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Columa 1

¿Espino, morenista?

+ "Sí, que nadie se llame sorprendido", dice el analista político Julio Hernández

SAN LUIS POTOSÍ, S.L.P., 10 de noviembre de 2021.- El periodista y analista político Julio Hernández escribió sobre Manuel Espino y su paso para convertirse al morenismo, cuestionando “que nadie se diga sorprendido” en su página de la red social Facebook.

Enseguida, describe que “Manuel Espino, ultraderechista, yunquista, ex presidente de Acción Nacional con Vicente Fox como jefe en elección fraudulenta de 2006, que levantó el brazo “triunfador” a Fox; Felipe Calderón y Peña Nieto, se afilia a Morena para ser candidato a gobernador de Durango”.

Menciona que “en realidad, ya pagó López Obrador el escueto apoyo oportunista de Manuel Espino en 2018 (mediante un grupo llamado Ruta Cinco)” y describe que le habría dado la candidatura y el apoyo a la presidencia municipal de Naucalpan a Patricia Durán Reveles “(de estirpe panista), donde Espino era poder tras el trono como secretario general”.

Ante tal circunstancia señalando que “Patricia, es decir Espino, perdió la reelección en ese municipio mexiquense (y) renunció (Espino) a la secretaría general naucalpense porque aspiraba a ser súper delegado federal en Durango pero, ante el ruido que generó esa perfiladura, AMLO lo nombró titular del Servicio de Protección Federal.

Epiloga así su comentario como conocedor del antecedente político del duranguense: “Y, ahora, ¿afiliado a Morena para tratar de ser, al vapor, candidato a gobernador de Durango?

Julio Hernández López es columnista de La Jornada y director de La Jornada San Luis.

El mensaje de AMLO a los migrantes

NUEVA YORK, 9 DE NOVIEMBRE DE 2021.- El presidente de México acudió a la sede de la Organización de las Naciones Unidas y en esa urbe, envió un mensaje a la comunidad migrante, de la cual habló cono reconocimiento.

Esta es la versión completa de ese mensaje:

“Me da mucho gusto poder comunicarme con ustedes desde esta oficina. Estoy en la presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Este día me toca presidir la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Nuestro país el año pasado fue elegido como miembro no permanente, como miembro transitorio del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Son cinco países que fundaron esta organización internacional, la más importante de todas las organizaciones mundiales, es una especie de gobierno del mundo. Y decía, son cinco países que tienen el Consejo de Seguridad y actúan de manera permanente, pero también la asamblea elige a 10 países más, el consejo está integrado por 11 naciones.

Y el año pasado, como les comentaba, nosotros fuimos elegidos de manera democrática por la Asamblea de las Naciones Unidas, 187 votos a favor de México, de los 193 Estados que integran Naciones Unidas. Por eso es un timbre de orgullo para los mexicanos el que este día encabecemos la presidencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidades.

No venimos a hablar sobre invasiones militares, nosotros no estamos a favor de la guerra. La política se inventó, entre otras cosas, para evitar la guerra. Nosotros venimos a las Naciones Unidas, al Consejo de Seguridad, a hablar de la paz y la paz es fruto de la justicia. Sobre eso va a tratar mi discurso del día de hoy.

Si los pueblos del mundo tienen resueltas sus necesidades básicas, sus necesidades de trabajo, de alimentación, de educación, de vivienda, de seguridad social, entonces hay paz y hay tranquilidad en el mundo. Y esto lo podemos lograr si hacemos a un lado el egoísmo, la ambición de lucro, si los que tienen más, a los que por alguna razón les ha ido mejor en lo económico actúan con solidaridad y comparten lo que tienen ellos para ayudar a otros.

Ese es el mensaje en esencia para hoy.

Y me da muchísimo gusto estar en Nueva York. Aquí abajo están muchos paisanos muy queridos. Yo los quiero mucho como ustedes me quieren a mí. Yo admiro a los héroes, a las heroínas, a quienes abandonan sus pueblos por necesidad para venir a buscar algo que mitigue su hambre, su pobreza. Yo soy un ferviente admirador de todos los migrantes del mundo. Así se han construido las grandes naciones, esta gran nación de Estados Unidos se creó así, con migrantes.

