Banner

Columnas

Estas líneas...

+ Cambio de políticos, pero no mucho; Sonora acumula muchos legisladores; Aguilar, el idealismo de un diputado; coinciden: la basura, problema peor que la seguridad y el endeudamiento; diputado electo limpia la ciudad; Gilberto Gutiérrez, merecido homenaje

GUAYMAS, Son.- El nuevo Congreso federal no es muy distinto a los del ayer.

Decirle que la Cámara de Diputados es presidida por Porfirio Muñoz Ledo es ejemplo, pues el personaje comenzó su carrera política en el priísmo de Luis Echeverría y lleva décadas saltando de sigla en sigla.

Pero la lista es larga e incluye nombres que solo son interpósita persona de “dinos” como don Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la vega (así se llama).

Sonora tiene 11 diputados federales y ya despachan, como lo hacen en el Senado Lilly Téllez, Alfonso Durazo, Sylvana Beltrones, Damián Zepeda y Patricia Mercado; el TRIFE dejó fuera a Jesús Zambrano, el añejo “traga balas”.

De entrada, ya difieren criterios entre partidos “chiquillada” ayer, hoy mayoría, y atrae que no olvidan –el PT y Movimiento Ciudadano— la propuesta de reducir precios de la gasolina. A ver si se puede y si el próximo presidente se atreve.

La elevada presencia de Sonora en ambas cámaras, principalmente con los espacios que se regalan por la bondad del sistema, finalmente –dice la teoría-- nos conviene.

En cuanto al 04 Distrito Electoral de Sonora, me congratulo que el nuevo diputado sea un muchacho idealista y con mentalidad para el trabajo útil, productivo, afín al desarrollo de las comunidades que representa. Ajeno a los intríngulis que implica llegar al cargo por recomendación o componendas que a poco, resueltas en lo oscurito, nos perjudican tanto.

Heriberto Aguilar hace 12 años acompaña a Andrés Manuel en la lucha por la transformación de México. También esperaba, convencido, que el cambio se diera más temprano que tarde, y ya lo mira con el resultado electoral, la integración del congreso y la “organización del pueblo”. Todo por la vía pacífica.

Caminó, cayó, se levantó y siguió; fueron 12 años de organización en barrios, comunidades indígenas, pueblos, valles, sierra. Logró comités de base en cada Sección Electoral, “la semilla de la participación consciente en esta lucha que representaba el cambio para los mexicanos”, dice el diputado federal.

Hoy es consciente de que son los depositarios del anhelo de cambio de millones de mexicanos “que ya estaban hasta la coronilla de tantos agravios y atropellos; el pueblo demostró que siempre habrá castigo en las urnas y que no quedará impune el abuso del poder”.

Sigue la responsabilidad histórica y dice que no van a fallar, que serán “totalmente distintos al clásico político del sistema, dedicado a enriquecerse del erario público y nosotros pagamos las consecuencias”.

Celebra el “clic” con la ciudadanía, el planteamiento de acabar con la corrupción e impulsar la austeridad republicana para que el funcionario viva, como expresaba Benito Juárez, la honrosa medianía. Lo aplaudo. Buscarán la honestidad como forma de vida y de gobierno.

Y su responsabilidad como legislador, dice Heriberto parafraseando a López Obrador, la cumplirá “bajo los principios de vida en las que encuentro felicidad: no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.

Reconoce que tienen la oportunidad y condiciones históricas para que entre todos y desde abajo, “pongamos a México en la ruta donde el pueblo viva con dignidad, justicia, seguridad, prosperidad material y prosperidad en el alma”.

Y remata: “tengan la confianza… no les fallaremos”.

Aguilar Castillo ha regresado al 70% de los poblados que visitó en campaña por su actual cargo, lo cual le agrega simpatías a las captadas cuando comenzó a divulgar la existencia del Movimiento de Regeneración Nacional, luego a posicionar las siglas y después para pedir el voto.

Insisto, es una propuesta joven, con ideales y hoy tiene oportunidad de demostrar que el México que comienza será bueno para todos. Si no pueden ellos, nada podrá contra ese monstruo que ha devastado el país por décadas y que ahora con votos aplastaron.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Dos encuentros de la alcaldesa electa Sara Valle Dessens con ex alcaldes –ella lo es, aunque a medias--, dejan claro que las cosas no están bien y deben sumar experiencia para salir adelante.

