió el tráfico de personas a Estados Unidos.

​Expedientes judiciales indican que los agentes fronterizos corruptos cobran entre 500 y 3 mil dólares por cada migrante que cruzó la frontera. Uno de los funcionarios que recibieron sobornos asegura que han llegado a cobrar 6 mil dólares por indocumentado.

La tragedia del pasado 27 de junio donde murieron 53 migrantes en la caja de un tráiler en Texas, puso en la mira otra vez a los agentes fronterizos, pues permitieron el paso del vehículo por dos puntos de revisión migratoria en la región sur de Texas cerca de la frontera con México.

Reportes de la CBP dicen que durante 2019 se arrestó a 11 agentes de esa oficina y 4 en 2020; en 2021 fueron 9 y en 2022 ya suman cuatro. Al año fiscal 2021 se habían recibido 8 mil 989 denuncias por malas conductas en contra de agentes de la Oficina de Aduanas, que incluye a la Patrulla Fronteriza. En 2020 fueron 9,269 y 7,924 en 2019.

En cuanto a correctivos, en 2021 fueron removidos de su cargo 32 personas, 30 están se encuentran en terminación probatoria, 14 tienen una “última oportunidad”, 11 se encuentran en suspensión definitiva y 485 fueron reprendidos por mala conducta.

Los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza vigilan 3 mil kilómetros de frontera con México; la agencia trabaja con 64 mil empleados, de los cuales 45,450 se asignan a la vigilancia en los cruces.

A pesar de los valores que presumen, los agentes de esta instancia de gobierno constantemente han estado involucrados en distintos casos de abusos policiales, torturas, tratos inhumanos, y hoy también, inmersos en escándalos de corrupción.

Desde 2017, John Roth, el Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional, la dependencia a la que responde CBP, reconoció en una comparecencia ante el Congreso que aumentaba el número de acusaciones por mala conducta, tras un rápido incremento en las contrataciones.

Cinco años después de esta declaración, son más frecuentes las acusaciones en cortes federales por delitos graves cometidos por los agentes, específicamente relacionados a la complicidad en el tráfico de migrantes de México a Estados Unidos.

CASOS COMPROBADOS

Los castigos no han sido muy ejemplares, según el caso seguido por la Fiscalía de Texas contra el agente Rodney Tolson, quien aprovechaba su cargo como vigilante en la frontera para facilitar el cruce a migrantes a cambio de un pago. En mayo fue sentenciado a una pena benévola: 21 meses en prisión.

La jueza Diana Saldaña consideró que acciones de Tolson eran “extremadamente atroces” y que había “abusado de la confianza de la ciudadanía” mientras cometía este delito como agente federal.

A principios de 2018, Fuentes, entonces un oficial de CBP asignado al servicio canino en el Puerto de Entrada de Nogales, acordó con un extranjero dejarlo ingresar a Estados Unidos a cambio de un soborno en efectivo de 6 mil dólares, pese a saber que ese extranjero era un delincuente convicto. El agente fue sentenciado apenas a 30 meses en una prisión federal.

UN BUEN NEGOCIO

El caso de Juan Carlos Guerrero, el que ha demostrado que ser agente fronterizo y pollero a veces resulta un gran negocio.

Según documentos judiciales, entre e octubre de 2008 y mayo de 2011, Guerrero trabajó en el turno de medianoche en los puertos de entrada de Hidalgo, Pharr y Anzaldúas, en la frontera texana inspeccionando vehículos que viajaban de México a Estados Unidos.

Él, su novia y hasta sus sobrinos organizaron una operación de soborno y contrabando de extranjeros y recibían pagos de entre 500 y 3 mil dólares por persona.

Cuando lo detuvieron, admitió que había organizado y dirigido entre 80 a 150 cruces, de entre 80 y 165 extranjeros ilegales durante su turno.