Ahora con la terrible pandemia que nos afectó se expresó todo el humanismo que hay en los mexicanos y en todos los seres humanos.

Muchos perdieron la vida, los vamos a recordar siempre con cariño, no los vamos a olvidar. Aquí en Nueva York fallecieron paisanos nuestros y en toda la Unión Americana, y también en otros países del extranjero. La Secretaría de Relaciones Exteriores hizo una labor de ayudar a familiares muy triste para llevar sus cenizas allá a sus pueblos, a donde están sus familiares. Y pasamos momentos muy, muy difíciles. Nos ayudaron mucho los trabajadores de Relaciones Exteriores, los diplomáticos mexicanos, a los que les agradecemos por esa labor.

En nuestro país también se sufrió mucho, pero con la solidaridad de todo el pueblo salimos adelante, ya estamos venciendo esa terrible pandemia y estamos saliendo también de la crisis económica. Imagínense lo que significó el encierro y parar las actividades productivas, el que se quedaran sin trabajo muchos mexicanos.

Pues, ya vamos saliendo, ya de nuevo está creciendo la economía, ya tenemos más empleos que antes de la pandemia, están inscritos al Seguro Social, hasta ayer, 20 millones 800 mil trabajadores mexicanos, es una cifra histórica; es decir, se están creando empleos, ya se está logrando la normalidad en lo económico.

También decirles que no se nos ha caído la recaudación, que tenemos presupuesto, que no tuvimos necesidad de endeudar al país, porque ya no se permite la corrupción y porque ya no hay gastos suntuarios, gastos superfluos, ya no hay lujos en el gobierno y esto nos permite ahorrar. Y todo lo que se está obteniendo por no permitir la corrupción va al pueblo, son programas para ayudar a la gente más humilde.

Todos los adultos mayores de nuestro país, ancianos respetables están recibiendo su pensión y ya tomamos la decisión de ir aumentando cada vez más ese monto, para el 2024 ya va a ser el doble de lo que reciben en la actualidad, todos los adultos mayores de 65 años.

También todas las niñas, niños con discapacidad, tienen su pensión, ya son 11 millones de estudiantes pobres que reciben becas para estudiar desde el preescolar hasta el nivel de posgrado, nivel superior.

Pero ¿saben qué ha ayudado muchísimo, mucho, mucho, mucho?, y por eso mi abrazo a todas, a todos ustedes, lo que han estado enviando a sus familiares, son cifras récord. El año pasado enviaron 40 mil 600 millones de dólares, 40 mil 600 millones de dólares, cuando más lo necesitábamos, porque ese dinero, como ustedes lo saben, va abajo, va a 10 millones de familias, como siete mil pesos por mes, eso es lo que ustedes ayudan a 10 millones de familias en México, de los pueblos. Con ese dinero se reactiva la economía, se ayuda al comercio, hay vida en los pueblos, es la principal fuente de financiamiento que tiene nuestro país, las remesas, lo que ustedes envían a sus familiares.

Pero ¿qué creen?, este año ya no van a ser 40 mil 600 millones, ya tengo un estimado, tengo pruebas para poder asegurar que vamos a llegar a 50 mil millones de dólares de remesas. Imagínense lo que esto representa.

Nada más en recaudación del IVA ha habido un aumento del 10 por ciento en términos reales.

¿Qué nos dice este dato?

De que no hay crisis de consumo, el que la gente tiene cuando menos para lo básico, para lo fundamental, para su alimentación.

Y esto se complementa con todo lo que nosotros estamos destinando de abajo para arriba. Ya se acabó lo de antes, que venía una crisis y que el dinero del gobierno o lo que se conseguía de crédito se aplicaba de arriba para abajo y no llegaba nada abajo, se endeudaba el país, se convertían las deudas privadas en deuda pública, como fue lo del Fobaproa, eso ya no se aplica, ahora, por el bien de todos, primero los pobres, y tenemos una sociedad más justa, más igualitaria.