Es increíble, pero a los graves problemas de seguridad pública y de endeudamiento excesivo, los “ex” sobreponen el de la basura, con todo lo que implica. Tienen razón, da vergüenza Guaymas, pero decírselo al actual alcalde es pelearse con él.

Y seguirán estos encuentros, agregándose empresarios propositivos para salir de esta inercia perniciosa que estamos viviendo.

2.- Rodolfo Lizárraga Arellano es diputado local electo. También regidor.

El sábado movilizó a docenas de sus seguidores y fueron a lavar el Malecón Turístico de Guaymas. Cambiaron el aspecto sucio de ese espacio que, lamentablemente, fue abandonado por la autoridad, que solo se acerca cuando cobra cuota de vendedores semifijos, responsables en gran parte del deterioro de ese bello espacio.

Rodolfo es así. Igual dejaría que las cosas siguieran como están, pero no es tan inconsciente.

De paso, un espontáneo estaba este domingo bacheando la calzada Agustín García López y un preventivo ilustraba: “bacheo voluntario”.

Alguien lamentó que estas acciones sirven para que algún vivales meta una factura a Tesorería y se pague por limpieza. Esa es la confianza que le tienen al Ayuntamiento.

3.- Homenaje en Hermosillo al abogado y notario público Gilberto Gutiérrez Quiroz. Al develar el señalamiento en una calle, la gobernadora Claudia Pavlovich y la alcaldesa Angelina Muñoz, reconocieron la trayectoria del homenajeado.

Estaba don Gilberto orgulloso por el cariño que percibía hacia su figura y a su recta trayectoria de servicio a los demás. Agente del ministerio público, juez, Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia; Síndico y 58 años como docente. Pero lo mejor: un caballero.

Humilde, don Gilberto dijo que “recibo más de lo que merezco”. No es cierto, merece más. Que la vida lo conserve mucho tiempo.

Estas líneas...

+ Volverá el apoyo a cooperativas, dice dirigente; quebrarlas, divorció a los guaymenses; Sara, ya en lugar de Lorenzo; el PT va por su cuenta y se aleja de Morena

 

GUAYMAS, Son.- Jesús Presiche Olachea es un dirigente de pescadores nato.

De Punta de Arena, donde comenzó la historia de Guaymas como puerto y donde su abuelo y padre se forjaron entre el sol, el mar, la habilidad para construirse sus pequeñas barcas con sus manos y cruzar a vela el Mar de Cortez.

Era joven Presiche cuando el neoliberalismo salinista derribó al sector social y su sector entregó cuanto tenía, mediante la legalidad propia de las transiciones sexenales a la banca, que lo remató entre sus cuates.

Allí acabó el imperio forjado por las cooperativas pesqueras que alcanzó talla internacional y que elevó el nivel de vida de los hombres de mar, gracias sobre todo al carácter del legendario líder Florentino López Tapia.

Recuerdo a “Don Flor” sentado en la sede de la Federación de Cooperativas Pesqueras “Sur de Sonora”, en calle 23 y avenida Abelardo L. Rodríguez. Daba instrucciones y se acataban. Era un gran liderazgo. Allí lo vi encumbrarse también en política.

Después, en la siguiente sede de calle 30 y Serdán. Ya hablaba de  comercio internacional con el esfuerzo pesquero y de la etapa que seguía: industrialización, mercados, pesca con apoyo satelital y tecnología de punta en cada área.

Todo acabó en 1991. El salinismo no dejó piedra sobre piedra. Y para Guaymas y empalme terminó una etapa de prosperidad. También el crecimiento no recuperado y surgió un divorcio vigente entre las familias del puerto, cuyo primer reflejo fue la primera derrota priísta de la historia, al saltar al PAN José Ramón Uribe y aplastar en las urnas a Manuel Ibarra Legarreta, un empleado del poder, nunca aceptado por los votantes.

Pero no dejaron llegar a Uribe. Este personaje de empresa y hábil político rechazó la propuesta indecorosa de ocupar la silla para recibir órdenes. Pero tampoco se pudo sentar Ibarra, quien anduvo años batallando para recuperar lo invertido, hasta que lo rescató Armando López Nogales, quien lo hizo titular de Obras en el Estado. Le fue muy bien. Compró casa en exclusiva zona naranjera y allá se quedó. José Ramón sigue en sus negocios y se le ubica cercano a figuras prominentes del morenismo.

