Banner

Se agotó el modelo neoliberal

El Colegio Nacional de Economistas concluyó el miércoles pasado la serie de foros regionales y nacionales de debate, que iniciaron a finales del año anterior, para promover un cambio en el modelo económico del país, que ha sido básicamente recesivo y generador de desempleo y pobreza en México, porque ambos fenómenos han venido creciendo así por PIB anuales en promedio de 2.5% en los últimos 30 años y de 1.7% en la última década.

¡Qué diferente de la tasa promedio anual de 6.0% durante el medio siglo entre 1932 y 1982! y donde tampoco hubo inflaciones mayores, salvo en 1943, en plena guerra mundial.

Note el lector o lectora, que distingo que se cuecen aparte los efectos de la grave recesión mundial que inició en 2008; que se medio recuperó en los últimos 12 meses y ahora vamos de nuevo para abajo.

El problema de fondo es que se agotó el modelo neoliberal —si es que alguna vez tuvo posibilidades de éxito en este mundo globalizado tan turbulento— porque sus promotores han insistido en que “el mercado” debe seguir determinando la evolución de nuestra economía... pero el resultado han sido ya tres décadas de lento crecimiento y de creciente desempleo y pobreza.

Lo que sí ha sido bueno, del resultado neoliberal, es que ha logrado estabilidad macroeconómica: igual que debe ser buena la estabilidad del campo santo. Pero aún estamos vivos.

La constante en los foros fueron nuestras discrepancias con los planteamientos de las autoridades económicas, particularmente de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México. Nuestras ideas se fueron integrando en el curso de los ocho foros regionales, en los que participaron las autoridades federales, las agrupaciones empresariales y ciudadanos locales y los miembros de los colegios de economistas de los estados. Y consistentemente insistimos en promover el crecimiento, como lo hacen Brasil y los latinoamericanos.

En honor a la verdad, entiendo la tendencia de los que toman las decisiones: Favorecer la ruta menos riesgosa, pero en economía —ciencia social al fin— sabemos que si bien en el no hacer nada hay menores peligros de inflación y de daños institucionales...

Pero ¿qué va a ser de ese segmento inmenso de la población —digamos más del 50% de ella— que la está pasando mal, porque la estabilidad macroeconómica no se come, y también porque el hambre, el frío y la falta de empleos hacen mucho daño?

En las sesiones del pleno, el foro escuchó dos intervenciones de lujo: de apertura, a cargo del senador Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política en esa cámara legislativa, que hizo un planteamiento detallado sobre las políticas necesarias y la sensibilidad social que debe tener el próximo Presidente de la República.

Acto seguido iniciaron actividades las tres mesas de trabajo: “Estado Promotor”, la número 1: Una Reforma Financiera para el Fomento Económico; la número 2: Una nueva Política de Fomento a las Actividades Productivas; y la número 3: El Fomento al Campo.

La mesa 1 contó con magníficos y experimentados ponentes: el subgobernador del Banco de México, doctor Manuel Sánchez González; el ex subsecretario de la SHCP, maestro. Francisco Suárez Dávila; el presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México, licenciado. Luis Robles Miaja; el ex secretario de Hacienda, Jesús Silva-Herzog; el director general de Nafin y Bancomext, ingeniero Héctor Rangel Domene; el director general de FIRA, Lic. Rodrigo Sánchez Mújica; el ex director general del Bancomext y ex embajador en Japón y Canadá, livenciado Alfredo Phillips Olmedo; el profesor emérito en economía de la UNAM, doctor Rolando Cordera Campos; el secretario de Finanzas del estado de Oaxaca, licenciado Gerardo Cajiga Estrada; y el empresario agrícola y pesquero, ingeniero Fernando Hernández Lohr.

Finalmente el doctor Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México, ofreció la intervención de clausura del seminario, con un análisis de la situación económica y financiera mundial, la crisis de las políticas fiscal-monetarias de los países desarrollados y la fuerza y sanidad del sistema bancario y financiero mexicano, gracias a las políticas prudentes seguidas.

En los próximos tres artículos ofreceré las síntesis de lo que trataron las tres mesas del Foro Nacional de Clausura, del miércoles pasado.