Y por eso me da muchísimo, muchísimo gusto, estar con ustedes.

Voy a regresar a Estados Unidos, y yo estoy comprometido con ustedes y no les voy a fallar, y voy a hablar con el presidente Biden, que ha actuado de manera muy respetuosa, como también lo hizo el presidente Trump, porque nosotros no queremos confrontación, no queremos pleito, lo que queremos es que nos respeten, porque somos un país independiente, libre, soberano, no somos una colonia de ningún país extranjero.

Esto afortunadamente lo entendió el presidente Trump y también lo entiende muy bien el presidente Biden. Voy a hablar con él para que se cumpla el compromiso de regularizar la situación de los mexicanos que viven y trabajan honradamente en Estados Unidos, él tiene el compromiso de regularizar a 11 millones de migrantes.

No es un asunto sólo de él, se requiere de la aprobación del Congreso, pero nosotros vamos a ayudar para que también el Congreso de Estados Unidos respalde al presidente Biden y se logre esta regularización y también que no se maltrate a los migrantes mexicanos, ni a ningún migrante del mundo.

Miren dónde estoy. Este hombre es el que nos enseñó el camino, con esta frase: ‘Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’. Aquí tengo de apoyo, de respaldo, de guía, al mejor presidente que ha habido en la historia de México, un indígena zapoteco, Benito Juárez García.

Un abrazo.

Cuando yo regrese y se pueda vamos a las plazas, ahora no se puede. Pero miren, estamos muy cerca.

Adiós.

¡Adiós, Mario Rivas!

HERMOSILLO, Son.- Ha sido general, y con razón, el sentimiento de pesadumbre por el fallecimiento del periodista Mario Rivas Hernández, veterano columnista de “Tribuna”, de Ciudad Obregón. Practicó celosamente los atributos que hacen al periodista auténtico: trabajar un día tras otro sin descanso y abstenerse de utilizar el poder de su pluma para satisfacer mezquinos intereses.

Me parece que con él muere el género de la columna política extensa, de toda una plana, al estilo de la de Enguerrando Tapia Quijada.

La ilusión de todo periodista joven era, hasta casi terminar el Siglo pasado, escribir una columna diaria. Lograrlo constituía la culminación de una carrera. Pero que el director o el dueño de la empresa permitieran que cubriera toda una plana no era fácil. Por un lado corrían el riesgo de que la columna resultara, a fuerza de ser tan larga, falta de sabor y de miga; por otro, el riesgo de crear, paralelamente al prestigio del director y los intereses del propietario, un poder personal paralelo que no fuera utilizado con rectitud.

El autor de una columna de plana entera tenía que trabajar el doble o el triple de cualquier reportero porque debía llenarla con noticias y argumentar con seriedad, señalar responsables sin herirlos ni calumniarlos, escribir con claridad y corrección, y dar noticias, insisto, que es la esencia del periodismo. No estoy seguro de que estos columnistas ejercieran real influencia en la gente del poder, quizás sólo molestaban o preocupaban. Pero de alguna manera daban, con su voz, voz al pueblo que leía.

Esta fue, sin duda, la aportación más valiosa de Mario Rivas.

¿BUSCAN NOMBRES PARA BULEVARES?

Hubo una época bastante larga en que cada vez que se buscaba un nombre para ponérselo a una obra de riego, un bulevar, una escuela o cualquier edificio público, se elaboraba una lista de revolucionarios, muertos o vivos, para escoger. Luego siguieron los nombres de políticos, no de la oposición, sino de los que habían triunfado, es decir, del PRI.

Creo que ha llegado el momento de cambiar de disco y de actuar como miembros de una sociedad moderna y civilizada. Vamos a homenajear a los sonorenses que han destacado en la Ciencia y la Tecnología, en el Arte, la Educación, el Deporte o la Filantropía. Sin necesidad de hacer una lista, solamente mencionaré, a manera de ejemplo, algunos que me saltan espontáneamente a la memoria.