La divagación sirva para centrar el por qué de muchos de los problemas del puerto, incluidos, lo vi hace unos días, los reclamos de pescadores por los 800 kilos ahorrados por barco –la flota era de unos 420 navíos—cuyo producto de la venta iba a dar a fideicomisos bancarios que a juicio del luchador social Gonzalo Rodríguez Cacho, desaparecieron en la rebatiña –así le llamó-- de políticos y empresarios corruptos.

(Nota: recordé el libro titulado “Quién se ha robado mi queso”, al ver a un viejo pescador sentado frente a la oficina de la Asociación de Viudas y Pensionados, en Avenida XV, calle 26, con su mirada perdida en el horizonte. Esperan, 27 años después, que alguien les devuelva ese dineral)

Volviendo a Presiche: anuncia apoyo federal a partir de 2019, para cooperativas de pescadores.

Y expone proyectos. El principal, un programa de cien barcos de pesca múltiple, dinero para insumos y combustible barato. Todo lo pagarán con lo que van a producir.

La duda sobre si producirán o no, la mata Presiche con este dato: “lo que presume el productor privado, lo produce el pescador”. Y apela a la comprensión del futuro régimen para el apoyo no solo a los pescadores que él representa, sino a los que representan a 100 mil familias solo en el Pacífico.

En cuanto a que se cerrará el golfo y lo dedicarán al turismo o a la extracción petrolera, no se complica: “nosotros no depredamos, hasta pedimos barcos que no arrastren –como las actuales redes de camaroneros y sardineros—para pescar y dejar sin daño el fondo marino, el que quieren los turisteros para pescar y bucear o hacer arrecifes”. El petróleo, advierte, es un tubo y no contaminará si no lo dejan fugar.

Da solidez a sus expresiones haber participado con la dirigencia de la Confederación Nacional de Cooperativas, en lo que sería “lectura de cartilla” mutua con la Comisión de Pesca y Acuicultura.

De allí fue llamado a intercambiar impresiones con Heriberto Aguilar, diputado federal electo por el 04 Distrito –y cercanísimo a “ya saben quién”— a quien encantó la propuesta, afín a la meta de rescate al sector social, víctima hoy de la ambición neoliberalista.

Falta poco. Si así sucede, le irá bien a Presiche y a unas 60 cooperativas en las que influye o dirige. Mejor aún, a la industria pesquera para recuperar su positivo resultado a favor de todos.

TIROS RÁPIDOS:

1.- Sara Valle Dessens se reunirá este sábado con ex alcaldes guaymenses –ella, a medias, lo es— para intercambio de experiencias. Plancharán ideas porque quienes estuvieron en el lugar al cual volverá ella el 16 de septiembre, siempre quieren tener una manita metida allí.

Programas para Guaymas incluyen ya a la señora Valle. Hasta en comisiones en Phoenix y Tucson y del Gobierno Estatal. Sí, debiera ser Lorenzo de Cima, pero el pésimo alcalde que sufrimos ya no quiere queso…

2.- Rodolfo Lizárraga Arellano está de moda.

El diputado local electo está en muchos foros y se da tiempo para intentar solución al grave problema de la basura.

Y nos aclara: El PT del cual es coordinador estatal hace años --costumbre petista-- resolverá por su cuenta, pero dan el “aval irrestricto” al Acuerdo Político de Unidad y Acción Legislativa firmado con MORENA y PES.

En términos petistas: “Juntos Haremos Historia llega a la mayoría de edad y cada partido podrá tomar sus propias decisiones, siempre buscando los consensos y el común acuerdo, así como trabajar por la gobernabilidad y el buen gobierno del estado de Sonora”.

Pero queda claro: Jorge Tadei y Jaime Moreno Berry no van por el mismo camino.

3.- In crescendo el escándalo generado por el diputado federal electo Alfonso Ramírez Cuéllar al anunciar que el Gobierno Federal quitará los recursos para obras a Estados y Municipios para que no se los roben los alcaldes y gobernadores.

Y vieran la cantidad que habla, como resultado de la corrupción con la que se ha manejado el dinero de los mexicanos en las últimas décadas. Se escandalizará usted, por más conocedor que sea de los vericuetos de la grilla.

Este fue el mensaje de Claudia Ruiz Massieu

CD. DE MÉXICO.- Agradezco mucho la presencia de mis compañeras y compañeros de partido.

Saludo con mucho afecto a las señoras ex presidentas y a los señores ex presidentes de nuestro instituto político.

