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Rechazan comerciar con la historia

+ Pide escritor leer más a autores del siglo XIX

 

                    CD. DE MEXICO (Tomado de Crónica).- Debemos volver a la lectura de los autores del siglo XIX, como Lucas Alamán y Lorenzo de Zavala para tener una visión más completa de la historia y dejar de lado a quienes explotan comercialmente el género, porque no escriben, ni son historiadores, sus textos no tienen estilo, ni son novelas y sólo tienen una gran mercadotecnia y publicidad, aseguró el escritor Vicente Quirarte.



Además, señaló que es una lástima que libros serios como Noticias del imperio de Fernando del Paso no sean más leídos, porque en libros como este coexisten la investigación, invención, dimensión poética y recreación histórica bien lograda. “Fernando del Paso no vende lo que un autor comercial, siendo el escritor extraordinario que es”, agregó.

Sin embargo, también se manifestó a favor “del sentido muralista de la llamada nueva novela histórica, como ha denominado Seymour Menton a las recreaciones históricas a partir de 1949”, detalló durante su charla sobre Novela de la Independencia en el Centro de Lectura Condesa.

Apuntó que la literatura puede aprehender la historia, interpretarla, transformarla y poetizarla. “Pero lo que es inadmisible es que un novelista nos cuente de forma regular lo que ya nos contó de forma excelente un historiador.

“A la novela histórica le pido que me sorprenda, que me de un resorte que me haga entender, como dice Rubén Bonifaz Nuño ‘de otro modo lo mismo’. No me gusta leer una novela donde estoy leyendo lo que ya me dijo un historiador.

ALGUNAS LICENCIAS. El autor de Zarabanda con perros amarillos y Viajes alrededor de la alcoba explicó que en la novela se permiten distintas licencias que no deben caer en exageraciones. “Esa es una de las características de la nueva novela histórica, establecida a partir de 1949 por Seymour Menton. Uno no puede inventar algo que no fue”, enfatizó.

Refirió que dichas licencias en la novela no pueden ser sinónimo de falta de certeza, sino al contrario, la novela histórica debe tener verosimilitud y convencer.

“Creo en el principio de Jorge Luis Borges cuando dice que más allá de lo científicamente comprobable que corresponde a la historia, la literatura tiene que aspirar a lo simbólicamente verdadero y verosímil, de ahí que Borges utilice constantemente la palabra ‘acaso’ y ‘quizá’”, apuntó.

Explicó que un novelista plantea lo que posiblemente sucedió y cómo fue, pero no puede inventar elementos que escapen a la comprobación histórica. “Se puede recrear, como sucede en el libro de Fernando del Paso, ese delirio de Carlota basado en la circunstancia de que era una enferma mental, para utilizar su formación poética y hacerla imaginar una serie de cosas, pero basado en circunstancias”, añadió.

REEDITAR LIBROS. El escritor también señaló que la primera manifestación de la presencia insurgente en la literatura fue en la poesía, donde los caudillos se transformaron en seres redentores, como puede comprobarse en el libro de Poesía insurgente de Ramón Martínez Ocaranza.

Y explicó que libros como Hidalgo de Luis Castillo Ledón que contiene en 200 páginas “la biografía más completa de Miguel Hidalgo” deberían ser reeditados. Al igual que México desde 1808 hasta 1867 de Francisco de Paula Arrangoiz, donde se puede encontrar información que la historiografía liberal elimina.