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Sin raspar muebles

+ Sismo tipo Japón se sintió en un triste edificio de la calle Sinaloa

CD. OBREGÓN, Son. - Como un baldazo de agua fría cayó la desbandada más grande de la que se tenga registro en el PRI Cajeme que dirige en este momento Armando Alcalá.

La salida de cuadros fuertes, líderes y comerciantes ambulantes, muchos de ellos ligados a la CTM Sonora, no se debe tomar a la ligera ni decir que no tendrá impacto en las elecciones de este año.

Claro que es un duro golpe para el tricolor de este municipio y, más aún, cuando no se ve posibilidad alguna de que logren recuperar ni la Alcaldía, de enfrentar al actual alcalde, Javier Lamarque. Incluso en la pasada columna ya habíamos comentado que las cosas no pintaban bien para este partido.

La salida del PRI Sonora de líderes que tenían toda una vida, algunos más de 30 años, quienes le dieron mucho al partido y quizá también el partido les dio a ellos, amerita una fuerte sacudida por parte de su líder estatal, Rogelio Díaz Brown, y analizar quién falló, porque queda claro que Armando Alcalá no ha logrado hasta este momento recobrar esa unidad que caracterizaba a este partido y que le dio grandes triunfos.

Ya está encima el proceso electoral y la suma de ese capital político a Morena y a sus aliados, solo hacen más amplia la ventaja y con ello el virtual triunfo de la 4T en Cajeme.