Muy buenas tardes a todas y todos.

Permítanme desde aquí saludar a nuestro compañero y militante, el Presidente de la República Enrique Peña Nieto.

Consejeras y consejeros: gracias por su respaldo.

Soy una mujer a quien el partido le ha dado muchas oportunidades, que han ido acompañadas de lecciones valiosas.

Gracias al PRI fui legisladora. Aprendí lo que es defender al partido y representar nuestras causas desde la oposición. Es una realidad que conozco, porque la he vivido, y no le tengo miedo.

Gracias al PRI, he sido candidata y he hecho campaña en mi estado, en Guerrero, al lado de la militancia. Hace seis años perdí mi elección. Por eso conozco, a nivel personal, lo que significa una derrota: lo que implica levantarse, replantearse y seguir adelante.

Con ustedes, participé en el esfuerzo para recuperar, de la mano de nuestro Presidente Enrique Peña Nieto, el Gobierno de la República, después de 12 años. Por eso sé lo que es superar la adversidad: con trabajo y disciplina, pero sobre todo con un proyecto de partido.

Gracias al PRI acompañé al Presidente en la acción de gobierno en distintas secretarías de Estado.

Yo no represento a ningún grupo ni corriente. Les pido su confianza para representarlos a todos ustedes.

Vengo con humildad, responsabilidad y amor por nuestro partido, para pedir el apoyo, el acompañamiento y el respaldo de sus bases.

Vengo no sólo a protestar un cargo: vengo para hacer un compromiso personal con cada priista. Porque antes que dirigente soy militante.

El liderazgo genuino no es algo que se adquiere el día que se rinde protesta para desempeñar un cargo: se gana cada día; con cada palabra que se pronuncia y con cada acción que se ejecuta.

Para renovar al PRI, igual de importante que tomar decisiones, es no eludir responsabilidades. El deber primordial de una nueva dirigencia es hablar de frente, hablar claro y hablar con la verdad.

Con esta convicción, me dirijo a ustedes como lo exige la nueva realidad: con franqueza, e incluso, con crudeza. Sólo así: sin miedo a las palabras, entendiendo dónde estamos, podemos diseñar nuestro futuro.

Asumo esta responsabilidad, en el momento más difícil en la historia moderna de nuestro partido.

El 1 de julio la ciudadanía nos castigó con su rechazo. No sólo ganó una nueva fuerza política: también se reconfiguró radicalmente el equilibrio de poder, en todos los niveles de representación, y en prácticamente todo el país.

El PRI enfrentará un escenario que jamás habíamos experimentado: ser simultáneamente oposición al Poder Ejecutivo, y un partido minoritario en el Poder Legislativo.

La misma situación se replica en diversos gobiernos estatales, congresos locales y ayuntamientos.

Ante ello, no hay que señalar al adversario para buscar explicaciones. Para encontrar respuestas, hay que voltear a vernos a nosotros mismos. Como partido, todos somos corresponsables.

Hay que decirlo, no supimos defender nuestro Partido.

Nos olvidamos de nuestros orígenes cuando abandonamos la acción política de base. Privilegiamos el pragmatismo sobre nuestros principios, nos dejamos seducir por el poder.

Cerramos en las cúpulas las decisiones que le pertenecen a la militancia, y al hacerlo la marginamos y nos desdibujamos.

Nos acercamos demasiado a las élites y nos distanciamos de las causas ciudadanas. Pasamos más tiempo en los despachos que en las calles.

Se nos olvidó que un partido promueve causas, gestiona para dar respuestas a las necesidades sociales, y es el gobierno quien da solución, mediante políticas públicas.

Nos alejamos de la realidad social. Nos faltó sensibilidad.

Permitimos que otros se apropiaran de nuestras banderas, perdimos identidad y legitimidad, como el partido popular de México.

No alzamos la voz a tiempo para denunciar y castigar la corrupción que se generó en nuestras propias filas.

Dejamos que los cínicos y abusivos, mancharan la imagen y lastimaran la reputación de los millones de mujeres y hombres honrados, patriotas y trabajadores del PRI: los militantes que tocan las puertas y piden el voto por nosotros; los servidores públicos que trabajan incansablemente por México; los liderazgos sociales que son la cara del partido en cada rincón del país.

Si la alterativa política que triunfó el 1 de julio no tenía ni la mitad de nuestras estructuras, ni de nuestros gobiernos, ni de nuestra militancia, ¿por qué ganaron?

