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El narco y las elecciones

La denuncia de que el PRI fue ayudado por el narco para ganar la elección en Michoacán, que hizo el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, no es cosa menor; que deja a la luz del día la situación real de muchas regiones del país en las que sin la venia del crimen organizado los políticos están muertos; en sentido figurado y en términos de triunfo electoral y permanencia en el poder.

Aunque no hay una denuncia formal, el señalamiento no sólo se observa grave para los priistas, quienes ya pusieron en grito en el cielo; sino para el país, cuyo Estado se ha ido debilitando; lo que ha permitido el accionar del crimen organizado a diestra y siniestra, con el apoyo además del gobierno norteamericano, según reveló el operativo descubierto Rápido y Furioso.

En la superficie del estado de cosas que suceden en México encontramos que el PRI arrebató sin mucho trabajo el gobierno que había mantenido el PRD en Michoacán por espacio de una década; primero con Lázaro Cárdenas Batel, hijo del tres veces candidato perredista a la presidencia de la República, Cuauhtémoc Cárdenas y posteriormente con Leonel Godoy, cuyo medio hermano fue desaforado por la Cámara de Diputados por presuntos nexos con el narcotráfico. 

En el fondo, el caso de las elecciones en Michoacán es sólo uno de tantos puntos de enfrentamiento entre las fuerzas políticas que han arrastrado al país a situaciones de debilidad tal que México se halla ahora, como en los peores momentos de su historia, en un estado peligroso de vulnerabilidad reflejado en desempleo, inseguridad, violencia, incremento en el consumo de estupefacientes, ingobernabilidad y pugna entre las fuerzas políticas más allá de los tiempos electorales.

En este contexto se ha dado el pacto entre políticos y narco; pues aunque las evidencias sean actos aislados, con una que otra declaración directa del caso;  es un hecho que la colaboración entre estos se ha vuelto una necesidad de los recientes tiempos, como lo declaró valientemente el ex gobernador de Nuevo León, el priista Sócrates Rizo.

Lo grave del caso es que esta unión políticos-narco, quienes llevarían o llevar gobiernos de coalición, no depara nada bueno para el país, como se ha dicho en términos de tranquilidad; sino todo lo contrario, una mayor descomposición social y una inestabilidad política que conduciría inevitablemente a una nueva revolución en el mejor de los casos, para volver a comenzar.

El PRD y su caída en picada

El PRD, partido que representa a la izquierda mexicana, a pesar de todos los pesares, se ido resquebrajando a pasos agigantados. En año y medio ha perdido tres gobiernos estatales: Zacatecas en julio de 2010, BCS hace nueve meses y ahora Michoacán.

Mientras que su crecimiento le llevó mucho más tiempo, más de una década, y que le permitió ocupar el gobierno más importante del país, el del Distrito Federal. De cinco gubernaturas que había logrado en sus tiempos gloriosos, al PRD sólo le quedan el Distrito Federal y Guerrero, estado que ganó gracias a que el priista Ángel Aguirre se peleó con su partido, el PRI.

Así, no fue ninguna sorpresa la derrota para el PRD, cuyo estatus en la política nacional ha ido declinando apresuradamente; algunos sugieren que es por las pugnas internas, los líos entre las diferentes corrientes.

Mientras que una tesis más acabada podría apuntar a un “factor” desestabilizador estratégicamente colocado para derrumbar al partido que puntea la izquierda mexicana llamado Andrés Manuel López Obrador.

La inestabilidad de México favorece a Beltrones

La inestabilidad del país favorecería al senador Manlio Fabio Beltrones para ser el candidato del PRI a presidencia de la república, en tanto que es el político más experimentado y conocedor de las maniobras políticas del país en tiempos de crisis, en comparación  al carismático  pre candidato Enrique Peña Nieto.

Y a juzgar por el despliegue de la estrategia para elaborar un programa de gobierno antes de elegir al candidato priista, a fin de garantizar el desarrollo de México y la reconciliación política, a través de los gobiernos de coalición; el senador se apuntala a ocupar no sólo el lugar de mayor reconocimiento por su aporte a la vida pública, sino que lo coloca en la delantera de las posibilidad de ser el elegido del PRI, ante los más recientes acontecimientos que marcan ingobernabilidad en México como la fuerza del narco y el reciente accidente donde perdió la vida el secretario de gobernación, Francisco Blake.