El doctor Ranulfo Romo Trujillo, nacido en Guadalupe de Ures a mitad del Siglo pasado, uno de los pocos científicos en el mundo dedicados a estudiar el cerebro humano; fue miembro de la Junta Universitaria. El escritor Edmundo Valadés, gloria de las letras nacionales, guaymense y doctor honoris causa por nuestra Unison. El también guaymense doctor José Maximiliano Medina Ramírez, graduado en el ITSON, que desde hace años investiga en la Universidad de Amsterdam, y quizá logró ya su objetivo, una vacuna contra el SIDA. El ingeniero Manuel Puebla Peralta, cuyos esfuerzos para industrializar los recursos naturales son bien conocidos. O si de plano quieren un político, el licenciado Alejandro Carrillo Marcor, nacido en Hermosillo, el único gobernador que recuerdo que haya manejado con rectitud, al mismo tiempo, el presupuesto y el respeto a la democracia en las elecciones.

Sería un honor para Sonora y un estímulo para los ciudadanos, ver cualquiera de estos nombres en una placa conmemorativa en la vía pública..

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Mario Rivas y su circunstancia; in memoriam

CD. OBREGON, Son.- Nació en 1946 y cumplió apenas 75 años el pasado 26 de febrero.

Lo celebró con los amigos que más lo trataron en vida; también con familiares cercanos.

Platicó mucho, comió muy poco y bebió solo agua mineral.

¿Cuántos años de felicidad, Mario?, le pregunté. Y, sin dudarlo, contestó:

“Creo que de los 75, 70. Por fortuna he tenido la suerte de una vida intensa y emocionante, salpicada de sorpresas y cosas inéditas”, dijo, pensando quizá que los años que no fue feliz fueron los que lidió con la enfermedad. Y en eso tenía razón.

Se confesaba creyente, pero no religioso. Consagró su vida, dijo, a aprender a res-petar a los demás y a quienes pensaban diferente.

“Me gusta hacer autocrítica cada rato, pero también registro a quien me critica, sobre todo cuando doy mal un dato o me equivoco”.

Se dijo siempre enemigo radical del egoísmo y la soberbia: “Y sobre todo de las actitudes miserables de aquellos que siempre quieren aplastar a los más vulnera-bles, que es algo común en nuestro medio”. Contra eso he luchado la mayor parte de mi vida, sentenciaba, y  lo hizo muy bien.

¿Amigos reales? “Pocos, pero muy buenos los que tengo”, decía.

Mario, fue hijo de Cesáreo Rivas González, de Nayarit, y Crescencia Hernández Sánchez, de Canelas, Durango, ambos analfabetas, sus padres se conocieron en Ciudad Obregón.

Desde los 9 años de edad creció en el ambiente de carniceros expertos en la com-pra y el sacrificio de puercos para la venta al mercado local.

Como miembro de una familia de 6 miembros, nació y creció en condiciones de pobreza extrema, dice. Eso no lo arredró a que desde chico trabajara en oficios varios: hacer mandados, limpiando vidrios, pintor del brocha gorda, comercio al menudeo, venta de periódicos.

Esa necesidad de trabajar desde niño le dificultó completar el ciclo de la primaria, a la cual pudo llegar solo hasta el cuarto año.

Creció en un medio limitado económicamente, pero lleno de inquietudes sociales con el trato con dirigentes sociales de la época y con idas y venidas frecuentes a la tierra de su madre en el Estado de Durango.

Decía que su afición por los libros inició cuando tenía 18 años, con libros que le regalaba Carlos Ramón Espinoza, del Club Cultural Cajeme.

Empezó por escribir poesía en 1968, en el Diario del Yaqui, de  Don Jesús Corral Ruiz.

En los domingos literarios, que dirigía Moisés Ortiz: “Escribía sobre una lata de petróleo con un lápiz sobre cartones, después aprendería a escribir con dos dedos sobre una vetusta máquina de escribir Olympia de las antiguas, “pero muy buenas” decía.