Nos ganaron con nuestras propias armas: supieron escuchar mejor a las bases y a los ciudadanos, ofrecieron cosas concretas para demandas específicas.

Tuvieron mayor capacidad para entender que toda actividad política tiene una dimensión ética, que la gente no sólo vota por intereses, sino por esperanza y por principios.

Hay muchos militantes que hoy sentimos frustración, incertidumbre y también agravio. Esto no se debe únicamente al resultado electoral. Su raíz es más profunda.

Se debe a que no supimos valorar las aportaciones de nuestros militantes, reconocer su mérito o abrir espacios de inclusión.

Contratamos consultores externos, para que nos ayudaran a interpretar la realidad y tomar decisiones, apagando la voz de nuestros verdaderos expertos: los militantes que conocen de primera mano, y mejor que nadie, la realidad de cada rincón del país.

Como a todos ustedes, tampoco me gusta la situación interna que vivimos. No es lo que los priistas merecemos.

En este momento decisivo, no podemos permitir que nuestro dolor o el enojo sean más grandes que la determinación para salir adelante. La angustia y la frustración no son un plan de acción.

Encausemos nuestra energía para reformarnos. Que el miedo y el enojo no nos paralicen ni destruyan. No confundamos cambio con ruptura.

Hagamos de la adversidad una oportunidad para dejar vicios y ataduras. Hay que atrevernos a imaginar cosas nuevas para la nueva realidad.

Concluyamos el periodo de reflexión y diagnóstico en el que estamos. Que sus resultados sean el punto de partida del proceso deliberativo, incluyente, abierto, donde participen todas las voces, las expresiones y opiniones de nuestro partido.

Necesitamos una reforma de fondo y forma, donde estemos dispuestos a poner todo sobre la mesa: tanto lo que queremos conservar, como lo que necesitamos cambiar.

Una reforma que atienda los temas fundamentales del partido, que hemos aplazado por demasiado tiempo.

Entender de qué se trata el PRI en el siglo XXI: ¿cuál es nuestra definición ideológica, cuáles son las causas puntuales que debemos abanderar?

Establecer cómo debe ser la relación del PRI con el gobierno, con la ciudadanía y con su propia militancia.

Prevenir de forma realista, y castigar de manera contundente, los casos de corrupción en los que incurran nuestros integrantes.

Comprender cuáles son las expectativas de los sectores sociales que nos rechazan, cómo fue que les fallamos, y qué respuesta le vamos a ofrecer.

Saber, ante todo, para qué queremos recuperar el poder, y cómo debemos ejercerlo para conservarlo.

Este ejercicio colectivo va a durar meses. No es el trabajo de una sola persona o un grupo, es de todos. Debemos hacerlo en casa, en los espacios institucionales.

Juntos iremos definiendo tiempos, método y acciones. Mi responsabilidad es conducir, durante un año, este esfuerzo que nos llevará a definir la reforma que queremos.

La tarea de ejecutar esa reforma será responsabilidad de la dirigencia que elijamos dentro de un año.

Compañeros y compañeras:

A punto de cumplir 90 años, el PRI se encuentra ante un cruce de caminos: estamos en una transición entre el partido presidencialista y vertical del Siglo XX, cuyas inercias aún no terminan de agotarse, y el partido democrático y horizontal del Siglo XXI.

Tengo la convicción de que, frente a este escenario, los priistas solamente tenemos una alternativa: tomar acciones concretas.

En lo interno, asumir una cultura democrática que ponga a la militancia en el centro del Partido. Dejemos de obsesionarnos con la unanimidad y aceptemos las diferencias como algo natural.

Seamos un partido que no privilegie la capacidad técnica sobre la sensibilidad social; que recupere la gestión como vocación permanente no solo como un instrumento electoral de coyuntura.

Volvamos a ser un partido de causas, no de cuotas, donde los militantes avancen por su mérito y su esfuerzo.

Que el partido sea el primero en defender y respaldar a sus gobiernos, pero también el primero en vigilarlos y exigirles cuentas.

En este siglo ninguna organización política puede excluir, limitar o discriminar a las mujeres y a los jóvenes.

Compañeras y compañeros:

Nos urge que las mujeres priistas ocupen más espacios de liderazgo a todos los niveles: en las dirigencias, en los municipios, estados y en el plano nacional.

La visión, entrega, capacidad para trabajar en equipo que tenemos las mujeres, son imprescindibles para construir un partido fuerte e igualitario que refleje a nuestra sociedad.

Otra tarea fundamental es acercarnos a las nuevas generaciones. Necesitamos ser una alternativa para los jóvenes, para avanzar sus causas y convertirnos en un vehículo en el que se desarrollen.

Que con su energía, creatividad y talento nos vigoricen. Que encuentren en el partido una plataforma de participación real, para incidir en el futuro de México.

No podemos olvidar que México es un actor muy relevante en el ámbito internacional. Esa posición responde a un legado que construyó nuestro partido.

Debemos retomar ese liderazgo entre los partidos afines del mundo, voltear a ver lo que pasa fuera de nuestras fronteras y ser parte de los grandes debates globales.

Sin embargo, debemos de estar conscientes de otra realidad: la ciudadanía no va a premiar la reforma del partido. Esta es una necesidad urgente, pero interna: darle estabilidad, certidumbre y rumbo al PRI.

Lo que la ciudadanía evaluará en las próximas elecciones, no es lo que hagamos adentro, sino lo que hagamos afuera: nuestros resultados y honestidad donde seamos gobierno; nuestra congruencia y valentía donde seamos oposición; nuestras conductas y actitudes personales como priistas.

Hasta el 30 de noviembre, el partido contará con un liderazgo natural en torno al cual aglutinarnos. Nuestro reconocimiento y, por supuesto, lealtad institucional, al Presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Una vez que entre en funciones el nuevo gobierno, debemos articular un gran frente opositor, a todos los niveles, entre el partido y cada uno de nuestros espacios de representación.

Este gran bloque priista debe operar igual que un banco de peces. Como un solo cuerpo compuesto de muchos integrantes, que trabaja en perfecta sincronía: en el mismo sentido, con el mismo ritmo y hacia el mismo objetivo.

En el Poder Legislativo, seremos la oposición firme, crítica, valiente y vigilante que los mexicanos necesitamos.

Seremos un verdadero contrapeso, que le hable de frente al Gobierno Federal: con argumentos, con ideas y con principios.

Estaremos atentos a que el Gobierno use el poder que se le acaba de otorgar para servir, para beneficiar al pueblo, no a sus incondicionales.

Para tomar decisiones con visión de Estado, no con intención electoral.

Seremos una oposición constructiva, pero no permisiva.

No bloquearemos los proyectos que le convengan al país, porque para el PRI primero está México.

Pero con igual determinación, rechazaremos aquello que comprometa la estabilidad del país; el patrimonio de las personas, el bienestar de nuestras familias y los derechos de los trabajadores.

Defenderemos, como causas irrenunciables: el régimen democrático de división de poderes; el pluralismo político; la libertad de expresión y la sociedad de derechos para todos.

Seremos los principales defensores del Pacto Federal, de la soberanía de los Estados y la libertad de los municipios.

A todos los mexicanos que nos dieron su confianza les decimos: vamos a representarlos con pasión, con inteligencia y con dignidad. Sus causas son nuestras causas: las vamos a defender y promover desde los congresos, los ayuntamientos y los gobiernos de los estados.

Estamos en campaña permanente.

Tenemos frente a nosotros meses de mucho trabajo, esfuerzo y sacrificios.

No puedo prometerles que el recorrido será fácil, ni cómodo. Al contrario: les aseguro que será la batalla más ardua que hemos librado en muchas décadas.

Lo que sí puedo asegurarles, es que el PRI conserva la fuerza, la energía, el espíritu y la voluntad de renovarse.

Lo que pase con nuestro partido está enteramente en nuestras manos, y de nadie más: ni de nuestros adversarios, ni de las circunstancias.

Caminaremos este trayecto juntos. Estaré en la primera línea, no adelante sino al lado de ustedes. Dirigiré con la fuerza del ejemplo, antes que con el peso del cargo. No les pediré nada que no esté yo dispuesta a hacer.

Que no quede duda: estamos en pie de lucha. Porque tuvimos una derrota dolorosa, pero no definitiva. Porque en la democracia las victorias pueden ser contundentes, pero nunca permanentes.

Si nuestros adversarios pudieron conquistar el poder partiendo de menos, por supuesto que nosotros podremos recuperarlo contando con mucho más.