Combinó la práctica de escribir con la educación básica, en la escuela ubicada en La Ladrillera, con la maestra Carmen Sánchez Corral, en el turno nocturno como se acostumbraba entonces, platicaba.

Al quebrar el negocio familiar de los cerdos, pasó a trabajar el carbón por los rumbos de Tórim. Ahí conoció a diversos personajes de la etnia Yaqui, a quienes les dedicó algunos escritos en el “Diario del Yaqui”.

“La poesía no te dará de comer, Mario”, le dijo un día su amigo Abraham Montijo Monge (Director de El Heraldo del Yaqui) y escritor por más de 50 años de las columnas Completando el Cuadro (Tribuna) y Estampilla Regional (El Diario); y lo pensó.

Colaboraría por algunos años con Tacho Aragón, que editaba la Carta Abierta, y él le presentó a don Jesús Corral Ruiz, quien con frecuencia lo invitaba a platicar ahí o en reuniones donde era muy común la ingesta del Whisky Old Parr.

Chabelo Mexía, de los gastronómicos de la CTM, lo presenta con el doctor Óscar Russo Voguel, quien le comentaría “la necesidad de contar en Ciudad Obregón con un periódico que denunciara los abusos de poder de algunos personajes de la región”, dice. El mismo Doctor le ayudó a comprar la primera máquina de impre-sión en Agua Prieta, que trasladó en un carro que le prestó Román Meza, de la CNC.

Chabelo Mexía le había presentado también a  Juan Rurico López, quien le prestó dos locales para que surgiera el periódico “Tiempo Nuevo” como semanario. El mismo Doctor Russo inauguraría el periódico en septiembre de 1979. Al mismo tiempo, Rivas sería columnista de la “Extra de la Tarde”, de Heriberto León Peña, donde colaboraría hasta 1980.

Conocería posteriormente a Adalberto Rosas — a quien apoyó para ganar la presidencia municipal de Cajeme en 1979— y Adalberto lo animó para crear otro periódico que saliera con mayor frecuencia.

Localizó maquinaria en San Diego, California, e invirtió en ella 23,500 dólares en la compra. Le ayudaron el mismo Adalberto y José Antonio Gándara Terrazas, su otro amigo, quien le regaló el mobiliario necesario para que en breve tiempo instalara el periódico.

En 1981—tiempos de sucesión presidencial y selección de candidatos locales—, era junio y aparece el primer ejemplar de “El Observador”, como un periódico de denuncia que en muy poco tiempo se ubicó en el gusto de la gente.

“Muchos esperaban su edición y reparto, y preguntaban a qué hora empezaría a circular”, decía Mario, con un dejo de nostalgia.

Combativo, agresivo, crítico, veraz, oportuno, el periódico no tardó en incomodar al gobierno de Samuel Ocaña, que a juicio de Rivas, no supo manejar la crisis política generada tras la cuestionada elección municipal de 1982. Las relaciones se tensaron entre Cajeme y el gobierno estatal.

El Gobierno del Estado buscó culpables y el experimento periodístico solo duró de 1981 a 1984.

“Una madrugada, le echaron ácido a las partes sensibles —que ya no podían repo-nerse— de la prensa”, dice Mario.

El ataque se dio después de un reportaje donde se acusaba al gobierno estatal como custodio de sembradores de 30 Hectáreas de mariguana… y fueron ellos, los del gobierno estatal y sus operadores de Cajeme, los que atentaron contra el periódico”, afirmaba todavía con coraje.

Estuvo sin trabajo por poco tiempo, y fue en el OK Café, donde un día se encontró con Faustino Félix Escalante, y le dijo: “Cuando dejes el oficio de periodista independiente, en Tribuna del Yaqui te esperamos”.

Con una botella de coñac de por medio y en casa de Félix Escalante, allá por la uno y la cuatro, Rivas decidió incorporarse como colaborador a Tribuna y ahí se inició un 14 de octubre de 1987. Fue de los amigos leales y   cercanos de Faustino Félix durante toda su vida.