Consejeras y consejeros:

Me comprometo a ser una Presidenta receptiva, que trabaje desde el diálogo abierto, no desde los despachos cerrados, con todos los sectores, organizaciones y expresiones del partido.

Encabezaré una dirigencia que esté afuera, con ustedes: en las calles, en el territorio, buscando el contacto directo con los ciudadanos.

Una dirigencia en la que todos los priistas se vean reflejados: porque abandera sus causas, representa sus intereses y cumple su palabra. Una dirigencia de la que puedan sentirse orgullosos.

En un plazo no mayor a 60 días, convocaré a la elección de un Secretario General que surja de nuestras filas, que complemente y fortalezca al Comité Ejecutivo Nacional.

Amigas y amigos compañeros de partido:

Les ofrezco lo más valioso que tengo: mi palabra, mi trayectoria y el prestigio, que he construido a lo largo de toda una vida de servicio público y de militancia priista.

Compañeros, los invito a cerrar filas, para reformarnos y para fortalecernos.

Cerremos filas para defender a nuestro partido, para defender a nuestra casa.

Cerremos filas para servirle a la gente y para encarar el futuro.

Juntos y en unidad, lo vamos a lograr.

¡Qué viva el PRI!

Estas líneas...

+ Reformas, necesarias; cuidar los recursos nunca ha sido malo; municipios quebrados miran el futuro con esperanza; federales a poner orden; marinos, su espíritu de servicio y valor

 

GUAYMAS, Son.- Este miércoles el Congreso del Estado reflejó la disputa por el poder estatal entre quienes ahora lo tienen y los que vienen por él.

Encerrados, como se esperaba, los diputados aprobaron reformas y el mensaje de Rafael Buelna durante la sesión extraordinaria de la representación legislativa fue también el esperado, cuando dos terceras partes de los legisladores presentes dijeron sí a modificaciones constitucionales que “eliminan privilegios de funcionarios y la clase política, al desaparecer el fuero y los fondos legislativos discrecionales”.

También para establecer corresponsabilidad entre los tres poderes del Estado cuando decidan cosas que nos interesan a los sonorenses, como la transparencia, la fuerza al Poder Judicial y (aquí está lo que no gusta a los que vienen) “la reforma que faculta al Ejecutivo para poder hacer observaciones al presupuesto aprobado por Congreso”.

Para el diputado presidente de la Permanente, esas reformas evitarán la falta de acuerdos y como es el dinero lo que está en la mente de todos, los diputados dicen que no debe ponerse en riesgo la aprobación de presupuestos ni afectar el gasto social, pero enfrenta, claro, diferencias políticas.

La pregunta sería a cada parte sobre qué hay de fondo. El “grillo” de oficio lo entiende. La gente de a pie, cree que será como se acuerde, sin mirar nada malo en eso de cuidar el adecuado ejercicio presupuestario y el obligado freno a la impunidad.

Finalmente, lo que cuida el político, es que no le aten las manos y eso es lo que se está haciendo. Igual pueden acordar reversa a estas reformas a partir de septiembre, cuando lleguen los nuevos, pero no sería fácil, pues requieren del respaldo de los municipios y no los tienen a todos. Y a como se ha visto –fíjese en los videos donde se expresa el dueño del PT en Sonora, Jorge Moreno Berry—tampoco a los diputados.

Eso es el pataleo. Pero está bien aprobar “cortauñas” para uso frecuente de los representantes y freno a sus excesos. Lo otro, es lo cuestionable, pero eso se trata intramuros y saldrá a la luz en el fragor de la batalla.

SE LIMPIA GUAYMAS

El argumento de que todo el país está así sería válido, pero no debiera ser guía para dejar tirados los intereses municipales como lo hizo la actual administración de Lorenzo De Cima.

Es terrible vivir con la violencia que se nos vino encima. Con la corrupción que se lleva todo el dinero público a cuentas bancarias particulares justificado en la presunta entrega de bienes y prestación de servicios, que cada vez con más descaro, ni se entregan ni se prestan, pero se pagan.

Recuerdo una declaración de José López Portillo, el ya fallecido expresidente mexicano, donde resumía qué ocurría: “nos hemos convertido en un país de cínicos”.

Eso reflejan quienes asumen el mando en las ciudades y pronuncian discursos que para el pueblo, se volvieron huecos. Surgió la calificación crítica inmediata y en julio pasado, el voto –única herramienta de expresión real del pueblo—les hizo ver hasta dónde se equivocaron. E hizo ver también lo que se quiere: recuperar espacios, la ciudad y, enseguida, el país.