Fue cuando el director del periódico, Salomón Ahmed le advirtió de: “Dejar de ser perfeccionista y utilizar un lenguaje para que lo entienda y lo capte la gente”. Lo emplazó a que escribiera él solo, una plana completa. “Sí la puedo hacer”, le dijo, y así inició desde el año 1988 hasta el final.

Con los años y con su carácter bonachón y abierto, Mario enfrentó crisis, intrigas, golpes bajos, y todo lo que se pudiera decir de un columnista exitoso e influyente, que siempre vivió en la medianía y las limitaciones del bajo sueldo devengado en los periódicos.

Una de las infamias: el procurador general de la República Jorge Carpizo, lo in-cluyó en 1993 en una lista de periodistas vinculados al narco.

Una lista a la que se le dio amplia difusión y que circuló a nivel nacional. Mario se cimbró, se enojó, se preocupó y vivió una de sus peores crisis personales que solo con la ayuda de amigos cercanos y familiares pudo sobrellevar—no fácilmente—.

Aunque su empresa periodística y algunos amigos lo ayudaron, de todos modos él se preguntaba: ¿De parte de quién o por qué?, ¿De dónde vendrá el ataque?

Decía que con ese golpe se había sentido acabado y muy desanimado moralmente.

Quienes conocían su estilo de vida, su modestia, el lugar donde vivía, el carro que manejaba y las penurias económicas que siempre lo acompañaron, nunca creyeron en la veracidad del ataque y para fortuna de Mario en un México cruel y despiadado, las cosas se aclararon, pero el daño quedó. Al tiempo y para iniciar la campaña presidencial de 1994 Gilberto Félix Escalante—por quien siempre guardó un enorme afecto— habla con Luis Donaldo Colosio y le solicita incorporar a Rivas como cronista del periódico para la campaña presidencial.

“Me sentí como que ingresaba a una nueva dimensión en el periodismo y en la política”, señala: “era como entrar a las grandes ligas y el mejor aval de que los tiempos de amargura y depresión habían pasado ya”, decía convencido.

Con tristeza recordaba que le tocó observar el mitin de Lomas Taurinas, el 23 de marzo de 1994. En medio de la confusión por la agresión a Colosio, desesperado, se va a redactar al hotel, utiliza su celular, su máquina Olympia, ayudado por “El Cacho” Angulo. ¡Nada que hacer, más que lamentarse y buscar explicaciones! decía con tristeza.

El día 25 regresa a Ciudad Obregón confundido y decepcionado.

Otra vez las preguntas: ¿Quién fue, para qué, y de parte de quién?

Pasaron los años, creció en influencia, en amigos y en buenas relaciones. Nunca perdió piso y siguió viviendo con humildad, muchos escritos, muchas consultas, muchas lecturas, interminables discusiones.

Reuniones cálidas con amigos y colegas donde predominaba el buen ánimo y la camaradería, la amistad y los afectos compartidos.

Vinieron las malas noticias en relación a su salud.

Con valentía y estoicismo aceptó y enfrentó el diagnóstico médico cuando le co-municaron que padecía Cáncer en la garganta.

A partir de ahí, su vida ya no fue la misma. Perdió la alegría y el enorme sentido del humor que siempre lo caracterizó. En los últimos tres años, la dinámica de su vida estuvo inmersa entre citas, estudios, consultas, radiografías, cirugías y trata-mientos dolorosos contra el cáncer.

Su vida se fue apagando, pero no su espíritu. A cada rato recibíamos mensajes optimistas de sus ganas de vivir, a través de sus familiares.

Perdió la batalla contra el cáncer la mañana del 2 de noviembre en su siempre amada y admirada Ciudad Obregón.

Descanse en Paz Mario Rivas Hernández. Ya lo extrañamos.

Así describe Padrés la amenaza de Osorio

GUAYMAS, Son., 25 de octubre de 2021.- Guillermo Padrés Elías narró con detalle cómo fue la amenaza de Enrique Peña Nieto para que cerrara el acueducto Independencia, promesa que en campaña, el mandatario hizo a los agricultores de Cajeme.