Cuál es el reto para los que vienen:

Poner coto a la inseguridad, principalmente la que genera con gran violencia el tráfico de estupefacientes y que Guaymas ha vivido en las últimas semanas por los intereses en pugna, que no ha sabido o no ha querido, someter al orden la autoridad.

La próxima alcaldesa, que ganó al margen de siglas, debe responder a expectativas elevadas y, de entrada, rechazar las abusivas renegociaciones bancarias argumentando mejores condiciones de pago; olvidar ya los arrendamientos de luminarias con los que los últimos alcaldes saquearon el erario; saber decir no a quienes se creen dueños de la obra pública y la construyen incompleta y de mala calidad. Guaymas tiene ejemplos mil de eso y los guaymenses saben quiénes son los responsables. Y ya no deben llenar la nómina de trabajadores sin capacidad o innecesarios ni terminar sindicalizándolos.

La lista de ejemplos de lo que no se debió hacer es larga. Pero se hizo y esa es la razón por la que ahora están así los municipios. Se sabe cuál es la esperanza ante los mandos que llegan. Pero también de dificultades para cumplir con ellas. Quizá no se cumplan los avances esperados, pero lo que se haga ayudará.

TIROS RAPIDOS:

1.- Se habían ido los manifestantes de años apostados por fuera de Palacio Municipal y eso lo agradecían empresas alrededor, pues por fin podían trabajar sin las arengas y música de protesta cotidiana.

Pero volvieron. Al parecer Fernando Ortega, particular del alcalde, les pidió el favor de seguir el ruido mientras se deciden acuerdos favorables a Lorenzo De cima, hoy que avanza la transición hacia el siguiente --y potencialmente muy diferente-- gobierno municipal.

2.- Los guaymenses no se explican el papel de la Secretaría de Seguridad Pública que centró en San Carlos su combate a la violencia, cuando en ese destino turístico la calma ha sido característica.

El titular, Adolfo García Morales, envió la tropa, con carros blindados, helicóptero y todo eso, a mortificar turistas, justificándolo con el secuestro de tres jóvenes que por cierto, aún no aparecen.

Pero nunca envió a su gente a los sitios generadores de violencia donde hay baleados, desmembrados y hasta metralla sobre carros y casas.

Hoy, hace la tarea la Gendarmería Nacional apoyada por el Ejército y la Marina. Anuncian resultados palpables y eso lo aplaude la ciudadanía. Allí está el ejemplo.

3.- Con qué reconocimiento se dirigía la gente al ver actuar a los elementos de la Armada de México asignados a la 4ª. Región Naval Militar.

Por todos los medios laboran en apoyo a la gente y esta mañana de miércoles los jóvenes marinos hacían su tarea, una de las cuales fue el rescate, desde helicóptero de personas atrapadas por las avenidas pluviales procedentes de la cuenca hidrológica, donde las lluvias arrojaron grandes descargas.

Eso sí da confianza a la población, lo reconoce. Y lo agradece.

La carta que envió la maestra

+ No dará entrevistas porque "ha estado aislada" y quiere reunir información de lo que sucedió

 

CD. DE MÉXICO, 8 de Agosto de 2018.- Esta es la carta íntegra de Elba Esther Gordillo, exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, al quedar en libertad este martes en la noche.

"El día de hoy (7 de agosto) a las 23:30 horas recibí por parte del Primer Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito, la notificación del decreto de mi absoluta e inmediata libertad, debido al sobreseimiento que recayó en la causa penal bajo la que me encontraba sujeta.

"Sin embargo, debido a la muy larga situación de aislamiento a la que me he visto sometida, me es necesario un plazo para asimilar privadamente las evidentes emociones que se derivan de un hecho tan importante en lo personal.

"Por lo anterior, he decidido no tener ningún contacto con medio de comunicación nacional o extranjero alguno, pues considero que esta etapa que me ubica en una nueva circunstancia debe ser adecuada y suficientemente recibida y vivida en familia.

"El próximo lunes 20 de agosto habré de convocar aquellos medios de comunicación que tengan interés en conocer mi opinión y posición sobre los sucesos relativos; con oportunidad informaremos lugar y hora", señala la carta de la ex líder de la SNTE.

Gordillo estuvo en prisión domiciliaria en su departamento en Polanco (CDMX) desde el 16 de diciembre de 2017.