Fue a través del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, después de no alcanzar acuerdos “con los agrotitanes”, porque “todo era cierra el acueducto”.

El presidente Peña nunca recibió a Padrés, producto del resentimiento político porque le arrebató Sonora.

LA AMENAZA

Osorio Chong llamó al gobernador de Sonora para darle “un recado del presidente de la República”.

Padrés voló a Ciudad de México, llegó a la Segob y Osorio lo recibe “con una cara muy dura” y trato muy frío. El mensaje, tajante, fue:

“El presidente te pide que cierres el Acueducto Independencia”.

El entrevistado revive el momento al describir lo que sintió:

“Me cayó como bomba, sentí hasta que se me iba la respiración, me entró un escalofrío, no lo podía creer, me quedé en silencio, no lo podía dimensionar”.

Pudo articular una interrogante: “¿Cómo, señor secretario?

“Que cierres el Acueducto Independencia”.

Cómo cerrar una obra de 4 mil millones de pesos que ya está funcionando, legal. Pidió buscar otras soluciones.

“Que no”, la fría respuesta.

¿Cómo?

“Que no hay otra opción, lo vas a cerrar”.

Señor secretario déjeme hablar con el presidente…

“No, no quiere hablar contigo”.

“Ahí supe que estaba marcado mi destino”, reflexiona Padrés Elías.

Osorio le dejó clara la posición presidencial: “pues si no vas hacer caso, ya sabes lo que implica no hacerle caso al presidente de la República”.

“Ah carajo, dije, espérame, déjame defender mi punto, déjame defender…”.

El muro infranqueable: “no, el no hacer caso tiene sus consecuencias, gobernador”.

A la pregunta de “¿Estás dispuesto a enfrentarlas? del secretario de Gobernación, el ex mandatario sonorense contestó negativamente: “no sé de qué me hablas, pero no me quiero ni imaginar qué me vas hacer… pero, pues, no lo voy a cerrar”.

La negativa le hizo sugerir el “ustedes ciérrenlo, ustedes tienen poder como Federación, les doy las llaves del acueducto… ustedes ciérrenlo, yo no lo voy a cerrar”.

Otra vez la respuesta intransigente: “no, el costo político lo vas a pagar tú, no el presidente”.

Padrés dijo no haber pensado en costo político, sino en la gente.

Y allí vino la amenaza de “graves consecuencias” si no cerraba el ducto. No pudo explicar más, pues el frío y entonces encumbrado hidalguense se levantó y alejó.

Confiesa Guillermo Padrés que esa amenaza “cambió mi vida personal” y la política de su gobierno.

Osorio Chong lo había amenazado a nombre del presidente.

Buscó al presidente. Se peleó con él “y se me vino encima todo el poder del Estado, con todos los medios de comunicación, con todas las dependencias en contra, cerraron la puerta a Sonora de una forma increíble”.

Define eso como abuso de poder, “corretear” a tus adversarios políticos y judicializar la política.

No le dijeron lo que le harían, pero “fue muy claro con el tiempo, cómo se fue armando todo”.

Y la acusación abierta contra Peña Nieto:

“El presidente se fue con todo contra sus adversarios, tanto internos de su partido como externos, se nos vino encima; a todos los que creyó él que le podíamos estorbar en su carrera política se nos vino encima y más cuando a él se le vino lo de la Casa Blanca y todo eso, pues más necesitaba gente con qué emparejar cartones. Y más cuando estaba persiguiendo gobernadores de su partido”.

Tenía que emparejar cartones y meter un gobernador de la oposición también.

“¿Quién era su enemigo político en ese momento? Pues Guillermo Padrés, porque no quise cerrar el acueducto independencia. Fue muy clara su actitud al no ceder yo a ese capricho de él”.

Así fue, dice Padrés, su aventura que lo privó de su libertad y lo arrojó al descredito social y político.

(Tomado de la entrevista de Luis Alberto Medina, en Proyecto Puente)